Elija cuidadosamente la ubicación perfecta para la escena que ha imaginado. En caso de no disponer de imaginación, no se alarme, vale cualquier ubicación que hayamos visto hasta la extenuación en nuestra red social favorita.
Configure la cámara con los parámetros adecuados. Si tiene alguna duda sobre los mismos, recurra al modo automático: hará lo mismo pero más rápido.
Sufra un síndrome de Stendhal ante la abrumadora belleza de su propia obra. Felicítese y haga zoom varias veces.
Tal como lo has explicado parece fácil y todo, pero tengo mis dudas de conseguir imágenes como esas con unos sencillos pasos. Por cierto fui a desempolvar la cámara y alguien decidió regalarme una, en breve podré ir experimentando y cumplir una “promesa” 😉
Un abrazo Beauseant.
Es verdad que estamos saturados de imágenes y que por eso van perdiendo su significado, las vemos casi sin prestarles atención. Ese es uno de los motivos de que odie bastante Instagram.
Dicho esto: tus fotos siempre me encantan y me parecen muy buenas
Nada es mejor que la nada compartida, Diego Jambrina MerinoD, totalmente de acuerdo 🙂
Cuando el cuerpo te lo “pida”, BDEB, abrirás esa puerta y, sospecho, no volverás atrás 😉
Las personas, evavill, creo que tendemos a ser máquinas de repetición. Tomamos algo que nos gusta y tratamos de emularlo, y eso no es malo. En mi opinión el problema viene cuando sólo nos quedamos ahí, atrapados en la repetición, y sin intentar encontrar algo más.. bueno, malo, mejor o peor, pero algo diferente.
Muchas gracias por pensar eso de mis torpes intentos, peleo con todas mis fuerzas, gracias.
Es lo malo de las repeticiones que comentaba antes, Miquel Cartisano, que si te quedas en ellas se acaba volviendo algo mecánico. Deberíamos intentar que cada foto fuese un poco “especial”, y no un acto mecánico.
Creo, Mónica Frau, que la fotografía digital es agradecida por eso, porque es casi imposible intentarlo muchas veces y no lograr algo 😉 Aunque la tira de esta entrada me pilló de casualidad porque yo estaba persiguiendo a un pájaro.
Cierto, ahora muchas personas, Bonsai con Bayoneta, han vuelto a los rollitos en ese intento de diferenciarse.. yo escribo con pluma, así que mejor no me meto con ellos 😉
Llevé la asignatura de fotografía I, II y III en la facultad, cómo la odié, porque no sólo aprendimos a sacar las fotos (cómo usar la cámaras, los isos, los obturadores, los estudios), aprendí a revelar los negativos con 4987549875 líquidos e imprimirlos en papel fotográfico, odio la fotografía como no tiene una idea.
Vaya fotografías más buenas que haces, Beauséant, son impresionantes todas. Hoy en día sacamos fotos de cualquier cosa, y además, las repetimos, y somos poco originales. Me gusta las fotos instantáneas, las que no están preparadas, son más naturales.
En mi caso, tonYerik, he aprendido a tener paciencia a la fuerza, las cosas suelen llevar su propio ritmo y lo que queremos no suele importar.
Esa sí que será la fotografía perfecta, Joiel 🙂
La foto perfecta, la vida perfecta, el trabajo perfecto, Alfred, y así nos va: ahogándonos en nuestras imperfecciones.
Los pequeños accidentes, Frodo, yo andaba intentando capturar otra cosa y, al girarme, me encontré esa escena que, a pesar de mi cinismo, me pareció llena de ternura. Pero gracias, muchas gracias por tus palabras.
Me suele costar hacer series en fotografía, Citu, enlazarlas para que cuenten una historia.. pero cuando salen, siempre me gustan.
Creo que es el sino de los humanos, Toro Salvaje, acabamos por agotar las cosas a base de repetirlas. Deberíamos escuchar las canciones una vez, leer los libros una vez y tener una única cita por persona… o, al menos, poder borrar ese recuerdo para hacerlo siempre nuevo, ¿te imaginas?
