leer,  mirar

cosas que no caben en una fotografía

La primera vez que depositan una cámara de fotos en nuestras manos y tomamos la primera fotografía anhelamos guardar en su interior el mundo entero.

Muchas fotos después, comprendemos que el acto de fotografiar es una mentira consciente. Ahí está esa foto de un cisne, triste y solitario sobre las negras aguas del canal, con ese algo extraño que tienen los cisnes que siempre les hace parecer fuera de lugar. Si abrimos un poco más el encuadre, notamos otro cisne justo al lado; ya no es un cisne solitario. Y, si damos otro paso más hacia atrás, veremos una pareja de adolescentes haciendo la misma foto que nosotros.

La fotografía consiste en decidir que cosas componen el mundo. Una operación de sumas y restas, de añadir y quitar elementos al mundo.

Pasa el tiempo, acumulamos más fotos en la retina y es entonces cuando comprendemos que hay cosas que no caben en una fotografía.

Era algo que aprendí hace tiempo pero que había olvidado.

Lo he vuelto a recordar en Irlanda. El verde de sus paisajes que satura el sensor, los acantilados fuera de escala y esos cielos que planean casi a ras del suelo y te hacen perder la línea del horizonte. Cuando dejas de mirar con los ojos y lo haces a través del visor, todo parece un decorado, un buen decorado, pero nada más.

Hay lugares que no caben en una fotografía.

Ansel Adams, claro, él sí sabía condensar el mundo entero dentro de una foto. El resto de los mortales farfullamos explicaciones, nos justificamos entre balbuceos y miramos avergonzados las puntas de nuestros zapatos.

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Llego tarde, siempre estoy llegando tarde, pero la entrada de hoy es una entrada que prometí hace mucho tiempo a Diego Jambrina autor, entre otras cosas, del blog de fotografía a 50mm del mundo.

Diego, en su momento, escribió sobre la naturaleza de Escocia y tuvo unos problemas similares a los míos en Irlanda. Aunque, como puede leerse aquí, los enfocó de una manera diferente.

36 Comments

  • Fackel

    No cabe tanto como nos pensamos en una fotografía. Cuanto más queremos que abarque una imagen más insatisfechos nos quedamos, porque la realidad se proyecta a cada instante, muta y la luz sabe mucho de eso. Una fogografía tiene mucho de aquello de querer poner puertas al campo. Natguralmente, esto no quita el poder sugerente y recreador de una fotografía. Saludo.

  • Jo

    Nafie wscapa a la sensación de una imagen.Con la fotografía captamos instantes únicos e irrepetibles en el tiempo. Por más que lo intentemos, es imposible guardar en la retina las miles de imágenes que nos han impactado o marcado alguna vez en nuestra vida. O al menos, conservar un nítido recuerdo de ellas. Sacar una foto e inmortalizar ese momento pero sigo pensando que no todo mu do tiene el.ojo o la sensibilidad

