leer,  mirar

apoptosis

El viento mueve las rosas como frenéticas banderas de rendición. Un fondo oscuro atravesado por estelas blancas que dejan un rastro de pétalos incompletos, retazos de estambres y ramas que conforman un tejido de fantasmas.

He descubierto algo sobre los rosales: es mejor no prestarles mucha atención. Si plantas un rosal y pasas horas buscando al nematodo que lo devorará, o midiendo la humedad de la tierra que lo abrasará, el rosal, de manera inevitable, acabará muriendo.

Es mejor plantar el delicado esqueje y olvidarlo. Ya encontrarás las herramientas y la fuerza que te ayuden a sobrevivir, repito siempre mientras cavo el agujero donde establezco su hogar, y que recuerda demasiado a una pequeña tumba. Lo recito casi como una plegaria, una oración para desearte suerte en tu nuevo hogar.

Quizás sólo estoy intentando renegar de mi responsabilidad sobre el mundo. Esa especie de deber sagrado que nos impusieron al nacer bajo el signo de la “raza superior” y del que nunca he querido hacerme cargo.

Dicen que somos la única especie consciente de su final. Hemos descubierto la muerte programada en cada una de nuestras células, comprendido, aunque no aceptado, el fin como algo necesario para que haya un principio en esa serpiente uróboros en la que no es posible distinguir inicios de finales.

Apoptosis, es el nombre que le dieron los griegos a ese final; no es extraño que fueran ellos quienes la concibieran. Los griegos fueron los primeros en querer comprender el mundo que pisaban y por eso lo llenaron de palabras, para intentar hacerlo suyo. Sabían que nombrar algo es tomar posesión de lo nombrado.

La apoptosis es la muerte natural provocada por el cansancio y el agotamiento de la materia. En griego, la palabra significa «caída de pétalos». Al mundo se le han caído los pétalos.

Olga Tokarczuk

20 Comments

  • Fackel

    Tal vez el pesimismo individualista que renuncia sea la verdadera apoptosis. Ha habido tantas sensaciones de apoptosis a lo largo de la historia…En el río revuelto siempre hay listos que se aprovechan de los pesimismos y claudicaciones de individuos y colectividades. La materia vive en una apoptosis permanente pero prefiero entenderla como transformación, incluida nuestra especie. Nunca hay fin, solo limitaciones. Pero probablemente estoy equivocado.

  • Karen M Paramio

    Como siempre un texto para reflexionar y unas fotos cautivadoras. Nada más leer que a las rosas hay que dejarlas a su aire me acordé del Principito 🙂
    Una pequeña corrección: los griegos fueron los primeros “europeos” de quienes conservamos sus reflexiones sobre estos temas – pensadores ha habido siempre y en todas partes. Ahora además tenemos “opinadores”. Silbo un poco.
    Feliz domingo

  • Ángeles

    Un texto precioso, y una palabra que me parece mágica, por su significado literal y por el concepto que encierra de muerte “natural”.

    Y es verdad que es mejor dejar a las plantas a su aire. Tenemos inclinación a manipularlas, a controlarlas, pero yo he visto, con la experiencia, que cuanto menos se las manipula, siempre que estén en las mínimas condiciones adecuadas, prosperan mejor, parecen más relajadas y felices.

    Quizá las personas también somos como las plantas, y a veces nos resentimos de exceso de control, por parte de otros y de nosotros mismos.

    Saludos!

  • Beauséant

    No, no creo que andes muy errado, FACKEL. Es el problema de las rendiciones, nos han puesto las cosas tan complicadas que muchas veces lo sencillo parece eso, bajar los brazos. Yo tampoco creo que sea algo casual, parece que hay muchos intereses en que asumamos de una puñetera vez que “las cosas son como son”.


    Un poco de europeismo en mi texto, KAREN M PARAMIO, sí, supongo que me ha perdido mi lugar de nacimiento 🙂 Toda nuestra civilización, el sistema de pensamiento, la justicia, la ordenación territorial, son un legado suyo y de los romanos, que con buena vista, mantuvieron y ampliaron esa visión. Siempre me ha dado la sensación de sere una especie de proyecto común que se ha mantenido con el tiempo adaptándose a los nuevos tiempos. No he percibido esa misma continuaron en otros sistemas, me han parecido más escuelas o pensadores aislados. Pero, sí, quizás sea eso, el lugar de nacimiento que tira más de lo que quiero reconocer. Del principito no digo nada, reconozco que nunca le he tenido mucha simpatía 😉


    Esa era un poco la idea del texto, ÁNGELES. Muchas veces asfixiamos aquellos que amamos porque no negamos a perder el control. Dejar libertad es peligroso, claro, los resultados no son siempre lo que esperamos, pero es algo que tenemos que asumir, que las cosas muchas veces escapan de nuestro control. Que lo raro es eso, tener algo bajo control… Nos pasa con las plantas, con los animales y, claro, con las personas, ¿verdad?


