néboa
La aldea de mi abuela era una pequeña anomalía abierta a machetazos entre medias de bosques inmensos que parecían moverse y respirar a un ritmo ajeno al de la asendereada raza que escarbaba con ahínco en sus entrañas. Era una…
tras los pasos del miliciano (primera parte)
Hace ya tres meses que tengo a mi Demonio encadenado, me dice y extiende la mano para demostrarme la firmeza de su pulso. Es la primera vez en todo el viaje que me he atrevido a preguntarle por su leviatán.…