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instrucciones para construir un refugio

Las instrucciones para construir un refugio son de una sencillez abrumadora: cuando te hayas cansado de respirar el aire puro de las montañas, simplemente debes trazar un cuadrado en el suelo con el bastón que, sin duda, llevarás contigo.

Hecho esto, solo queda descender al pueblo más cercano. Allí, por un puñado de míseras monedas, reclutarás a unos tipos de aspecto patibulario y filiación desconocida de los que nunca sabrás su nombre, junto con sus bestias, unos mulos con los que comparten el mismo color parduzco y un olor similar.

A partir de ahí, lo único que queda es observar. Sentado a la sombra, verás cómo los hombres y sus bestias se desloman -a veces se desploman, a veces se despeñan- bajo el sol ardiente, mientras de la nada surge una cabaña modesta: un dormitorio estrecho como un túnel, lleno de literas, y una sala común con su chimenea.

Concluida la obra, llega el último paso, igual de simple: esperar dos inviernos. Si para entonces el refugio no ha sido sepultado por una avalancha o devorado por los moradores de la nieve, enhorabuena. Has encontrado el lugar adecuado.

En caso contrario, aguarda a la próxima primavera y repite el proceso: el cuadrado en la tierra, las monedas, los hombres sin nombre y sus mulos. Así hasta que la montaña decida aceptar tu refugio.

Para terminar, una adivinanza. ¿Dónde se encuentra el refugio de la primera foto?, os amplío la esquina inferior izquierda para mayor comodidad:


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24 Comments

  • María

    jajaja “… reclutarás a unos tipos de aspecto patibulario y filiación desconocida de los que nunca sabrás su nombre, junto con sus bestias…” te leía esto BEAU y pensaba …
    No sé si te construirán un refugio , lo q es seguro es q no lo vas a disfrutar porque segurísimo q te despellejarán a poco q te descuides por la noche ; ) A parte de mis tonterías, sí, tienes toda la razón , esos refugios no tienen ninguna pinta de ser muy cómodos, seguramente sean bastante más cómodas las tiendas , aunq sólo con q resguarden del terrible frío q debe hacer ahí en invierno, ya cumplen su cometido, imagino q por eso son tan angostos y claustrofóbicos .. luego recuperáis el aliento ante esa inmensidad rocosa , bajo esos q mutan de azul y blanco a negro y oscuridad tormentosa.. Preciosa la segunda fotografía y muy detalladas y precisas tus instrucciones , las tendré en cuenta : )

    Mil gracias y buen dimingo …por cierto ,es en Sierra de Gredos ? . .tan pelada , rocosa y puntiaguda me la ha recordado , un beso BEAU!

  • BDEB

    Me has trasladado a mi adolescencia, donde los viajes del instituto eran irse a un refugio de montaña (no había para más, parques de atracciones, grandes ciudades, estaban fuera del alcance de muchos). Aquel refugio de montañeros hacía de campamento de jóvenes también, era más viejo y rústico que el que nos muestras pero también lo regían los lugareños, sus dos habitaciones llenas de literas y cuando no había tanta suerte nos tocaba fuera en las tiendas de campaña.
    Claro que aquella montaña era un montículo casi al lado de la tuya.
    Lástima que por aquel entonces no tenía ni cámara ni mucho menos móvil, los recuerdos están en mi retina.
    Un abrazo Beauseant.

  • Mónica Frau

    Me ha gustado ese crudo sarcasmo de tu narrativa. Además, seamos honestos, a la hora de construir refugios, lo principal es eso, que la montaña lo acepte. Un abrazo

  • Karen M. Paramio

    La foto del refugio le sirve a cualquiera de las nuevas IAs cabronas para dar un resultado. Pero tu foto original me deja con la intriga del efecto óptico de un agujero en uno de los picos, no dejo de mirarlo.
    Me encantan las montañas.
    Buen domingo.

  • Eva

    Me gusta mucho ese estilo cortazariano de tu relato, Beauseant, también la montaña, y los refugios, si, y los perros de los refugios como los de la foto, adorables.
    Del método de construcción del refugio puedo prescindir (a ver, es qué tal y como lo describes no da ganas de probar…) yo entro y a ver qué pasa, ya me echarán o me iré yo, o las dos cosas, o ninguna, pero confío en la montaña y en el silencio, sea cual sea el lugar (no me atrevo a responder a tu pregunta) siempre son una buena compañía.

