leer,  mirar

carrusel

Los niños subidos ahí arriba, felices en su ignorancia en medio de todo ese tourbillón de luces, sonidos y colores. Los padres abajo, esperando pacientes a que sus hijos comiencen sus propias vidas. Y aquellos que no somos ni aspiramos a una cosa ni a la otra, observando la escena un poco incómodos pero sin poder dejar de contemplarla.

La vida va girando, nos expulsan de ese mágico carrusel y nuestros padres nos descubren su propia y aterradora mortalidad que anticipa la nuestra. Comprendemos entonces que ya nadie nos esperará para recogernos de nuestras caídas y besarnos las heridas.

Pero nada se detiene, la vida sigue girando y luchamos desesperados por volver a subir a ese carrusel donde nada había que hacer. Sólo dejarse llevar por ese calidoscopio de luces y colores.

Pero ya no hay consuelo en nada. La música se apaga, todo se apaga y nadie te espera al pie de las escaleras.

Imagina bajar del carrusel feliz y un poco mareado y no encontrar los brazos de tu madre para recogerte, para pasarte la mano por los cabellos y decirte que todo saldrá bien.

Esa inmensa soledad es la vida adulta.

24 Comments

  • UNA _Vida_Mundana

    Nos vamos quedando huérfanos de referentes… Yo siempre comparo cuando te pones mala de pequeña el inmenso placer que es quedarte en casa y que mamá te mime y te haga la sopa, y la desolación de estar enferma de adulta y que, si quieres sopa, levántate y anda.
    Nadie te dice que todo saldrá bien… Es más: A estas alturas, ya sabemos que no todo saldrá bien. Que mucho saldrá mal.

  • La chica del Universo

    Si eres adulto y tienes apego de mama, está claro que una madre es una madre. Pero la vida es eso girar a toda ostia y marearte. Y saber que tu solo puedes recomponerte. Claro que siempre reconforta tener a alguien así. Y los adultos también somos niños. Los adultos que vivimos con alegría en el alma. Sólo envejecemos. Esa es lo que la gente no logra integrar. Son adultos y piensan que han perdido me da la risa.

  • karenmparamio

    Carrusel, carrusel, tiovivo: no te permite decidir individualmente cuánto va a durar el viaje. Espero dar unas cuantas vueltas más , me gustan las luces y la musiquilla. Saludos.

  • Joselu

    Tengo que agradecer a mi madre que no fuera una madre consoladora como la que nos propones. Fue una especie de Gorgona que afligió mis años de infancia en los límites más terribles. Tal vez, por ello, mirado en perspectiva eso no me ha permitido pensar que alguien como mi madre estaría esperándome al bajar del carrusel. Entrar en la vida por el lado malo tiene muchas ventajas aunque cuando uno es niño no las comprende. La adultez sin duda es mejor que mi niñez.

  • Beauséant

    De referentes, UNA _VIDA_MUNDANA, de asideros.. a veces creo que nos han soltado al mundo demasiado pronto.. aunque hay algo aún más triste,ver como tus padres empiezan a convertirse en unos niños que necesitan ahora tu ayuda….

    Eso es cierto, LA CHICA DEL UNIVERSO, no algo del todo malo, debemos aprender a intentar y, claro, también a fallar. Estoy de acuerdo en eso, sólo envejecemos, eso es obligatorio, pero madurar siempre es optativo 😉

    Y el algodón de azúcar, KARENMPARAMIO, y el poder acostarte un poco más tarde.. giremos, giremos todo lo que nos dejen…

    Vaya, JOSELU, ni tan siquiera había pensado en esa posibilidad. Si te hacen jugar las partidas en modo difícil entonces todo lo que venga te parecerá fácil, eso es verdad… pero qué duro, ¿verdad? Perderse esa época en que eras el centro del universo, en que acumulabas en tu interior todas las posibilidades, en los que aún no habíamos demostrado el desastre que acabariamos siendo…