    La clave, para mi, es esa, crecen más felices y relajadas… Y, si quieres a alguien, es es lo importante, aunque haga todo eso lejos de ti. Complicado, ¿verdad?


    Cansancio y agotamiento, JOSÉ A. GARCÍA, así es. Todo parece un callejón sin salida, sin opciones buenas, sin forma de ubicarse en un lugar y momento y poder decir que el lugar y momento correcto. Los griegos construyeron nuestro mundo, fueron capaces de mirar mucho más lejos porque para ellos el ser recordados era lo más importante, dejar una huella.

  • María

    Me has recordado al Principito cuidando de su rosa: ) Y sí, además de preciosísima la expresión de que “al mundo se le han caído los pétalos”, ciertísima. Los pétalos, el tallo y para mi que en nada será un bulbo; ) Si has leído “Sobre los huesos de los muertos” por la última frase y vives en este mundo en el momento actual, es absolutamente inevitable que no te invada el pesimismo y te lo digo yo, que siempre me tachan de lo contrario. A veces, por mucha abstracción que hagamos la realidad se impone y la actual, salvo total inconsciencia o ceguera sobrevenida, es de las peores que recuerdo. Siendo así, es natural que el miedo y pensamientos sobre la muerte nos sobrevuele, pero justo en estos momentos, debemos agarrarnos a tu plegaria de jardinero “Ya encontrarás (-remos) las herramientas y la fuerza que te( -nos) ayuden a sobrevivir” y como tu rosal, se aprende y se sobrevive. A los rosales sólo hay que protegerlos de las heladas, lo demás, lo soportan todo y no sé cómo, porque es verdad que en determinadas circunstancias, no sé cómo es posible -ya sabes que estoy en lo mismo-, pero lo es. A mi también meeencanta la jardinería y aunque es verdad, sobre todo en exterior, no hay que obsesionarse porque la naturaleza trabaja sola, algunas plantas de interior, como las mascotas, se vuelven como las personas, necesitan sentir que importan y no es una exageración. Te vas a reír, pero yo saludo todos los días a mis plantas en casa, unos segundos, pero siempre les digo algo, les toco sus hojas y me voy. Tengo unas orquídeas que si algún día por lo que sea, no lo hago, cuando vuelvo tienen sus flores mirando hacia abajo, tal cual y no es por la luz, porque siempre están en el mismo lugar y posición, yo creo que son muy sensibles, como algunas personas y se han acostumbrado. Es nuestro quid pro quo, yo les hago caso y ellas me sonríen en forma de flores todo el año. Una cosa es el control, otra el interés ; ) Estas fotografías ( esta vez impresionistas : ) son una bellísima metáfora de tu estupendo texto, pero no.. creo que la apoptosis total no existe para los humanos, aunque a veces la merezcamos, somos energía y la energía ni se crea ni de destruye, se transforma. La materia sí, pero somos mucho más que mera materia, no sé de donde venimos, ni a donde vamos, sólo sé que aquí no nos quedamos y menos con los gusanos : ) Un beso BEAU!

  • Toro Salvaje

    La muerte.
    Nada más nacer ya se relame mirándonos.
    Sí. Es difícil de aceptar.
    También es cierto que a medida que pasan los años, y la vida es menos alegre y más tortuosa, uno empieza a mirarla de otra forma.

    Saludos.

  • Milena

    Qué bonito texto, poético, que me habla de la vida en círculo.
    Las imágenes me hablan más de muerte…
    Interesante término, todo tiene su ciclo

  • Beauséant

    Creo, MARÍA, que has definido perfectamente mi línea de pensamiento al escribir… tenía la frase de Olga en la cabeza y esa misma sensación que comentas en el corazón, en las entrañas. La sensación de estar ante una enorme muralla sin una sola fisura. Ni una puerta, ni un hueco para atisbar lo que hay al otro lado… y tienes que pasar al otro lado, quieres cruzar la muralla.. la recorres arriba y abajo, la palpas con las manos, te alejas un poco para intentar mediarla.. Imposible, la muralla no tiene principio ni final, es un todo petreo e inmutable… al final te entra la desesperanza, las ganas de bajar los brazos y sentarte sin hacer nada.