    🙂
    Amo tus fotos

  • अनत्ता 光 心

    Espectaculares y bellísimas todas las fotos. Me quedo especialmente con las dos primeras, increíbles.
    En primer lugar, tú no eres Ansel Adams. Tú eres tú y eres único e irrepetible, especial, singular. No hay otra persona como tú. Así que deja ya de una puta vez de compararte a “los maestros” o a los que consideras superiores y mejores y por tanto de considerarte inferior. Tema o complejo muy recurrente, perdón que te lo diga. Igual que yo soy yo y no soy Buda ni Sócrates ni Dante ni Auster ni Shakespeare ni Borges ni Lao Tsé ni Freud y así puedo citarte a todos los grandes nombres de la historia. Y dicho todo esto, el tú y el yo no son más que meros envoltorios de algo más profundo. Un disfraz, una máscara, y eso lo sabe e intuye la mayoría de personas. Malo si te crees e identificas demasiado con el personaje asociado al ego. Hay que saber ver su relatividad y su carácter altamente o totalmente ilusorio.
    No, las fotografías nunca hacen ni harán justicia, por estupendas que nos salgan. Nunca serán la realidad ni plasmarán la magnificencia y belleza de la naturaleza. También lo he experimentado modesta pero inequívocamente en algunos de mis viajes, cuando me he visto rodeado de bosques o montañas apabullantes.
    Se convierten en eso, un fragmento, un reflejo.
    En tu escrito hay destellos de tremenda lucidez y hasta de trascendencia, ja ja ja. Hecha la coña mordaz me explico en serio. Es algo que tengo muy claro y que he argumentado no pocas veces. La mente puede funcionar de forma totalmente análoga a una cámara de fotos o de vídeo. La similitud o parecido es muy notable o hasta casi raya en la equivalencia. Porque la mente puede captar, fotografiar, grabar, registrar. La mente recorta, aísla, refleja, crea compartimentos estancos, etiqueta, disecciona, etc. Lo que hace una cámara, si lo pensamos.
    Es más, y lo que es peor, la mente puede rebobinar y rebobinar y rebobinar y reproducir miles y miles de veces una imagen, una situación, un recuerdo. Los recuerdos son las fotos de la mente-máquina.
    Pero he introducido un “casi”. Es lo que indicas en tus explicaciones: en realidad las fotos nunca pueden abarcar la totalidad de la realidad, la realidad en sí, el mundo, lo que vemos y percibimos, etc. Todo esto se escapa, ya tan solo si pensamos en términos de totalidad y de “realidad en sí” sin tener que recurrir a términos trascendentes y espirituales. Fíjate lo que has escrito:
    “La fotografía consiste en decidir qué cosas componen el mundo. Una operación de sumas y restas, de añadir y quitar elementos al mundo”.
    Pues esta observación es plenamente coincidente (es lo que hace la mayor parte del tiempo) con la mente, el intelecto, el pensamiento. ¿O no? Pero para mí esto no es suficiente, ya que si consideramos a la mente como algo que es más profundo (inteligencia, conciencia, luz) entonces no puede limitarse a ese funcionamiento en modo cámara de fotos (registrar, captar, dividir, definir la realidad). Eso “trascendente” es lo que se escapa y jamás captará una cámara… ni la mente racional.
    Disculpas por mis extensas reflexiones filosóficas. Solo quería poner de manifiesto esas similitudes.
    Y me voy reiterando lo que te he dicho tantas veces: valórate a ti mismo, ámate, cuídate, mímate, sánate. Debes decirte cosas bonitas y positivas (sin pasarse ni caer en el narcisismo o la prepotencia). Eres tú y eres único e irrepetible. Pasarse con el afán de perfeccionismo o la insatisfacción en el fondo es contraproducente y produce… sufrimiento. He ahí el quid de la cuestión. Unas gotitas de veneno quizá están bien. Si te pasas te vas al otro barrio.
    Por si sirve de algo te vuelvo a agradecer tu extraordinario trabajo y tu esfuerzo. Yo sí te valoro.

  • Beauséant

    Poner puertas al campo, FACKEL, es una buena definición, sí. Esa es la otra vertiente del aprendizaje de la fotografía, eso que repiten siempre en muchos ámbitos de la vida: menos es más. Al escribir, al diseñar algo, en las fotos.. muchas veces debemos quitar cosas para hacer que algo mejore. Los excesos nunca son buenos, ni en la vida, ni en las fotos.


    Es cierto, JO, Aunque hagas la foto más aburrida del mundo, es única. Una foto, la misma foto, hecha un segundo después, ya es otra foto, siempre hay algo que cambia.. Nuestra retina guarda muchas de esas fotos, pero es el cerebro el encargado de guardarlas, y no me fío mucho de sus sistema. Sospecho que las transforma, las convierte en otras cosas que le gustan más. El cerebro y su amiga, doña memoria, son dos truhanes de cuidado.


    Agradezco mucho, अनत्ता 光 心, que me tomes por la pechera de la camisa y me zarandees para espabilarme, como en esas películas en blanco y negro 🙂 No tengo claro si estoy de acuerdo con la primera premisa, “el dejar de compararse”, ¿sabes?, creo que sí es necesario, hace falta un límite superior, ¿no? algo que sea una especie de faro hacia el que nos dirijamos. Claro, hay una diferencia entre los faros y los cantos de sirena que nos llevan de cabeza a las rocas.. Es cierto, ese faro puede ser una obsesión, te puede impedir “ser” en toda la extensión de la palabra… Digamos que, en mi opinión, el faro debe estar ahí pero no hay que obsesionarse con ir en línea recta hacia su luz. Me gusta tu resumen: “Malo si te crees e identificas demasiado con el personaje asociado al ego. Hay que saber ver su relatividad y su carácter altamente o totalmente ilusorio.”

