historia, memoria,  leer,  mirar

madrid 1984

Los libros funcionan como una llave que abre paso a partes desconocidas de nuestro yo más profundo. Un lugar sin mapas de nuestro interior que ni tan siquiera reconoceríamos ante el espejo.

Pero esas llaves no funcionan siempre porque la cerradura que abren no permanece. Cambia, muta, se transforma en algo diferente según nos vamos convirtiendo en adultos que cargan con el peso de sus decisiones.

Un libro que llega en el momento adecuado a tu vida es casi magia, lo transforma todo. Es como resolver un problema matemático, como escuchar un sí tras días de angustiosa espera… como la última pieza de un rompecabezas que giras extasiado entre las manos.

Un mundo feliz y 1984 provocaron ese tipo de efecto en mi bisoña cabeza. Llegaron a mi vida cuando mi mapa del mundo era un puñado de piezas inconexas y esos dos libros me dieron un borrador, una idea, una brújula que no funcionaba del todo bien pero que marcaba algo parecido a un rumbo.

De ellos me quedó un sano escepticismo hacia todas las formas de poder y una urticaria hacia cualquier cosa envuelta en un uniforme o una bandera.

Son dos libros que parecen venir siempre juntos, para mi son casi una continuación uno del otro. He conocido incluso mucha gente que confunde los argumentos y las situaciones pero son, sin embargo, dos tipos de criaturas muy diferentes.

En 1984 el ciudadano aspira a ser libre y conocer la verdad, la verdad como un absoluto que no admite negociación. Para evitarlo el estado debe poner en marcha toda una maquinaria de represión y levantar un decorado enorme que logre tapar la realidad, llegando a extremos ridículos para lograrlo. Recuerden, Oceanía nunca ha estado en guerra con Eurasia.

La sociedad de un mundo feliz se encuentra compuesta por un puñado de criaturas adocenadas que saben perfectamente que son engañadas constantemente pero a las que eso no les preocupa lo más mínimo. Es más, prefieren ser engañadas mientras el soma, la droga que se distribuye de manera gratuita, no deje de fluir.

En esa sociedad tan aparentemente feliz es inevitable que surja algún tipo de disidencia, pero la represión no es brutal, son los propios ciudadanos los que se encargan de convertir en invisibles a esas pocas piezas que no encajan. Aislamiento social, la hoguera de las sociedades modernas.

Es fácil adivinar cual de las dos distopías acabaría teniendo razón. Orwell no pudo adivinar que llevaríamos un Gran Hermano en nuestros bolsillos de manera voluntaria. Imposible intuir la facilidad con la que entregaríamos nuestros datos personales, la falta de debate, de crítica, con la que lo aceptamos todo como dogmas inapelables que deben asumirse en una sociedad en la que el único fin es consumir hasta ser consumidos.

No hemos necesitado ser reprimidos, hemos inmolado nuestra libertad en el altar de la comodidad y la seguridad. Sordos y ciegos de manera voluntaria, hemos construido una cárcel que llenamos de cosas agradables y después tiramos la llave para no tener que volver a pensar en nada.

Madrid se ha llenado de cámaras de vigilancia. Han brotado como champiñones con las últimas lluvias en forma de terrorismo y delincuencia. También hay más policías, pero ya no llevan esos incómodos uniformes que les hacían parecer conserjes de algún vetusto edificio público. Ahora son más altos, más guapos, llevan equipos cada vez más parecidos a los militares y no parecen nada amables ni serviciales. Por suerte llevan esos uniformes y así es sencillo diferenciarlos de los delincuentes de los que dicen protegernos.

¡Libertad o seguridad!, rebuznaron los políticos. Levantamos nuestros ojos vidriosos del teclado y, desorientados por la última dosis de soma recibida, tomamos una decisión. Elegimos, claro que lo hicimos, porque incluso al no decidir estábamos tomando una decisión.

Y para vosotros, ¿qué libro llegó en el momento exacto?

35 Comments

  • Alfred

    Creo que esos dos libros, y algunos más, llegaron en esa época de plantearse que es el mundo y que es el vivir en él. En estas sociedades actuales y da igual el país, estamos adocenados y encima contentos de estarlo.
    Saludos.

