fotografías de las ausencias
Sostengo tu recuerdo entre los dedos como una vieja fotografía: una imposibilidad virada en el tono sepia de las fotografías de otra época, donde los detalles se van cubriendo con la niebla del tiempo hasta fundirse en la nada.
Aun así, es fácil reconocerte entre toda esa bruma de la memoria. Eres tú, no hay duda, tú de espaldas en la cubierta de un barco. Sujetas con una mano un sombrero de paja, y con la contraria, señalas un punto indeterminado en una isla que apenas se vislumbra a lo lejos. Me hace pensar en el Mediterráneo. Grecia, o quizás Italia. ¿Estuvimos alguna vez allí?
Nunca hice esa fotografía, salvo con la imperfecta cámara que todos llevamos alojada en el interior de nuestros cerebros. Nunca capturé esa imagen, pero ha quedado grabada en mí sin necesidad de procesos químicos ni digitales. Nunca tomé esa foto, y sin embargo, es la única que encuentro cuando voy a buscarte en el podrido almacén de los recuerdos. Quizá debería haberla tomado, hacerla real para no perderla.
Es extraño; tengo guardadas muchas fotos tuyas, estas sí, reales. Fotografías que hablan de ti, y quizá también de mí. Son momentos, instantes en esa trayectoria de nuestras vidas donde se cruzaron nuestros caminos. Pero en ninguna de esas fotos apareces realmente tú: aparece el hueco que dejas, el rastro de tu presencia, la historia oculta tras ellas que guardo para mi, y nada más. No hace falta tu presencia para hacerlas tuyas; son fotografías en ausencia.
Apareces en todas ellas.
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25 Comments
अनत्ता 光 心
Cuando la ausencia se convierte en presencia. Presencia. Cuando no ser quizá equivale a ser.
अनत्ता 光 心
Ah, por cierto… me doy cuenta de que has vuelto a la plantilla del blog de siempre, después de haber hecho un cambio hace muy poco. Si te vale de algo mi opinión, prefiero con mucho este formato de siempre, no lo cambies. De alguna manera este formato ya “te identifica” a ti.
Namaste.
Joiel
Una fotografía es una ausencia con un vacío que no sabe cómo dejar de ser.
Gabi C S
Pero no harás recortes de la silueta, verdad?
Estarías asaltando la rareza…
Esa que recuerdas es una foto comun. No sé habrá quedado ahí, en el disco blando, de ver muchas veces reposiciones de ” Vacaciones en el mar”?
¿no te pasa que te explican cosas que hacías de niño, que tu no recuerdas, y reconstruyes no solo la imagen sino también la escena, pero visto desde fuera, y lo guardas como recuerdo propio?
Abrazooo
Beauséant
Te ha quedado una especie de haiku muy acertado, अनत्ता 光 心, hay ausencias que pesan y se sienten como una presencia que llevas contigo todo el día…
Me temo que este pequeño lugar anda ahora mismo un poco inestable, estoy intentando arreglar algunas cosas y, cuando lo logro, otras se desmoronan. Agradezco tu apreciación sobre el tema, aunque es cierto que a veces apetece cambiar los muebles de sitio, ¿no te parece? De momento bastante tengo con que esto siga funcionando 🙂
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He tenido que leer tres veces la frase, Joiel, y en cada ocasión le he dado un sentido diferente… Las fotografías siempre intentan explicar algo, ¿no te parece?, quizás sea eso, quizás intentan explicar el vacío, lo que no tiene explicación.
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Recuerdos implantados, así los llamo, Gabi C S, me hacen mucha gracia esas personas que recuerda con total precisión hasta el curo que les bautizó 🙂 Es lo que dices, a base de escucharlo, de ver fotos, de pensarlo… lo acabas creando. Siempre veo al cerebro como un ayudante benévolo que intenta no hacernos sufrir, ¿qué te empeñas en recordar tu bautizo? , sin problema, aquí tienes un recuerdo precioso a todo color. ¿Qué es verdad, entonces?, ¿cómo distinguir lo inventando, de lo soñado, de lo real? Quizás no sea tan importante, ¿no te parece? Si algo te parece real, pues lo es…
No suelo recortar figuras de las fotos, me parece triste, no es bueno renegar de nuestro pasado, es como renegar de lo que somos….
Eva
Cada presencia lleva de la mano su ausencia, incluidos nosotros mismos, que también seremos los que fuimos. Las fotografías, reales o mentales, son tramposas y aunque intentan atrapar el tiempo, lo único real es la huella que permanece en nosotros de cada momento pasado.
BDEB
Algunas veces no hemos llegado a captar esa imagen con nuestra cámara, pero si lo hacemos en nuestra retina y nuestro corazón. Esas imágenes, invisibles a los demás las guardamos siempre para nosotros, quizás por eso siempre están presentes a pesar de la ausencia.
Un abrazo enorme Beauseant.
