leer,  mirar

una ciudad sin río

Me gustan las ciudades que viven asomadas a sus ríos.

Esas criaturas silenciosas y apacibles moldean la geografía de las ciudades casi sin darse cuenta. Su lento discurrir de mercurio con su forma de serpiente decide la distribución de los edificios y los comercios que se agrupan alrededor de su lento discurrir. Incluso las mentes de quienes viven junto a ellos parecen transformarse cuando se sincronizan con el palpitar de los ríos.

Los ríos son, además, una salida al mar. No importa cuán lejos esté el océano, los ríos siempre me parecen una huida hacia la libertad prometida por el mar.

Hace años vine a vivir a Madrid, y me aseguraron que Madrid también tenía un río. Caminé durante mucho tiempo antes de encontrarlo porque lo habían escondido como si estuviesen un poco avergonzados de su presencia.

Madrid, comprendí entonces, vive de espaldas a su río. Es como si no supiera qué hacer con ese reguerillo indefenso que parece incapaz de llegar al mar sin ayuda.

He vuelvo muchas veces a Madrid, siempre con esa mezcla de culpa y curiosidad que siente el ladrón al regresar al lugar del crimen. El río sigue ahí, os lo prometo. Han intentando hacerlo importante, convertirlo en parte de la vida de la ciudad, pero siempre parece a punto de ser devorado por los edificios que lo miran desde las cíclopeas alturas con desdén.

No dejéis que os engañen: Madrid es una ciudad sin río, no hay escapatoria posible.


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12 Comments

  • अनत्ता 光 心

    Fluir, siempre fluir. “Be water, my friend”.
    Pobrecita esa preciosa iglesia enclaustrada entre tanta modernidad de chillones colores. Da un poco de pena, no solo ese Manzanares.
    ¿De dónde son estas fotos? Preciosa la última.

  • Etienne

    A veces esas fuerzas naturales nos dan miedo, nos atropellan con ímpetu y por eso a veces pretendemos ignorarlas, esconderlas bajo una tubería o quedan a la vera del desarrollo. Pero siempre depende de aquellos que deciden arbitrariamente, humanos falibles y temerosos.
    Acá pasó mucho tiempo “sufriendo” las indecisiones del río, que a veces baja y otras sube llevandose todo a su paso y ahora se están haciendo calles y veredas para que la gente pueda disfrutar de él. Tarda, a veces demasiado, pero eventualmente llega el momento de ser protagonista.

  • Eva

    Nos equivocamos viviendo de espaldas a la naturaleza y creyendo que no vamos a pagar un alto precio por ello. Dejamos de estar conectados a nuestro entorno, que nos protege y nos da su energía. Soy consciente de ello cuando estoy en lugares (frecuentemente en ámbito rural) en los que la vida fluye con el paisaje natural y me siento mejor, porque hay un todo equilibrado que nos abraza. Lo siento por Madrid. Un abrazo

  • gabiliante

    Las ciudades no deberían tener ríos. No son para ellas. sí cuando eran una ayuda natural y las ciudades se ponían a su lado, pero ahora son un estorbo, y además no lo merecen. Por eso lo escondian. Ahora quieren ser guays y pronatura. Hay infinidad de rios pasamdo por debajo de las ciudades, y los tapan, solo dejan visible el rio mayor. El que quiera río que se vaya al campo o a algun pueblo.
    De todas maneras, muchos ríos tampoco son ríos. Si no corre no es un rio; es más un mar. Y los mares tampoco pegan con las ciudades; solo en invierno en invierno sí.
    ¡que hidrofobo estoy hoy, no?

  • Beauséant

    La pobre iglesia, estaba fuera de lugar, अनत्ता 光 心, lo cual es extraño, porque lo que debería estar fuera de lugar es el resto de cosas, ¿verdad? Sobre el lugar, mis apuntes son un poco confusos, la primera, casi seguro es Dublín, la segunda creo que Galway.. esos ríos, tan grandes y tranquilos son mi lugar favorito para hacer fotos con calma o para tomarme un bocadillo, mucho mejor que cualquier restaurante de la zona.


    Los ríos, Etienne, siempre acaban por recuperar su protagonismo, por mucho que los enterremos, por mucho que los queramos domesticar, en algún momento recuperan su antigua fuerza y se lo llevan por delante. Aquí, cada año, siempre hay noticias de casas inundadas y, claro, luego descubres que son zonas que se llaman, arroyode, majada, garganta de… y te das cuenta de que no aprendemos nada.


    No lo sientas por Madrid, Eva, es justamente la ciudad que han (hemos) querido, con nuestros votos, silencios o participación. Sigue teniendo rincones bonitos, sigue siendo una ciudad en la que construir algo, pero cada vez parece más inabarcable.


    Has dicho una gran verdad, gabiliante, las ciudades que han conservado sus ríos lo han hecho porque les resultó útil y, sin darse cuenta, lo dejaron tranquilo cuando dejaron de serlo. Hay cientos de garajes de edificios con sistemas de bombeo para sacar el agua que pasa por debajo, los vemos como una molestia.

