huidas circulares

He vuelto. Ha costado, pero he regresado. Escalas interminables en aeropuertos extranjeros, maletas tímidas como vedettes sin talento que se niegan a desfilar por la pasarela. El coche, ¿qué les ocurre a los coches ajenos que nos reciben como animales huraños, dispuestos a no perdonar el más mínimo error?
Es extraño el acto de viajar, ¿verdad? Una huida circular que siempre te devuelve al punto de partida. ¿Regresa otra persona?, eso afirman los clásicos, tan dados ellos a las sentencias absolutas. Incluso en un mundo empeñado en ser idéntico, con sus franquicias y escaparates clónicos, siempre hay algo de los lugares visitados que se nos queda pegado a la piel. Algo que alimenta el motorcillo del pathos: esa bendita ilusión de que el mundo nace por primera vez bajo nuestra mirada.
Mis padres, toda mi familia en realidad, han sido rehenes de una austeridad terrible. Siempre tan pegados a la tierra, siempre pensando en un difuso mañana que lo mismo deparaba promesas que maldiciones. Un puñado de supervivientes arrojados a una playa extraña que intuyen llena de peligros.
Por eso, cada vez que cometo un gasto frívolo como el de viajar, entrego la tarjeta de crédito con un saldo de remordimientos. Siento los rostros displicentes de todos los ancestros que amarillean en los álbumes familiares, mirándome aterrados, como si hubiese contraído algún tipo de locura contagiosa.
Pero el viaje ha terminado. He vuelto, y me encuentro con la alegría de ver que todo sigue en su sitio y, sobre todo, con vuestros comentarios en la entrada anterior. Gracias por estar ahí, sois un accidente maravilloso.
En cuanto a la la fotografía perfecta, he tenido suerte: no se ha dignado a mostrarse. O lo hizo y no supe verla, como ocurre con todas las cosas de la vida que aprendemos demasiado tarde para hacer algo útil con ellas.
Mejor. Así tengo una excusa para seguir buscándola. Pero esta vez sin remordimientos, sin prestar atención a los rostros ceñudos que me juzgan desde lo alto de la estantería. Que sigan acumulando ahí arriba polvo, dudas y miedos. Protegidos entre hojas de papel de seda, atrapados en un mundo en el que nunca pasa nada.
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os dejo en buenas manos
23 Comments
BDEB
Bienvenido de vuelta. Igual no has conseguido la fotografía perfecta (según para quién claro) pero bueno habrás conseguido muchas maravillosas.
Nuestros ancestros quizás no viajaran mucho pero hoy en día nosotros tenemos bastantes facilidades para hacerlo (aunque no sean “grandes viajes” en nuestra mano está convertirlos en especiales).
Feliz regreso Beauseant.
Un fuerte abrazo.
Kansas
Qué bien leerte, de nuevo! Las dos ultimas fotos que dejaste antes de la huida circular, ya me parecían lo suficientemente perfectas 🙂
Gabi C S
Ya dirás si ha vuelto otra persona, pero no tengo dudas de que en un par o tres de días volverá la misma.
Veo que has usado a esa otra persona y a la familia ancestral como escudo para no reconocer publicamente que has chocado el coche de alquiler.
Abrazooo
Joiel
Los otros mundos que están en este también están idos.
Cabrónidas
No está mal tener un sitio al que volver, aunque queramos perderlo de vista de vez en cuando.
Eva
Mis padres eran muy viajeros y yo trato de seguir la tradición, porque sí, algo queda, aunque cada vez cueste más encontrar esencias e identidades, pero está nuestro esfuerzo por hallarlo, están el antes y el después y el álbum de sensaciones que permanecerán para siempre. Mejor huir de lo perfecto, Beauseant, un placer leerte.
POETAS EN LA NOCHE
Qué alegría leerte de vuelta, con esa forma tan tuya de transformar el viaje en relato y el regreso en algo luminoso.
Bienvenido!!🌷
Mónica Frau
Y sin embargo viajar es una de las mejores formas de enriquecerse. Bienvenido!