  • अनत्ता 光 心

    Excelente fotografía, que para mí también expresa otra metáfora: la mezcla de lo estático (una imagen fija, como todas) y de lo vivo y dinámico (ese torbellino girando, como silueta indefinida e inatrapable). Si el torbellino es pura energía (la vida) la foto es una metáfora del pensamiento. Ahí lo dejo.
    Y excelentes reflexiones. El carrusel mágico. “Ya nadie nos esperará para recogernos de nuestras caídas y besarnos las heridas”. Qué bueno y qué cierto. Aunque seguiremos lamiéndonos las heridas, cual gatos. ¿No es cierto?
    Me ha hecho reír muchísimo lo comentado por La chica del universo :”Si eres adulto y tienes apego de mama, está claro que una madre es una madre”.
    Mi punto de vista es el siguiente: la vida es movimiento, cambio constante. Aunque a veces pueda ser desconcertante o mareante, o causarnos sufrimiento y confusión, no tendría por qué ser así. O mejor dicho: deberíamos ser capaces de buscar y encontrar la paz, la serenidad, el sentido. Y si no lo encontramos en una madre ya desaparecida, sí en ese maestro o luz interior que en el fondo somos. Podemos poner nombres, podemos teorizar, pero es nuestra propia esencia. ¿Quién si no nos lo va a proporcionar? No nos lo traerán desde fuera (sabemos que no podemos ni debernos fiarnos).

  • Beauséant

    Muchas gracias, अनत्ता 光 心, lo primero que me impulsó a hacer la foto fue exactamente lo que comentas, el movimiento. Hice varias fotos, con la mínima velocidad posible, y en la primera sólo estaba la chica rubia del primer plano, cuando apareció la otra mujer de espaldas supe que tenía lo que quería, el movimiento y lo estático, me alegra mucho que lo hayas visto tan claro. Para mi la vida es eso, movimiento, a veces caótico, a veces ordenado, a veces forma parte de él, otras veces no puedes o no quieres participar. .. a veces necesitamos esa paz, ese detener el mundo por un instante porque nadie lo hará por nosotros, tienes razón.

    Gracias, ALÍ REYES, esa es la palabra exacta de lo que sale por aquí, reflexiones, es como un hablar en voz alta que, por una inmensa suerte, es escuchada por otras personas, para disentir o afirmar, no importa… muchas gracias.

    Incluso, CABRÓNIDAS, añadiría previsible, si al menos fuese un poco más variado, más aleatorio… no sé, al menos tendría emoción, ¿verdad?

  • Magade

    Eso es la vida, un carrusel que gira y gira, que sube y baja. A veces, nos caemos nada más subir. Otras, aguantamos las sacudidas y así vamos avanzando, más solos conforme avanzamos a pesar de que no lo veamos ni lo sintamos. Y así morimos, solos.
    Imagen preciosa con esos toques de velocidad y esos tonos fuego que tanto sentido tiene.
    Un beso enorme y feliz semana.

  • Toro Salvaje

    Esa inmensa soledad acaba por devorarme.
    No falla.
    En un momento u otro del día siempre aparece.
    Y yo cada vez me siento más pequeño ante su poder infinito.

    Saludos.

  • Gabiliante

    Vaya salto has dado del primer al segundo párrafo. Más grande que la elipsis de 2001, odisea en el espacio.
    Pues sí, es un poco dramático cuando ya no eres el más importante de alguien.
    Cuando para el carrusel de la vida laboral, hay que haber cogido carrerilla antes de bajarte. Ya se sabe que lo que mata es la reducción brusca de velocidad. Y mejor solos que muertos

  • Beauséant

    Gracias, MAGADE, era una foto especial para mi y he tarado mucho en escribir lo que me impulsó a hacerla… Creo que la palabra soledad es la que resume casi todas las vidas.. al final es lo que queda, soledad y un puñado de recuerdos inconexos… como los brillos de ese carrusel ante los que cada vez somos más pequeños, TORO SALVAJE, da miedo pensar que quizás ya sea tarde para todo, ¿verdad?

    Es verdad, Gabiliante, pillé carrerilla y el texto acabó dando un giro un poco… ¿arrollador? Me ha encantado lo de: “Ya se sabe que lo que mata es la reducción brusca de velocidad.”, mientras podamos fingir que todo funciona y nada se pare todo irá bien, ¿verdad? De la vida laboral, no sabría decirte, la mía siempre ha sido una línea recta, aunque no tengo muy claro hacia que lugar 😉

  • Krudo Macias

    Me encantan esos momentos de reflexión, muchas veces esos momentos tan cotidianos no nos detenemos a pensar, creo que muchas veces soy ese niño que esta arriba del carrusel y pensando en otras cosas y no en el ir y venir, así fue mi vida.

    Te dejo un abrazo y espero que estés disfrutando la vida.

  • diego

    La vida es un carrusel que gira y gira dirigiéndonos a ninguna parte. Si bajas, te estrellas. Yo, al menos, voy subido en un caballito que sube y baja al tiempo que gira. Pretendo que un día dé un salto y se escape del carrusel a galope. Pero no.

