la vida te da metáforas
El paseo hasta el malecón que cerraba nuestros dÃas y donde nos esperaban la brisa del mar, el sonido de los niños burbujeantes y felices tras una jornada llena de aventuras… recuerdo esos pequeños instantes sobre los que erigimos el armazón de nuestras vidas. Los gestos, los rituales, las cosas sencillas que hacemos sin pesar, esas a las que apenas damos importancia… sobre eso se sustentan nuestras existencias.
Qué frágil es todo, que pronto se apaga la luz que nos hace especiales.
Nos gustaba llegar hasta el final del paseo y encontrarnos al faro encendido. Moviendo su fea cabezota hacia un lado y el contrario intentando encontrar la grieta que llenase de luz esa inmensa superficie alquitranada que era el mar.
Lo veÃamos en silencio sintiendo el frÃo del norte empujarnos hacia el agua, sobre nuestras cabezas los pájaros que volvÃan cansados de su búsqueda, las nubes de acuarela… Todo parecÃa real, pero todo parecÃa trozos de otros recuerdos. Esos momentos intemporales que parecen contener la esencia de lo que somos.
Contemplábamos todo aquello en silencio porque ya entonces nos habÃamos quedado sin palabras, estábamos mudos y exhaustos. HabÃamos cruzado una jungla, habÃamos luchado contra feroces criaturas y sobrevivimos, sÃ, lo hicimos. Pero al salir de la selva cada uno lo hizo por un lado diferente, la sombra de la traición, y descubrimos que éramos dos extraños sin nada que decirse.
Es difÃcil seguir creyendo en algo cuando no tienes palabras para describirlo.
A la mañana siguiente te ayude a bajar la maleta con los restos de tus pertenencias. Arriba, en el salón, quedaba una extraña pirámide de objetos sin dueño que no querÃamos en nuestras nuevas vidas y con los que me tocarÃa lidiar.
Supongo que eso es todo, dijiste cerrando de un portazo el maletero del coche que sonó como el punto final de cualquier cosa que hubiésemos podido construir juntos. No dije nada, no habÃa nada que decir. Ya te habÃas marchado de allÃ, de mi vida, de lo poco que pudimos salvar del saqueo del tiempo y la memoria.
Hace una semana leà en el periódico local que el ayuntamiento apagaba el faro de manera definitiva. En el fondo no servÃa para nada y era mucho gasto, afirmaban las acusadoras letras negras. Aquella linterna mágica que era capaz de iluminar el mar era otro trasto más de la pirámide de objetos sin dueño.
SÃ, ahà siguen, en el fondo de un armario. No tuve valor para deshacerme de ellos.
He vuelto al malecón y ahora sólo hay oscuridad.
Cuando te quedas sin palabras la vida te envÃa metáforas.
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28 Comments
Maia
Van pasando casi sin darnos cuenta, hasta que nos toca recordarlas y ser conscientes de su importancia.
elrefugiodelasceta
Esos momentos de dolor que se transforman en la nostalgia rescatada del fondo de un armario. El apego a los objetos que no sirven para nada, que nadie quiere, el apego a las personas que ya cumplieron su cometido. Dejar ir es, sin duda, lo más difÃcil y a la vez lo más fácil. Dejar ir y no volver la vista atrás… Yo me suelo quedar siempre con un pedacito de la persona que me acompañó durante un tiempo, tener algo suyo es también no querer perder el recuerdo. Lo que ocurre es que lo s objetos no dejan de ser “cosas” y van perdiendo significado con el tiempo.
Beauséant
Muchas personas pasan por nuestra vida, MAIA, dejan un rastro que es independiente del tiempo que estuvieron con nosotros… y, cómo dices, a veces sólo nos queda el recuerdo.
Dejar ir y no volver la vista atrás, ELREFUGIODELASCETA, para no convertirnos en estatuas de sal, para poder seguir caminando sin tropezar con el presente. Con los años me he ido volviendo una persona práctica, horrible palabra, cada vez me aferro a menos cosas, sé que todo es volátil, que nada permanece, intento disfrutar mientras vuelo y me preocuparé luego de donde he puesto el paracaÃdas 😉
Cabrónidas
Yo no soy dado a acumular recuerdos materiales, pero eso es porque los tengo todos en la cabeza. Intangibles y sólo presentes para mÃ. Algunos acaban por desaparecer y otros sé que los tendré siempre conmigo. Lo que no sé muy bien por qué.
Toro Salvaje
Es tremenda la coincidencia con los faros…
Todo lo que pasó en nuestra vida se evapora como si no hubiera existido.
Me parece imposible pero asà es.
