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gigantes

Lo que se divisa ahí al fondo, asomándose al mar como una criatura mitológica varada, es la calzada de los gigantes. Os lo aseguro, palabra de ovejita viajera.

Nos hubiese gustado acercarnos más al lugar, pero viendo nuestro tamaño y el número de turistas por metro cuadrado desplegados en el lugar, optamos por contemplarlas desde una distancia segura.

La calzada, según explicaba un cartel arrumbado a un lado del camino, surgió como resultado de una disputa entre dos gigantes de nombres tan confusos como confusas eran sus intenciones.

Cuando eres una ovejita bien diminuta, resulta complicado definir lo que entiende el cartel por un gigante, ya que cualquier cosa más grande que una magdalena representa un obstáculo considerable para nosotras.

Por eso, nunca nos veréis juzgando la bondad de una persona por su aspecto físico, ni su grandeza por el tamaño de su cuerpo. Para nosotras, la medida de una persona viene definida por el tamaño de las adversidades a las que esa persona se haya enfrentado y cómo las ha resuelto, no por la talla de sus zapatos.

12 Comments

  • Joselu

    Yo estuve en junio hace cinco años y tuve la misma impresión en la Calzada de los Gigantes por la aglomeración de turismo. Me fui en dirección contraria, como tú, y encontré un paraje solitario desde el que ver el horizonte. Los paisajes de Irlanda y sus colores son increíbles. Es una isla de la que estoy enamorado pero que recorrí en momentos menos apoteósicos para el turismo en los años noventa: las islas Aran en verano no eran nada agobiantes, el turismo era muy reducido. Saludos.

  • Beauséant

    Somos demasidas personas en el mundo, TORO SALVAJE, y todas queremos hacer lo mismo en las mismas fechas. A pesar de todo, creo que he hecho las paces con el turismo haciendo un poco lo que dice JOSELU. Llegas a un sitio típico, ves que no cabe un alma y te vas alejando hasta encontrar otro lugar, quizás igual de bonito, pero con mucha menos gente.

    Al final, si lo piensas bien, el turimo masivo es como los rascacielos en las costas españolas, concentran todo lo malo en un punto y dejan libre el resto 😉

  • María

    Esta primera fotografía es de las que meeencantan, más que por la calzada de los gigantes, por estos cielos tremendos, que tú mejor que nadie capta y que en este caso se unen al mar en esa oscuridad inmensa que sin embargo deja ver por la derecha la luz que ilumina ese saliente que debe ser el final de la calzada y a nuestras dos artistas invitadas como si las enfocara una ráfaga de luz en el escenario…Y sí, sin duda alguna estas ovejitas son ¡relistas! Y no, por esta vez, no me he comido la “a” como es habitual en mi, quiero decir que son muy listas ; ) Efectivamente el tamaño de alguien, se mide por lo que ha debido afrontar, cómo y si lo ha resuelto sin demasiadas secuelas, ni daños colaterales…ese gente me impresiona casi tanto como tus cielos, los que habiendo sufrido más que nadie, al contrario que la mayoría, lejos de quejarse y convertirse en seres resentidos e infelices, son los más generosos y empáticos con los demás. No son tan pequeñitas nuestras amigas, además, una magdalena puede propulsarte el cielo, si como Proust sabes sacarle partido ; ) segurísimo que te habrás quedado con recuerdos deliciosos de estos increíbles parajes que después volverás a disfrutar cuando a solas saborees tu magdalena ; ) Mil gracias y un beso, ¡mago de los cielos! jajaja

  • laacantha

    Una pregunta indiscreta,¿de donde habeis sacado las ovejitas viajeras ? Y si me dirás que las ha elaborado tu como un trabajo manual en tu tiempo libre, entonces es para fliparse.El uso de ” ovejitas viajeras “es una idea estupenda y muy divertida. He puesto otra vez en la lista el viaje a Irlanda. Un abrazo.