    En la segunda parte, sí, estoy totalmente de acuerdo. Nuestros cerebros funcionan de una manera parecida, incluso en lo de hacerse pequeñas trampas. Como comentaba ahí arriba,la retina es una cámara fiel, registra todo a la perfección, es el sensor de la cámara. Lo que pasa es que, más tarde, esa imagen queda en manos del cerebro y, bueno, nuestro cerebro, a veces por ayudar, a veces por jugar, modifica un poco esas imágenes, las recorta, las junta…

    Cuando estuviste en esos bosques de los que hablas, tu retina y tu cerebro trabajaron juntas para darte esa imagen imborrable. Si hubieses sacado el móvil para hacer una foto, quizás te habrías decepcionado. Pasa lo mismo cuando quieres escribir sobre una situación, muchas veces no encuentras las palabras. De alguna forma estamos luchando de manera constante contra el mundo que es y el mundo que queremos, el que soñamos. Vuelves a resumirlo muy bien, “Eso “trascendente” es lo que se escapa y jamás captará una cámara… ni la mente racional.”

    En cuanto a la tercera parte, sólo darte las gracias, unas gracias enormes porque esa valoración significa mucho. Siempre decimos lo contrario, escribo para mi, mis fotos son mías, bla, bla… pero en el fondo, siempre queremos llegar a alguien… Las personas muchas veces somos como presos en celdas frías y oscuras que golpean en código contra las paredes esperando que alguien, en otro lado, entienda ese código y responda.. y, cuando eso ocurre, es mágico.. Soy una persona afortunada, me cuesta verlo, pero es cierto. Afortunada por este pequeño rincón, por poder hacer fotos, por saber hacerlas (con mayor o menor pericia) y por sentir que todas esas cosas juntas, hacen mi mundo un poco más grande… dan un poco de luz a esa celda 🙂

    Un abrazo… No voy a releer lo que he escrito, espero no haberlo liado todo demasiado 🙂

  • Joselu

    He entrado en el blog de Diego Jambrina y he leído tu comentario sobre las dificultades de hacer fotos en Irlanda o Escocia y he leído también que te gustaría visitar Noruega. Las fotografías de Jambrina son buenas, tienen un toque muy personal, pero las tuyas son también especiales. Quizás el estilo sea impersonal, zen, en tus fotos porque no se impone una visión artística particular, son universales. En Jambrina es mucho más perceptible el estilo, la manipulación fotográfica, la intención. En tu caso, son muy buenas, me encantan los encuadres, el efecto seda, la contención de los cielos, la combinación cromática, pero tu línea es muy diferente a la de Jambrina. Te falta hundir el escalpelo y agredir al espectador con tu intención fotográfica. Pero lo prefiero así. Saludos.

  • अनत्ता 光 心

    Somos muy afortunados, Beau, aunque obscena y estúpidamente no nos demos toda la cuenta con la que debería golpearnos la evidencia. Pensemos en todo lo que está pasando en Gaza, por ejemplo. Esos más ya de 25.000 muertos, ese sufrimiento atroz y descomunal. Tú en tu casita y yo en la mía, cada uno con sus historias, publicando, conversando… sí, lo somos.
    En cuanto a la cuestión que mencionas… sí, se puede matizar mucho. Obviamente estoy totalmente de acuerdo con la premisa “el descontento es el motor del cambio”, porque si no nos dormiríamos en los laureles, como dice el dicho. Son necesarias las comparaciones, aunque por otro lado “son odiosas”. Necesitamos modelos, referentes, guías o faros, como dices. Vale. Incluso sabiéndose o considerándose inferiores. Yo sé que nunca seré Aristóteles ni Kant ni Confucio, pero es que también me la suda mucho. Se trata de lo que has dicho, que eso no se convierta en una obsesión, o como he dicho hacia el final, que esas comparaciones te causen sufrimiento, que empieces a fabricar un discurso tipo “soy una mierdecilla insignificante”, pues eso es lo que nos hace daño. Sea en el ámbito que sea. La baja, insuficiente o casi nula autoestima, como te he dicho otras veces. Eso causa estragos y hasta distorsiones, si me apuras, en las relaciones con los demás. Además no aplica a tu caso, pues talento y calidad tienes. El problema es ese, que te consideres inferior de una manera que te infravalores en exceso y arrojes piedras sobre tu propio tejado (o sea, pensamientos y valoraciones excesivamente negativos o críticos). Si hay excesiva insatisfacción es malo, entonces ya se convierte en algo casi patológico, susceptible de reflexión, corrección, terapia, sanación. Cuando escribiste sobre todo aquello de que te tomabas la fotografía demasiado en serio, que era peligroso y triste dejar de considerar las cosas un juego (recordarás la entrada)… no dije nada en ese momento, pero volví a pensar “ya está, más de lo mismo”, pues a mí me llegó la sensación de toda esa frustración, insatisfacción, descontento, obsesión con hacer las fotos perfectas.
    Aquí lo dejo.