Qué será lo siguiente que perderemos?… pronto no tendré nada más que perder excepto la vida.
tonYerik
Pues simplemente estoy…
Parece que nada va a cambiar
Todo aún continúa lo mismo
No puedo hacer lo que la gente me dice que haga
Pues creo que seguiré de la misma forma
Aquà sentado, descansando mis huesos
Y esta soledad no me dejará solo
He Vagado dos mil millas
Solo para hacer de este muelle mi hogar
Ahora simplemente estoy…
DecÃa una vez Otis Redding.
Salud.
MarÃa
Ante imágenes tan impresionantes como las que nos regalas siempre, sobran las palabas, incluso las metáforas, por ellas mismas dicen tanto que es difÃcil seguirles… la conversación ; ) Siempre me impresionan tus cielos, a veces solo ellos, sin más… hablan sin parar. Como tus letras, que siempre dicen más de lo que parecen. Esta vez me ha parecido que esta entrada está hecha en modo reflector de faro… luz, sombra, luz…la niñez luminosa que tú pagas cuando crecemos… y de pronto plantas ese imagen de un cielo oscuro que según bajas se ilumina con ese rosa crepuscular y el faro que aparece como un espectro y después, otra vez oscuridad.. la más oscura que existe, cuando debemos despedirnos de alguien, ahà sà que es difÃcil ver… se apaga todo, dentro y fuera. Todo duele, lo que ves porque te lo recuerda ( ese montón de cosas) y lo que no ves, porque ya no está… caminas a tientas durante un tiempo pero ( aquà te faltó un trocito que te pego yo, con tu permiso: ) vuelve a surgir la luz, incluso aunque no quieras, el faro vuelve a girar y su luz se vuelve a proyectar sobre ti marcándote el camino y todo se vuelve luminoso de nuevo.. siempre es asÃ, solo hay que seguir caminando en dirección a la luz , lo que no podemos hacer es cerrar los ojos porque asà es imposible ¿ recuerdas la luz verde que veÃa Gatsby? pues igual… solo el cuento no tiene por qué terminar como esa historia, Daisy no tiene por qué ser tonta rematada, ni siquiera tiene que tener nombre de ratona ; ) y más a ti, que llevas un fluorescente de serie, solo debes preocuparte de no dejar de pedalear, tu dinamo recargará siempre la baterÃa… Un beso luminoso, como tú ! ( aunque tú no lo creas, es asà : )
José Luis
De manera magistral, has ido deslizando esa pelÃcula de muchas relaciones que se acaban y ni siquiera las cosas que significaron algo, ni siquiera sus recuerdos, sirven ya para mucho. Todo se apila, los por qué también.
MagnÃficas fotografÃas.
Saludos Beauséant.
Beauséant
Creemos que la memoria siempre estará de nuestro lado, CABRÓNIDAS, pero me temo que es algo que pueda darse por sentado, a veces se pasa al enemigos, al olvido y sólo deja un rastro de cenizas a su paso… Tampoco tengo claro que recordarlo todo sea algo bueno, casi es mejor un dulce olvido, ¿no te parece?
Me resulto muy curioso, TORO SALVAJE casi parecÃan relatos paralelos, uno tras el otro… sÃ, la vida es ir perdiendo cosas, siempre lo comparo con un globo que va perdiendo aire hasta que se queda sin nada…
Viene muy bien hilado, TONYERIK, puedes recorrer dos mil millas y seguir sin encontrar, recorrer otras dos mis y seguir sintiendo que lo haces en solead.
Gracias, MARÃA, por verme con esos que me ves, me gustarÃa poder pedÃrtelos prestados alguna vez en que no veo más que la oscuridad. Es muy potente esa imagen que has planteado, la del faro, luz, oscuridad, luz… Es verdad, siempre acaba saliendo otra vez la luz… a no ser que hayas olvidado pagar la factura, o el ayuntamiento te apague el puñetero faro… Tienes razón, claro, sé que la tienes, pero me cuesta, me cuesta mucho entre esa oscuridad pensar en la luz, a veces todo me parece un callejón sin salida.. por suerte hay briznas luminosas, como tus comentarios, como poder exorcizar los demonios escribiendo… son pequeñas cosas, pero a veces lo son todo…
¿Sabes?, hace años, los cielos en las fotografÃas eran para mi algo secundario, eran el contrapunto a un elemento interesante, pero no el motivo de la fotografÃa… he tardado en darme cuenta de que ellos solos pueden ser la fotografÃa, por eso, en la primera foto le di toda la vertical e hice el resto más pequeño… Gracias por fijarte, por comentar, por… Un abrazo, vaya
Es una pena, JOSÉ LUIS, pero es asÃ, acumulas experiencias, momentos, conversaciones, sueños… y luego todo eso queda en nada, y queda en nada a una velocidad tremenda. Lo que se tarda en construir algo y lo poco que dura, ¿verdad? Muchas gracias, me alegra que te hayan gustado las fotos…
MarÃa
A mi no me des las gracias jamás, te lo digo en serio, tú no sabe lo feliz que me hace llegar a tu blog, es como un helado que chupo despacito para que dure ( meeencantan el helado ; ) mientras todo se vuelve oscuro a todos nos cuesta ver la luz, en esos momentos tienes que creer que está, tener fe que va a volver a aparecer, es lo que yo hago al menos y siempre aparece, a veces las pequeñas cosas nos ilumina más por dentro que las grandes, solo hay que dejar que todo haga su efecto…un beso y gracias siempre a ti. Cuando quieras me desenrosco los ojos y te los presto, pero con vuelta : )
Ah! que me olvidaba, por favor no dejes de fabricar cielos… a veces es lo que más me gusta de tus fotografÃas, eres el mago de los cielos, este del faro es increÃble.. ale! corre a buscar luz o cierra los ojos y siéntela, hazme caso, la llevas puesta, a veces hasta se ve mejor con los ojos cerrados : )
Doctor Krapp
Entre fotos hermosas un relato melancólico sobre una despedida y no me refiero tan solo a una relación
Me gusta mucho esta frase porque resume la vida entera:
“Los gestos, los rituales, las cosas sencillas que hacemos sin pesar, esas a las que apenas damos importancia… sobre eso se sustentan nuestras existencias.”
