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El skoda de Teseo

El tipo estaba tronado, lo supe desde la primera palabra que intercambiamos. La mirada del asedio grabado en unos bonitos ojos plomizos, la mirada de los días pasados bajo fuego enemigo, de las balas trazadoras con tu nombre escrito en su cola de cometa. El tío estaba tan loco como puede estar alguien que había estado cuerdo.

No quise juzgarlo. Todos habíamos perdido un poco la cabeza.

Nos vimos al pie del último puente de la ciudad que aún no era un montón de escombros. Sobre nosotros aullaban las sirenas antiaéreas, incapaces ya de defender nada. A ratos un silbido atroz cortaba la noche y, después, una llamarada devoraba los pocos edificios que aún resistían en aquella ciudad-cementerio.

No quiso aceptar dinero, el dinero ya no valía ni para tapar los agujeros en los zapatos. Dos botellas doradas de whisky extranjero y una caja de tabaco bastaron para sellar nuestro trato bajo las estrellas.

El mundo llegaba a su fin y el tipo quería recibirlo borracho y encadenando cigarrillos mientras la ciudad ardía a sus pies. Nada que objetar. Yo mismo habría querido acompañarlo, pero debía gastar mis últimas fuerzas en escapar de allí.

Me llevó hasta su posesión más preciada. Un oxidado skoda remendado con parches de otros muchos skodas que tuvieron peor suerte. Una versión moderna del barco de Teseo: el skoda de Teseo.

Abrió el maletero y me mostró su interior: un ataúd pequeño, oscuro, que olía a tierra y a gasolina. La negrura del útero materno, el miedo a un mundo hostil que aguarda al otro lado. Durante el viaje caí preso del delirio: envuelto en los vapores del diésel, una pesadilla recurrente volvió a visitarme: oscuros uniformes me atrapan y recorren a golpes la geografía de mi cuerpo. Los nombres brotan del profundo agujero de mi boca desdentada, nombres, lugares y fechas. Confieso y lloro, no puedo parar de llorar.

Atrapado en mi ataúd busqué el olvido. Cerré los ojos y ordené a mi agotado cerebro que lo olvide todo, que no dejará nada para mis captores. Pero es inútil, el olvido es inútil, sólo queda el recuerdo.

Debí desmayarme. La fea cabezota del tipo apareció cuando abrió la portezuela del maletero y yo aspiré bocanadas de aire fresco. Miré alrededor. No reconocía el lugar. Él sonrió: has escapado, dijo, señalando un camino entre la niebla mientras abrazaba con lujuria su botella. Tenía prisa por quedarse a solas con ella.

Quizás era una trampa, quizás seguíamos dando vueltas dentro de la misma ciudad. No hay forma de saberlo, no hay puntos de referencia a los que asirme. El tipo volvió a sonreír y señaló el camino.

Decidí confiar. Abrí la mochila y le entregué la otra botella del extraño licor que robé del hotel antes de mi huida. Su sonrisa crece, ya somos amigos.

El skoda desaparece en un una nube de gases tóxicos. Avanzo con mis dudas hacia el camino . En lo alto espera un perro enorme que me reta con desgana.

La locura que vivía en mi acude en mi ayuda. Revela, terrible guardián del camino, la senda que me aguarda en esta noche de funestos presagios, grite hacia el cancerbreo que guardaba el camino. Grite eso, o alguna otra tontería sacada de los griegos. Nadie como los griegos para narrar una tragedia.

El guardián volvió su extraña efigie y me reto con unos ojos que brillaban sabios como alfileres. En esa mirada lo vi todo, porque esa mirada contenía el mundo entero. Allí estaba la madre que voltea cadáveres en el campo de batalla buscando a su hijo, la muchacha violada que teme volver a casa, los cánticos de los vencidos ante el pelotón de fusilamiento. Todo estaba en esos ojos, igual que la locura estaba en mi.

El viento empujó la ropa a mis espaldas como una mano amiga que te anima a seguir, y la niebla, rota en jirones, iluminó el camino ante mi. El guardián me encontró digno, había pasado la prueba . Me dejó pasar y trotó delante de mí con extraña alegría.

De vez cuando cuando se volvía y me desafiaba a seguirle.

Entonces supe que todo saldría bien.


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26 Comments

  • BDEB

    Una historia que bien podría ser realidad y una realidad que podría ser una pesadilla, y es que eso son algunas historias.
    Siempre hay que seguir a ese guardián, el sabe que camino es el correcto para continuar.
    Un abrazo Beauseant.

  • Beauséant

    Eso me dijo el guardián, Karen M. Paramio, muchas, muchas gracias 🙂

    Seguro que es una historia real, BDEB, por desgracia, sobran escenarios donde situarla, ¿verdad? demasiada sangre en el mundo, no hay forma de limpiarla… Yo seguiría al guardián, su rostro cansado me transmite paz

    Es más, creo que hasta lo votaría para presidente de la ONU, de Europa o de la comunidad de vecinos, Cabrónidas, total, a peor no vamos a ir, ¿verdad?