    El siguiente paso es una especie de aceptación, aferrarse a algo tan tonto como el “todo saldrá bien”, que la vida nos dará las mismas herramientas que necesitamos para enfrentarnos a ellas.. ya ves, cómo si a la vida la importásemos los suficiente para darnos alguna herramienta o un manual de instrucciones 🙂

    Lo podemos llamar karma si quieres, pero sí creo que solemos recibir lo que hemos dado, quizás no como una balanza universal, pero las personas que son feas en su comportamiento son feas en su interior y se rodean de esa fealdad. Tus plantas seguro que siguen ese principio, no hacen más que devolverte algo de lo que les das… A mi me gusta la jardinería, sí, pero soy un pequeño desastre, pero ya sabes que el no hacer algo bien nunca me ha impedido seguir haciéndolo 😉

    Me quedo con tu última reflexión, somos energía en esa serpiente sin principio ni inicio, nuestro final será el comienzo de otra cosa.

    Un abrazo.


    Gracias, CITU, escribirlo también me ayuda a reflexionar… Me alegra hacerlo en compañía.


    Nacemos, TORO SALVAJE, y ya tenemos el reloj de arena dado la vuelta.. así de complicado es de aceptarlo, ya lo creo. Al final el camino recorrido te hace entenderlo, por eso la edad nos hace ver ese final de otra forma… No creo que sea con aceptación, pero sí algo parecido.


    Quizás las imágenes, MILENA, hablen un poco de la muerte… pero también hubo un inicio en ellas. Un círculo, así es, que seguirá girando estemos o no estemos dentro..


    La duda, lo que debería aterrarnos, MIQUEL CARTISANO, es saber si volverán a crecer esos pétalos…

  • Paloma

    “Caída de pétalos”, un significado precioso y de lo más poético. Sí que está el mundo apoptósico, sí.
    Seguro que los griegos también tienen otra palabra contraria, ahora que estamos en primavera y todo brota.

    Saludos, Beuseant.

  • laacantha

    “Hemos descubierto la muerte programada en cada una de nuestras células, comprendido, aunque no aceptado…” Muy buena, frase. Excelente texto y las fotos que te hacen pensar en muchas cosas tristes. Un abrazo.

  • gabiliante

    Eso de la única especie…
    Somos la unica especie que come lentejas estofadas, la única que tiene dinero, la única que bebe leche de mayor, la única que tiene supermercados para comprarla con dinero… Somos mucho ” la única especie”. Anteayer le pregunte a una gacela que corría delante de un guepardo que para qué corría, y ni siquiera se paró a contestarme. Somos la única especie que tiene educacion.
    Abrazooo

  • tonYerik

    Me temo que Sisifo se esta hartando de ese bucle idiota y ha empezado a pensar que no hay nadie que le pueda castigar a cargar con esa piedra.

  • Joselu

    Hay que irse acostumbrando a la inminencia del final por agotamiento o cansancio. Pero no hay duda de que la interpretación del mismo es diferente si uno cree en un más allá o no cree. La modernidad nos ha impulsado en crear una idea poética de la finitud sin trascendencia, algo anómalo en la historia de la humanidad. Mircea Eliade, estudioso de lo sagrado desde el paleolítico, sostiene que esa poética de la intrascendencia es la forma de expresar el misterio de lo sagrado en nuestro tiempo.

  • अनत्ता 光 心

    Me quedo con… “esa serpiente uróboros en la que no es posible distinguir inicios de finales”.
    Ese es mi estado de conciencia, mi estado mental, mi forma de ver y entender las cosas. Conciencia.
    Puedes y debes, obviamente, entrecomillar o borrar el “mi”.
    Lo No-Nacido, decía el maestro japonés Bankei: lo que nunca ha tenido un principio y nunca tendrá un final. Esa es la Mente Despierta, el Ser incondicionado.
    Las supuestas identidades (configuraciones, personalidades) individuales mueren y desaparecen, claro. Pero piensa en la sutileza de la siguiente reflexión (es como un koan):
    “Todo el mundo muere, pero en realidad NO HAY NADIE que muera”.