  • elrefugiodelasceta

    Bueno, veo que le ha llegado el momento a “Un mundo feliz” que yace en la estantería, justo aquí delante de mis ojos. En tres ocasiones le abrí las piernas y no logré pasar de la mitad de la historia. Aquí está la señal del universo.
    Me ocurrió con “el poder del ahora” que por 10 años estuvo acumulando polvo hasta que un día… y como bien dices, me transformó. Hasta ese momento, cualquier intento hubiera sido vano. Así que haré caso del universo y gracias a tu post, abriré por cuarta vez, un mundo feliz. Espero que sea la última. Salud!

  • Beauséant

    Quizás sea la edad, ALFRED, que me hace ver el pasado con nostalgia. Pero sí creo que falta crítica, ganas de buscar alternativas, aunque sean utópicas. Hemos asumido que nuestro sistema es el único posible, que no hay más opciones, y eso me parece muy triste, la verdad.

    Has tenido mucha suerte entonces, FACKEL, yo tampoco puedo quejarme. Hubo libros que ahora no me gustarían tanto, pero que en su momento significaron mucho.. sí, hemos tenido suerte.

    No soy radical con estas cosas, ELREFUGIODELASCETA, para mi un libro puede ser el mejor del mundo que si me dices que no es para tanto, no me enfadaré 🙂 Cada cosa tiene su momento y a veces ese momento nunca llega.. dale otra oportunidad y, si lo logras, nos cuentas qué tal ha ido el viaje.

    Otro problema que tengo con ciertos libros es que a mi me gusta mucho la narrativa, la forma de contar, las descripciones, la creación de personajes… y hay libros que soy muy interesantes por lo que plantean pero la forma de contarlo no acompaña. En fin, que no pasa nada 🙂

  • Cabrónidas

    Dos libros proféticos que nunca estuvieron al lado de otros libros de la escuela a la que iba. Qué raro. El enemigo es poderoso y sus armas innumerables. Su plan lleva ejecutándose a la perfección desde la Revolución Industrial, si no antes.

  • elrefugiodelasceta

    Artista, no puedo estar más de acuerdo contigo y el problema de un mundo feliz es que precisamente echo en falta la poesía en las descripciones pero le daré una nueva oportunidad y que sea lo que tenga que ser!

  • अनत्ता 光 心

    Dos grandes libros los de Orwell, dos distopías que adelantaron y acertaron muchas cosas. Me parece que sin duda alguna avanzamos hacia una sociedad del control, o como dicen algunos autores, hacia un “capitalismo de vigilancia”. Apoyados por las nuevas tecnologías, cada vez más al servicio de los Estados y en contra de ciudadanos y libertades. En fin… es muy triste. Las formas de control y represión de, en el fondo, todo ese fascismo o autoritarismo mejor o peor disimulado. Y no pinta bien la cosa en ese sentido cara a un futuro nada halagüeño.

  • Megan

    Leí un Mundo Feliz para un trabajo en clase de filosofía (nadie entregó ese trabajo, vamos que nadie leyó el libro, no es un libro fácil de leer, la verdad)… estoy segura de que mi profesor tuvo un orgasmo filosófico cuando tuvo que puntualizar mi trabajo, jejeje… Lo que el pobre hombre no sabia es que con ocho años ya me había leído dos veces “el libro gordo” que mi madre tenia en la estantería “Raíces” de Alex Haley. Y cuando se lo dije…nos pegamos la hora y media de tutoría debatiendo sobre ambos libros… filosofando vamos… jejj. Sí que hay libros que te marcan, y algunos que te acompañan toda la vida y hasta que influyen directamente en tu forma de ser. Otro de esos libros que me cayeron encima fue “Los grandes cementerios bajo la luna” de Bernanos o “A sangre y fuego” de Chaves Nogales…
    Seguro que ahora estás sonriendo porque entiendes mejor el porqué de mi forma de ser… jejeje…
    Beso.

  • Angeles

    Cuando un libro nos abre los ojos de la manera que refieres, produce una sensación maravillosa. Te sientes comprendido, acompañado, y parece que un telón se levanta y te deja ver el mundo con una claridad que antes no tenía.
    Y después te paras a pensar en el autor de ese libro y te asombra su lucidez, su capacidad para representar una situación, unas circunstancias que la mayoría de las personas no intuimos siquiera; y el asombro es doble cuando al cabo de los años, de los siglos incluso, ese libro tiene la misma vigencia, si no más, que cuando fue escrito.

    Es el rayo iluminador de la literatura 😉

    Saludos!