Clarisa
Me encanta lo que escribes, siempre. Me gustan tus razonamientos al hilo del vivir con tus genuinas particularidades, pero que de cierta forma, son semejantes a otras: mías, suyas, de ellos… Suelo viajar mucho, la mayoría por trabajo, otras por placer u obligaciones, pero siempre cuando inicio un viaje siento esa sensación de mariposas en el ombligo como si fuera al encuentro con el primer amor… Remordimientos ninguno, haces bien. Tu corazón sabe de esas cosas y te lo agradece…
Abrazo.
Hasta pronto.
Beauséant
Eso que comentas, BDEB, lo de la facilidad para viajar, es bueno y es malo, ¿verdad? Cuando haces un viaje cada cuatro años, ese viaje es El Viaje. Ahora lo hemos facilitado tanto que parece que ha perdido la gracia, pero es verdad, a veces hacemos viajes pequeños, al lado de casa como quien dice, y nos marcan más que otros que hemos preparado más tiempo.
Muchas gracias.. un abrazo.
Estoy de acuerdo en que eran perfectas, Kansas, pero eso es por las dos modelos, no tiene nada que ver con la persona tras la cámara 😉
Se ha notado mucho, ¿verdad? Gabi C S, me parece una gran idea. Cuando vaya a rellenar el parte del seguro diré que no conocía de nada a esa persona que conducía. Veo un agujero legal ahí, sí 🙂
Empiezo a sospecharlo, Joiel, empiezo a sospecharlo.
Y, además, Cabrónidas, es bueno perderlo de vista de vez en cuando para darse cuenta que, bueno, tampoco era tan malo, ¿verdad?
Lo perfecto, Eva, lo acaba matando todo, ¿verdad? Esa ansia de perfección nos hace infelices, mejor juntar muchas cosas imperfectas y bonitas para esos albúmenes, tienes razón.
Escribir estando de viaje, POETAS EN LA NOCHE, o escribir sobre el propio viaje, siempre me ha gustado mucho porque escribes como si fueses otra persona. Muchas gracias.
Es cierto, Mónica Frau, al menos si lo haces con una mentalidad abierta, con ganas de aprender, ¿verdad? A pesar del idioma siempre intento comprender y aprender todo lo que puedo. Muchas gracias 🙂
अनत्ता 光 心
El gran viaje en realidad NUNCA termina.
Citu
Uno a veces se siente juzgado por sus padres haga lo que haga. te mando un beso.
Toro Salvaje
Al final siempre volvemos donde nunca ocurre nada… no sé si era así la frase o la canción o el poema… pero es muy cierto.
Espero que lo hayas disfrutado.
Yo me cansé de viajar para ver lo que ya había visto, las mismas franquicias, las colas, no sé… dejó de ser divertido.
Qué maravilla debía ser viajar hace cien o doscientos años… en fin, es lo que hay.
Patricia Plaza
De todos los adjetivos con los que definiría el viaje, “frívolo” es uno que nunca usaría. El viaje es necesario, es casi imprescindible.
Las luces entrada tus fotografías en esta entrada parecen las fases de la luna.
Alfred Comerma Prat
Cualquier viaje, por modesto que sea, nos cambia.
Carlos Perrotti
Viajar además de achicarte el mundo quieras o no confirma que se regresa siendo otro y con el correr de los días puedes reconocer que tal vez siendo a la vez demasiados. Lo que también confirmas es que todo está como era encoences. sólo que ya no sos aquel. Respecto de la fotografía se ve en este texto. Por doquier.
Feliz por tu regreso, amigo. Abrazo admirado.
Carlos Perrotti
Olvidé: el título que le has dado a tu texto es un hallazgo, una genialidad…
tonYerik
Quizás así mejor porque has mirado directamente el escenario sin filtro alguno, que quizás es que ya lo vamos necesitando. Y cuando menos lo pienses te darás de bruces con ella. Pero no será seguro la buscada porque somos eternos buscadores. Pero eso es bueno.
Bea :)
Feliz septiembre!, bienvenido de vuelta a este mundo blogger, nada mejor que darse un paseo o mini vacaciones por ahi, espero que lo hayas disfrutado muchísimo y que la pases increíble esta semana.
Blog de Bea- recomendaciones, animes, juegos & más!.
