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la vida breve de las flores

Hay algo suicida en la breve vida de las flores. En esa explosión de colores que brilla con el doble de intensidad pero lo hace durante la mitad de tiempo.

Esas flores eran las únicas supervivientes del sol abrasador que había traído el verano y habían decidido convertirse en metáfora refugiándose agrupadas a la sombra de la valla del cementerio municipal. Estaban apiñadas, dándose ánimos, pero a la vez compitiendo por el estrecho espacio disponible.

Se sabían perdidas y habían decidido marcharse en medio de una explosión de color.

La vida breve de las flores es la vida breve de todo lo que nos rodea, del olvido que seremos. Si esperamos el tiempo suficiente, si lo hacemos desde la distancia correcta, todo desaparece. Los fósiles con millones de años, las palabras del poeta asesinado, los girasoles del pobre tullido. ¿Qué será de todo eso en cien años?, ¿en mil?, ¿en un millón?

La vida es un luminoso espacio de tiempo en que atesoramos momentos, enseñanzas e ideas, seguido de un vacío enorme en el que vamos perdiendo todo eso hasta quedarnos sin nada. No hay forma de evitarlo; siempre acaba llegando. Lo único que podemos hacer es presentar una dura batalla, que planteamos levantando precarias barricadas erigida con libros, con canciones… y sí, también fotografías.

Antes recorría estos camino contigo, ahora mi mano ya no es la continuación de la tuya pero sigo volviendo a los mismos lugares compartidos. Quizás esa sea mi barricada contra el olvido, quizás una cobardía, o una costumbre. Tengo demasiadas preguntas para todo.

Me decías que te gustaba caminar conmigo y también las flores. Pero es difícil saberlo; creo que no llegamos a conocernos, o no del todo. No lo digo con tristeza, ese lento arañar en la porcelana de los recuerdos. Creo que ese fue nuestro secreto, que nunca quisimos conocernos. Nos negamos a ese acto un poco obsceno de exhibir las tripas abiertas de nuestras vidas para hacernos más humanos, más dignos, para intentar justificarnos ante el mundo.

A nuestro alrededor vimos caer a muchas parejas perfectamente sincronizadas, casi indistinguibles entre sí. Con el tiempo se fagocitaron, se devoraron hasta dejar de vivir, convirtiéndose en un todo asfixiante.

Nunca quisimos ser eso y creo que esa fue la clave de nuestra supervivencia. O quizás fuese simple azar. Uno siempre intenta tener algo de mérito en las pequeñas victorias, como quien ve la batalla desde lejos y corre presuroso para aplaudir el día del desfile que conmemora la victoria.

De nuevo, tengo demasiadas palabras para todo.

Antes de marcharme, me agacho ante las flores y dejo caer sobre la tierra yerma la botella de agua que llevo conmigo. Intento recordar si entre todas las plegarias que casi a golpes me enseñaron a recitar en mi juventud había alguna que hablase de la breve vida de las flores.

No recuerdo ninguna, sólo me viene a la cabeza, The answer, my friend, is blowin’ in the wind. The answer is blowin’ in the wind.

Espero que os sirva.

28 Comments

  • Gabiliante

    En lo de las flores es evidente que no se puede mantener la intensidad mucho tiempo, y al revés. Es lo mismo por lo que si destripar pudisteis ver cómo otras parejas destripador eran más rápidamente consumidas por el tiempo.
    Ya lo decía Romario: no hay que moverse rápido si no es necesario.
    El tiempo y la velocidad interelacionados sin necesidad del espacio.
    Ahora estoy viendo a iker Jiménez, que precisamente ahora, no está hablando de ovnis, pero a mi me parece evidente wue si no coincidimos con otras civilizaciones es más por el tiempo que por el espacio. Hay que coincidir en tiempo y espacio. Y cuanto lleva la humanidad por aquí?
    20.000 años? Cuanto nos wueda? 50 o 100 años más? Eso qué es comparado con la eternidad?
    A mi el viento no me ha contado nunca nada, así que seguiremos intentando
    abrazoo

  • laacantha

    Ahora, sí, he llegado a tu blog, es que intentaba dejar el comentario en esa entrada que aparece en el apartado ” Lector” y no me dajaba hacerlo.
    Bueno,al grano…Es la principal ley de la vida…”Todo se acaba mas tarde o temprano”. Yo , personalmente ,estoy conforme con todo ello, me gusta esta idea del Creador nuestro. Preciosas reflexiones a base de las bonitas fotos.

