historia, memoria,  leer,  mirar

despiece del sistema

Esto de aquí es el sistema: una matriz formada por millones de puntos indistinguibles entre sí. Cada uno de ellos identificado con un número que es su posición, la fila y la columna que ocupa. Nada más se necesita saber de ellos porque son sólo eso, números. Diferentes en lo individual, pero indistinguibles en su conjunto.

Si te acercas mucho —si lo haces hasta casi tocar su superficie con tu aliento—, descubrirás que bajo cada número late desesperada un alma. Por eso nunca conviene acercarse demasiado. Es mejor contemplarlo desde las alturas, donde esas almitas no son más que cifras.

Cada uno de esos puntos vive sometido a una presión constante. A veces, esta presión no es más que una prueba: un ensayo de resistencia para todo el conjunto. Pero otras, las más, obedece a la ciega necesidad de acelerar el ritmo, de ir más deprisa para alcanzar los objetivos prometidos en ofrenda a los dioses del progreso.

Para que todo funcione el sistema alimenta una ilusión: susurra a los puntitos que si resisten lo suficiente, si soportan más presión que los demás, algún día dejarán de ser números. Les promete algo más: un ascenso, un propósito, la posibilidad de destacar. Pero eso nunca ocurre. En el sistema no hay distinciones reales, solo la interminable repetición de filas y columnas, y la promesa vacía de que todo esto lleva a algo más grande, porque todo forma parte de un plan que lleva siglos funcionando.

Cuando la presión aumenta no todos los puntos logran soportarlo. Algunos se quiebran; simplemente no pueden seguir. Pero eso nunca es un problema para el sistema. Los puntos que fallan son reemplazados sin demora por otros, nuevos pero indistinguibles, que ocupan el mismo lugar asumiendo la misma fila y la misma columna.

Es en estos cambios, en estas fracturas, donde el sistema encuentra su verdadera utilidad: detectar y eliminar los puntos más débiles. Todo en nombre del progreso, todo para alcanzar el objetivo último del sistema: generar beneficios infinitos en un mundo de recursos finitos.


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19 Comments

  • Joselu

    Como profesor que ha dedicado más de tres décadas a la enseñanza, reconozco en estas líneas el eco de mis propias reflexiones en aquellas tardes en el instituto de Cornellà, observando el fluir incesante de alumnos por los pasillos. Cada uno con sus sueños, como aquella Mireia que escribía historias desgarradoras o Karelys con su prosa descarnada, todos reducidos a números de expediente, notas, estadísticas.

    Me estremece pensar en esa matriz de puntos indistinguibles porque me recuerda a las fotografías que tomo en las calles de Barcelona: rostros anónimos que se funden en la multitud, cada uno portando su propia historia, pero diluidos en el frenesí urbano. Como en esa imagen de los pines metálicos, donde uno se dobla bajo la presión mientras los demás permanecen erguidos, imperturbables.

    Durante años intenté rebelarme contra este sistema desde mi pequeña trinchera literaria, buscando despertar en mis estudiantes algo más que números y calificaciones. Les hacía escribir novelas porque quería que encontraran su voz única en medio de la uniformidad, que sus almas – esas que laten desesperadas bajo los números – pudieran expresarse libremente.

    Ahora, mientras practico zazen o leo a Chuang Tzu, comprendo mejor que nunca esta maquinaria implacable. Como mis tres gatos, Pancho, Sirius y Niebla, que siendo tan distintos entre sí, para el veterinario son solo números de registro, así funcionamos todos en este engranaje que nos promete una singularidad inalcanzable.

    La verdadera resistencia, quizás, está en reconocernos en nuestra humanidad compartida, en esas pequeñas grietas del sistema donde florece la creatividad y la conexión genuina. Como cuando mis alumnos descubrían, a través de la literatura, que sus historias personales eran mucho más valiosas que cualquier número que pretendiera definirlos.

  • Ángeles

    Terrible pero certera visión del asunto.
    Por eso los que están en lo alto y ven el sistema con perspectiva se aferran a lo que sea, a lo que sea, para no caer.

    Y volvemos a la recurrente pregunta: ¿es mejor darse cuenta y saber al menos que uno no está engañado (fútil satisfacción) o no darse cuenta y seguir adelante sin verdadera conciencia de lo que somos?

    Saludos!