José A. García
Algunas personas nunca se van, aunque ya no estén allí. O nunca lo hayan estado.
Saludos,
J.
Mucha
NO EXTRAño Ls ausencias Las disfruto sin parar
beauseant
Cada presencia lleva de la mano su ausencia, qué bonito, EVA, todo a lo que nos aferramos es una trampa, una pequeña mentira. Lo son los recuerdos, las fotografías, incluso las palabras.
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El corazón y la retina son una cámara de fotos, así es, BDEB, una cámara imperfecta, un poco mentirosa, pero aún así es capaz de crear cosas bonitas de la misma forma que puede torturarnos sin piedad. Guardo demasiadas fotografías en ausencia, quizás es mi forma de recordar…
Un abrazo y gracias
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La vida es un continúo cruzarse de caminos, José A. García, muchos no llevan a ninguna parte, los compartes con personas que no están destinadas a estar ahí para siempre, pero en ese breve caminar juntos, lo cambian todo. Otras veces, tienes razón, nunca están pero, aún así, viajan a tu lado… Los seres humanos somos criaturas extrañas, ¿verdad?
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Eso es lo mejor que puede hacerse co las ausencias, MUCHA, disfrutar de ellas, quedarse con el huequito que dejan y ponder algo bonito en su lugar, una maceta, una sonrisa, un tapete de flores, cualquier cosa vale.
Cabrónidas
Será cierto que pocas cosas hay tan visibles como las ausencias.
María
Lo siento, no puedo dejar de mirar la última fotografía , no sé si está ella o no…creo q sí, me parece absolutamente deliciosa…puede q esas dos manitas/flore q sujetan la cara de la luna sean de ella .. Es verdad q algunas personas están y permanecen , estén físicamente o no. Es más, su ausencia se hace tan presente en ciertos escenarios, q lo inundan todo.. y esa imagen tan a lo Titanic , no hace falta foto BEAU, se la ve nítidamente gracias a tus letras ..Recuerdo una foto tuya de teras como esta, en la que ella llevaba un vestido de flores e iba ¿patinando? ¿puede ser? igual q en esta se sujeta el sombrero de paja, mientras señala una isla con la otra mano y que sin verla, se me quedó grabada en la retina del cerebro y no me digas por qué, porque no lo sé…máxime con la memoria de pez q tengo… Si sabe q la tienes tan presente estoy segura q volverá y se materializará de nuevo…Creo q este blog es un completo expediente X ; ) un beso BEAU!
Beauséant
Hay huecos que son imposibles de llenar, Cabrónidas, quizás no sea justo para los que llegaron detrás, pero, por desgracia, esas ausencias siguen pasando factura, no importa los años que hayan pasado.
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Yo la veo en todas las fotografías, MARÍA, pero quizás sean mis ojos, que se han acostumbrado, como esas imágenes en las que nos ven un pájaro, otros a la muerte, y la mayoría no ven nada, pero fingen que lo ven para no quedarse atrás. Las personas, algunas personas, dejan un rastro indeleble que define lo que seremos a partir de ese instante. Rara vez esas personas se quedan para verlo, las personas vamos y venimos, aparecemos y desaparecemos, somos frágiles, pero queda el rastro, la ausencia que dejamos.
Tienes buena memoria, has descrito esa imagen a la perfección, también viaja conmigo. Cargo con las fotos que hice y, sobre todo, las que no hice. No creo que nunca pueda verlas, esta parte de mi vida es anónima, nunca supo de su existencia… Es extraño, ¿verdad?, se diría que todo esto, las fotos, el escribir, el componer canciones, se hacen siempre para impresionar a alguien, para llamar a su puerta… Nunca ha sido mi caso, es algo más íntimo, aunque público… Tienes razón, un auténtico expediente X 🙂
Un abrazo enorme.
Toro Salvaje
Qué bien entiendo lo que dices.
Tengo recuerdos grabados a fuego en mis neuronas.
Antiguos, antiquísimos…
El motivo?
Lo desconozco.
Otros recuerdos posteriores han fallecido de hastío y cansancio… pero ellos no, ellos siguen ahí ganándole la batalla al tiempo y al olvido.
No sé si cuando me quemen ellos saltarán fuera de mí y se irán a cualquier cerebro cercano donde seguir viviendo aunque sea en forma de pesadillas incomprensibles para el nuevo humano que los hospede.
Ángeles
Yo he observado muchas veces que me acuerdo mucho mejor de momentos que sólo están en mi recuerdo, en esa “cámara de fotos mental” de la que hablas en tu texto, mientras que momentos que tengo preservados en fotografías están sólo ahí, en las fotografías. De modo que cuando pienso en ellos, lo que recuerdo no es el momento en sí, sino la propia fotografía.
Me da la impresión de que muchas veces, cuando fotografiamos un momento vivido o escribimos sobre él para conservarlo, en realidad lo estamos olvidando, como si el cerebro, al saber que eso ya está guardado en otro sitio (foto, texto, vídeo), se desentendiera y no se preocupara de retenerlo.