  • Beauséant

    Creo, JOSELU, que uno de mis problemas con la fotografía es precisamente esa “visión personal”, más bien su ausencia. Yo no lo veo como un problema, pero me lo han dicho tantas veces que lo he asimilado como tal 🙂 Lo

    mismo te puedo hacer una foto en blanco y negro que en color, un angular que un macro.. No hay un estilo personal que pueda gustarte o no.. es, lo que has dicho, más zen si quieres decirlo bonito o más impersonal si quieres hacer una crítica.

    Sospecho, no lo sé, que por ese motivo mis fotos no deben ser del gusto de Diego, y tampoco me importa, nunca he buscado reciprocidad. Hacer fotos es algo que me calma de alguna manera, no busco imponer mi visión, me gustan las fotos tranquilas.. Me alegra que te guste y agradezco mucho que me lo digas.


    Me alegra que estemos de acuerdo en lo fundamental, अनत्ता 光 心, que a veces siento que te llevo la contraria casi por llevar un poco más lejos el argumento y ver lo que opinas. Aunque no lo creas, es algo que trabajo casi a diario, el no caer en esa frustración paralizante porque es, como dices, algo muy peligroso. Imagina, darte cuenta que cualquier cosa que digas, escribas o fotografíes ha sido dicha, escrita o fotografiada mucho mejor por otro persona.. Si sigues ese hilo no te le levantarías de la cama, efectivamente, porque se puede aplicar a todos los aspectos de nuestras vidas. Escribir este blog es un poco poner por escrito esas frustraciones con el fin de… ¿exorcizar? esos pensamientos y poder seguir peleando desde lo que soy…

    Casi me ha parecido escuchar un bufido y un golpe en la mesa con ese, “ya está, más de lo mismo”… Gracias por la paciencia, creo que la serie de Irlanda será un poco más liviana, ya lo verás… Bueno, mejor no prometo nada 😉

  • El asceta

    Hay lugares que solo caben en el corazón y no, ninguna fotografía será capaz de captar la esencia. Aún así, la mirada es la que le pone el artista y de él depende que las imágenes condensen su visión del lugar. Así, no solo transmite, la belleza del paraje sino la belleza de su propia alma. Sobran las palabras.

  • Frodo

    ¿¡Y qué podemos decir los simples mortales para los que fotografiar es solamente apuntar más o menos al onbjetivo y apretar el botón!?

    Hermsas fotos, hermosos textos, ambos, los/as tuyos/as y los/as de Diego, a quien recién ahora tengo el gusto de visitar.

    Abrazos

  • Frodo

    ¿¡Y qué podemos decir los simples mortales para los que fotografiar es solamente apuntar más o menos al onbjetivo y apretar el botón!?

    Hermosas fotos, hermosos textos, ambos, los/as tuyos/as y los/as de Diego, a quien recién ahora tengo el gusto de visitar.

    Abrazos

  • Paloma Mozo

    Lo que creo que pasa es que el paisaje tiene olor, sonido y movimiento y lo que se capta en una fotografía es un recorte visual de un espacio.
    Tiene sus limitaciones, como todo arte.
    Me gusta ver fotografías aunque es verdad que hay tantas que llegamos a saturarnos de imágenes. También me gusta hacerlas aunque sean malas.
    Las tuyas son muy buenas, eso me parece.