Muchas gracias, José Luis Ríos, me alegra verte por aquí.
Qué diferentes somos las personas, ConejoOdiaGuordpres, a mi me encantaba el cuarto oscura, a sola, sin otra cosa que mis pensamientos y mezclando potingues como si fuese un alquimista.. claro, que lo mio no llevaba asociada una nota o evaluación, ahí la cosa cambia, ¿verdad? Aunque me gusta más el digital, abre más el horizonte.
Muchas gracias, Maria, por verlas con buenos ojos… No suelo hacer retratos, pero los poco que hago siempre intento que sean casuales. Pides a la persona que pose, pones el obturado en electrónico para que no haga ruido, y te dedicas a hacer fotos cuando deja de posar… como dices, suele quedar mejor.
Si se trata de un selfie ( hay muchas selfis que te las hace otro), con permiso, me salto los tres primeros, y el número de repeticiones, sin duda será inferior a uno. Puede que hasta el número de intentos sea inferior a uno.
Una selfie debería ser una operación íntima ( para que no te vean practicarla los demas); aunque tampoco digo que se vaya a quedar uno ciego.
Cuando lo veo practicar pienso lo mismo que cuando veía hablar a alguien por el móvil por la calle con auriculares: mientras no moleste…
Abrazooo
Es verdad que la entrada de hoy ha sido un poco malvada porque tienes razón, mientras no molestes, creo que cada persona tendría que poder disfrutar con lo que quisiera, sin que aparezca yo a ponerme en plan sarcástico, ¿verdad? Lo hice,entre otras cosas, porque las personas eran siluetas no reconocibles.
Cuando algo te gusta mucho, supongo que te acabas poniendo purista y torciendo el modo ante los que no cumplen tus altos estándares. Gracias por no dejar que lo olvide 😉
Pero tenga antes la mirada que logre detectar lo que la película y la cámara debieran registrar y en el mejor de los casos eternizar… o sí que verdaderamente no significará nada.
Me encantó, amigo. Abrazo admirado!!
Pues a mí me gustas en esta vertiente, mucho. Jejeje…
Curiosamente la otra tarde me acordé de ti hablando con la pequeña de mis sobrinas. Le terminé explicando a ella y a sus hermanos como era cuando yo tenía su edad y no había móvil para sacar fotos. Joder, si vieras sus caras cuando le contaba lo de esperar una semana para tener que después de pagar, poder ver si la foto había salido bien… y además si estaba borrosa o movida, o la gente mal colocada o fea pa cagarse te la tenías que quedar.😂😂😂
Te habría encantado estar, lo sé.
Creo que la fotografía digital, estimado Carlos, más aún, la fotografía con el móvil, ha roto un poco esa sucesión lógica. Es decir, primero analizar y registrar y luego realizar la toma. Ahora parece que neustra primera intención es siempre sacar el móvil aunque no tengamos muy claro lo que queremos.. sí, eternizar, esa es la palabra. La aspiración de una fotografía siempre debería ser la eternidad.
Vaya, eso si me ha sorprendido, Mento, y me alegra mucho leerlo, tendré que intentar no bajar la dosis de la medicación para seguir en ella 😉 Hay una salto generacional enorme, ¿verdad? En casa tengo, ya de adorno, algunas de esas cámaras antiguas y he pasado algo parecido intentando explicar su funcioamiento. Lo que hago es dejar la cámara en sus manos y preguntar, ¿cómo crees que funciona?, lo miran como si fuese un objeto extraterrestre.. y pasa lo mismo con las cintas de audio, los teléfonos de disco… Les parece todo tecnología del paleolítico. Tienes razón, me encantan esas conversaciones.
