la escena del crimen
Un dos tres cuatro ochenta y siete. Pulsaciones por minuto. Los aeropuertos me ponen tensa. Los pasajeros con destino Berlín embarquen por la puerta 21. Berlín o la promesa de lo que nunca será. Ha soplado una brisa de aire…
Un dos tres cuatro ochenta y siete. Pulsaciones por minuto. Los aeropuertos me ponen tensa. Los pasajeros con destino Berlín embarquen por la puerta 21. Berlín o la promesa de lo que nunca será. Ha soplado una brisa de aire…