Saludos!
alessandrini maría del rosario
Es mejor no guardar nada, lo vivido permanece en el corazón, o donde debe estar, lo grandioso es poder recordar.
Abrazo
frodorockblog
La paradoja de la ausencia tan fuerte que se hace presencia.
De las fotografías qué decir, son la marca registrada de un gran fotógrafo, con un ojo afilado, y un gran toque.
La última es una foto espectacular
Abrazos
María
jaja No…y eso es lo sorprendente y por lo q te digo q este blog es un expediente X para mi, te juro q tengo memoria de pez , lo olvido todo al instante, pero por alguna razón q no comprendo, algunas imágenes en fotografía o letras aquí , se me quedan grabadas será q eres mi ausencia presente inconsciente y por eso te me haces tan presente ; )
Manuela Fernández
Me da tristeza tu entrada, las ausencias duelen tanto…
SAludos.
Milena E
Es verdad, a veces se queda más fijada en nuestro cerebro una fotografía que no hemos hecho, o que no salió… Y los recuerdos de las ausencias suelen estar así, en la cabeza, junto con su voz… por lo menos así lo siento. Estas evocaciones alargan la vida de lo vivido
Tus fotografías son preciosas, especialmente la última me tiene absolutamente embobada mirándola y remirándola…
Beauséant
Me ha producido cierta inquietud eso que has comentado, TORO SALVAJE, me he imaginado a los recuerdos buscando desesperados un huésped en el que alojarse para seguir vivos, como en la película de Alien. Nuestros recuerdos serían entonces parásitos, algo que, si lo pensamos con cuidado, puede ser cierto: han sobrevivido los más fuertes, y son los que recordamos.
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El cerebro tiene una capacidad limitada, ÁNGELES, así que tendría todo el sentido lo que comentas. Una vez que ha logrado “delegar” la obligación de recordar algo, simplemente se olvida del tema porque ya ha quedado grabado en otro soporte. Es extraño como funcionamos , ¿verdad?
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Es cierto, alessandrini maría del rosario, pero hay algo en mi que se aferra con uñas y dientes a esos pequeños rastros de recuerdo. Una parte de mi que se construye a partir de los recuerdos y que nunca se fía del todo del corazón, es órgano tan inestable.
Un abrazo.
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Muchas gracias, frodorockblog, por hacer más grandes las fotografías, casi me parece ver que se han hinchado un poco, como los pavos reales, al leerte. Los huecos que dejamos a veces llenan más, ocupan más espacio, que el propio recuerdo. Así es.
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Nuestros cerebros deben funcionar un poco como mis gatos, que son caprichosos y un poco ariscos. Un día pueden entusiasmarse con una caja y, al día siguiente, no hacerla ni caso. De la misma forma, pueden apegarse a algo y no olvidarlo nunca… En el fondo no decidimos lo que recordamos o lo que olvidamos, hay una especie de bibliotecario que se encarga de ir haciendo limpieza de vez en cuando… En cualquier caso, agaradezco de corazón que el tuyo haya decidido salvarme del naufragio, nada más bonito que vivir en los recuerdos de otras personas.
Un abrazo.
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Las ausencias siempre van de la mano de las tristeza, Manuela Fernández, vivir, en gran medida, es ir acumulando ausencias. Claro, me dirás, pero también llegan cosas nuevas, y es cierto, pero las ausencias, ciertas ausencias, dejan un hueco que no puede ignorarse ni llenarse con nada.
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Alargan la vida de lo vivido, buena apreciación, Milena E, aunque creo que también las distorsionan un poco, ¿no te parece?, cada vez que volvemos a un recuerdo, recordamos algo un poco diferente.
Muchas gracias ….
evavill
Preciosas fotografías. No necesitan ni texto, transmiten perfectamente esas ausencias.
Me encantaron.
Más saludos
Beauséant
Muchas gracias, evavill, me alegra que te hayan transmitido sin la necesiad de palabras. A veces creo que los textos son un poco las muletas que apoyan las fotografías, me alegra que caminen sin ayuda.
Lua
Qué belleza, Beau… Cada fotografía es como una poesía, unos versos dedicados a ella. Juraría que la veo y entiendo por qué se ha quedado tan enraizada en tus recuerdos. La evocas como un espíritu bello y etéreo, que pasa descalza y de puntillas por esta, tu casita de letras preciosas.
La primera fotografía me ha recordado a una ausencia mía, que solía sentarse siempre en un sillón azul.
Beauséant
Todos, Lua, tenemos ausencias, o bien nos convertimos en una. Algunas ausencias se convierten en olvido, otras se quedan a vivir contigo, hay rincones de la casa, libros de la estantería, un cuadro que no te gusta y que no te atreves a tocar por miedo a desvanecer ese pequeño embrujo que hace viva a la ausencia.
Gracias por tus palabras. Un abrazo