mi corazón
Te entregué mi corazón, ya viste lo poquita cosa que era: una nuececita arrugada que se esfuerza por seguir latiendo aunque lo tenga todo en contra. No lo quiero para nada, dijiste con desdén. Aún así lo atrapaste entre tus…
madrid 1984
Los libros funcionan como una llave que abre paso a partes desconocidas de nuestro yo más profundo. Un lugar sin mapas de nuestro interior que ni tan siquiera reconoceríamos ante el espejo. Pero esas llaves no funcionan siempre porque la…
el mundo en tus manos
Extiende la mano en mi dirección con la sonrisa traviesa de un niño poseedor de un secreto que podría salvarnos. Entre las líneas de la vida de su palma palpitan tres pastillas, roja, verde y azul que lucen fluorescentes bajo…
pero el amor, esa palabra
Los enamorados salen a la noche con los ojos inyectados en sangre y un puñado de poemas arrugados en los bolsillos. Empiezan a sospechar que han sido engañados, que los finales no serán nunca como en las películas que han…
cosas que debí decirte
Estuvimos casados cincuenta años y creo que nunca llegué a conocer a tu padre. Era como pelar una cebolla. A cada persona, en cada situación le mostraba una capa distinta, la que deseaban ver. Ese era él, un empleado serio…
manchas en la pared
En las paredes de las ciudades surgen a menudo manchas que sirven de señales para aquellos que sepan interpretarlas. Al principio no son nada, unos pocos trazos quizás con alguna frase suelta alrededor escrita casi al azar. Apenas nos fijamos…