  • Angeles

    Ah, algunos de los libros que llegaron a mí en el momento exacto fueron, por ejemplo, La conjura de los necios, El último encuentro, de Sándor Márai, y más recientemente… en efecto, Solenoide 🙂

  • María

    Buufff! ¡vaya dos libros has elegido! Buenísimos, pero pocos tan angustiosos, no me extraña que a veces se te meta la oscuridad dentro y te ver, son perfectos para hundirte : ) Sobre todo 1984, me dejó derrumbada con ese final sin esperanza, sin absolutamente nada a lo que agarrarte. Entiendo lo que pretendía Orwell y lo consiguió, solo que no sé si anima a revelarse contra la verdad ( mentira) impuesta y esos minutos del odio en el que se envenenaba la mente de la gente o te quita las ganas a la vista del final de Smith y Julia. Más allá del sistema despótico de gobierno, del gran hermano que lo controla todo y la uniformidad vital e ideológica, lo peor de todo, es que es un mundo sin sentimientos, no, peor, un mundo en el que la gente no siente nada. Creo q es lo peor que le puede ocurrir a un ser humano. Te hablo más de 1984 porque lo leí hace menos tiempo, creo que me impresionó más y lo recuerdo mejor, que un Mundo feliz. Pero no creo que vivamos para nada como en 1984, fuera sí, tienes razón, la cosa es muy parecida y más que va a ser tal cual vamos, pero nuestro micromundo y sobre todo el mental, no, ahí no entra nadie si no se lo permites ( mientras no nos torturen ; ) y sobre todo, la esperanza, nada, ni nadie va a robármela. Tienes razón, los libros llegan y si lo hacen en el momento justo, te marcan de por vida, otros siendo igual o mejores, porque no estás predispuesta a dejarte empapar por lo que lees, o porque no conectas con él, pasan sin pena ni gloria. Ocurre con los libros, con las películas y desde luego con la música, aunque para mi conectarme a la música me es mucho más fácil que a cualquier otra cosa, por eso hay muy poca que no me guste o mejor dicho, muy poca que no disfrute incluso sin gustarme demasiado. Por ejemplo, cuando me hablaste José Ignacio Lapido, no puedo decirte que me encantara, pero sí que lo disfruté, sobre todo sus letras, creo que es su fuerte ; ) Libros que me marcaran muchos, pero seguramente el que más, no tanto por el libro en sí, si no porque fue el primero con el que libré una batalla (recuerdo que hice hasta esquemas ; ) para encajar las piezas, pero cuando por fin lo logré, como dices tú, se hizo la magia y fue perfecto. El caso es que ya lo sabes porque hice una entrada, no, dos entradas sobre él, Rayuela ; ) Ahora tengo otra batalla que dejé pendiente, Los detectives salvajes de Bolaños, pero este verano, la gano o muero en el intento ; )

    Un beso grande y feliz resto de verano. Me voy, seguramente no pueda pasarme hasta septiembre, pero volveré… es una amenaza : )

  • Beauséant

    Sospecho, Cabrónidas, que aunque estuviesen juntos tampoco lograrían mucho, nos hemos vuelto demasiado indiferentes y nada reflexivos como para actuar en contra de nuestra propia comodidad.

    A mi me encanta la ciencia ficción, ELREFUGIODELASCETA, pero reconozco que la mayor parte de ella no me llama la atención la parte literaria. Me gustan las ideas que proponen, la trama, pero las descripciones, los personajes.. bueno, siempre me parecen un poco cojos. Luego abres cualquier párrafo de Cormac y parece otro tipo de literatura.. Por eso, y no lo digo con orgullo, apenas leo nada que no sea novela, no lo digo con orgullo, pero tampoco me parece grave 🙂

    Capitalismo de vigilancia es un buen concepto, अनत्ता 光 心, lo aterrador es que cuenta, además, con todo nuestro apoyo. Cada vez hay menos empresas que controlan más datos, al final llevas un reloj con todos tus datos médicos que se comunica con un móvil donde van tus datos bancarios, todas tus compras, los correos personales y tus opiniones en las redes sociales… A mi me parece algo brutal a lo que apenas prestamos atención.

