leer,  mirar

las nubes viajeras

Las nubes viajeras han seguido su camino. Cada una de ellas es un plan, un rumbo firme a un destino que sólo ellas conocen.

Los soñadores las ven partir y ven en ellas futuros viajes, nuevas amistades y un puñado de proyectos casi, casi, al alcance de las manos. Los pesimistas mueven las cabezas, los pesimistas siempre mueven sus cabezas consternados, y recuerdan los nombres de los barcos hundidos, los nombres de las mujeres que amaron, y piensan que ya nada tiene remedio. Eso es algo que piensan mucho los pesimistas, que ya nada tiene remedio.

A sus pies, el mar. El mar no toma partido. La marea viene, la marea se va. Las olas lamen las botas de los pescadores, lavan las lágrimas que los adolescentes han dejado en la orilla, o engullen con furia los restos del último naufragio.

Para los soñadores, cada ola es un recordatorio de lo que está por venir; para los pesimistas, un eco interminable de lo que ya no se puede recuperar.

Y arriba, las nubes siguen su camino, indiferentes a ese suspiro que son las vidas humanas.


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26 Comments

  • BDEB

    ¿Sabes? Creo que la vida nos va poniendo muchas trabas para convertirnos en pesimistas, pero quizá con un poquito de nuestra parte y soñar, soñar despiertos nos podamos deshacer de ese pesimismo y volver a ser soñadores, porque en alguna ocasión lo fuimos ¿verdad?
    Preciosas imágenes y por supuesto muy bien acompañadas de esas letras.
    Un fuerte abrazo Beauseant.

  • Gabi C S

    Que ilusos somos los humanos pensando que aslgo de lo que la naturaleza nos dio nos quita lo hace pensando en nosotros.
    ¿Se puede sermas egocéntrico?
    Abrazoo

  • kasioles

    Y los blogueros que en algo también nos parecemos a las nubes o a las olas que vienen y se van, en sus silencios o ratos de reflexión, se dan cuenta que la vida sigue, estén o no estén, se marchen para no volver o aparezcan de nuevo sin dar explicación.
    Pensando de una forma retrospectiva, no tanto pesimista, yo diría que en un tiempo no tan lejano, los lazos invisibles que creaba este mundillo mágico, formaban un entramado mucho más apretado, las letras aladas unían y se las echaba de menos cuando faltaban, hoy…¡lástima que se las olvide con tanta facilidad!
    Preciosas son las imágenes que has compartido.
    Ha sido un placer volver a leerte.
    Cariños.
    Kasioles

  • Maia

    A veces nos alcanza el pesimismo, quizás ese es el juego de la vida, tratar de alejarse y ella de atraparte.
    Anoche veía con toda la buena actitud un vídeo que parecía de broma, unos chicos divirtiéndose en el mar, una ola llegó y atrapó a uno de ellos hundiéndolo en un remolino, logró salir y llegó otra ola y lo hundió en otro, fue demasiado, podemos tratar de estar en sintonía con la naturaleza o jugar con ella, pero ella hará lo suyo.
    Las fotografías de nubes tiene su juego, encuentras cosas en ellas.

  • alessandrinimaria

    La vida pasa, el hombre va desandando caminos, regresa siempre en su interior al lugar donde fue feliz, lo demás quizás es un tiempo de remembranzas.
    Abrazo

  • Eva

    Nos acompañan, hacen nuestros paseos más hermosos, nos invitan a seguirlas, siempre cambiantes, y aunque a veces parece que se nos caen encima, ensanchan el alma del que las observa, pesimista o soñador. Tal vez sean indiferentes al mundo, pero un mundo sin cielo ni nubes ¡qué triste sería, Beausant!

  • Toro Salvaje

    Hubo un tiempo en que veía todo tipo de cosas en las nubes: caras, perros, gatos, flores, barras de pan…. y aún así no me encerraron…
    Ahora ya no me fijo tanto.
    Me he vuelto de un soso preocupante.

  • Joselu

    Las imágenes capturan perfectamente la esencia poética del texto, especialmente con esa nube solitaria enmarcada contra el cielo azul, como una metáfora visual de los pensamientos expresados.

    En la primera imagen, el marco de madera sobre el paisaje costero crea una ventana que encuadra deliberadamente una única nube contra el mar, como si fuera un lienzo natural que refleja la transitoriedad de la existencia. La vegetación costera en primer plano ancla la escena a la tierra, mientras que el horizonte marino se funde con el cielo, creando ese espacio donde habitan los sueños y las pérdidas.