  • Beauséant

    Imagina, María, el refugio pertenece a una ruta que se llama de los tres refugios que sale desde Poncebos. Así que eso, imagina a un montón de personas metidas en un sitio muy pequeño, sin apenas ducharse, con las botas y la ropa después de varios kilómetros de ruta.. y a eso suma ronquidos y ruidos varios.. Y, sin embargo, es una experiencia muy bonita, según empiezas la ruta pierdes la cobertura y pasas varios días viviendo con lo que llevas en la mochila y sin saber nada del mundo real.

    La historia, el sarcasmo tras ella, tiene que ver con eso, con que la mayoría de los refugios y pasos habilitados, han pasado a la historia con algún Marques o alguien conocido, pero en realidad lo hicieron las gentes del pueblo, que se jugaban la vida por unas monedas para que otros tuviesen la gloria… Nada nuevo, ¿verdad?

    Lástima ninguna, BDEB, los recuerdos en la retina son los mejores, quizás no sean del todo ciertos y vayan cambiado con el tiempo, pero son bonitos y puedes volver a ellos siempre que quieras. He pasado gran parte de mi infancia y adolescencia en las montañas, pero muy poca en refugios, creo que siempre me ha faltado encontrar gente con quién compartir esas cosas….

    Ni más ni menos, Mónica Frau, por mucho que te empeñes, la montaña tiene la última palabra. Tengo cuidado con el sarcasmos porque nunca tengo claro si lo he explicado bien 🙂 Cómo decía a María, era un pequeño homenaje para la gente de los pueblos que abrió rutas y refugios para que el resto lo pudiésemos disfrutar.

    Una IA seguro que hasta las dejaba más bonitas, Karen M. Paramio, cada nube en su lugar, ya sabes 🙂 ¿En qué foto aparece el agujero?, las fotos son una panorámica resultado de combianar varias fotos a mano, así que lo mismo es un error en el montaje.

    Muchas gracias, Eva, en cuanto me dejan, hago un homenaje a Cortázar, ya lo sabes 🙂 Los perretes del refugio eran, eso, adorables, perfectamente felices en medio de todo aquello. Hay que confiar en las montañas, son crueles, pero justas, pero requieren nuestro respeto porque no perdonan los fallos -ni a los valientes sin preparación-
    Un abrazo

    Es un nombre muy particular, Cabrónidas, me sorprende que lo hayas localizado 🙂 Al parecer tiene que ver con los bichos que había por ahí en tiempos pretéritos, pero cualquiera sabe.

  • tonYerik

    Vamos, que la montaña es lo mas parecido a un gato.

    Mi suegro subía con las ovejas desde aquí abajo y su hija le acompañó de niña mas de una vez, por lo que siempre estaba dándome la tabarra que había que subir en las vacaciones. Lo normal es que yo me quedara trabajando aquí y de “Rodriguez” mientras ella con mi hija que era muy peque, y claro muy enreda (se cayo al arroyo helado, ¿Cómo no?) subían a donde estaba su padre con las ovejas.
    Pero ya ves este año pasado subimos por fin a sus amados Picos de Europa todos de nuevo.

    Esta vez la peque ya estaba casada y todo y ahora lo único que le dio pánico fueron los caballos que andaban sueltos por allá arriba.

    Por cierto sigue costándome entender a los leoneses cuando te hablan.

  • Gabi C S

    Si no hay cobertura no saldrá en Google maps, así que voto porque es un refugio de ficción.
    Pero la construcción no está nada mal, con energía solar, cubierta de sándwich, aislados por dentro y muros de piedra seca.😝
    Ya tenían el material ancestral arriba, los mulos solo tienen que subir las cubiertas desmontadas.
    ¡Tres días sin cobertura! No sé si podría soportarlo; volver, digo.
    Abrazooo

  • Diego

    Yo prefiero que los refugios de montaña los construyan otros. Cuando llego a alguno, entro, husmeo un poco… y salgo fuera a instalar mi tienda de campaña, donde sólo me huelo a mí mismo y sólo soporto mis propios ronquidos. Tu refugio, al principio, me recordaba al de Peñalara, pero ya he visto que no es.

  • Beauséant

    Esa es muy buena, tonYerik, nunca lo había pensado, pero hay muchas similitudes 🙂 Tuve unos años de estar acompañando a un cabrero a buscar a las más dśicolas del rebaño, ahí aprendí que lo de estar como una cabra era cierto, porque mira que eran puñeteras. Las ovejas son más tranquilas, pero a veces también sienten la llamada de los riscos y las lían bien grandes, ¿verdad? A mi me habría encantado estar por esa zona con las ovejas, creo que no he nacido para el asfalto.. aunque, claro, es una vida dura.

    Disfruta de esos momentos con la peque, con suerte le picará el gusanillo y seguirá guardando cariño a esas montañas, que seguirán ahí cuando ya no estemos.