  • Beauséant

    No, GABILIANTE, no se puede mantener la intensidad durante mucho tiempo. Algunas personas prefieren un fogonazo de luz antes de desaparecer, y otras prefiern dosificar las energias a lo largo de los años.. a su manera, cada una tiene razón.

    A partir de cierta cantidad de años, ya son indistinguibles de la eternidad. Quizás no estemos solos en las estrellas, pero la distancia juega en nuestra contra, seguramente pasemos esa eternidad en soledad. Sigamos escuchando el viento por si trae alguna respuesta, haz caso el amigo Dylan 😉

    Todo es efímero, JOSÉ A. GARCÍA, en mayor o menor medida, pero nada dura para siempre. Ni tan siquiera lo que sentimos, lo que hoy te hace reír mañana puede ser una puñalada.

    Gracias, LAACANTHA, y perdona los problemas para comentar. Creo que todo se va complicando un poco, lo de comentar entre otras cosas 🙂 Todo se acaba, por suerte se acaba incluso lo malo. El problema es que lo malo parece tardar siempre un poco más en marcharse.

  • tonYerik

    Son efimeras casi como el insecto que le da nombre y como algunas relaciones.
    Hace un rato mi compy ha entrado (yo vivo al norte de la casa y ella al sur) y me ha dicho; -El miercoles vienen M. y Jl. iremos a comer al rstaurante. M. y J.A. eran una de esas parejas que siempre caminaban agarradas de la mano, de esas que parecian indestructibles, a mi me empalagaba, lo reconozco, y un dia le dije; J.A. el amor dura tres meses luego ya se convierte en una presunta sociedad y a veces queda el cariño que no esta nada mal. Bien puies se separaron y a mi cada vez que mis amigos deciden romper la sociedad me duele bastante, me imagino que es porque me recuerdan a E.y a mi. Pues bien el miercoles estaremos muy anmados y todo eso pero yo se que mi amiga simplemente esta con el por no estar sola. YO no digo nadade mi.

    Salud

  • la chica triste de la parada de autobús

    Nunca son demasiadas palabras, en tu caso no. Son las justas; hermosas, precisas, certeras.
    ¿Cuándo dices que te publican? Sea donde sea, siempre es un placer leerte.

  • El asceta

    Dylan siempre sirve, tus palabras a veces derrumban esperanzas querido artista de triste objetivo. Uno retrata, pinta, escribe su propio sentir. No hay palabras justas, reales o precisas. Ni son demasiadas, son las necesarias para ti. La brevedad de la vida, el sinsentido, el nihil todo son creencias, ninguna de ellas es real. No tengo la respuesta a nada ni tampoco lo pretendo, tengo las respuestas que me sirven para levantarme cada mañana y servir en la medida de lo posible a la humanidad. No, no hay humildad, somos todo siervos de nuestro prójimo y eso es tan hermoso o tan feo como el subjetivo quiera creer, pintar o escribir.
    Menos mal que no arrancaste las flores ni las oliste e hiciste lo típico como aquella mujer delante de mi casa. Todo tiene un final y por ello cobra sentido, porque todo termina tiene sentido. Un abrazo.

  • María

    Lo más hermoso de las flores es justamente eso, lo efímero y frágil de sus vidas, pero tan intensa, tan llena de belleza y generosidad, que incluso moribundas siguen siendo hermosas. ¡Porque no me digas que no son mágicas estas preciosidades que has retratado! Mmm… como si sus pétalos se giraran como las manos de las flamencas que parecen palomas, como esos volantes de sus trajes de faralaes, hasta muriendo parece q danzan. La vida de las flores es pura metáfora, siempre abriéndose, dándose .. tanto, tanto que se deshojan. Lo dan todo. A mi no me parece que se suiciden, viven más y mejor que nadie. Ocurre que desde nuestra perspectiva es difícil de valorar esa forma de vivir. La generosidad no está de moda, pero al final es la única que de verdad nos hace sentirnos vivos. Las relaciones no son flores, a veces sí, pero las menos. Lo que me resulta muy difícil de comprender es eso que dices de que no os conocisteis. Si no conoces a las personas con las que compartes tu vida, es como si estuvieras de visita, como que no te acabas de dar… vivir de puntillas es agotador. A veces creo que el mayor problema que tenemos los humanos es que no sabemos amar. Querer es facilísimo, amar es otra historia. Le llamamos amar a cualquier cosa. Hace falta mucha, pero mucha generosidad y entrega para hacerlo. Creo que casi nadie sabe o mejor dicho, casi nadie es capaz de hacerlo del todo, siempre con reservas… a veces tantas que sí, terminas siendo desconocidos, por eso las parejas se rompen. No se puede vivir con alguien en quien no confías. Y no solo en las relaciones amorosas, cualquiera que merezca la pena, necesita conocimiento, si no pleno, que es imposible, sí profundo. Porque para amar tienes que aceptar al otro como es, bueno, malo y regular, el pack completo. Lo q más nos une a otra persona es la complicidad y la confianza. Eso que hace que no se necesites decir nada, porque lo sabes, que te vas a echar de espaldas sin mirar y siempre va a estar ahí para sujetarte y tú lo mismo. Es más, creo que las relaciones no nacen para morirse, físicamente sí, emocionalmente no… Nacen para dejar su huella en nosotros y tienes razón, quizá no dure cientos de años, a veces incluso pocos años, sólo con que perdure en alguien mientras viva, es suficiente. Hay mucha gente que es así de mágica, se va pero permanece en nosotros y eso es lo único importante, los recuerdos que se siembran y germinan en los demás. Estemos o no estemos, eso no importa.. como las flores, ese instante de vida es suficiente para que su huella perdure en quien sea capaz de sentirlo. Preciosamente efímero ¿ves? tú impactas como las flores ; ) Mil gracias, un beso.. que tengas un día igual de bonito y perfumado que este post : )