  • María

    Bufffff … me dejas sin aire! Y puede parecer exagerado, pero es la pura verdad. Mira que he visto fotografías y fotografías, lugares absolutamente mágicos, pero nunca me ha ocurrido como lo que me ocurre con algunas de tus fotografías. Hasta se me activa la memoria, que es tan sui géneris como todo dentro de mi cerebro …tengo memoria de pez y sin embargo recuerdo cosas que hasta a mi me sorprenden hayan quedado ahí…¡ como el gesto de aquella oveja! ¿ recuerdas? jaja siempre me ha hecho gracia pensar en le síndrome de Stendhal, de hecho este verano visité por primera vez Florencia, Roma ¡ni allí he sentido lo que me hacen sentir tus foto! No sé si son tus cielos o el cariño con el que veo lo que haces o lo que sea … no lo sé, pero me producen un efecto fulminante jaja ¡de puro gusto!…Aun recuerdo unas creo de Londres.. una escalinata, una entrada o algo así.. creí se me salía por debajo del ordenador… Por si te sirve, puestos a comparar, te diré que he visto las fotografías de Ansel Adams y ni de lejos se aproxima al efecto que me producen las tuyas.. además yo creo que él, aun siendo un grandísimo fotógrafo, lo que de verdad le caracterizaba era el punto en el que se colocaba para tomarlas.. No sé si llevaría una escalera de esas telescópicas para subirse a lo más alto, pero, te lo aseguro, no tienes nada que envidiarle, de hecho tiene mucha razón WHAT en lo que te dice, aunque sea un poco bruto – con cariño: )- Creo que conozco a poquísima gente que se infravalores tantísimo como tú y se nota que no es falsa modestia, de verdad no eres consciente de lo que eres capaz de crear… Esas dos primeras fotografía, cielo y mar unidos, ese azul tan precioso de la primera…La segunda podría ser perfectamente una pintura.. Siempre te lo digo pero es cierto, ¡eres el mago de los cielos!, nadie consigue captarlos como tú y mira que es inmenso el cielo.. Seguramente es una de las cosas que más admiro de tus fotografías. Es dificilísimo trasladar esa sensación de inmensidad, esa majestuosidad de lo etéreo y tú… ¡lo clavas! Y luego, tb consigues algo que me parece dificilísimo .. da igual si el cielo es azul, negro, si la fotografía recoge como la tercera de esta serie, esas nubes oscuras que parece se está aproximando el fin del mundo a la costa… siempre, siempre encuadras como sea y de la forma que sea ¡luz!… como si sin ser consciente metieras la esperanza en el peor de los escenarios y la cuarta… ¡ese foco de luz que colorea un espacio reducido en medio de las nubes que tiñen todo de gris alrededor! ¡Cómo me gusta ese efecto!, otra cosa que recoges a menudo en muchas de tus fotografías. Aquí, como casi siempre está nublado es algo que me encanta ver y de nuevo tú eres capaz de contenerlo en una imagen… ¡los pillas siempre!…como si esperaras a que apareciera el sol y ahí estas tú para verlo y retratarlo mientras pinta desde el cielo y la última jajaja ¡ sin duda! debería ser el nombre que le pongas a la exposición en condiciones que estoy segura alguna vez harás “sky road” Así son todas tus fotografías, caminos al cielo. Lo siento, si alguien ve impersonales tus fotografías o está absolutamente ciego o no siente o no sé…mirar mirará, pero no ve .. porque aquí todo aturde .. y no releeo, me da igual si este comentario parece el de una lunática jajaja.. si de verdad te escribiera el comentario que me sale sinceramente, solo sería exclamaciones y una sucesión infinita de interjecciones ; ) Gracias de corazón, si un día lees que alguien apareció asfixiada frente al ordenador seré yo : ) Un beso!!

  • Diego Jambrina

    Muchas gracias por la mención.

    Con tu post, me has hecho recordar lo que decía uno de estos grandes fotógrafos de calle, aunque ahora no recuerdo cuál, que aseguraba que la gran diferencia entre un pintor y un fotógrafo estaba en que el primero pone y el segundo quita. También veo que en tu post, como en el mío que mencionas, se habla más de lo emocional que de lo físico, pero, bueno, todo es importante.

    También he hecho un repaso a los comentarios (enhorabuena, por cierto, tienes una magnífica interacción) y me alegra leer que ven en mis fotos la intención y cierto estilo personal. Puede que no sea lo que tú tienes, pero eso no le quita calidad a tu trabajo. A mí sí me gustan tus fotos. De hecho, he visto muchas, en algún libro que tienes en blurb (creo recordar) que me parecen alucinantes.

    Lo dicho, enhorabuena por tu trabajo y muchas gracias por hacerme partícipe en esta reflexión.
    Un abrazo.

  • Beauséant

    Siempre he defendido, EL ASCETA, que las cámaras son máquinas mágicas, pero me ha dado un poco de miedo eso de que puedan ver el interior de nuestras almas, ¿qué encontrarán ahí?, ¿de verdad saben lo que queremos fotografías o son simples amanuenses que levantan acta de la toma?… tengo que hablar con mi cámara sin falta, y lo mismo hasta pedirle disculpas 🙂


    Incluso en eso de apuntar y disparar, FRODO, hay mucha intencionalidad. A veces te agachas, o te giras, o picas un poco la cámara y, de repente, el mundo se convierte en otra cosa.. no hay nadie inocente haciendo fotos 😉

    Me alegra haberte descubierto a Diego, es una visita que merece la pena.