  • Flor

    Hola Artista , la vida es como tú dices en cierta manera , ya que un padre sufre cuando su hijo es pequeño , sufre cuando es adolescente y también sufre cuando llegas a la edad adulta , lo que pasa es que llega un momento en la vida de los hijos , que estos vuelan para tener su propia familia.
    Y luego están los hijos que jamás abandonan el nido familiar , y ellos con los años son los que se encargan de cuidar a sus mayores , pero en ese trance no están solos.
    Ya que sus padres están con él.
    Noto cierta tristeza en esta entrada.
    Espero que no estés solo en esta vida , tengas pareja e hijos y los dos gatos
    Sabes no te angusties ante lo que te tiene guardado la vida para ti , ya que otros brazos te abrazaran y encontrarás el consuelo que hoy no ves.
    Espero no haber metido la pata con mi humilde comentario.
    Es que se me encoge el corazón leyendo esta entrada.
    Te deseo una feliz semana amigo.
    Besos de flor.

  • Beauséant

    En eso radica lo que de verdad importa, ALESSANDRINIMARIA, en que la vida, pese a sus pequeñas o grandes tragedias siga siendo, de alguna manera, un bonito viaje que merece la pena continuar…

    Eso que has dicho ha sido muy duro, EVAVILL, muy duro, pero cierto…

    Mira que me gusta poco esa frase, TONYERIK 🙂

    Gracias, KRUDO MACIAS, creo que es importante detenerse en esos momentos porque en llos se condensa gran parte de lo que somos y de lo que seremos. A veces es importante detenerse, bajar un poco el volumen a todas las preocupaciones y preocuparnos por esas cosas que no parecen importantes pero que en el fondo lo son, y mucho… un abrazo.

    Pasa lo mismo con las bicicletas, DIEGO, tienes que dar pedales sin penar mucho en ello. En el momento en el que dejas de dar pedales te vas al suelo y ya cuesta mucho volver a confiar en ellas 😉

    Hay cierta tristeza, FLOR, eso es cierto, pero es una tristeza reflexiva. A veces veo una línea de pensamientos en mi cabeza y escribo para unirlos. La figura que sale no siempre es alegre, a veces ni tan siquiera merece la pena… Al final se puede ser feliz sin hijos ni gatos o vivir hundido rodeado de ellos, las cosas las recibimos como vienen y hacemos lo que podemos con ellas… el resultado muchas veces queda en manos del azar. Un abrazo y gracias por tu preocupación que siento genuina…

  • Myriam

    Hola, Hola. A mi también me alegra volver después de tanto tiempo. Mil gracias por tus cariñosos comentarios en casa y bienvenida. Yo también extrañaba. Así es la vida, un carrusel con altas y bajas, movidas y paradas en las que conducimos o nos conducen como perros y gatos (me encantó esa entrada). Yo acabo de pasar una tormenta con mucho, ahora escampa y comienza a salir el sol. (Sabes que vivo entre Israel y Uruguay) Ahora aquí en Montevideo, nos preparamos para recibir la primavera. Besos y abrazos.

  • laacantha

    Me acuerdo, que cuando murió mi mamá , me sentí sin retaguardia , aunque había pensado siempre que soy yo su retaguardía . La carrusel refleja muy bien nuestra vida. Un abrazo.

  • Beauséant

    Vivir a caballo de dos sitios es también un poco carrusel, MYRIAM, pero creo que debe ser una experiencia bonita… por donde yo vivo deberíamos estar esperando el invierno, pero parece que no se anima a picar el billete… Me alegra que, a pesar de todas esas vueltas, sigas por aquí. Un abrazo.

    Es una frase muy bonita, LAACANTHA, quedarse sin retaguardia. Es una frase que prácticamente lo resume todo en muy poco sitio… Y sí, ellos son nuestra retaguardia hasta que llega el día en que toca asumir ese papel.. idas y venidas, vueltas y revueltas, ya sabes.

  • María

    Fíjate que he estado toda la mañana hoy nostálgica, recordando a mis seres fallecidos, mi madre, mi padre, me han venido recuerdos de mi infancia, he estado viendo fotos de mi niñez, sí como me oyes, o mejor dicho, como me lees, y… ahora llego aquí, y me encuentro con este precioso texto. Son tantos recuerdos los que afloran hoy dentro de mí. Hoy, en este día… Estos días son tan emocionales…

    Ese carrusel de la vida, que cuando éramos niños ahí estaban para protegernos de las caídas. Hoy, ya somos nosotros los que tenemos que proteger a los nuestros. La vida va demasiado deprisa. Dentro de unos años seremos nosotros los que faltaremos. Es el proceso de la vida. Queramos o no. Esta es la vida. Atada a la muerte.

    Me ha encantado, Beauséant, esta entrada.

    Un abrazo.

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