    A veces cuesta seguirles la conversación porque, además, llenan todo de palabras propias, ¿verdad? Yo pongo cara seria, asiento y luego me hago mi composición de lugar, que suele ser incorrecta 🙂

    Lo mismo es más un lugar mental que físico, Gabi C S, pero no había cobertura. Aunque claro, ahora que lo dices, lo mismo habían colocado inhibidores en los riscos para asegurar una experiencia más inmersiva, ¿te imaginas? Uno de los refugios se proveía con mulos y los otros con helicópteros, supongo que las condiciones han mejorado con los años y el cambio climático, pero los que atienden se pasan meses allí arriba, deben acabar todos un poco locos.

    Me ha gustado la coletilla final , volver, sí, es es lo complicado 😉

    El de peñalara se da un aire, Diego, aunque al final todos se parecen, claro. La tienda siempre es una buena opción, pero requiere tener más equipo y, peor aún, ir tirando de él hacia arriba 🙂

    Muchas gracias, Miquel Cartisano, me alegra que te haya gustado.

    Se convirtió en mi refugio favorito precisamente por eso, Citu, por los perritos 🙂

  • María

    Picos de Europa, claro!sólo podía ser Picos 😉 Mira que estoy tonta! he estado ahí mismo, un par de veces, a demás. Esa ruta circular es bien dura, no apta para cualquiera. Yo lo pasé mal, muy mal, ¿sabes dónde? en la canal que sube al pico Cabrón .. El muy ídem ( jeje) me pudo y me di la vuelta, mejor asumir la derrota que rodar montaña abajo. Cuando me atenaza el miedo, me bloqueo absolutamente y ahí bajé arrastras, no podía ni ponerme de pie. Pero no reconocí el lugar y mira que es especial, aunque no me extraña, puedo pasar por un lugar mil veces y siempre me parece distinto : ) Y aunque te dejo que imagines que ese refugio lo construyeron para algún marqués, la realidad es siempre más prosaica, lo construyeron para la federación asturiana de montaña ; ) Un beso!

  • Etienne

    Habría que encontrar la llave para facilitar que la montaña nos acepte, hacer un montículo de piedras, lastimarse las manos arrastrando un tronco o una piedra, tal vez preguntando el verdadero nombre de la montaña o invocar a su espíritu con una fogata de bienvenida.
    Aquellos seres que con sus toscas manos elevan ese rústico refugio saben de memoria (no está escrito en ningún lado) todo lo importante relacionado con el tema pero nadie les pregunta y si lo hacen, ellos fingen no entender el idioma.
    Abrazo!

  • carlos

    La montaña tendrá la última palabra… siempre… Por lo demás, relato muy inteligentemente concebido, escrito e ilustrado… como siempre…
    Abrazo admirado… ídem!!

  • Toro Salvaje

    Picos de Europa… no tiene mérito alguno que lo sepa: he hecho trampa.
    No sé cuánto tiempo aguantaría en un refugio.
    Creo que no mucho… una parte de mí dice que podría incluso regentarlo pero creo que no….

    Saludos.

  • El Onironauta

    Siempre quise una cabaña a pie de un bosque. ¿Con un simple cuadrado es suficiente o se necesita una figura geométrica mas compleja? En todo caso he de intentarlo.
    Magnos sueños.

  • अनत्ता 光 心

    Siempre es hermoso caminar y ascender por las montañas. En realidad lo único que me interesa es esa posibilidad real, o esa sensación de poder avanzar hacia la verdadera libertad, que en el fondo es interior, cómo no. Libertad para ir más allá de la mente, de los pensamientos, del ego. En realidad lo explicaste muy bien en aquella entrada donde hablabas de ir soltando lastre, preocupaciones y miedos que nos atenazan, e ir elevando la mente y el espíritu, ir profundizando en nuestra verdadera naturaleza. Aquel relato de una ascensión física y a la vez espiritual te quedó maravillosa y sorprendentemente místico o iniciático, aunque no dijera (yo) nada en su momento. Lástima que en la siguiente entrada te dedicaras a descender de nuevo hacia las preocupaciones del ego, sus miedos, su oscuridad, sus neuras, sus gilipolleces infinitas. Puede que sea muy “real”, pero también es muy decepcionante. Porque igual de “real” es esa aspiración para ascender hacia esa paz donde, repito, te desprendes de todos los pensamientos y emociones mundanas. Lo explicaste muy bien.
    En cuanto a estas instrucciones, es curioso el paralelismo que he establecido de inmediato. Cuando dices “simplemente debes trazar un cuadrado en el suelo con el bastón… ” para crear un refugio, he pensado en la idea de protección (asociada a esa construcción) y he recordado esa idea, o esa creencia y práctica de dibujar un círculo de protección y colocarse en el centro… dicen que para alejar malas energías o malos espíritus, o tentaciones, o a Satanás o el Mal… o para intensificar ese poder de concentración o de meditación que buscamos. No sé si incluso ese Jesús meditando 40 días y 40 noches en el desierto trazó ese círculo y se sentó en el centro… o cualquier otro personaje de carácter espiritual que busque esa protección. Es una idea que me he encontrado diversas veces, creo que incluso en películas… no necesariamente hemos de limitarlo al ejemplo de Jesús. En fin, esa idea de protección al trazar una figura en el terreno. Capisci?