    La saturación, PALOMA MOZO, es muy peligrosa en todos los ámbitos. Nos hace hartarnos y perder la ilusión de lo que merece la pena. Por eso el texto habla de la necesidad de cambiar la mirada. Cuando me saturo de algo, en vez de salir corriendo, me levanto y busco otra forma de mirarlo…


    MARÍA, ains, MARÍA, no sé ni por dónde empezar a contestarte tu comentario. Tengo claro, eso sí, que son la mejor forma de empezar la semana. Quizás debería imprimirme un calendario con tus comentarios a modo de frases motivacionales 🙂

    No hay nada más bonito para alguien que hace fotos que un comentario hablando de una fotografía anterior porque eso significa que miraste la foto de verdad, no que pasaste por encima de ella sin fijarte. Cuando logras eso, captar la atención, más en un mundo tan lleno de imágenes, es un logro difícil de igualar.

    Ansel Adams, bueno, ahí no podemos estar de acuerdo, él era muy grande, lo que pasa es que ahora todo lo tenemos más sencillo. Las cámaras caben en cualquier lado y hasta la más barata es capaz de resolver situaciones complicadas… Tienes un ojo brutal para las fotos, eso seguro, porque lo has clavado. Él hacia muchas de sus fotos subido en el techo del coche, una de esas rancheras americanas enormes, para lograr obtener esas panorámicas tan suyas. He pensado en hacerlo alguna vez, pero tengo el coche asegurado a terceros 😉

    Cuando haces fotos de paisajes lo normal es buscar siempre las mejores horas. Para mi es imposible, no puedo planificar tanto lo que hago. Así que me ha acostumbrado a meter en la foto lo que tenga en ese momento. Y hacer muchas fotos, y llevar la cámara siempre encima.. a base de insistir tienes breves momentos en los que todo encaja y te vas con la foto que querías… No ocurre mucho, a veces no haces una foto en todo el día y no pasa nada, instagram puede vivir sin mi..

    Entre WHAT y tú me ahorráis mucho dinero en terapia 🙂 WHAT me da un coscorrón en la cabeza cuando entro en modo dramático y tú me das un abrazo en el lugar del coscorrón y me dices que no pasa nada, que todo va bien…

    Me resulta complicado definir la sensación que tengo al leer los comentarios. Supongo que es como llegar a un lugar donde te conocen, pero te conocen de verdad. Que te han visto en las buenas y en las malas y te saludan siempre con una sonrisa y te acercan una silla para volver a escuchar tus historias. Aunque sean las mismas de siempre ellos sonríen, asienten y aportan algo que te ayuda.

    Sky Road, sí, me gustaría ese nombre para una exposición, ¿te imaginas? Tengo que comprobar si tienen el nombre registrado.

    Un abrazo enorme


    Qué sorpresa, DIEGO JAMBRINA, verte por aquí 🙂 Muchas gracias por pasarte, no tenía claro si te había mencionado bien en el instagram, la verdad… Me sorprende, y halaga, lo que dices del libro de Blurb. Siempre he pensado que teníamos estilos muy diferentes de hacer las fotos y que el mío se alejaba bastante de tus gustos. Como digo, no es algo que me importe, no dejo de visitar a alguien por eso.

    Las entradas de los blogs también son muy diferentes, pero tienen ese punto de unión: lo emocional. Esa parte tan complicada de transmitir que rellenamos con palabras. Es algo que me gusta, dos personas pueden estar en el mismo sitio, fotografiar el mismo lugar y ser dos experiencias totalmente opuestas.

    Y sí, siempre lo he dicho, lo mejor de este lugar son los comentarios. Si mañana empiezan a cobrar por dejar comentar no me quedaría más remedio que pagarlo 😉

    Un abrazo

  • Diego Jambrina

    Afortunadamente, mi gusto en materia fotográfica, cinematográfica, musical… mi gusto, en definitiva, es muy variado. No creo que sea bueno limitar el gusto a lo que uno mismo hace. Es más, creo que es un grave error.

    Tengo fotolibros con fotografías que yo jamás haría, y me encantan.