  • Etienne

    Me dan mucho orgullo humano la civilización griega, debo decirlo.
    En cuanto al centro del texto, no estaría tan seguro de que no haya otros seres que puedan sentir la llegada del final. Tal vez no puedan estudiarlo o comprenderlo pero estoy seguro de haber presenciado algunos eventos en que se dan cuenta…
    Y las plantas, si, hay que dejar de mirarlas tan intensamente y dejarlas a sus anchas, así son más felices. Como los humanos.

  • Beauséant

    Eso seguro, PALOMA, los griegos tenían una palabra para cada momento y cada lugar…El mundo siempre ha sido un lugar extraño pero los griegos intentaron hacerlo más amigable a través de las palabras.


    Me temo que eso, LAACANTHA, lo de unir pensar con tristeza, es algo muy habitual en mi. El pensamiento siempre me acaba llevando a una especie de tristeza que intento no doblegar, pero sí explicar, a través de las fotos y las palabras.


    Me ha gustado mucho el giro, GABILIANTE, cuanto más leo tu comentario, más capas le encuentro 🙂 Lo de las lentejas no estoy de acuerdo, eso sí, mis gatos comen lentejas estofadas, lo que no hacen es cocinarlas. Así que diriía que son más inteligentes 🙂 En el fondo tenemos muchas cosas buenas, es lo que deduzco de tus palabras, no todo el mundo tiene educación, no todos son buenas personas, pero aún quedan algunas personas que lo hacen todo más habitable.


    El siguiente paso, TONYERIK, será estamparnos la piedra en la cabeza y marcharse al bar a seguir con sus asuntos. En soledad, claro, después de tanto tiempo con una piedra como única compañía, ya no creo que soporte a las personas.


    Así es, JOSELU, todo depende de si el final es un corte brusco o un continuará que nos permite otra oportunidad. La modernidad, estoy de acuerdo, nos ha inculcado la finitud, por eso ahora campa el individualismo feroz: si quieres algo, ve a por ello, mañana será tarde. Da igual si tienes que empujar a alguien que se intermponga en tu camino. Me ha gustado mucho la reflexión de Mircea, me deja pensando, gracias.


    Es cierto, अनत्ता 光 心, es frase encaja muy bien con la línea de pensamiento que sueles transmitir en lo que escribes. Lo he expresado de una forma más prosaica, como de costumbre, pero en el fondo es lo que dice tu reflexión final. En la inmensa marea de la humanidad nadie muere porque vistos en la distancia somos un único organismo. Es como pensar en la muerte de una hormiga, las hormigas no mueren mientras exista el hormiguero. El individuo es el hormiguero.


    Siento algo parecido, ETIENNE, aunque KAREN M PARAMIO me ha tirado un poco de las orejas por mi “eurocentrismo” 🙂 Los griegos sentaron las bases de nuestro mundo y, además, su civilización, una vez que ellos fueron pasto de la historia, no desapareció, fue absorbida por los romanos,que la continuaron y ampliaron su legado. Creo que es una diferencia respecto a otras civilizaciones, la profundidad de su legado… pero,claro, es cierto que es es lo que “hemos estudiado”, no soy una persona experta en esos temas, escribo lo que tengo en la cabeza 😉

  • El asceta

    Creo que tienes toda la razón del mundo en eso de dejar que las rosas encuentren su propia supervivencia y en general todas las plantas. A mí no me sobrevive ninguna. Somos incompatibles en términos de cuidados y atenciones. Cuando una necesita mucho, lo siento pero se muere, no es para mí. Me gustan las plantas independientes que saben procurarse de la misma naturaleza aquello que necesiten. Los cáctus son, obviamente, mis preferidas, aloe vera y alguna que otra suculenta que no me jode con delicadezas. Ellas están y yo también. Nos miramos, nos vemos y nuestras energías se sintonizan. De momento ahí están y las que no, pasaron a mejor vida.
    Recuerdo la palabra apóptosis de mi primer año de medicina donde nos dijeron que las células están diseñadas/ programadas para suicidarse cuando su desarrollo pusiera en peligro al organismo. Una muestra de altruismo donde el interés por la mayoría prevalece sobre el uno mismo. Un abrazo artista.

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