Creo que mi asignatura pendiente es la fotografía. Me encanta, pero me sale fatal. Si bien es cierto que después de dos millones de tomas siempre sale alguna buena, mi paciencia termina interesándose mas por seguir mirando los pajaritos en el cielo que tratar de capturarlos en bytes. La fotografía analógica era otra cosa, pero no se bien si por que había que dedicarle mas tiempo o porque las circunstancias me había mandado modelos deseosas de diversión y ya me preocupaba con fervor de que quedaran bien retratadas. Llegue a aprender el arte del revelado en blanco y negro. Como la invocación del espectro de la imagen en el papel y el uso de los químicos pertinentes me parecía un ritual de lo mas encantador, quise dar el paso con las diapositivas a color. Fue el principio del fin. Terminaba bañado en secantes y tangentes fijadoras. No me tomes en cuenta que al final hayan ráfagas de mas tanto en el móvil como en la cámara.
Magnos sueños.
La fotografía es frustrante, El Onironauta, aunque no creo que lo sea más que cualquier otro tipo de expresión artística, ¿no te parece? Y, claro, con el mundo digital, puedes usar la fuerza bruta, dejas el dedo en el botón y cruzas los dedos, algo acabará saliendo. Aunque, es verdad, que de tanto mirar por el visor puedes acabar perdiendo el mundo real y eso sería un poco triste.
El revelado en blanco y negro era pura magia, alquimia, mezclabas químicos y luz y salia… una fotografía, una locura, ¿verdad? Era un arte completo, hacer la foto, poner bien el carrete, sacarlo sin desvelar… El paso al color creo que hizo abandonar a mucha gente esa magia porque todo era demasiado complejo y con resultados decepcionantes… Algunos pasamos al digital casi por obligación, los negativos cada vez más caros, el digital cada vez más barato y con una calidad diría, aunque sea feo decirlo, que mayor.
24 Comments
Diego Jambrina MerinoD
¡Y no olvides compartir esa nada! Será algo maravilloso.
BDEB
Tal como lo has explicado parece fácil y todo, pero tengo mis dudas de conseguir imágenes como esas con unos sencillos pasos. Por cierto fui a desempolvar la cámara y alguien decidió regalarme una, en breve podré ir experimentando y cumplir una “promesa” 😉
Un abrazo Beauseant.
evavill
Es verdad que estamos saturados de imágenes y que por eso van perdiendo su significado, las vemos casi sin prestarles atención. Ese es uno de los motivos de que odie bastante Instagram.
Dicho esto: tus fotos siempre me encantan y me parecen muy buenas
Miquel Cartisano
Lo hemos banalizado todo, incluso el acto de hacer una foto.
Salut
Mónica Frau
Aunque se repita una y otra vez el proceso, con imágenes como éstas, si por fortuna resultan ser propias, uno nunca se cansa. Un abrazo
Bonsai con Bayoneta
Si es el caso, no olvide ponerle el rollito a la cámara.
Beauséant
Nada es mejor que la nada compartida, Diego Jambrina MerinoD, totalmente de acuerdo 🙂
Cuando el cuerpo te lo “pida”, BDEB, abrirás esa puerta y, sospecho, no volverás atrás 😉
Las personas, evavill, creo que tendemos a ser máquinas de repetición. Tomamos algo que nos gusta y tratamos de emularlo, y eso no es malo. En mi opinión el problema viene cuando sólo nos quedamos ahí, atrapados en la repetición, y sin intentar encontrar algo más.. bueno, malo, mejor o peor, pero algo diferente.
Muchas gracias por pensar eso de mis torpes intentos, peleo con todas mis fuerzas, gracias.
Es lo malo de las repeticiones que comentaba antes, Miquel Cartisano, que si te quedas en ellas se acaba volviendo algo mecánico. Deberíamos intentar que cada foto fuese un poco “especial”, y no un acto mecánico.
Creo, Mónica Frau, que la fotografía digital es agradecida por eso, porque es casi imposible intentarlo muchas veces y no lograr algo 😉 Aunque la tira de esta entrada me pilló de casualidad porque yo estaba persiguiendo a un pájaro.
Cierto, ahora muchas personas, Bonsai con Bayoneta, han vuelto a los rollitos en ese intento de diferenciarse.. yo escribo con pluma, así que mejor no me meto con ellos 😉
tonYerik
Si es que no tengo paciencia. Así me va…
Joiel
Cuando el buen Dios apague el interruptor, entonces, solo entonces, se sublimarán los sentidos ante visión tan perfecta. Y todos dirán «¡Patata!».