  • José Luis González Varela

    Lo efímero de la vida ha sido siempre tema de la gran poesía, y la rosa ha solido ser su símbolo más evidente. No somos dioses -y no sé si nos gustaría serlo- y no nos queda otro remedio sino acostumbrarnos a ser pasajeros y transitorios y, al final, lo sobrellevamos con cierto orgullo porque nos ha proporcionado un sentimiento de la vida y de la poesía muy hermoso. Tal vez los dioses no escriben poesía, no la necesitan porque son eternos. Ellos no pasan, ellos son, pero nosotros nos proyectamos en los ríos, en el mar, en las rosas porque tenemos fecha de cacucidad y nos atrae la belleza. Un abrazo.

  • Beauséant

    A mi alrededor hay cada vez más parejas así, TONYERIK, quizás sea la edad, pero cada vez es más frecuente. No sé si nos cansamos antes o hemos descubierto lo efímero que es todo. Al final corremos un poco desesperados por probar cosas nuevas, por sentir emociones, parecemos drogadictos enganchados a lo próximo.

    Luego, lo otro que añades, el acabar con alguien por el miedo a la soledad.. No hay mucho hueco para el amor en todo eso, ¿verdad? En el fondo has tenido suerte si fueron dos veces, guarda ese recuerdo.

    Nunca pondría hermosas y precisas al lado de ninguna de mis palabras, LA CHICA TRISTE DE LA PARADA DE AUTOBÚS, pero, míralas, las has hecho brillar de orgullo, nunca las había visto así.. de momento sigo publicando aquí, y eso ya me parece un milagro.-

    Demasiada tristeza, ¿verdad?, querida ASCETA, lo siento, algunas cosas salen así. Te aseguro que no sabía lo que vendría cuando puse las fotos de las flores delante del texto, mi mano y mi cerebro no siempre se ponen de acuerdo… No tenemos respuestas, así, es, y mira que me ha costado aceptar eso. Me asombra mi enorme ignorancia ante el mundo, pero ya no me da miedo, la asumo y lucho un poquito contra ella, lo justo, para eso, para poder levantarse por la mañana y, con suerte, poder mirarse al espejo sin muchas deudas pendientes…

    No, nada de arrancarlas, me llevo una foto, no necesito nada más. Esa estúpida obsesión por la posesión, por hacer algo tuyo para que no sea de nadie más.. no, gracias.

    Y como tus comentarios, CITU, muchas gracias 🙂

    Diría, MARÍA, por añadir a tu preciosa imagen, que son incluso más bonitas muriendo que en vida, porque adquieren otros tonos, otras texturas y van girando sobre sí mismas, como buscando encontrarse. Es muy buena esa líena que has trazado con la generosidad y es verdad, las flores son generosas, los árboles son generosos. Casi toda la naturaleza es generosa a su manera, aunque pueda ser cruel e inflexible en sus reglas. Los humanos creo que lo somos al principio del todo, cuando aún somos una pequeña bolita sin personalidad.. Es el tiempo quien nos vuelve mezquinos, cada golpe que recibimos, cada frustración, nos va matando un poco por dentro y nos hace desconfiar. Los amores que vienen pagan el pato de los que se fueron, los engaños del ayer siguen presentes en todas nuestras relaciones presentes y futuras.. Avanzamos con el enorme lastre de lo que fuimos y eso nos hace vivir de puntillas, sin entregarnos del todo, guardando un poco de lo que somos. La maleta siempre lista en la puerta por si toca salir corriendo no dejarse nada detrás… Y viviendo así perdemos muchas cosas, claro.