    La segunda imagen, con su muro blanco y la señal “THIS SIDE UP”, añade una ironía involuntaria al texto. Mientras las nubes flotan libremente, ignorando cualquier dirección impuesta, los humanos intentamos ordenar y controlar lo incontrolable, como si pudiéramos dictar el rumbo de nuestros destinos.

    El mar en la primera imagen, con su azul profundo y sus olas rompiendo contra las rocas, encarna perfectamente esa neutralidad descrita en el texto – ni optimista ni pesimista, simplemente eterno en su movimiento. Es el testigo imparcial de nuestras alegrías y pesares, de nuestros sueños y naufragios.

    Las nubes en ambas imágenes, especialmente la solitaria y perfectamente definida de la segunda fotografía, representan esa “indiferencia cósmica” mencionada en el texto. Siguen su camino ajenas a nuestras interpretaciones, sean estas optimistas o pesimistas, recordándonos la brevedad de nuestra existencia frente a la eternidad de los elementos naturales.

    La composición fotográfica logra materializar visualmente esa tensión entre lo permanente y lo efímero, entre los sueños y las pérdidas, que el texto describe con tanta elegancia. Las imágenes se convierten así en un eco visual de esa reflexión sobre la condición humana frente a la inmensidad del cosmos.

  • Beauséant

    Aunque parezca extraño, BDEB, convino ciertas dosis de (gran) pesimismo, con el seguir soñando, puede parecer extraño, pero soy de esas personas que esperan sueñan con cosas buenas, pero no se asustan cuando no se producen.. Sospecho que vivir soñando puede ser peor.

    Los humanos somos así, Gabi C S, pensamos que todo gira alrededor de nuestros ombligos, tardamos mucho en comprender lo poco que somos y, casi siempre, lo aprendemos por las malas.

    Has llevado muy lejos la reflexion, kasioles, y no puedo estar más de acuerdo. Los blogs vienen y van, son un poco como esas nubes y, sí, se ha perdido un poco esa esencia de comunidad que a veces era un poco tóxico pero, otras muchas, te daba un lugar al que volver, ¿verdad? Ahora parecemos pasajeros, siempre de paso.

    Ví ese vídeo, MAIA, o uno parecido, me temo que es más habitual de lo que nos pensamos. Sólo tuve un susto con el mar y fue el último, no te das cuenta de su fuerza hasta que tienes problemas. La muerte nos acecha, si le das mucha importancia caes en el pesimismo.

    Estoy de acuerdo, Cabrónidas, pero los pesimistas pueden (podemos) ser un poco cargantes a veces, incluso cuando cerramos la boca se nos escapa un “estaba claro que todo saldría mal” cuando las cosas, efectivamente, salen mal.

    Ni más ni menos, alessandrinimaria, somos como el ladrón que vuelve al lugar del crimen. Siempre buscando el lugar donde fuimos felices para intentar rescatar aunque sólo sea un leve aroma de ese momento.

  • Beauséant

    Nunca se pierden, JOIEL, van al lugar exacto donde quieren ir y nunca se asustan de las tormentas que ellas mismas provocan.

    Ensanchar el alma, Eva, ni más ni menos. No imagino un cielo sin nubes.

    Y escucharlas, CITU, las nubes también cuentan historias 😉

    Ni tan siquiera se burlan, ConejoOdiaGuordpres, yo creo que nos ignoran, no saben ni que existimos, así de pequeñitos somos ante ellas.

    Eso hay que cambiarlo, Toro Salvaje, te recomiendo que salgas de las ciudades, las nubes urbanas son tristes, y en el campo, eleves la vista al cielo, nada más, tu eleva la vista y deja la mente en blanco. Enseguida las nubes extenderán zarcillos que meterán ideas en tu cabeza, ya lo verás.

    Era una composición un poco forzada, JOSELU pero, efectivamente, quería enmarcar esos elementos. Las nubes etéreas, tan lejos de todo, y abajo el mar, un poco indiferente a todo lo que sucede. Y, sin embargo, los tres destinos, las nubes, el fotógrafo y el mar, unidos en un ciclo vital del que sobre todo los humanos dependemos. Es duro comprender que no hay un plan divino, ni un orden místico, que sólo somos un pieza que gira en sincronía con otras y que hace girar una minúscula bola llena de vida en el espacio. Pero, comprender eso, creo que es muy sano, nos ayuda a situarnos, a dar la importancia justa a las pequeñas injusticias de nuestras vidas.