  • Eva

    Pues es así, yo lo descubrí muy pronto y paradójicamente mientras intentaba ser también parte de ese sistema al que no le importas absolutamente nada. Es así, y saberlo nos da la ventaja de, a pesar de todo, tener la libertad de seguir también nuestro propio camino, aunque sea solitario.

  • Gabi C S

    Todo individuo lo sabe, pero es todo lo que se le permite: saberlo.
    No es posible salir de la matriz. El sistema no permite fugas. Permanecer en ella es físicamente soportable. Fuera no.
    Mentalmente…jaajaaaj
    Abrazo y felices fiestas ( intuyo que son tus fechas favoritas ( he gastado todas las risas más arriba))

  • Beauséant

    Somos partes del sistema, así es, Joselu, por activa o por pasiva, por acción o por inanición. A cambio de nuestros sacrificios, el sistema da un lugar más o menos cómodo a más o menos la mitad del mundo. La otra mitad, bueno, ya sabes, ni todos aguantan la presión ni todos nacen en el “lado bueno de la historia”.

    Cada uno de esos puntitos de tu instituto soñaba con ser alguien individual, seguro que alguna vez lograron sentirse especiales, pero en algún momento empezaron a vestir las mismas ropas mientras proclamaban su individualidad. Ellos deberían gritar, deberían pelear por cambiar las cosas porque el sistema pronto les engullirá, tenemos unos pocos años para cambiar el sistema. Tampoco nos engañemos, el precio por intentarlo es alto, quizás ni tan siquiera merezca la pena. En la lucha del individuo contra el mundo, apuesta siempre por el mundo.

    Creo que tuvieron suerte de encontrarse contigo, les abriste una puerta, que lograsen cruzarla o no ya depende de ellos, pero al menos su mundo se hizo más grande. Qué importantes son los ejemplos que recibimos a ciertas edades, ¿verdad?

    No sé si mis gatas se sienten parte de un sistema, como seres evolucionados que son, mientras tengan comida, calor y caricias, no se hacen ese tipo de preguntas 😉

    Un abrazo, y muchas gracias por traernos un trozo de tu experiencia.


    Lo vimos hace poco en las elecciones a los Estados Unidos, Ángeles, donde una gran parte de inmigrantes votaron a favor del candidato que más en contra había de la inmigración. El efecto escalera, ese es el nombre que le pusieron. Subes la escalera, te crees en lo alto, y la tiras para que nadie más pueda subir detrás. Lo fácil que es creernos los elegidos a poco que nos vayan bien las cosas, ¿verdad? Sólo tenemos que mirar alrededor para saber que no hemos sido elegidos para nada, que el sistema nunca dejará ser otra cosa.


    Es un camino solitario, Eva, asusta un poco, y por eso, aunque tenga cierta libertad en algunas cosas, sigo siendo parte de ese sistema. El truco es ese, y también lo ha señalado Gabi, nos han convencido de lo mal que estaríamos fuera del sistema, del frío que hace cuando te alejas de las luces del pueblo, de la chimenea caliente y la cama mullida. Al final hemos aceptado el sistema y, al comprender nuestra aceptación, el sistema es cada vez más despiadado. A veces creo que nos quiere poner a prueba, ver hasta donde puede apretarnos antes de que todo salte por los aires.

  • Milena

    ¿Y qué interés tendría pues resistir, ser fuerte?… ¿Para qué estar en el sistema?…
    En mi caso, que suelo estar en las nubes, no sé si eso me libra algo, por otro lado no se me da bien resistir.

  • ConejoOdiaGuordpres

    class HumanityProjector:
    def init(Conejo):
    self.message = (
    “Muchos dicen que las computadoras y los robots nos van a conquistar y acabarán con la humanidad, yo en lo perosnal opino que es una visión muy marica de algo que ya se ha visto en miles de películas, desde Terminator hasta la matrix, carajo ya aburren con los sistemas y su control, aunque sí veo que el sistema también puede ser tomado como uno político que acabe de la manera más fuerte y cruel con las piezas que no necesita, México es la Matrix más cruel y sanguinaria de la cual no he podido escapar, ojalá pronto pueda. Buena entrada, aunque sigo pensando que la inteligencia artificial sí puede causar muchos problemas, no el sistema computacional en sí.”
    )

    def send_message(Conejo):
    print("Enviando mensaje a artista del alambre")
    print(self.message)
    print("\n[Comentario enviado exitosamente. Esto lo escribió Conejo totalmente, no una IA... nada sospechoso por aquí.]")

    projector = HumanityDevourer()
    projector.send_message()