    Sería bonito, ¿verdad?, volver a tener ese entrega sin condiciones. Saber abrir un folio en blanco ante cada golpe, como si nada hubiese pasado, como si nada nos hiciese desconfiar para la siguiente ocasión. Creo que no lo lograré, o no del todo, pero es algo que siempre tengo presente, que prefiero confiar a imaginarme todo el agotador abanico de posibilidades que contienen todo lo que puede salir mal… así por lo menos vivimos un poco más y aprovechamos más el tiempo con todas esas personas que no estaban destinadas a estar en nuestra vida para siempre, pero que, en ese breve espacio de tiempo que estuvieron, lo cambiaron todo para mejor y se fueron sin que pudiésemos darles las gracias.

    Mi día es un poco mejor ahora que te leo… aunque queda poco de día ya 😉

    No, JOSÉ LUIS GONZÁLEZ VARELA, no quisiera ser un Dios, me volvería mezquino como todos ellos… Me ha gustado mucho lo que has escrito, la poesía es posesión de la humanidad, no de los dioses porque ellos son inmortales, no necesitan poner por escrito nada de todo lo que nos abruma. Quizás sea la poesía el único don que no nos dieron los dioses, ¿te imaginas? Sí, mejor no ser dioses y tener esa poesía.

    Hay ciertas personas, CABRÓNIDAS, que cuando ven algo hermoso su primer pensamiento es el de posesión. El de arrancarlo de los ojos ajenos para que nadie pueda disfrutarlo. Las flores son para mi un pequeño milagro, y me gusta compartirlo, como mucho les hago una foto y sigo mi camino.

  • Diego

    He visto esos ramos de flores podridas abandonados a la puerta de los cementerios. Una vez desgajadas de sus coronas con el lema “nunca te olvidaremos” se los abandona en cualquier rincón. La vida es así, a veces somos como esas flores marchitas a la puerta del cementerio que alguien había prometido regarlas cada día.

  • अनत्ता 光 心

    Belleza… efímera, impermanente.
    La realidad y la naturaleza (unas flores… ) no se guían por los criterios y valoraciones humanas.
    El exceso de valoraciones, el exceso de consideraciones, el exceso de juicios, el exceso de pensamiento… todo eso está presente en esta entrada (perdona). El exceso de pensamiento es ego.
    Hablando en general (hablo en general ahora, que quede claro), el exceso de emociones no resueltas es el ego. El exceso de conflictos no resueltos es ego. El exceso de miedos, de traumas, de heridas, de frustraciones, de deseos, de expectativas… todo eso. El parloteo mental es ego. El relato interno es ego. En el fondo no es más que eso: juicios, valoraciones, pensamientos. Podemos hacerlos y podemos también no hacerlos. Posibilidad esta última que poquísima gente parece contemplar.
    La observación desnuda, sin juicios, es inteligencia. Llamémosle como sea, la palabra es lo de menos. Es “otra cosa”, no es pensamiento ni ego.
    Pregúntate qué eres. No a través de ideas y pensamientos (de nuevo… más de lo mismo no vale). Y no me digas que no puedes o no sabes. Claro que puedes. Todo el mundo puede.
    Tu miedo, tu “cobardía”, tu “falta de confianza en ti mismo” (repito las expresiones que tú mismo utilizas)… no son más que juicios y pensamientos con los que te autolimitas. Son pura ilusión, créeme. Puto pensamiento, puto parloteo interno.
    Perdóname, soy un auténtico tocapelotas, lo sé.
    Las flores, muy bonitas, sí. Tan bonitas como un gorrión que se estrella contra un cristal o como una abeja que vive poco tiempo.
    “¿Por qué florece una flor?” decía Krishnamurti, en una de sus más bellas reflexiones.
    “¿Para qué sirve una hormiga?”, se preguntaban El Último de la Fila en una de sus impagables canciones.
    Namaste.

  • Beauséant

    La caducidad de todo, JO, incluso de lo malo… pero, lo bueno, dura tan poquito…Gracias, muchas gracias 🙂

    Nunca te olvidaremos, DIEGO, es una de esas frases que nunca deberíamos decir porque sabemos que es falsa. El tiempo es olvido, algunas personas, algunas situaciones dejan tatuajes, cicatrices que, de vez en cuando pican y molestan, pero al final todo es olvido. Aunque quizás sean peor las flores de plástico, ¿verdad?