    Hacía siglos que no leía esa palabra, MILENA, nefelibata, qué preciosidad de palabra, ¿verdad? Muchas gracias por tus palabras y por refrescarla

  • Miquel Cartisano

    Me da la impresión de tener a la nube en un cajón, ya ves, atrapada.
    Me gusta como varían sus formas, y de pequeño me pasaba horas viendo las caras que creía, representaban. Nunca se me ocurrió encuadrarlas, quizá porque desconocía que habían máquinas capaz de atraparlas e imprimirlas en un papel.
    Un abrazo
    Salut

  • Diego

    Bueno, las nubes no son tan libres como dicen los poetas, siempre caminan según sople el viento 🙂 Me encantaría encontrar alguna nube rebelde, como esa tuya de la primera fotografía que se detiene un rato hasta que consigues el encuadre perfecto, o la de abajo, que se asoma sobre el muro para leer, curiosa, el cartel 🙂

  • tonYerik

    Es gracioso, pero una vez me ocurrió que al llevar a enmarcar un oleo que había pintado, en esa ocasión de memoria, después de venir de las Villuercas. Era figurativo, pero cuando se pinta lo que tienes en la memoria mas suele ser mas bien abstracto, lo cierto es que no hubiera venido mal poner ese cartelito indicando como ponerlo, porque tras unos días sin noticias de la marquetería cuando me acerque a ver que ocurría, allí estaba el cuadro sobre un caballete. Y la chica muy compungida me dijo; -Es que no se donde poner el cáncamo para colgarlo.

    La verdad es que si lo veías como debería ser, eran la Villuercas con sus nubes y algún pico con una cantidad mínima de nieve. Pero si le dabas vuelta se veía un mar picado y un cielo tormentoso.

    En ese momento riendo le dije ; – ¡Pues está claro!!

  • María

    Creo q LOL concedía demasiado poder a las nubes, no creo en absoluto q tengan ningún plan ; ) De hecho creo q son bastante parecidas a nosotros en eso, van mutando segundos a segundo en función de las circunstancias , por eso es delicioso tumbarte a ver cómo van evolucionando su formas . Esta cosita preciosa q has enmarcado, sí q parece un sueño algodonoso entre tanto azul brillante. Son tan escasos los cielos así aquí, q cuando me levanto y alguna vez los veo …sólo eso , ya me pone contenta , para mí es un regalo. Como tus imágenes , más hoy q si miro lo tuyo y veo lo mío …me dan ganas de esconder e bajo una baldosa, si hubiera ; ) Yo no creo q no existen optimistas , ni pesimistas , creo q todo depende de quien, dónde y del momento .. La misma persona pasa por todas las fases en diferentes momentos …A veces somos incapaces de sacar la mirada del lado oscuro de la vida e incluso creo q necesitamos quedarnos ahí ..la diferencia es cuánto tiempo…hay personas q se quedan a vivir ahí , otros , como mi caso por ejemplo ..q reboto…estoy lo justo y salgo disparada de ahi . En otras ocasiones , lo mismo q ayer nos comía la cabeza de repente se disuelve y desaparece …volviéndose de nuevo la vida en ese lugar mullido y confortable q es siempre .. Por qué? porque enfocamos en justo eso q en ese instante nos activa por dentro …como la tontería q te comentaba antes de ver un cielo intensamente azul, no es lo q nos ocurre , es cómo lo procesamos dentro , eso es lo q cambia lo q sentimos. La última fotografía es maravillosa ..cómo el positivo y negativo de la nube …por eso el letrero verdad ? jajaja ves …ese detalle hace especial , casi mágico algo q quizá veríamos delante sin apreciarlo … Mil gracias por enfocar tus ojos por nosotros …vemos a través de ellos ; ) Un beso BEAU!

  • Ángeles

    A mí me gusta mucho mirar las nubes y perderme en las ensoñaciones que me sugieren, como una nefelibata cualquiera.
    Y me fastidia un poco que ellas nos miren a nosotros con indiferencia, sin disimular siquiera lo poco que importamos. Pero así es la cosa.
    Lo bueno es que a algunas personas os inspiran textos tan bellos y certeros como este tuyo.

    Saludos!

  • Beauséant

    Creo que las nubes, Miquel Cartisano, cuando las encuadras para dejarlas atrapadas en un papel, pierden parte de su magia, ¿no te parece? Son unas criaturas demasiado libre como para poder encasillarse en un espacio fijo. Ellas vienen y van, nos contemplan una, mil veces, y cada vez nos enseñan una cara diferente.

