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Belfast

Belfast es una ciudad de sobra conocida por construir el barco hundido más famoso del mundo. Con seguridad Titanic es la primera palabra que cruza nuestra mente tras llegar a la ciudad.

De sus astilleros salieron miles de barcos que cumplieron con su cometido sin ser portada de ningún periódico pero, por algún extraño proceso mental, sólo recordamos el nombre de los barcos que se hundieron, nunca de los que llegaron a puerto.

Supongo que eso dice mucho sobre las personas que somos.

Además de dejarse la salud en los astilleros, en Belfast se ocuparon de otras muchas actividades igual de lucrativas y entretenidas. Las principales consistieron en levantar murallas y barricadas, quedar presos en una especie de locura colectiva y pasar siglos apuñalándose con saña entre ellos.

Eso último, lo de apuñalarse, lo hicieron con tanta habilidad y durante tanto tiempo que hasta olvidaron el motivo por el cuál lo hacían. La religión, la lengua, el territorio… imposible saberlo y tampoco lo necesitaban. Simplemente se apuñalaban por costumbre, o por ser algo que llevaban toda la vida haciendo. No preguntes el motivo de tu odio, simplemente odia.

Supongo que eso también dice mucho sobre el tipo de personas que somos.

El edificio del fondo es el edificio dedicado a albergar un museo sobre “ese barco tan famoso“. Museo, atracción turística, póngale el nombre que prefieran y no olviden pasar por la tienda de regalos que se encuentra, claro, justo antes de la salida.

11 Comments

  • Joselu

    Los motivos de la confrontación entre ingleses e irlandeses, protestantes y católicos, son muy profundos y difíciles de discernir desde la distancia. Se ha escrito miles y miles de libros sobre ello, pero hay en el siglo XIX cuando la Gran hambruna en que murieron miles y miles de irlandeses de hambre por la crisis de la patata, antes la indiferencia victoriana. Más de un millón de irlandeses tuvieron que emigrar a Estados Unidos por el hambre y la desesperación en barcos-ataúd. El resentimiento de Irlada respecto al Reino Unido tiene raíces muy hondas, complicado de entender aunque también aquí tenemos nuestros conflictos también recientes. Pero, sin duda, no hay nada de esto que no sepas ya. e

    Yo también estuve en el museo del Titanic y participé en el recorrido por las galerías de su construcción. Es emocionante y didáctico.

    Saludos.

  • tonYerik

    Bueno mejor no pensar mucho que es peor. Mejor pensar en verde que de eso si que hay.
    Hasta las letras de mi gorra de salir de paseo.
    Yo sigo el periplo que me gusta. A lo calentito, claro.

    Y esas ovejas me siguen siendo tan familiares, que por mas que pienso donde…

    Quizas en el trastero.

    Salud

  • Beauséant

    Es lo que somos, sí, TORO SALVAJE, y los que no son así, acabarán siendo así, qué remedio (y qué pena).

    De las puñaladas ya se encargaban en algunos sitios, GABILIANTE 🙂 Pero no es mala idea de negocio, ahora que lo dices. Seguro que si se pone de moda muchos pagarían por un puñalada.

    A mi me alegra, MUCHA, que hayamos empezado con tan buen pie el año, haré lo posible por terminarlo igual 🙂

    Tiré un poco de la ironía, JOSELU, porque, cuánto más he leído sobre el tema, más loco y confuso se volvía todo. Al final perdieron los de siempre, Irlanda debe ser uno de los pocos países que tiene más habitantes fuera de su territorio que en el propio país, pero el relato de los ganadores siempre acaba por imponerse… No quise entrar mucho en nada de eso porque, al fin y al cabo, es el diario de viaje de unas ovejitas 🙂

    El museo del Titanic, me pareció casi más una atracción, pero no lo digo como algo negativo. Impresiona bastante cuando lo pones todo en escala y analizas los medios de la época.

    Las ovejitas lo saben, TONYERIK, por eso no piensan mucho, no porque sean tontas, como mucha gente cree. Precisamente piensan poco porque son muy inteligentes 😉 No me puedo creer que tengas a esas pobres ovejitas en un trastero, qué menos que hacerles una fotitio, por favor.

  • laacantha

    Que curiosa coincidencia, es que precisamente ayer vi la primera vez en mi vida la película Titanic. Una cosa totalmente intolerable para una persona civilizada, ya lo sé. Bueno, lo único que puedo decir … ” nadie es perfecto”.
    Después de verla he sacado de Internet la máxima posible información sobre ese dichoso Titanic y se me ha quedado un pequeño detalle, visitar el museo de Belfast. La visita estaba puesta en la lista de planes para el año 2024. Pero, despues de leer tu texto, la he tachado. por saber que poca impresión te ha causado el museo.
    Aunque el museo fue simplemente un truco, una excusa para hablar en enecima vez de como es imperfecto el mundo nuestro. Así somos, muy, pero muy imperfectos. ¡Feliz Año Nuevo!