    Algo sospechaba MEGAN, leer raíces con ocho años debería contemplarse como daño psicológico 🙂 El de “los grandes cementerios bajo la luna” , no lo conocía, estoy mirando la información ahora. En mi caso empecé muy pronto con la lectura, pero siempre era una lectura ligera, nunca he sido una persona muy intelectual ni filosófica… pero sí, en tu caso, por la forma de escribir, se nota que has pasado mucho tiempo debatiendo, con otros y contigo misma, tu más duro rival, sospecho 😉

    “el rayo iluminador de la literatura”, esa es la clave, ÁNGELES, como abrir las cortinas de una habitación y convertir en realidad lo que eran sombras. Y eso ocurre sin importar la edad que tenga ese libro, las grandes obras no necesitan ponerse en un contexto determinado para que resulten iluminadoras. La conjura de los necios la leí quizás un poco tarde, aún así me gusto mucho.. y solenoide, ¿no sé?, no me suena de nada ese libro, ¿lo recomiendas? 😉

    Me he detenido un momento en la frase de, “lo peor de todo, es que es un mundo sin sentimientos”, MARÍA, precisamente llevo unos días viendo vídeos y noticias sobre la invasión de la droga llamada fentanilo en estados unidos y es brutal, no sólo por los efectos que provoca sino por la indiferencia con la que parece que es recibida. Ves las calles de Philadelphia o los Ángeles llenas de gente en las aceras, caminando sin rumbo, totalmente ida y con los cuerpos llenos de heridas y me parece incomprensible que eso no genere indignación allí, que no abra un debate serio sobre el tipo de sociedad de mierda que están construyendo… y que encima nos las venden como un modelo a imitar… Y tienes razón, en los dos libros hay desesperanza, el sistema es demasiado grande y las personas muy pequeñas, queda la esperanza, quedan ese pequeño mundo interior que comentas, esas barricadas construidas con libros, música y recuerdos… las personas como tú piensan que esas barricadas resistirán siempre, las personas como yo sospechamos que sólo posponen lo inevitable… ni que decir tiene que me gustaría equivocarme..
    Disfruta mucho del verano, y aprovecha para darle una oportunidad a los detectives salvajes, hazme caso, lee sin detenerte, déjate llevar, hay giros o cosas que no se entienden pero casi todas van encajando.. a la vuelta nos cuentas 😉 Creo que yo también me escaparé unos días

  • evavill

    Nos comemos todas las cookies y entregamos alegremente nuestros datos para poder seguir jugando o lo que sea que hagamos por aquí.
    Y lo malo no es solo que nos vigilen es que también ganan dinero y mucho con todo lo que les regalamos.
    Y por si fuera poco alimentamos, casi sin saberlo, a la inteligencia artificial. No sé si esto será bueno o malo o depende.
    Así que sí, el refugio es un buen libro y leer casí un acto de sublevación.

  • tonYerik

    Me llego primero 1984, luego Un mundo feliz, pero la presunta neura si se puede decir así a algo que se venia venir ya me venia de ¡Hagan sitio!, ¡Hagan sitio!.
    Viene a ser como lo del huevo y la gallina porque la verdad es que la distopía ha estado siempre en mis lecturas de aquellos tiempo primigenios.
    En fin me imagino que por eso me siguen gustando esos dos colores a pesar de no gustarme los trapos de colorines; Rojo y negro.

    Me gusta estar loco.
    Salud.

  • Toro Salvaje

    El tema de las cámaras, de la videovigilancia, de los móviles delatores con triangulación, etc… lo llevo muy mal.
    Han convertido el mundo en una gran prisión.

    El libro que me llegó en su momento justo fue: “Cien años de soledad”… cambió mi forma de ver las cosas.

    Saludos.

  • Etienne

    Creo que los.comportamientos que han llevado a los personajes de ambos libros y a nosotros en la vida real han sido inevitablemente reactivos a eventos que dan temor o que no fueron los esperados y entonces la.pretendida sociedad para todos termina siendo una cárcel gobernada por miedosos. Algunos se acostumbran , otros luchan, algunos permiten la.disidencia porque les parece pintoresca, otros la patean como perro sarnoso. En cualquier caso, queda mejorar nuestro pequeño mundo más cercano y rodearnos de lo que nos gusta y motiva.
    Siempre podemos mudarnos al mundo de un libro que nos muestre otro camino. Que nos deje explorar siquiera la posibilidad de ser o estar diferente.