    Exceso de consideraciones, अनत्ता 光 心, creo que me acabas de describir a la perfección 🙂 Debería ponerle el nombre a este sitio… Levantarme por encima de todo eso es, para mi, un imposible. Me construyo con palabras, me defiendo con ellas y siempre estoy intentando que sean ellas las que lo justifiquen todo. Soy esa hormiguita de la canción y todo eso que me dices parece más propio de águilas que pueden observarlo todo desde los cielos sin implicarse demasiado. Siento que todo me viene demasiado grande y que tengo que poner un algo, un algo construido con palabras, para evitar ahogarme… Aunque es cierto, a veces me ahogo en esas palabras, en ese parloteo interior que no hay forma de apagar…

    También tengo mi pequeño orgullo, no creas. Así que si Krishnamurti me dice: ¿Por qué florecieron esas flores?, la respuesta la tendría clara, lo hicieron para que les pudiese hacer una foto 🙂

    Na, no eres nada tocapolotas, necesito que m e empujen de vez en cuando.

    Hay una gran verdad ahí, ALFRED, nos fijamos en ciertas cosas sólo cuando ya tienes cierta edad y comprendes lo breve de todo.

    Gracias, MAIA, sospecho que alguno se me escapo al escribirlo. Una forma de exorcismo, ya sabes.

  • Nino

    Hola, Beauséant:
    Quizá tengas demasiadas palabras, pero usas las justas para narrar el ramillete de sensaciones que produce una ausencia cuando ésta se siente como una poda.
    Y sí, tu respuesta –no la musicalizada por Dylan– me sirve.
    Un abrazo, Beauséant.

  • Beauséant

    Me alegra leerte, NINO, a veces parece que las respuestas llegan cuando lanzas preguntas al azar. Es extraño como funciona la memoria. Un abrazo

  • Toro Salvaje

    Hoy un poema mío:

    https://torosalvaje.blogspot.com/2021/06/del-tiempo-marchito.html

    DEL TIEMPO MARCHITO

    Una flor
    del tiempo marchito
    brota en la mirada rota.
    Dónde estarán
    aquellos besos
    y aquellas ilusiones
    que eran la envidia del cielo…
    Recuerdos ahorcados
    balanceándose sin parar
    en una vieja cuerda de años.
    Silencio.
    Cristales en la garganta
    arañan la saliva seca y cansada.
    Ahogo.
    En el horizonte tembloroso
    un ramo de sueños agonizando
    esperan un milagro que no ocurrirá.

    Saludos.

  • Frodo

    ¿Leíste alguna vez “Una Flor Amarilla”, el cuento de Julio Cortázar?
    Creo que está muy emparentado con este texto tuyo. Es decir, va por otro lado, pero el sentido que esconde es similar a lo que, yo entiendo, nos quisiste contar.

    Abrazos, Beau!

  • Beauséant

    Siempre me sorprenden, TORO SALVAJE, esas coincidencias que tenemos para hablar de los mismos temas. Muchas veces, incluso, en la misma semana. Si supiese hacer poesía, éste texto habría sido un poema 🙂 Gracias por traerlo aquí.

    He leído bastante a Cortázar, FRODO, sobre todo cuando tocaba: en la adolescencia. He buscado el relato y no me suena de nada el inicio, pero lo terminaré de leer porque lo mismo no he sido consciente de ello… Muchas gracias por la referencia, seguro que también encuentro similitudes con el texto y, de no ser así, no pasará nada porque leer a Cortázar siempre es un placer 😉

  • Paloma

    Marchitas también me parecen preciosas y hasta casi más.
    Es difícil asumir que todo es efímero pero, al mismo tiempo, es lo que le da valor.
    Una flor eterna, siempre igual, intacta, ¿no nos acabaría aburriendo?

  • Beauséant

    Totalmente de acuerdo, PALOMA, eso nos pasa a las personas, que clamamos buscando tranquiildad y rutina y, cuando la logramos, hacemos lo posible por dinamitarla. En mi caso, ya lo sabes, me gusta ver la evolución, la descontrucción más bien, de las flores, las hojas… plasmar el paso del tiempo a través de las fotografías.

    Acabo de leer el relato de la flor amarilla, FRODO, efectivamente, no me suena de nada, así que he anotado el libro de cuentos dónde apareció para leerlo, feliz coincidencia encontrar algo de Cortázar intacto 🙂 Es un relato duro, extraño como todo lo que escribió.. es complicado separar la locura de la realidad… Gracias

  • Beauséant

    Muchas gracias, DALIANEGRA, espero que ese sea el viento que cantaba Dylan, el viento de cambios y, con suerte, de algunas cosas buenas… Un abrazo.

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