    Eso no lo había pensado, Diego, me has dejado pensando porque me has tirado abajo toda mi mitología sobre las nubes (¿nubología?) Los humanos somos esclavos de la hipoteca, de los trabajos y de tantas cosas y, resulta, que las pobres nubes tienen un jefe que látigo en mano, las pastorea a un rincón u otro del planeta… Se me ha caído un mito 🙂

    Muy buena la anécdota, tonYerik, y otro punto extra por la palabra precisa, cáncamo 🙂 Oye, pues por el precio de un cuadro, te puedes llevar dos. Le pones dos cáncamos y así, según tengas el día, puedes contemplar un paisaje montañoso o un mar embravecido 🙂 ¿cuál elegiste?

    LOL siempre se ponen un poco tremendos con todo, María, supongo que por eso me gustan, por esa forma de venirse arriba con las cosas más sencillas 🙂 Las personas, entonces, quizás seamos un poco como esas nubes, ¿no? Desde lejos todos somos adultos responsables, llenos de obligaciones y con las cosas muy claras, pero, cuando te acercas y los observas durante un buen rato, te das cuenta que no hay planes, ¿verdad? Que, al igual que las nubes, tocamos de oído una melodía que escuchamos silbar en la calle a un desconocido.

    Algunas de esas nubes-personas, son arrojadas por los vientos de la vida a lugares oscuros, y toca pelear para salir de ahí.. y es en eso, en la pelea, donde nos diferenciamos, algunas eligen mejor las armas -o tienen más suerte- y logran salir, otras personas no lo consiguen, se quedan en la oscuridad.

    Es bueno vivir con un poco de locura, estar en un sitio y otro, poder rebotar como tu haces. Saber que un día las cosas saldrán fatal, pero que al otro, todo eso que te ahogaba, será una tontería. Las fotografías, la música, lo que leemos, todo lo que procesamos con los sentidos, son las herramientas de nuestra salvación.. pero son herramientas que debemos saber utilizar y eso no siempres fácil…

    Y tus palabras, claro, tus palabras siempre me soplan en la dirección correcta, qué ni idea de cuál es, pero es la correcta, eso seguro 😉

    Quizás sean un poco engreídas, Ángeles, o quizás ni tan siquiera sepan de nuestra existencia.. Eso pasa mucho en la vida, que nos inspiran personas que no saben nada de nuestra existencia, incluso personas con las que hemos compartido parte de nuestras vidas y nunca supimos decirles lo importantes que fueron…

  • Mónica Frau

    Que bien has retratado la subjetividad humana! Ante una misma realidad, cada cual ve distinta cosa. Me ha encantado además, la forma y el estilo del texto. Las fotos, preciosas, con una simpleza que parece haberse conseguido sin buscarse. Abrazos

  • .+**+.Kadannek.+**+.

    No había visto a las nubes como símbolos de un porvenir o una ilusión. Me causa gracia esta sincronicidad contigo, lo entenderás por el título de mi reciente entrada.

    Sigue impresionándome, aún después de años, que en un texto tan breve transmitas con tanta intensidad. La fotografía me deja sin palabras; un portal, una vista hacia el mañana o el ayer, según qué tan optimista o pesimista seas xD

  • Beauséant

    Somos personas subjetivas, Mónica Frau, según los zapatos en los que nos encontremos el mundo es una cosa o la contraria. Me alegra haber encajado en los tuyos 😉

    Hay señales en todas partes, .++.Kadannek.++., aunque, claro si todo es una señal… nada es una señal.
    Han pasado muchos años, es cierto, me alegra mucho ver gente por aquí de esos primeros años y, más aún, ser capaz de transmitir algo aunque siempre hable de lo mismo.
    Un abrazo

  • Etienne

    Para las nubes, somos piezas movibles que se desplazan sobre una superficie; a veces derraman agua, solamente por gusto, no tienen ningún apego o disgusto con la superficie, simplemente las condiciones se dan para que eso pase. A veces poquita, a veces mucha y de golpe.
    No hay que enojarse con ellas, no tienen mala intención.

  • Beauséant

    Tengo la costumbre, ETIENNE, de creer que la naturaleza tiene una especie de plan, un orden que algunos llaman Dios, pero es verdad, los humanos no somos especiales, somos sólo una piececita pequeña en un engranaje enorme y nada de lo que nos ocurra responde a un plan malvado o a un Dios benevolente… No sirve de nada enfadarse ante las desgracias.
    Saludos

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