  • Anonymous

    Vaya que si cambio el mundo, la vida para muchos es diferente, nada importa si le dan todo, a la misma vez no es nada, son corderitos que buscan seguir así por la eternidad, mientras los demás trabajan para que siga la calesita dando vueltas.
    Abrazos

  • Beauséant

    Me gusta que me leas, MUCHA DE LA TORRE, pero un libro en esas playas de Miami siempre es una buena compañía, ¿no?

    Leer un libro y escribir acabarán siendo un acto de rebeldía, sí, EVAVILL, nos han dado algo muy cómodo y tentador y no hemos sabido, ni querido resistirnos. Apenas tenemos educación para poder entender el enorme negocia que existe detrás de todo esto, la compleja trama de intereses que involucra a gobiernos y empresas en la vigilancia del individuo… No creo que tengamos escapatoria, pero al menos podemos intentar hacerlo un poco más difícil.

    La locura, TONYERIK, quizás sea el estado natural del individuo, la única forma de asimilar el mundo real sin querer volarlo todo por los aires… De joven leía muchas distopias, luego me fui dando cuenta que ya vivíamos en una y tiré por otro tipo de lecturas… Rojo y negro, otro libro que casi encajaría en este escrito de hoy: “Julián Sorel. Plebeyo enamorado y soberbio, rebelde e ingenuo, se verá sometido a la cruel piedra de toque que le ofrece un mundo dominado por las jerarquías, el dinero y el clero.”

    Es verdad, TORO SALVAJE, cien años de soledad, bufff, no es un libro, es un puñetero monumento, me enseñó que había otra forma de hacer literatura, de contar las cosas…

    Cárceles gobernadas por miedosos, ETIENNE, es una gran definición del mundo actual. Parece que hemos dejado los mandos a gente acomplejada y miedosa, las quejas que leo en las redes sociales sobre temas banales, las preocupaciones por lo que desde fuera parecen tonterías mientras las cosas urgentes se quedan sin hacer, todo habla de eso, de cárceles gobernadas por miedosos… Nos hemos vuelto demasiado correcto, demasiado respetuosos con ideas que no merecen ningún respeto.

    La calesita dando vueltas, ANONYMOUS, eso es el capitalismo, (pongo ANONYMOUS aunque veo tu nombre porque no sé si querías darte a conocer) Mientras el soma sigua fluyendo, mientras los caballitos giren con su música, todo nos dará lo mismo…

  • gabiliante

    El principio me recordó al dr. Simon, o cualquier otro, explicando lo del covid y la especula que encaja en la proteína… y luego todo el escrito evoluciona hacia el control. me parece una coincidencia, de las pocas que existen.
    sun no he visto carteles de esos por barna. una amig iba a poner una cámara en su bar, pero le advirtieron seriamente que solo podía captar imagen de la puerta y no de la calle.
    ahora que lo dices , puede que no haya leído 1984, pero tengo toda la i.presion de haberlo hecho. Un mundo feliz, seguro. Ambos encajaban entonces en cualquier edad; ahora ya no parecen ficcion.
    llevo una furgoneta y cuando implantaron el control de la zona de carga y descarga mediante aplicación del ayuntamiento, estuve cabreado varios días, pero claro, las multas don las multas.
    en unos años presagiar la desaparición del efectivo, con lo que podrán trazar nuestro recorrido diario y nuestros gustos si problemas.
    en las novelas policiales, aquello de ” ¿ donde estaba usted aquel día a aquella hora?” sobrará en el interrogatorio. la libertad es muy cara y no tenemos dinero ni posibilidad de abandonar el juego
    abrazoo

  • laacantha

    Yo tengo mi própia historia con el libro de George Orwell “1984” , es que nací y vivi en la sociedad del “inmenso estado colectivista: Oceanía” sin sospecharlo hasta 1987 , cuando “los miembros “externos” del Partido único ” nos permitieron leerlo . Me cortaba la respiración leendo esa parodia a la sociedad y la vida en la URSS . Pues ,fue la primera vez en mi vida cuando ví nuestra vida con los ojos ajenos. Fue un golpe bajo cintura. No éramos idiotas , sabíamos las peculiaridades de nuestra sociedad pero, cuando estas en el proceso, tu te acostumbras y todo para ti es normal y corriente, además si no sabes con que comparar. El impacto fue horrible.
    Lo de “Un mundo feliz” me pasó igual como a “elrefugiodelasceta” intentaba varias veces y en 2020, en el confinamiento ,por fin lo leí definitivamente. Pero lo leí ya como una persona muy “sábia ” ( para no decir vieja) que ha visto mucho y es muy dificil sorprenderla. El momento fue perdido. Un abrazo.