  • Beauséant

    Eso dice mucho a tu favor, DIEGO JAMBRINA, cuando sólo miramos y escuchamos cosas con las que estamos de acuerdo, nuestro mundo se hace mucho más pequeño. Las redes sociales tienen gran parte de culpa en la creación de esas “burbujas”, analizan a lo que damos like y lo que visitamos y al final sólo nos muestran esa parte de la realidad. Con el tiempo hasta llegamos a olvidar que existe otra cosa porque el algoritmo que dirije nuestras vidas no lo muestra.

    Creo que es importante hacer un esfuerzo consciente para encontrar diferentes formas de ver el mundo. Incluso cuando no nos gustan, nos enseñan algo. A veces es incómodo, claro, pero creo que merece la pena.

    En el caso de las fotografías me pasa justo lo que comentas. El ver fotografías, todo tipo de fotografías, es un ejercicio que vale la pena.

  • Cabrónidas

    A mí tus fotos me resultan de veras magníficas. Por otro lado, entiendo ese afán de superación, que a mi modo de ver y estando en consonancia con los acertados comentarios de अनत्ता 光 心, nada tiene que ver con un complejo de inferioridad, sino auténtica vocación por una afición que amas.

  • tonYerik

    Pues a mi me gusta ver todas esas fotos. Es al fin y al cabo una manera de estar en lugares a los que problablemente quizas no vaya.

    La verdad es que yo empece a hacer mas fotos cuando deje de pintar. Y ya se me va pasando pero al principio miraba por el visor como miraba cuando queria pintar algo. Siempre pensaba en primero una acuarela y luego ya pasar al lienzo con oleo. Ahora ya simplemente puedo hacer un monton de fotos del mismo lugar solo por la luz que haga. Confieso que las que mas me gustaban era con una coolpix 3200 que siempre llevaba en el bolsillo cuando abandone las analogicas.

    Estas que uso ahora dan mucho juego y se le puede sacar muchos enredos, pero yo soy muy vago.

  • Beauséant

    Siempre digo que es cuestión de buscar el punto medio, Cabrónidas, entre lo que paraliza y te impide hacer nada porque nada harás bien, y el volverse loco persiguiendo algo que nunca lograrás. Que, escrito así, parece sencillo, pero lo normal es alternar entre un estado y el otro constantemente 🙂


    Y, aunque vayas a esos sitios, tonYerik, serán diferentes porque los verás con tus ojos y no con los ojos del fotógrafo. A mi me gustaría saber pintar, aunque si ya tardo en hacer una foto, no quiero ni pensar lo que podría tardar haciendo una pintura 🙂

    Las cámaras modernas son capaces de salir airosas de casi cualquier situación, pero una cámara pequeña, que conozcas bien y con la que te encuentres a gusto, es la mejor compañía… supongo que eso se puede aplicar a las personas 😉


    La poesía también hace eso, ¿no te parece, Toro Salvaje?

  • laacantha

    A mi me encantan tus fotos ,así de simple, sin analizar y desintegrar … disfruto, imagino y quiero visitar los lugares de tus fotos. Un abrazo y muchas gracias por compartir.

  • Manuela Fernández

    Todo lo que dices es así, una fotografía es una composición hecha para transmitir un mensaje y de ahí que elijas qué quieres que entre o no en ella. Son preciosas tus fotos, todas, absolutamente todas. Me encantan. Y ahora voy a ver porque una de ellas la he visto en la Red a alguien que sigo, debes de ser tú en otro sitio y no sé te he reonocido.
    SAludos

  • Beauséant

    Pues, laacantha, creo que no puede pedirse más a una fotografía, ni decirle nada mejor a quien hace la foto 🙂 que te transporte, o te cuente una historia.. así que gracias.


    Hay muchas formas de meter el mundo (una parte) dentro de una foto, así es, Manuela Fernández. Como tantas otras cosas en la vida, dice más lo que dejamos fuera que lo que metemos dentro… Seguramente me sigas en alguna otra red y ahora no te acuerdes… Eso, o alguien me ha robado, pero me resulta menos probable, puestos a robar, apuntaría más alto 🙂

  • Diego

    Aprendo mucho leyéndote y leyendo los comentarios que te hacen. Poco más que añadir a lo dicho. Yo creo que soy capaz de captar lo que captaría frente a un paissaje si dominara el arte de la fotografía. Pero cuando lo intento me suele salir un churro que no refleja lo que yo quería reflejar. Pero eso sí, siempre queda la foto como el único “presente” de aquel instante, en las fotografías no existe el pasado ni el futuro.