Diego
Yo las llamaría huidas concéntricas. Ires y volveres. Necesarias, lo peor es quedarse quieto en el mismo lugar. Y sí volvemos cambiados y mejores cada puente que cruzamos de ida y vuelta. Lo peor sería no tener un lugar al que regresar.
Beauséant
Supongo, अनत्ता 光 心, que eso depende de lo que creamos, o intuyamos, de lo que “hay después”,pero me gusta pensar eso, sí, que el viaje nunca termina, que no son más que vueltas, iterraciones…
Así es, Citu, son como una sombra que nos juzga, la balanza en la que medimos todo lo que hacemos porque ellos son los que nos dieron las reglas con las que empezamos a caminar por el mundo.
El truco, Toro Salvaje, o al menos es lo que pienso, es buscar planes alternativos. Muchas veces voy a sitios en los que he descartado los lugares “imprescindibles” para buscar otros de los que no hablan tanto y creo que funciona mejor, menos agobios para ver algo que has visto mil veces en las redes sociales… Hace doscientos años todo era nuevo, cierto, pero sólo viajaban unos pocos… por suerte el mundo es muy grande 😉
Gracias por esa apreciación, Patricia Plaza, mi culpabilidad ha bajado un poco 🙂 Creo que hay ciertas formas de viajar que sí pueden ser un poco frívolas, pero intento que no sea mi caso. Claro, que eso lo dirá todo el mundo…
Me alegra que te haya gustado la fotografía.. es cierto, las luces del puente parecen pequeñas lunitas iluminando el camino.
A veces, Alfred Comerma Prat, nos cambian más los inesperados, los que haces casi por accidente.
Los lugares van cambiando, Carlos Perrotti, las personas también, por eso nunca pisamos dos veces los mismos lugares. Por eso es mejor viajar sin expectativas, sin esperar encontrar nada, cualquier hallazgo será bienvenido, conviene viajar ligeros, sin mochilas de ningún tipo.. menos la de la cámara, esa siempre encima 😉
Gracias por lo del título, lo escribí junto con el texto en el avión de vuelta, pensaba tantos días ,tantas fotos, tantos kilómetros para regresar al punto de partida, qué cosa más extraña…
Eternos buscadores, tonYerik, sí, me temo que somos de ese grupo, ¿verdad? En mi caso ni tan siquiera tengo claro lo que busco, pero si tengo claro que algo busco 😉 Siempre surgen cosas que llaman la atención, a veces son instantes, pero se quedan ahí.
Muchas gracias, Bea, los regresos siempre son complicados, toca ubicar la persona que eres, con la que ha regresado con la que espera todo el mundo… pero poco a poco se vuelve a la normalidad, a una especie de normalidad.
Me gusta esa definición, Diego, concéntricas, sí, en uno de los enlaces hablaba de la vida como una espiral, ¿verdad? Vuelves al mismo lugar, pero lo haces en otra vuelta de la espiral, un poco más arriba, un poco más abajo… Es bueno tener un lugar al que regresar, lo pienso cada vez que hablas con esas personas que se han quedado sin patria, sin raíces y sin historia….
Mento
Gracias por esta huida. Son necesarias para seguir afrontando, sin dejar de ser uno mismo, los ciclos que vivimos y que tendremos que seguir afrontando. Me acaba de suceder que no encuentro las palabras perfectas, he creído entenderte cuando dices eso de la foto perfecta… cuando algo te gusta tanto y te hace tan feliz, cuesta encontrarla, ¿será eso?
Gracias, de verdad, por la oportunidad de viajar, de huir y de volverme a ver a través del objetivo de una cámara. Que bueno es tener amigos así… Ainsss.
beauseant
Cuando algo te gusta mucho, Mento, cuando siempre miras y te comparas con los “mejores”… pues, supongo, que nunca llegas a la perfección… aunque moleste y sea frustrante,tiene una parte buena, y es que no dejas de probar, de intentar… y entre todo ese probar e intentar, te diviertes.. creo que me entiendes, ¿verdad?
Me alegra haber viajado “contigo”, ha sido una experiencia..
Perdona que contesté tan tarde, a veces se me escapan los comentarios.
Un abrazo.