  • अनत्ता 光 心

    En cuanto a esa naturaleza salvaje, cruda y despiadada que nos puede al final acoger o aceptar, o por el contrario expulsar a patadas o aniquilarnos, te recomiendo la película “Edén”, donde encabezan el reparto Jude Law, Ana de Armas, Daniel Brühl y una más que fantástica Sydney Sweeney. Pioneros a principios del siglo XX que buscan el paraíso cerca de las Galápagos. Muy interesante.

  • Beauséant

    No me extraña que no lo hayas reconocido, María, a no ser que sea un lugar muy concreto, es complicado distinguir las montañas 🙂 La ruta tiene algunos pasos complicados, es verdad, y si hay algo que no hay que ser en la montaña es valiente. A la montaña no le importas, ella tiene sus reglas, así que es mejor aceptarlas porque lo mejor que puedes hacer al salir de casa es regresar, aunque vuelvas con las manos vacías 😉

    El sarcasmo sobre la construcción, bueno, es que sí, se construyeron por orden de federaciones y demás, pero en el fondo la construcción recayó sobre los lomos locales. Es como la subida al pico Uriello, que la hizo un Marqués con un vaquero como guía, pero nadie recuerda su nombre. En aquellos años de pura supervivencia, hacer deporte por gusto era algo que podían hacer muy pocos.

    Así es, Etienne, falta un paso en las instrucciones que es muy importante: el ritual de aceptación 🙂 Seguro que entre los cimientos del refugio hay alguna runa escrita, o una muñeco con una forma extraña. Por desgracia son rituales perdidos.

    Muchas gracias, carlos, me encanta que te gusten mis historias 🙂

    Así es, Juvenal Nunes, hay que enfrentarse, aunque mi naturaleza cobarde siempre evita un exceso de complicaciones, mejor rutas conocidas y en buena época.

    Ya que soñamos, El Onironauta, yo haría una con forma de estrella y, en cada punta de la estrella, pondría una lucecita de un color diferente, así podrás soñar muchos sueños en una misma noche.

    Esas dos entradas formaban un todo, अनत्ता 光 心, una era la ascensión, el globito que suelta lastre y asciende feliz a las alturas. Feliz por el simple acto de serlo, no porque haya nada al otro lado, como bien dices, sólo la posibilidad de subir. Una especie de ritual iniciático, cierto, porque, cuando hablas con montañeros, además de estar todos un poco locos, comparten ese fueguito interior que les impulsa a querer llegar cada vez más lejos. Y, una vez que tenía el globito arriba, decidí bajarlo de golpe en la siguiente entrada, fue algo calculado para ser brusco 🙂 Porque el globito nunca puede quedarse ahí arriba para siempre, me temo que es imposible, ¿o no? así que recorres el camino de vuelta recogiendo todo el lastre que soltaste porque, en el fondo, el ego no quiere soltar el lastre, lo atesora.

    Me alegra que hayas captado lo del círculo con el bastón, porque era exactamente eso: el chaman de la tribu marcando el lugar exacto en que irá el templo que rendirá culto a las montañas… Mi primera versión era más explicita, y larga, decidí dejarla así y me alegra que la hayas encontrado. Muy potente la imagen de Jesús en el desierto trazando ese círculo, ¿con sal?, para evitar a los demonios.

    Esa película creo que la vi en su momento, pero apenas la, recuerdo, tendría que arle otra vuelta.

    Saludos

  • Alí Reyes H

    Esto de los refugios en las alturas es algo interesante, es como habitar la soledad… menos mal que es por poco tiempo…bueno…eso dice uno, pero nunca se sabe. De hecho, al Everest se le conoce como el cementerio de ricos, más alto del mundo.

  • Beauséant

    Habitar la soledad, Alí Reyes H, así es, y, en esa soledad, no queda otra que explorar lo que somos, enfrentarnos a un espejo en el que seguramente no salgamos muy guapos, pero que nos ayudará a entender lo que somos… A veces esa búsqueda se mezcla con el ego, con el ansia de hacerse un foto y acabas con un Everest de cadáveres….

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