Alfred
Siempre se persigue la foto perfecta…
Frodo
Gran secuencia. El observador que tomó esa secuencia no sólo nos está decribiendo la anatomía, yo diría que es la autopsia de una fotografía.
Abrazo grande, Beau.
Sigue sorprendiéndome tu mano y ojos mágicos
Citu
Lindas imagenes me gustan que narran una historia. Te mando un beso
Toro Salvaje
El cuarto punto me pasa constantemente.
Saludos.
José Luis Ríos
Muy bien explicado
ConejoOdiaGuordpres
Llevé la asignatura de fotografía I, II y III en la facultad, cómo la odié, porque no sólo aprendimos a sacar las fotos (cómo usar la cámaras, los isos, los obturadores, los estudios), aprendí a revelar los negativos con 4987549875 líquidos e imprimirlos en papel fotográfico, odio la fotografía como no tiene una idea.
Maria
Vaya fotografías más buenas que haces, Beauséant, son impresionantes todas. Hoy en día sacamos fotos de cualquier cosa, y además, las repetimos, y somos poco originales. Me gusta las fotos instantáneas, las que no están preparadas, son más naturales.
Te felicito por estas capturas.
Un abrazo.
Beauséant
En mi caso, tonYerik, he aprendido a tener paciencia a la fuerza, las cosas suelen llevar su propio ritmo y lo que queremos no suele importar.
Esa sí que será la fotografía perfecta, Joiel 🙂
La foto perfecta, la vida perfecta, el trabajo perfecto, Alfred, y así nos va: ahogándonos en nuestras imperfecciones.
Los pequeños accidentes, Frodo, yo andaba intentando capturar otra cosa y, al girarme, me encontré esa escena que, a pesar de mi cinismo, me pareció llena de ternura. Pero gracias, muchas gracias por tus palabras.
Me suele costar hacer series en fotografía, Citu, enlazarlas para que cuenten una historia.. pero cuando salen, siempre me gustan.
Creo que es el sino de los humanos, Toro Salvaje, acabamos por agotar las cosas a base de repetirlas. Deberíamos escuchar las canciones una vez, leer los libros una vez y tener una única cita por persona… o, al menos, poder borrar ese recuerdo para hacerlo siempre nuevo, ¿te imaginas?
Muchas gracias, José Luis Ríos, me alegra verte por aquí.
Qué diferentes somos las personas, ConejoOdiaGuordpres, a mi me encantaba el cuarto oscura, a sola, sin otra cosa que mis pensamientos y mezclando potingues como si fuese un alquimista.. claro, que lo mio no llevaba asociada una nota o evaluación, ahí la cosa cambia, ¿verdad? Aunque me gusta más el digital, abre más el horizonte.
Muchas gracias, Maria, por verlas con buenos ojos… No suelo hacer retratos, pero los poco que hago siempre intento que sean casuales. Pides a la persona que pose, pones el obturado en electrónico para que no haga ruido, y te dedicas a hacer fotos cuando deja de posar… como dices, suele quedar mejor.
Gabi C S
Si se trata de un selfie ( hay muchas selfis que te las hace otro), con permiso, me salto los tres primeros, y el número de repeticiones, sin duda será inferior a uno. Puede que hasta el número de intentos sea inferior a uno.
Una selfie debería ser una operación íntima ( para que no te vean practicarla los demas); aunque tampoco digo que se vaya a quedar uno ciego.
Cuando lo veo practicar pienso lo mismo que cuando veía hablar a alguien por el móvil por la calle con auriculares: mientras no moleste…
Abrazooo
beauseant
Es verdad que la entrada de hoy ha sido un poco malvada porque tienes razón, mientras no molestes, creo que cada persona tendría que poder disfrutar con lo que quisiera, sin que aparezca yo a ponerme en plan sarcástico, ¿verdad? Lo hice,entre otras cosas, porque las personas eran siluetas no reconocibles.