Saludos
Artesanas de la palabra
Realmente es un hermoso texto, melancólico, las cosas que se terminan en la vida, me encantó eso de que son una metáfora de la vida misma. La frase que habla del cielo como acuarela, maravillosa.
Las imágenes que acompañan al texto son bellas también.
Saludos.
PATRICIA F.
gabiliante
La vida del faro. Acaban de jubilarlo, aunque no demuestre mucho júbilo. Más larga que la nuestra, pero solo en años.
Ahora dejarán que se caiga, y cuando amenace ruina lo derribaron. No lo podrán poner en la pirámide pero tampoco borrar tus fotos.
No sé donde es pero seguro que ponen luces en Navidad. Que hay más bonito que un faro encendido de noche que no sirve para nada. Personalmente creo wue si sirviera para algo no serÃa tan bonito.
Abrazoo
Mucha de la Torre
Me gustas te presiento hombre si fueras mujer me habrÃa ido ya- Me gusta tu mente llena de aventuras de un hombre con varias personalidades que juega al amar
Diego (el pino de la sima)
“Cuando te quedas sin nada la vida te envÃa metáforas” No se puede decir mejor.
En mi vida también hubo un malecón y un faro iluminado al que llegar agarrado de una mano. Y una selva que atravesar. Y un portazo. Ahora hay otros malecones, otros faros, otras selvas pero ninguno será como aquel primero, imposible de olvidar.
Frodo
Las personas que conocemos son como los faros, y a veces su luz sigue iluminando vaya uno a saber desde dónde, y cuando estamos a punto de encallar nos salvan, aunque desde el ayuntamiento digan que ya lo apagaron.
Me gusta esa metáfora de los faros, bah, me gustan los faros y punto.
Abrazos
Mucha de la Torre
Me gusta venir a leerte oero no me gusta comentar
Tus escritos no tienen comentario son bellos los disfrutas
como cuando chupas algo
besito
Beauséant
Creo que no es buena idea que nos cambiemos los ojos, MARÃA, a no ser que quieras unos con miopÃa y empeñados en verlo todo de un color gris oscuro… Sólo veo los colores cuando miro al cielo, quizás por eso levanto la cámara hacia ellos siempre que puedo.. Pero sÃ, claro que tengo que darte las gracias, sé bien lo complicado que es encontrar alguien al otro lado, asà que lo mÃnimo es agradecerlo… un abrazo.
Creo, DOCTOR KRAPP, que cuando repasamos nuestras vidas, son esas cosas las que quedan al final. Hay grandes hitos que deberÃan marcar nuestras vidas, pero al final son esas pequeñas cosas las que crean los cimientos de los que somos… Gracias por tus palabras.
Me alegra que te haya gustado, PATRICIA, es de esos textos que escribà con las fotos al lado, las miraba de vez en cuando y luego volvÃa al texto, creo que al final quedaron, las fotos y las palabras, unidas por una especie de hilo invisible.
Opino igual, GABILIANTE, no hay nada más bonito que un faro encendido de noche que no sirve para nada… no creo que lo dejen caer, lo convertirán en un hotel para millonarios en un lugar protegido, en un bar de moda… ya sabes, todo debe tener un rendimiento económico, las cosas, las personas, las ideas…
Tengo varias personalidades, MUCHA DE LA TORRE, eso es verdad dependiendo del momento pueden salir unas u otras.. me alegra verte por aquÃ, sea yo hombre o mujer… o gato
SÃ, DIEGO (EL PINO DE LA SIMA), aunque sea como metáfora creo que sÃ, que todos hemos tenido un malecón, un faro, una selva… y, claro, un portazo, aún resuena en mi cabeza. En realidad son varios portazos, los que damos o nos dan, pero por algún motivo siempre parece que recordamos uno en concreto, ¿no te parece?
