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Tradiciones

¿En que momento algo que nació como una costumbre adquiere proporciones de tradición?

Si sólo le importa a un par de personas, ¿Sigue siendo una tradición?

Hace muchos años mi vida se cruzó con el rumbo de una preciosidad que tenía una extraña costumbre: al menos una vez al mes cambiaba algo que llevase haciendo durante mucho tiempo.

Cualquier cosa que hubiese incorporado a la rutina del día a día era la posible víctima. Podían ser cosas sencillas, como el tipo de café que tomaba al despertar o el camino que seguía para ir al trabajo, pero otras veces se entretenía en provocar pequeños terremotos en su vida que trastocaban por completo el orden de cuantos la rodeábamos.

De un día para otro decidía vivir en la otra esquina de la ciudad, su teléfono dejaba de dar señales o en su trabajo no sabían nada de ella… Me tocaba entonces recorrerme el hilo de Adriana de su vida para volver a encontrarnos en algún punto de ese camino que aún siguiese en pie. Un largo y extraño recorrido al final del cual siempre estaba ella esperándome para celebrar el reencuentro con acrobáticos maratones de sexo desenfrenado.

Ella, resulta obvio, estaba como una cabra, pero era preciosa y yo estaba enamorado como un becerro y cualquier cosa que hiciese me parecía el camino al mandala; una ruta llena de complicaciones cuya meta sería la pureza del alma, el amor verdadero o cualquier otra estupidez que sólo cobra algo de sentido cuando mezclas a partes iguales el amor y la ceguera.

O al menos así fue durante los seis meses que ella tardo en incorporarme a esa odiosa rutina suya de la que deshacerse a toda costa.

Aquello debería haber provocado algún cambio en mi vida, sin embargo no aprendí nada de todo ese tiempo que pasamos juntos. Soy bueno en no aprender lecciones por mucho que estas se empeñen en golpearme en la cabeza.

Me gusta aferrarme a las cosas, sentir que a base de repetir giros y pasos toda esta danza cósmica tendrá algo de sentido. Soy de esas personas que cuando encuentran una puerta cerrada intenta abrirla una docena de veces hasta que se dice, pues sí, estaba cerrada. Probaré una vez más antes de desistir.

Por eso, otro año más, hemos reunido todo este camino en un fichero en formato PDF.

Quizás no sea importante, quizás se pierda entre el ruido de un millón de sitios parecidos que nacen y mueren cada mes.

La pregunta es, ¿acaso importa?

Y si les gustan las tradiciones tanto como a nosotros, en la trastienda hemos dejado todo el rastro de estos últimos años. Sé que ella, de alguna forma, estaría orgullosa.

10 Comments

  • virgi

    Cada vez que te leo, me pareces mejor, pero lo de hoy es soberbio.
    Será porque esa chica me toca algo en el no a la rutina.
    Seguro volveré a leerte.
    Aquí y en el pdf, del que recuerdo varios.

    Besos, eh?

  • GGM

    Había un relato de jordim (proyecciones blog) que hablaba sobre una muchacha que hacía lo mismo que tu preciosidad, creo haberlo leído hace un montón de tiempo ya. De hecho el otro día me puse a buscarlo por su blog, pero me di cuenta de que estaba eludiendo mis estudios, así que lo dejé estar. Y no, todavía no lo he encontrado.

    De todas formas, gracias por esos pdf en la trastienda. Y gracias por escribir. Hay tradiciones que valen la pena. Pocas, pero las hay.

  • Beauseant

    Supongo, virgi que todos somos un poco así, o quizás nos gustaría serlo, pero hace falta mucha fuerza de voluntad para dar ese paso.

    Sospecho, GGM que nunca somos tan originales como nos gustaría ser. Cada vez que veo o tengo un comportamiento o una idea que creo única, me doy cuenta que ya ha sido vivida contada o fotografiada por alguien mucho antes que yo. Avanzamos a pasitos pequeños por caminos ya recorridos… Intentaré buscar el relato, has despertado mi curiosidad, gracias 😉

    Quizás en alguna de nuestras otras vidas, NaDu, internet parece tan grande y es tan pequeñito…

  • Vanessa

    A lo mejor ella también tenía trastienda donde iba acumulando todo lo que iba cambiando de su rutina diaria.
    Pero tú no te mereces estar en una trastienda.
    Besoss

  • Ntl

    Que sería de nosotros sin el gusto por aferrarnos a las cosas o las personas? creo que eso define claramente quienes somos y las cosas que nos han sucedido y aún seguimos x aquí! Saludos. Me encantó esta entrada!

  • Wanda

    Lo de romper con la rutina siempre motiva para encontrarnos con algo nuevo, algo que nos haga volver a despertar, pero lo de esta chica más que romper con la rutina es como una huida hacia adelante y donde lo que te persigue siempre terminará encontrándote. Supongo que no será esta la última vez que la veas.

  • Beauséant

    A mi, Vanessa es forma de actuar me parece que tenía más que ver con las huidas hacia delante que con un plan organizado. Wanda lo ha explicado perfectamente, y yo también creo que algún acabará en el punto exacto de partida.. Aunque es bonito saber que alguien te quiere en el escaparate y no en la trastienda 😉

    Eso pienso yo Ntl, aunque, como siempre, hay que buscar el punto intermedio. Tengo alguna historia guardada sobre eso 🙂

    Un abrazo, Red. Cuánto tiempo…

  • MO

    A mí me ocurre justamente lo contrario; me paso la vida intentando tener una tradición y no consigo que llegue ni a costumbre.

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