    Has tenido suerte, la hidrofobia no es motivo de cancelación en las redes sociales… de momento 😉

  • tonYerik

    Podría decir que es cierto, hace siglos que no me topo con el cuando vuelvo. Aunque eso no me extraña mucho, la capital de mi tierra es la unica capital que no tiene rio.

  • El asceta

    Hoy en día no hay escapatoria ni aunque haya mar, río u océano. Convengo, sin embargo, en que una salida al mar, a pesar de ser una barrera natural, promete al menos la libertad visual.

    No se puede construir nada, la presencia humana se queda disuelta en el agua. No podemos ver la contaminación aunque sepamos que está. En cambio, asomarse a la ventana es sentir el arribismo de nuestra raza.

    El ruido, los humos, los ecupitajos, las deyecciones de los animales de compañía, el hedor, la iluminación constante, el gentío que se lo pasa bien de cualquier manera y en cualquier lugar sin importar lo que les echen…

    El mar… Lleno de nuestra mierda no nos exime de nuestra presencia pero al menos no nos la muestra directamente. Espero que nunca llegue el día en que el coste de construcción sea el mismo en la tierra que en el agua.

  • Beauséant

    Por ahí sigue, tonYerik, lo siguen llamando río porque, claro, de alguna forma hay que llamarlo. Quevedo lo tuvo claro, para él era un aprendiz de río o un río navegable a caballo 😉


    Interesante reflexión, El asceta, el mar me sigue pareciendo una estela de libertad, aunque, si lo pensamos un poco, no deja de ser un vertedero, lo acabaremos destruyendo, da igual que construyamos algo encima o no.

    Parece que siempre estamos empujando el planeta hasta el límite, ¿verdad?

  • Maria

    Vaya preciosas esas dos fotografías, son espectaculares, Beáseant. A mí también me encantan las ciudades con río. Como una especie de salida, o escapatoria. Un lugar privilegiado poder pasear cerca del río. Me encanta.

    En cuanto a Madrid, yo también he vivido en Madrid, y no hace falta que te diga que es un agobio jajajaja. Para ir a trabajar metro para arriba, metro para abajo jajaja, qué estrés por dios qué horrible. Y he vuelto a Madrid pero a visitar museos, exposiciones etc, y eso sí que me encanta. No para trabajar. Solo para disfrutar. Aunque es mucho agobio con tanta gente y tantas calles, he de reconocer que es una ciudad preciosa.Con su río Manzanares.

    Qué entradas más bonitas haces.

    Un abrazo.

  • Toro Salvaje

    Dicen que todas las ciudades importantes tienen río.
    Barcelona no tiene y me gustaría que tuviera.
    Tiene mar pero no tiene río…
    Tiene ríos de frontera.
    Por el norte y por el sur… pero son ríos tristes, cansados…
    Los ríos han sido domesticados y ya no son lo mismo.
    Recuerdo el río Besós cuando era pequeño, camino del colegio, a punto de llevarse el colegio entero y yo rezando interiormente para que lo hiciera.
    Ahora los ríos de aquí parecen como los que yo hacía en el Belén de casa con papel de plata… una ridiculez.

  • Diego

    Bueno, como yo vivo parte del año en Madrid, tengo que reivindicar ciertos valores de nuestro riachuellilo 🙂 Desde hace años han creado unas islas artificiales en su cauce (muy criticadas en su día) que ahora están cubiertas de vegetación palustre. Es un pequeño “apañejo”, pero disimulan un poco la artificialidad del entorno. Y yo he visto allí un ¡martín pescador! (lo aseguro) y hay quien dice que han visto nutrias (yo creo que estas son más bien un producto de la IA :D) Eso sí, para asomarme a su orilla tengo que coger dos líneas de metro y una de autobuses 🙂

  • Beauséant

    Muchas gracias, Maria, tus palabras sí que son bonitas 🙂 Madrid es una ciudad que tiene épocas y lugares que te ayudan a hacer las paces con ella. Para vivir puede ser horrible, estoy de acuerdo, demasiado grande, demasiada gente, demasiado de todo… El problema de esas ciudades tan grandes es que son como agujeros negros que devoran todo lo que tienen alrededor, acumula todos los trabajos, todas las empresas, todo la recaudación.

    Sí, mejor dejarla para los paseos y los museos 🙂


    El mar me vale también, Toro Salvaje, aunque también lo vamos domesticando, ¿verdad? Cuando encuentro un río encerrado en un canal de hormigón me pongo a caminar hacia su origen, ahí es donde se encuentra el verdadero río.

    Me ha gustado la imagen tuya rezando para que haga desaparecer el colegio, yo soñaba con escapes de gas durante el fin de semana y encontrarme un socavón el lunes en su lugar 🙂


    Lo de la nutria me parece imposible, Diego, a no ser que estuviese de turismo por la zona 🙂 Es verdad que ahora tiene mejor aspecto, al menos a mi me lo parece. Como todo lo que se hace en Madrid tuvo mucha oposición, los de las canoas que ya no podían practicar, que si sería una fuente de mosquitos.. pasa lo mismo con las zonas sin coches o cuando ya no se podía fumar en cualquier lado. Todo tiene mucha oposición y parece el fin del mundo y luego todo sigue su curso, ¿verdad? Todo es muy exagerado en Madrid.

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