Buena conclusión, FRODO, nos gustan los faros y punto 🙂 El ayuntamiento podrÃa ser nuestro cerebro, empeñado en ser burocrático y racional ante la realidad, el faro está apagado, deja de hacer el idiota. Y al otro lado estarÃa el corazón, empeñado en seguir viendo una luz al final de todo… Si dejas al volante sólo al corazón lo más seguro es que te salgas en la primera curva, pero si dejas al cerebro parece que te olvidas de vivir….
Etienne
Qué loco eso de las cosas que terminan y nos cambian, y nos transforman y a veces nos separan porque en definitiva nos impactan y nos modifican de manera diferente, lo cual es lógico (por lo menos para mÃ). Luces y sombras y oscuridad. Haces y nubes. Brillos y penumbras, digamos que no existen uno sin el otro, como darle valor a la verdad contrastando con la mentira.
Yo no soy quien, pero te digo que vivir viendo solo grises significa que también puedes ver.los.matices, las Ãnfimas variaciones que está existencia en superficie odiosa pero más jugosa de lo que nos quiere hacer creer. Yo digo que la.aprovechemos.
Beauséant
Creo que empece con la fotografÃa en blanco y negro por eso, ETIENNE, porque permitÃa apreciar más matices de la realidad, Algo bonito puede hacerse en color y blanco y negro, supongo, pero la normalidad queda mejor en blanco y negro. Se necesita eso que comentas, el equilibrio entre las zonas oscuras y las claras, para poder apreciar el conjuto.
laacantha
No se pierde nada en esta vida, todo, lo que ha pasado con nosotros , nos transfomó y nos convertió en lo que somos en el presente. Somos el producto del pasado. Aunque se parece que ya tu lo has olvidado y de ti olvidabaron pero , no es asà ,el pasado siempre esta con nosotros como la luz de los faros. El texto tuyo es precioso, me emocionó mucho. Un abrazo.
Angeles
Me parece un texto magnÃfico, Beasuséant. Al margen de la filosofÃa que encierra y de esa interesante conexión metafórica entre el faro y la vida del personaje, me encanta el lenguaje (esos “niños burbujeantes”, qué maravilla), tan cuidado y elegante como las fotografÃas.
Saludos!
Citu
Es una historia triste pero hermosa. Te mando un beso.
Beauséant
Es cierto lo que dices, laacantha, nada de lo que somos tendrÃa sentido sin lo que fuimos, pero es complicado tener eso presente cuando parece que sólo te rodean puertas cerradas. Escribir sobre ello es una buena forma de no olvidarlo, me ayuda a ordenar las ideas, a intentar ver otras perspectivas.. muchas gracias por no dejar que lo olvide 😉
Es que los niños burbujean, Angeles, lo hacen muy pocos años pero es maravilloso, cuando juegan metidos en sus cosas, cuando nada en el mundo parece importarles y simplemente se divierten… Muchas gracias por tus palabras, sé que te fijas mucho en las palabras, asà que gracias.
Casi todas las historias lo son, Citu, ¿no te parece? Hay cierta belleza en la tristeza y eso es lo que la vuelve tan peligrosa, que es tentador pasar demasiado tiempo en ella. Un abrazo.
José A. GarcÃa
Nos volvemos metáforas de nosotros mismos, de quienes pudimos haber sido y de quienes nos hemos convertido al final. No me sorprenderÃa descubrir que la vida también es una metáfora de alguna cosa más.
Saludos,
J.
Milena
Qué cierto es, la vida te da metáforas… la vida misma quizás sea una simple metáfora… como un faro, una luz a seguir… y lo demás no exista realmente… solo nuestra luz reflejada.
Bello y melancólico texto… e impresionante la primera fotografÃa, la luz tiene tantos matices! y el faro está tan nÃtido y definido!! …Y de nuevo me viene la canción de Leonard Cohen -Anthem ; ))
Beauséant
Bien pensado, JOSÉ A. GARCÃA, la vida como metáfora de algo que descubriremos justo antes de desaparecer, cuando ya no sirve para absolutamente nada…
Beauséant
Vaya, MILENA, te has cruzado justo cuando publicaba el otro comentario 🙂 ahora mismo te estoy escribiendo con Cohen de fondo, qué buena banda sonora me has elegido, muchas gracias…Es curioso, justo has coincidido en tu comentario con lo que decÃa JOSÉ A.GARCIA, y yo no lo habÃa pensado, que todo son metáforas, la vida incluida.. qué pena aprenderlo todo tan tarde y que suerte tener las canciones de Cohen.. seguro que también son metáforas de algo 😉