  • Alí Reyes

    La tercera foto, esa donde fotografías una bahía montanosa donde se observa una capa de nubes marrón sonbre los acantilados… Caray… es una maravilla.
    Lí esta entrada desde el tiempo en que la escribiste, de hecho, en ese momento fui al blog de tu amigo y leí su entrada sin fotos. Ese tipo tiene “una memoria fotograáfica” y no me refiero solo al recuerdo, sino a las descripciones. Desde esa vez, dejé un comentario allá.

  • Diego Jambrina

    Hola, Alí.
    Mi memoria es frágil, sin embargo, creo que cuando vives algo, se te queda grabado para siempre.
    Muchas gracias, por haberte pasado por mi blog y por mencionarme en este otro.

  • Beauséant

    Necesitamos renovar la vista de vez en cuando, CITU, encontrar otra forma de ver el mundo…

    Muchas gracias, DIEGO, incluso algo que nos parezca una mala foto sigue siendo algo único y especial para la persona que las hizo. A veces nos obsesionamos con la foto perfecta, la foto que lo diga todo, y en el fondo la fotografía no debería ser sólo eso, se trata de guardar los instantes que nos parecieron especiales.


    Me resulto una entrada cuirosa, ALÍ REYES, por esa ausencia de fotografías, es una forma curiosa de acercarse a la fotografía, sin necesidad de enseñarlas. Cuando la leí me recordó mucho a las anotaciones que tenía sobre el tema pero, claro, mi aproximación es más “expansiva”, necesitaba las fotos para poder explicarlo todo, no sería capaz de hacerlo de otra manera… Muchas gracias por pasarte y los comentarios.. Un abrazo.


    Tengo esa sensación, DIEGO JAMBRINA, pero creo que mi memoria es muy caprichosa y tiene un punto de, bueno, no creo que sea maldad, pero le encanta transformar las ideas, entregarme los recuerdos con ligeras modificaciones… No creo que nuestros recuerdos sean de fiar, ni tan siquiera las cosas que escribimos nada más ocurridas porque son hijas de lo que nos pasaba en la cabeza en ese momento..me explico fatal, pero creo que me entiendes 🙂

  • MJ

    Estoy de acuerdo contigo en muchas cosas. Intentamos retratar el mundo, que el mundo entero quepa en nuestras fotografías, pero mirando por el visor nos damos cuenta de que abarcamos solo un fragmento y que puede ser parte de un decorado. Hay fotos falseadas, que retratan paisajes y monumentos desde un ángulo en el que apartamos a los turistas que nos molestan y que “harían feo” y el lugar aparece solitario, como ese cisne del que hablas… o parecen más grandes y cuando, una vez que estás allí, miras el lugar, te das cuenta de que no era como en las fotografías.
    Me encantan las fotos, me encanta hacerlas (aunque no tengo tu maestría, es más una simple intuición) y reconozco, humildemente, que las necesito. Sin las fotos de los lugares en los que he estado, mi imperfecta memoria, habría olvidado muchos detalles.

    Un texto acompañado con maravillosas fotografías.

    MJ

  • Beauséant

    Una realidad, DIEGO, que construimos a base de fotografías… fotografías que, ya sabemos, no son de fiar…. total , que nuestra realidad es una especie de mentira consciente, no te parece?

    Muchas gracias, MJ, has reflejado con palabras muy bonitas lo que tenía en la cabeza al escribir el texto. A veces es una pena tanta invasión de fotografías porque distorsionan el lugar real cuando lo ves con tus propios ojos. La parte buena es esa, que nos obliga a buscar otra imagen, otro ángulo que será el que quede en nuestros recuerdos… de muchos sitios te acabas llevando la foto de una hoja, un ladrillo desnudo en una pared… y esas fotos te llevan de uva los lugares …. si lo piensas bien, las fotos que hacemos así no son buenas ni malas… son recuerdos, nuestros recuerdos.

  • gabiliante

    Me encanta la primera. es una gran cura de humildad para la obra humana, y demuestra nuestra ridiculez frente a la naturaleza, con ese torreón que apenas se ve.
    Supongo que eso del encuadre es lo mismo que el montaje en el cine, uno elige como contar la historia.
    Abrazooo

  • Beauséant

    Ese torreón un día será escombros, el mar ganará el territorio y no quedará nada… es, efectivamente, un cura de humildad. Todo lo que construimos, todos nuestros esfuerzos, quedarán en nada, será atrezzo de, con suerte, una buena fotografía. Claro, todo forma parte de una decisión consciente.

    Un saludo

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