  • Beauséant

    Así funciona el sistema, GABILIANTE, si quieres grabar tienes que pedir muchos permisos que serán denegados casi siempre, pero cuando se trata del estado pueden ponerte la cámara donde quieran… la cámara que detecta la matrícula, el reconocimiento facial, los movimientos bancarios, tu estado de salud… imagina todos esos datos cruzados en una única base de datos y vendidos al mejor postor.. Sí, lo preocupante de esos libros es que no parecen ficción.

    Algo que me encanta de tener un blog, LAACANTHA, es la posibilidad de conocer otras historias, de tener otro punto de vista de casi cualquier cosa, es algo que me encanta y me fascina. Efectivamente, Orwell basó 1984 en esa sociedad que te tocó vivir y si ya desde fuera nos resultaba dura, desde dentro supongo que tuvo que ser un golpe muy duro verte reflejado en los ojos de otra persona. Es cierto que la crítica era cierta, pero también sospecho que el comunismo sirvió para que el capitalismo fuese un poco menos salvaje porque existía una alternativa. En cuanto el capitalismo se quedó sólo en el tablero como único sistema posible hemos llegado a la ley de la selva….
    Sobre un mundo feliz creo que me pasaría lo mismo si lo leyese hoy por vez primera, no porque sea una persona más sabia, pero sí más cínica…

  • laacantha

    Pues eso …otro punto de vista…a mi me fascina igual que a ti.
    ” Lo único que sabes es lo que tu querías decir y nunca sabes lo que ha escuchado el otro” . Igual los comentarios me dejan pasmada a menudo.

  • Carmen (El collar de H)

    Nos vigilan de cerca.
    Creo que nos queda tratar de no pensarlo porque otra solución que esté en nuestras manos no la encuentro.

    Leamos.
    Es un placer que de momento no pueden quitarnos.

    Cuando era una jovencita adolescente leí Memorias de una joven formal de Simone de Beauvoir y algo hizo click en mi cabeza.

    Besos!

  • Mucha de la Torre

    No te imaginas como me gusta leerte cada vez que lo hago es diferente, tal cual te sientes como cuando estas encalentado con alguien,Eres excelente escritor
    Quizas algun dia te conoceré y seremos amigos hasta que la calentura se va.
    Ya conoces todo de él .entonces a otra cosa-.Gracias por tu apoyo -eres genial-..
    Beso

  • Jo

    Dejar sin leer algún título de un escritor admirado por una feliz superstición; negarse a releer un libro que allá lejos y tiempo atrás resultó mágico como quien decidió no volver al lugar donde fue feliz; resistirse a leer lo que todos recomiendan, quién sabe por qué o rememorar lo que Un mundo feliz nos recuerda que ya parece una realidad y no una historia :O

    Si se lleva un libro a mano, uno puede alegrarse al constatar que la cola del banco es enorme o que tres pacientes esperan ya turno con el dentista. jaja asi que ese ya es un mundo feliz si te acompaña algo de lectura 🙂

  • Beauséant

    Gracias, LAACANTHA 😉

    No pueden quitarlo, CARMEN (EL COLLAR DE H), pero no debemos bajar la guardia porque si pueden, de forma sutil, hacer que leamos unas cosas e ignoremos otras. A veces conviene leer cosas que nos hagan daño, que vayan en contra de lo que creemos aunque sólo sea para ponernos a prueba…

    Sí, MUCHA DE LA TORRE, cuando conoces todo de alguien se pierde la magia, ¿verdad? No me gustan las personas que se desnudan nada más conocerlas, siempre es bueno mantener un poco de esa magia de los primeros momentos.

    Toda lectura tiene sus pequeñas supersticiones, JO, el típico libro que dejas en la estantería mirándote con un poco de odio hasta que decides que ha llegado el momento, sí, he tenido muchos de esos y nunca sabría decirte cuál fue ese momento, un día supe que había llegado y, simplemente, los leí…

    Gracias a ti, CITU, un abrazo enorme

  • José A. García

    “El señor de las moscas”, sin dudas, es el que yo elegiría. No lo leí en el momento en que debía leerlo, pero tuvo el impacto necesario para señalar un antes y un después. Además, al igual que 1984, señala un rumbo de la sociedad, uno que tampoco queremos ver.