  • Beauséant

    Escribí esa parte, MARÍA, casi como una anotación para no olvidarla. A veces no nos damos cuenta de lo que una persona lleva a las espaldas. Nos fijamos en su aspecto físico, en si ha contestado mal a una pregunta o la ropa que lleva puesta.. y no indagamos nada más. Es un ejercicio que las relistas de las ovejitas hacen siempre y a mi se me olvida muchas veces. Cuando te molestas en conocer a las personas siempre las vas a comprender mejor, que luego te pueden seguir cayendo mal, pero al menos tienes un criterio, no un sesgo.

    Qué buena anotación de la magdalena, me he reído mucho porque me sonaba de algo y no recordaba el qué. La he buscado en la wikipedia, https://es.wikipedia.org/wiki/Magdalena_de_Proust, y he visto que tenía que ver con el recuerdo.. qué bueno. Y que pedazo libro en busca del tiempo perdido, ¿verdad?

    Los cielos, ay, los cielos, en Irlanda no hay cielos feos, olvida lo que te hayan dicho. Los panzudos llenos de tormentas, los diáfanos como un cristal… cualquiera sirve de fondo de una fotografía, de fondo y de primer plano si me apuras.

    ” al contrario que la mayoría, lejos de quejarse y convertirse en seres resentidos e infelices, son los más generosos y empáticos con los demás.” otra frase para tener presente, sí.

    Muchas gracias por hacer más grande el texto 😉

    No hay preguntas indiscretas aquí, LAACANTHA, efectivamente, era la primera historia de la serie y sucedió así, nada más verlas supe que vendrían conmigo y luego, comiendo el bocadillo me di cuenta que ellas podrían contar su propia historia del viaje. Ya me hubiese gustado saber hacerlas con mis propias manos, tendría el instagram lleno de ellas 🙂

    Un abrazo.

  • Judit C.

    Me gusta muy poco viajar. Pero hay algunos lugares concretos que me gustaría ver. Irlanda como Grecia son de esos lugares.

    Con esos cielos y esa espectacular belleza propia de la naturaleza ya me convenciste. Algún día quizás. Apuntado en mi lista de cosas por hacer.

    La gente es una de esas cosas que hace que me mueva poco. Ya sé que yo entro dentro de “gente” pero cuando me fijo en los ” turistas” los percibo como autómatas…seres que caminan con sus celulares sin realmente “ver”.

    Y sí…cuando te das oportunidad de conocer un poco más a alguien y entiendes que es como es, por todo lo que ha pasado …juzgas un poco menos. Y aunque como dices te siga cayendo mal ( a mí me pasa) igual lo miras con otros ojos. Quizás más benevolentes.

    Un abrazo gigante 🙂

  • Beauséant

    El truco, al menos para mi, JUDIT C., es no ir con una lista cerrada de lugares obligatorios que visitar porque, al final, acabamos todos en los mismos lugares. Además, los lugares obligatorios han sido cartografiados, fotografiados y pisados hasta la extenuación, es complicado encontrar nada nuevo en ellos. Muchas veces es mejor alejarse un poco, guiarse por esa brújula interior que depende del estado de ánimo y que nos acaba llevando a otros lugares más interesantes… También yo soy culpable un poco de eso, de hacer demasiadas fotos, de explicarlo demasiado todo, cada persona tiene sus contradicciones.

    Lo de intentar conocer las motivaciones y el pasado de las personas es siempre un ejercicio interesante, con el tiempo te vuelves más permeable. Al final te das cuenta que en determinadas circunstancias todo el mundo puede hacer cosas incorrectas que pensó que nunca haría

    Un abrazo.

  • tonYerik

    Me imagino que tanto tiempo encerrados durante la peste pasada ha dado rienda suelta a sus ganas de pisotear la calle. A lo mejor cuando se les pase la fiebre…

    Salud.

  • Beauséant

    La verdad es que hemos salido en manada de la peste pasada, TONYERIK, con ganas de estar en todas partes, de hacerlo todo y de no dejar un rincón sin pisotear. Espero que muchos de ellos encuentren otras modas en las que centrar toda su energía y nos dejen el campo libre. Es un poco egoista, claro, pero son demasiados años pateando el campo en soledad y ahora es imposible 🙂

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