  • tonYerik

    No es muy de extrañar el relato con los vientos que soplan últimamente, ahora le llaman “Maga” pero ha tenido otros nombres a lo largo de la historia reciente.

    Mi suegro tenía una perra, como ese de la foto, muy, muy grande. La primera vez como buena guardiana se me planto delante y aunque ha pasado mucho tiempo no se me olvida la mirada que me dedicó. No sabia hablar pero no hacia falta, lo dijo todo con ella.
    Poco tiempo después cada vez que me veía llegar se tumbaba como una mole enorme de carne peluda en el suelo patas arriba para que la acariciara la tripa.

  • Joiel

    La bruma y el frío, la angustiosa sensación de soledad y una pincelada de lucidez envolviendo un imposible que se convirtió en, más o menos, improbable. Y las fotografías, que son buena cosa como ya es tradición.

  • Eva

    Si el perruno guardián te dio el visto bueno y te animó a seguirlo, aunque camines envuelto en brumas y sin certeza alguna, confía y síguelo sin miedo, el camino será el correcto.

  • María

    Comprendo que la tristísima imagen del ( creo) mastín, sentado frente a esa nada oscura y brumosa -que no sé si le has fabricado o de verdad existía- te sugiriera esta historia tan angustiosa, como estupenda y delirantemente apocalíptica .. Ya sabes que mi mente se me va y me fui con la marca que has elegido ¿por qué Skoda? Porque fue un modelo venido del este y la debacle sufrida en la órbita de la extinta unión soviética, se asocia a escenarios bélicos, desolados y brumosos… ( al menos yo, lo asocio a eso ; ) por pura casualidad ¿sabías que la fábrica empezó fabricando bicis? ( siempre te imagino en bici yendo a tu trabajo ; ) .. y además sumas Skoda a Teseo, ¿por qué un borrachín que cruza a fugitivos ( o eso me ha parecido que era tu prota, alguien q huye de la desolación ) es un Teseo? Como ves, me has dejado llena de incógnitas… Creo que la locura anida en todos, en unos se manifiesta con síntomas claros y en otros aparece camuflada, pero estar, está ahí.. y después de medio asfixiarnos al salir de ese tétrico maletero, qué horror! Resulta que tu “Teseo en Scoda” vuelve a ser un adorable mastín que te invita a seguirle … cuantísimo sufrimiento tuviste que ver en sus ojos: ) Es verdad, los mastines tienen una mirada tristísima, la he visto muchas veces, un beso BEAU y gracias por volver tb tú : )

  • Beauséant

    Muchas gracias, अनत्ता 光 心, me temo que un post acorde a los tiempos, ¿verdad?

    Así es, tonYerik, tiene muchos nombres, pero el mismo fin.. La mirada de los mastines te lee el alma. Es una mirada triste, de quien ya no espera nada, pero si te ganas su confianza son fieles hasta la muerte.

    Muchas gracias, Joiel, me gusta ese resumen que has hecho.. siempre hay un poco de lucidez entre la niebla, o al menos eso quiero creer.

    Eso mismo pienso yo, Eva, a falta de señales, un perro es la mejor compañía y el mejor guía. Era el único que, ahí arriba, no parecía estar fuera de lugar. Se limitaba a mirarnos como diciendo, pobrecillos, sólo saben usar los ojos para orientarse.

    Mientras no sea nuestro juez, José A. García, vamos bien, porque con lo que le hacemos a la tierra, si nos juzgan los animales, no tendriamos escapatoria.

    Mil gracias, Citu, un abrazo.

    Al menos, Milena, para quiénes la sufren, el fin del mundo conocido.

    La imagen, María, cien por cien real, fue una sorpresa porque abajo, en el valle, el día era espléndido, pero en lo alto era imposible ver nada. Imagina, llegas allí y te encuentras ese enorme perrazo, con esos ojos tan sabios y tristes.. a partir de ahí mi mente, para variar, empezó a divagar imaginando que era el guardián del camino.

    La historia quizás haya quedado un poco confusa en algunas puntos, pero has acertado la mayoría. Skoda, sí, por su resonancia a antiguas repúblicas soviéticas, y en honor a un taxista griego que conducía uno con algo más de alcohol de lo recomendado. Empezaron haciendo bicis, es cierto, creo que alguna motocicleta y luego unos coches que eran puro remiendo. Me encantaría ir al trabajo en una bici skoda… aunque siempre quise una peugeot, no sé el motivo.

    El taxista saca a gente de una ciudad asediada, algunos huyen por proteger sus vidas y otros porque tienen una información valiosa que debe protegerse.. El taxi en el que huye está tan roto y descompuesto que es un remiendo de otras muchas piezas… Teseo era un griego que tenía un barco, al cuál se le cambiaron tantas piezas que ya no estaba claro si el barco resultante se podía llamar el barco de teseo porque no quedaba nada del original (es uno de esos acertijos filosóficos), por eso el taxi, era el taxi de Teseo… Sí, aquí lo complique demasiado, pero me hacia ilusión.