    Saludos,
    J.

  • Beauséant

    Buena referencia, JOSÉ A. GARCÍA, combina con esos dos libros.. creo que debería volver a leerlo, apenas recuerdo algo más que el argumento, me pongo con ello 🙂

  • Milena

    Creo también que algunos libros actúan como llave de nuevas comprensiones, que nos abren los ojos, que nos dan claves… Y desde luego una de ellas fue 1984, muy reveladora lectura, ahora nos encontramos bastante en aquella distopía de Orwell, todos controlados… en consecuencia se va perdiendo la objetividad, el espíritu crítico… hasta caer en el borreguismo…
    Alguna lectura que haya llegado en momento justo… varios, el último, la Antígona de María Zambrano.

  • Judit C.

    Me leí los dos libros de jovencita y soy de las que a veces los mezcla…
    Mecanoscrito del segundo origen ( que me impactó) y luego me leí todo de Pedrolo. Rebelión en la granja, El Guardián entre el Centeno,etc. Todos esos libros me hicieron cambiar mi manera de ver el futuro. Hace un año me volví a leer 1984 y da miedo. Cómo da miedo El cuento de la Criada o El año del Diluvio de Margareth Atwood.
    Ya no hay vuelta atrás Beauseant, hemos entrado en el futuro de esos libros.
    Lo que me da más miedo no es ser vigilado por los de arriba sino por tus vecinos y amigos.

    Una escena que me impresionó de 1984 fue cuando sale una noticia X en una pantalla gigante en la calle, todo el mundo la lee y reaccionan a eso. De pronto los que hacen las noticias se dan cuenta que se equivocaron o que el estado les dice que la cambien por algo totalmente opuesto. La gente lee de nuevo la noticia, se quedan un momento como aturdidos pero empiezan a vitorear como si el otro título no hubiera existido jamás. Les da igual. No cuestionan.
    Acá en Argentina, lo veo a menudo…el propio presidente dice una cosa con rotundidad y sale al día siguiente diciendo lo contrario. Es tremendo…Y la gente traga…

    Somos las ranas en el agua tibia. Ya no reaccionamos. Y no lo haremos. Y esto se pone cada vez peor. Pero bueno…ya lo vemos y seguimos observando. Yo la primera.

  • Beauséant

    Eso es lo triste de las distopías, MILENA, que llega un momento en que acabas viviendo en una y apenas nos hemos dado cuenta. No he leído Antígona, conozco la historia y, ahora que lo pienso, tiene todo el sentido colocarlo en la misma lita que los otros libros.

    Muy reveladora la frase que usas, JUDIT C, el futuro de esos libros es ahora nuestro presente. Ni tan siquiera podemos decir que no lo vimos venir porque estaba todo muy claro, escrito blanco sobre negro, pero es eso, nos han hecho lo de la rana. La temperatura ha subido lentamente y ya es tarde para saltar de la olla. Recuerdo ese capítulo que citas de 1984, no recuerdo si se refiere a la frase que cito, la de la guerra contra Oceanía, o si se trata de otra, pero recuerdo eso que comentas, la gente cambiando el chip en un instante, del blanco al negro en un latido. Veo a los seguidores de Trump en la televisión, el independentismo en España, nuestros jefes con el convenio laboral… y me doy cuenta que ese ejemplo no es nada exagerado, somos exactamente así. Preferimos borrar los recuerdos antes que reconocer que no han engañado…. Y sí, yo tampoco puedo sentirme por encima de nadie.

  • elrefugiodelasceta

    Pues… wow… cuántos comentarios de calidad… lo dicho, lo intenté y desistí, las distopías no son lo mío y hay algo en la narrativa que me desconecta de la historia. Será que este señor y yo no estamos hechos el uno para el otro. Ale, lo prometido es deuda. Un abrazo

  • Beauséant

    Sí, ELREFUGIODELASCETA, es un riesgo que corro, muchas veces los comentarios son mejores que el texto que subo 🙂 Lo bueno es que siempre aprendo cosas nuevas… Y, oye, si las distopías no son lo tuyo no pasa nada, como te dije en su momento, no hace falta leerlas, en algún momento las acabaremos viviendo 🙂

    Un abrazo

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