  • María

    No quiero llevarte la contraria BEAU, pero salvo el Titanic, creo que no sé el nombre de ningún barco hundido y es que no hay un barco hundido más famoso que este, casi te diría por su historia que fue una especie de castigo a la soberbia y ostentación humana -lo que no sabía es que se había construido en Belfast- y no es que sepa muchos más que llegaran a puerto pero alguno más se, las tres carabelas de Colón, Pinta, Niña y Santa María, el Mayflower que llevó a los primeros colonos Ingleses a EEUU y el Juan Sebastián el Cano de la armada española.. en fin, más que nada por no dejarnos en tan mal lugar como nos dejaría tu afirmación : ) Por otro lado, te leo Belfast y lo primero que me sugiere, a parte de la obvia referencias a los conflictos ancestrales que vinieron sufriendo por la colonización inglesa -que mencionas- recrudecido a mediados del siglo pasado con el enfrentamiento entre unionistas protestantes y republicanos irlandeses católicos en Irlanda del Norte, es la preciosa película de Kenneth Branagh, de ese título y que casi de manera autobiográfica hizo, porque él nació en Belfast y en esa película se narra la explosión inicial del conflicto, visto a través de los ojos de un niño, enlazando esto con lo que comentamos de los niños de la entrada anterior.. si no la has visto, búscala porque es una delicia, creo que es la única película de un conflicto bélico, que te deja una sonrisa de los más tierna cuando sales del cine. Y respecto a esto que afirmas tan cierto y que de manera tan explícita concentras en esta frase genial… “No preguntes el motivo de tu odio, simplemente odia” tristemente esto no puedo rebatírtelo, es tal cual y sí, vuelves a tener tienes mucha razón “dice mucho sobre el tipo de personas que somos”… seres que cuando aprendemos a odiar no sabemos parar de hacerlo .. ¿ qué pensarán nuestras amigas ovejas Epi y Blas de nosotros? Hasta parece que ahí plantadas en tu fotografía nos preguntan …”pero… ¿ vosotros de qué vais? Meencantan jajaja Un beso! Y a por el siguiente capítulo irlandés que nos proyectes aquí en tu fantástico cine : )

  • El asceta

    Bueno, tampoco seas tan duro con la raza, chico! Los que sobrevivieron y nos dieron a luz fue porque odiaron, desconfiaron, se aislaron, se aliaron y luego se dividieron para odiarse, etc etc etc. Somos los descendientes de los que sobrevivieron, sin consciencia no se puede responsabilizar a nadie. Un abrazo!

  • Beauséant

    Muchas gracias, MUCHA, que nunca nos falte la luz y que sea bonita 🙂

    Siempre me sorprenden esas coincidencias, LAACANTHA, un tema del que hace siglos que no hablas o no lees y, de repente, aparece en todas partes, ¿verdad? A mi la película no me llamó mucho la atención y, supongo, el Titanic tuvo, y tiene, tanto atractivo, porque no solemos ver morir millonarios de forma tan masiva. Aunque el Hindenburg o el propio Concorde tuvieron algo de eso…

    Sobre el museo, bueno, me pareció un poco caro y tampoco me aportó mucho. Es verdad que tiene una parte en la que ves casi a escala real la altura que tenía y puedes hacerte una idea de lo complicada que fue su construcción. Depende de los días y el dinero, me parece que hay museos y galerías más interesantes y, por supuesto, hacer un tour con guía por la zona de los murales… Ya me contarás si te animas 🙂

    No puedo llevarte la contraria con los barcos, MARÍA, soy una persona que siempre pondrá por encima el sentido literario, el alma del texto, a los fríos datos. Necesitaba una entrada para la última frase y, oye, lo pagué con los pobres barcos. En realidad, pensaba en barcos y en lo que comentaba ahí arriba, el Concorde, el Hinderburg… Parece que llaman más la atención los desastres.

    La película Belfast la tengo pendiente desde que vine de allí, y era algo que tenía que haber hecho estas navidades y, bueno, pues no ha sido posible, gracias por volver a ponerlo en mi lista. La sensación que tuve allí es que es un conflicto cerrado, pero demasiado reciente como para hablar de ello abiertamente, aún quedan muchas heridas y la paz fue dura para las dos partes porque nadie quedó contento.

    Y, bueno, nuestras queridas ovejitas son muy educadas, pero creo que no nos entienden, tanto conflicto, tanta locura, qué van a entendernos.. Veremos que más cuentan en las siguientes entradas, seguro que aprendemos algo aunque a veces no sean muy precisas con los datos 😉

    Arrastro parte de esa culpabilidad, EL ASCETA, somos la orgullosa estirpe de una panda de hijos de puta 🙂 Si me viesen escribir estas tonterías seguro que me abrían la cabeza con lo primero que tuviesen a mano.

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