  • Toro Salvaje

    No he podido evitar acordarme de un poema mío.
    Es parecido a lo que tan bien has descrito.
    Seguramente el poema lo explica mejor que lo que yo pueda decir ahora:

    13 de enero de 2008

    ROBOTS

    Llueva o haga sol
    hiele el día o hierva
    robots sentados en filas
    robots transportados de pie
    robots enlatados en hora punta
    robots aplastando robots
    robots en conducción obligada
    robots momificados
    con auriculares aislantes
    gafas oscuras de no ver
    y teléfonos de evasión
    robots abandonando la mirada
    entre grupos de robots
    en periódicos engañabobos
    en la sucia ventana
    o en el vacío indefinido
    procesiones de robots
    conducidos sin remedio
    hacia sus puestos de trabajo
    robots sacados de sus casas
    robots sacados de sus familias
    robots sacados de sus vidas
    robots con sueños de humo
    robots con chips ignorados
    robots camino del ocaso
    y constantemente
    llueva o haga sol
    hiele el día o hierva
    suben y bajan robots
    el autobús vomita robots
    el metro vomita robots
    el tren vomita robots
    robots por las escaleras
    robots por las calles
    robots en los ascensores
    robots en las fábricas
    en las oficinas
    en las tiendas
    enjambres de robots
    marcando el paso
    robots envidiando
    robots criticando
    robots disimulando
    robots funcionando
    robots obedeciendo
    robots produciendo
    robots controlados por robots
    robots vigilados por robots
    robots supervisados por robots
    hasta que el tiempo los oxida
    disminuyendo su rendimiento
    entonces son retirados
    llueva o haga sol
    hiele el día o hierva
    y si antes algo falla
    robots desquiciados
    robots deprimidos
    robots anestesiados
    del mundo que no entienden
    robots delinquiendo
    robots desobedeciendo
    robots vulnerando
    las reglas para robots
    las reglas para controlarlos
    robots torturados por robots
    robots en las cárceles
    robots en correccionales
    amontonados en celdas
    robots en la miseria
    robots fuera del sistema
    robots para el desguace
    como chatarra abandonada
    robots pidiendo limosna
    robots durmiendo en la calle
    robots que enferman
    robots en el hospital
    donde reparan robots
    donde mueren robots
    donde nacen robots
    llueva o haga sol
    hiele el día o hierva.

    Escrito por TORO SALVAJE 109 comentarios:

  • Beauséant

    Estar en las nubes permite, al menos, escapar de la realidad, Milena. Por desgracia nunca nos preguntan si queremos formar parte del sistema, es algo que nos asumen, como tantas otras cosas. Y escapar de lo asumido no siempre es sencillo, es más, diría que nunca es sencillo.

    Es extraño, j, porque al formar parte del sistema también deberíamos beneficiarnos, pero parece que el sistema tiene muchas capas, ¿verdad? En algunas parece que siempre llueve y en otras esa lluvia es un tornado que lo arrasa todo. Lo único cierto es que los de arriba siempre ganan.

    Nada sospechoso, ConejoOdiaGuordpres, es obvio que es un mensaje escrito por un conejito malhumorado 🙂 Las IA harán lo que esos políticos que comentas o, peor aún, los que en las sombras manejan a esos políticos. Espero que logres escapar de esa Matrix, nadie debería estar en un lugar donde no se es feliz, pero la escapada no siempre se encuentra al alcance de nuestras fuerzas, ánimo.

    Tal cual, Toro Salvaje, hemos asumido de tal manera nuestra pertenencia al sistema que ya nos comportamos como perfectas piezas del mismo, no queremos, ni sabemos, ser otra cosa.

    Le vamos dando una pátina más moderna, Cabrónidas, pero sí, en el fondo siempre es el mismo sistema. Abres un libro de historia y se ve claro, cambian los métodos, cambia el mensaje, pero la esencia ahí sigue.

  • Citu

    Muy cierto el problema es que el hombre ya es el engranaje más débil y el que se esta autodestruyendo . Te deseo una feliz navidad para ti y tu familia. Te mando un beso.