Cuando algo te gusta mucho, supongo que te acabas poniendo purista y torciendo el modo ante los que no cumplen tus altos estándares. Gracias por no dejar que lo olvide 😉
carlos
Pero tenga antes la mirada que logre detectar lo que la película y la cámara debieran registrar y en el mejor de los casos eternizar… o sí que verdaderamente no significará nada.
Me encantó, amigo. Abrazo admirado!!
Mento
Pues a mí me gustas en esta vertiente, mucho. Jejeje…
Curiosamente la otra tarde me acordé de ti hablando con la pequeña de mis sobrinas. Le terminé explicando a ella y a sus hermanos como era cuando yo tenía su edad y no había móvil para sacar fotos. Joder, si vieras sus caras cuando le contaba lo de esperar una semana para tener que después de pagar, poder ver si la foto había salido bien… y además si estaba borrosa o movida, o la gente mal colocada o fea pa cagarse te la tenías que quedar.😂😂😂
Te habría encantado estar, lo sé.
Beauséant
Creo que la fotografía digital, estimado Carlos, más aún, la fotografía con el móvil, ha roto un poco esa sucesión lógica. Es decir, primero analizar y registrar y luego realizar la toma. Ahora parece que neustra primera intención es siempre sacar el móvil aunque no tengamos muy claro lo que queremos.. sí, eternizar, esa es la palabra. La aspiración de una fotografía siempre debería ser la eternidad.
Vaya, eso si me ha sorprendido, Mento, y me alegra mucho leerlo, tendré que intentar no bajar la dosis de la medicación para seguir en ella 😉 Hay una salto generacional enorme, ¿verdad? En casa tengo, ya de adorno, algunas de esas cámaras antiguas y he pasado algo parecido intentando explicar su funcioamiento. Lo que hago es dejar la cámara en sus manos y preguntar, ¿cómo crees que funciona?, lo miran como si fuese un objeto extraterrestre.. y pasa lo mismo con las cintas de audio, los teléfonos de disco… Les parece todo tecnología del paleolítico. Tienes razón, me encantan esas conversaciones.
El Onironauta
Creo que mi asignatura pendiente es la fotografía. Me encanta, pero me sale fatal. Si bien es cierto que después de dos millones de tomas siempre sale alguna buena, mi paciencia termina interesándose mas por seguir mirando los pajaritos en el cielo que tratar de capturarlos en bytes. La fotografía analógica era otra cosa, pero no se bien si por que había que dedicarle mas tiempo o porque las circunstancias me había mandado modelos deseosas de diversión y ya me preocupaba con fervor de que quedaran bien retratadas. Llegue a aprender el arte del revelado en blanco y negro. Como la invocación del espectro de la imagen en el papel y el uso de los químicos pertinentes me parecía un ritual de lo mas encantador, quise dar el paso con las diapositivas a color. Fue el principio del fin. Terminaba bañado en secantes y tangentes fijadoras. No me tomes en cuenta que al final hayan ráfagas de mas tanto en el móvil como en la cámara.
Magnos sueños.
Beauséant
La fotografía es frustrante, El Onironauta, aunque no creo que lo sea más que cualquier otro tipo de expresión artística, ¿no te parece? Y, claro, con el mundo digital, puedes usar la fuerza bruta, dejas el dedo en el botón y cruzas los dedos, algo acabará saliendo. Aunque, es verdad, que de tanto mirar por el visor puedes acabar perdiendo el mundo real y eso sería un poco triste.
El revelado en blanco y negro era pura magia, alquimia, mezclabas químicos y luz y salia… una fotografía, una locura, ¿verdad? Era un arte completo, hacer la foto, poner bien el carrete, sacarlo sin desvelar… El paso al color creo que hizo abandonar a mucha gente esa magia porque todo era demasiado complejo y con resultados decepcionantes… Algunos pasamos al digital casi por obligación, los negativos cada vez más caros, el digital cada vez más barato y con una calidad diría, aunque sea feo decirlo, que mayor.
Un abrazo.