    Por suerte, al final del camino, aguardaba un mastín, debería haber sido un búho, pero los dioses son caprichosos con sus emisarios.

    Echaba de menos tus preguntas inquisitivas.. Gracias

    Un abrazo

  • Maria

    ¿De qué vale el dinero en las guerras sabiendo que puedes morir? los bienes materiales no sirven para nada. En cambio, la compañía de un perro no tiene precio.

    Me encantan las fotografías en blanco y negro con niebla, dan yuyu, y dan mucho juego.

    Que tengas una feliz semana, Beauséant.

    Un abrazo.

  • Joselu

    Estoy leyendo a László Krasznahorkai, último premio Nobel húngaro. El libro es Melancolía de la resistencia. El mundo narrativo, apocalíptico y sombrío de su relato conecta en alguna manera con el tono y la atmósfera del tuyo. Ese Skoda, esa situación de guerra, esa huida, ese perro, son elementos que concurren para crear un mundo muy peculiar, turbio y complejo, difícil de seguir porque la clave está en tu imaginación y solo nos has dejado algunos trazos de la historia que se va aclarando en tus respuestas a los comentarios. Saludos.

  • carlos

    Pesadillesco relato de lo que vendrá… o de lo que tenemos ya demasiados indicios que va siendo esta inevitable realidad que no excluye esa atmósfera o sensación de que por algo ocurre y que no será para mal…
    Alta literatura, amigo. Abrazo sin sombrero una vez más.

  • Beauséant

    Así es, María, las situaciones límite ayudan a reconfigurar nuestra escala de valores en un chasquido de dedos. De repente, todas esas cosas que te parecían de suma importancia se convierten en nada ante la necesidad de sobrevivir. Si además, lo que se derrumba es todo un sistema, entonces el dinero no vale ni el papel en el que lo han imprimido.

    El blanco y negro creo que es perfecto para algunas fotografías, ¿verdad?

    Muchas gracias, Mannelig, me alegra mucho leerte.

    Demasiados infiernos en la tierra, Toro Salvaje, demasiada gente queriendo construirlos…

    No conozco el autor, Joselu, pero parece de esos que pondría en mi lista, lo añado, gracias por la recomendación. Cierto, se agolparon muchas cosas en la escritura y me resulto complicado plasmarlas. Algunas entradas salen “del tirón”, y otras son el resultado de muchas anotaciones que luego voy uniendo, como es el caso.

    Hay historias, carlos, que parecen lejanas, imposible que ocurran en nuestro pequeño mundo y, sin embargo, pueden suceder con más facilidad de la que nos creemos. Mil gracias por elevar el texto a esas alturas
    Un abrazo

    Muchas gracias, Miquel Cartisano, reconozco que no es el texto más fácil de los que he escrito 🙂

  • POETAS EN LA NOCHE

    Impresionante relato, lleno de fuerza y sensibilidad.
    Entre la oscuridad y la locura se abre un camino de esperanza, como si incluso en medio del caos aún quedara un respiro de humanidad.
    Me ha encantado.
    Un abrazo. 🌷

  • evavill

    Qué buen relato!! Sí que parece una tragedia griega pero con un final esperanzador.
    Siempre te digo lo mismo y te lo voy a decir otra vez: me fascinan tus fotos.

  • laacantha

    De verdad, el texto es muy bueno, ni siquiera lo llamaría un relato…¿ un presagio? ¿un delirio?¿un desahogo? ¿un “no sé a donde ir y que hacer “?…Menos mal que se tropezó con el guía. Tanto necesitamos todos a un guía en que se puede fiar.
    Un abrazo.

  • Beauséant

    Muchas gracias, POETAS EN LA NOCHE, hay que intentar buscar un guía, una brújula en la tormenta, algo que nos marque un rumbo, aunque sea equivocado, las personas no manejamos bien las incertidumbres de nuestras vidas.

    En el fondo, evavill, los griegos escribieron todo lo que se podía escribir, ¿verdad? El resto seguimos, con más o menos acierto, las pautas que nos marcaron.. Gracias, me gusta hacer fotos y me gusta que te gusten.

    Esa es otra posible vertiente, laacantha, gracias por traerla 🙂 la de alguien que se ha perdido, que no encuentra salidas y convierte su vida en un delirio. Por suerte aparece el guía, el guardián del camino para enseñarte la dirección correcta.

  • El Onironauta

    Pese a la tristeza del Skoda parcheado, hubo un final. O eso creo. Entre el humo y la desesperación lograron cruzar al otro lado. Pero me temo que Caronte ya solo come bayas y fuma silencio, y que Cerbero, más que guardián, arrastra su cadena hacia un infierno sin promesa de paraíso.
    Magnos sueños.

  • Beauséant

    Un buen, y triste resumen de estos tiempo, El Onironauta, donde hay finales que no cierran nada, donde los mitos parecen cansados y nadie parece tener respuestas a nuestras preguntas y buscamos refugios en inteligencias artificiales que son un rebuzno en la niebla…

    Magnos sueños, sí, en los sueños aún tenemos un refugio.. y en la literatura.

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