  • María

    Hoy me vas a perdonar q no me centre en esta perfecta , ilustrativa y sugerente fotografía de este sistema q se lo desmorona, mi querido BRAU , pero me he escapado un instante para desear q está Nochebuena q oata ti pasará sin pena ni gloria sepas q alguien se acuerda de ti y desearía tenerte cerca para q compartieras momentos deliciosos a juego contigo , porque eres alguien muy especial y aunq estos días no te digan nada , a los q nos hace estar efervescentes de cariño nos gustaría q te llegara un poquito de esta magia q nos inunda , sin saber po qué …y si, el sistema se irá a tomar vientos ,posiblemente, pero mientras se va y no se va, aún quedan instantes maravillosos para disfrutar de todo lo bueno q cada día nos regala la vida …un beso enorme y todo lo mejor para q en esta Nochebuena te inunde y como si te abdujera un rayo marciano ..te llenes de alegría , paz y la más agradable de las sensaciones sin saber por qué… un beso grande con todo mi cariño BEAU! y gracias siempre por tanto …

    PD
    Acabo de salir de un gripazo demoledor , pero me he recuperado a reacción porque la Nochebuena no me la roba nadie …ni siquiera el sistema 😉

    Mua!
    ; )

  • Beauséant

    Gracias, Citu, nos destruimos, cierto, a veces sin darnos ni cuenta, aceptamos lo inaceptable y, peor aún, lo defendemos como propio.

    Modernidad es una palabra engañosa, Mónica Frau, dice una cosa pero significa lo contrario.

    Así me gusta, María, que te resistas al sistema con todo lo que tengas a mano, a ser posible un poco de paracetamol 😉 Agradezco mucho tus palabras, precisamente he tenido un par de acercamientos festivos y la experiencia no ha salido muy bien.. creo que es mejor que en estas fechas no salga de casa y me quede con el calorcito de tus palabras. Dejo las relaciones públicas en tus manos
    Un abrazo, y espero que puedas disfrutar de las fiestas…

  • Alfred Comerma Prat

    Piensa que, en realidad, estos días estamos celebrando la llegada de un tipo, que pretendía acabar con el sistema imperante y establecer unas nuevas normas. Luego los poderes fácticos supieron reconvertir todas sus teorías en provecho propio, lo que siempre se hace.

    ¡Felices Fiestas.

  • Beauséant

    Eso es algo que siempre me sorprende del sistema, Alfred Comerma Prat, la gran capacidad de adaptación que tiene, cómo es capaz de devorar todo lo que podría hacerle daño. Hasta la foto del Che la han convertido en un negocio. Es como esos monstruos de los juegos, que cuanto más los atacas más fuertes se vuelven… quizás el truco sea ignorarlos, pero claro, el sistema no nos permite ignorarlo, ¿verdad?

  • Lua

    Me encanta la fotografía que has escogido para ilustrar tu texto, y tu manera tan única y maravillosa de escribirlo. Me da un poco de tristeza todo este sistema en el que estamos metidos… pero, aunque a veces parece que no hay forma de escapar, creo que sí hay maneras de cambiar las cosas. Espero que hayas pasado estos días lo mejor posible. Por lo que he leído de aquí y de allá, veo que no son unas fechas que te gusten mucho, así que espero no haberte dado mucha lata llenándolo todo de purpurina jajaja. A mí siempre me han gustado estas fechas, aunque de joven hubo algunos años en los que me rebelé contra ellas, especialmente por no pasarlas con ciertos adultos que me hicieron la vida un poco imposible. Luego, cuando fui mayor y por fin pude celebrarlas a mi manera y con las personas que realmente quería, las disfruté mucho. Hasta que llegó una mala racha y estuve unos años sin ganas de celebrar, pero el año pasado lo retomé con todo 😀 Ojalá este año, que empieza a las 00:00, las curvas que vengan no me quiten las ganas de seguir celebrando… Muchos besitos, Beau!! :*

  • Beauséant

    Es un poco contradictorio, LUA, pero me gusta mucho la gente que sabe disfrutar de estas fiestas aunque yo no sea capaz de hacerlo 🙂 En general, me gusta la gente feliz que lo es sin hacer daño y sin recurrir a un consumismo desaforado… Eso último es más complicado de ver en estas fechas, todos caemos en ello en mayor o menor grado. Forma parte de eso, del sistema, un sistema que de alguna manera mantenemos en marcha con nuestros actos o, peor, con nuestra falta de actos.

    Es complicado escapar de algo cuando no concebimos alternativas válidas, cuando no parecemos capaces de construirlas. Forma parte de nuestras vidas, como el respirar, como el flujo de la sangre, nos parece imposible vivir fuera de él y, con aquellos que osan intentarlo, es implacable… De momento me limito a escribir sobre ello, es lo único que puedo hacer.

    Un abrazo

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