leer,  mirar

a los pies del faro

A los pies del faro, las mujeres de viento y los hombres de silencio, han creado una cuadricula formada por espejos que emiten un resplandor rosáceo cuando llega el atardecer.

Cada inicio de la primavera, cuando la naturaleza reluce como una promesa, los habitantes del pueblo bajan hasta allí y se asoman a las argénteas superficies. Caminan dubitativos alrededor de ellos como habitantes de un sueño y contemplan sus vidas en otras realidades.

Cada espejo es una puerta a otros momentos donde pueden verse felices, rodeados de hijos y construyendo una casa frente a áureos campos de trigo. Sus negocios prosperan, las enfermedades pasan de largo y sus vidas parecen envueltas en una luz dorada. En esos espejos también contemplan los rostros de los que se fueron diciendo con una sonrisa que todo irá bien, que no hay nada por lo que preocuparse, que los finales de las cosas siempre causan dolor, pero es la única forma de que haya un mundo sobre el que caminar.

Los habitantes del pueblo saben que todas esas posibilidades reflejadas en los espejos no son reales. Son un engaño tejido por dioses que caminan taciturnos por el mundo y que nunca enseñan su verdadero rostro. Pero se aferran a ellas como si esas imágenes fuesen su vida entera y, por un instante, son felices.

Esa noche, cuando llegan a sus míseras chozas y calientan sus manos rotas en el fuego, notan un calor que sale del interior, de las entrañas, y que la realidad de sus existencias no puede apagar, o al menos, no del todo. En las paredes de adobe danzan sombras indefinidas que esa noche no parecen una amenaza, parecen escribir proyectos de un futuro que creían ya perdido.

Es en esas noches de esperanza cuando son engendrados nuevos niños que nacen con la piel oscura y una sabiduría arcana que es capaz de vislumbrar unos pasos por delante de la niebla que cubre las vidas humanas. Su futuro se encuentra lejos de la aldea, lejos de sus padres, lejos de otros niños. Al alcanzar la mayoría de edad cruzarán el paso de las montañas y serán acogidos por las criaturas que moran en ellas, una raza antigua, la única que aún tiene permiso para decir en voz alta el nombre de los dioses.


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23 Comments

  • Beauséant

    Son unas salinas, ConejoOdiaGuordpres, acumulan el agua en piscinitas, dejan que el sol haga su trabajo y después van sacando la sal… entre medias salen fotos muy bonitas. El Yucatán es otro nivel, claro.

    No tengo muy clara la franja de edad de esa generación, Gabi C S, pero sí, más o menos me pilla por ahí 😉 Muchas gracias.

  • Eva

    Esos niños de piel oscura saben que los seres humanos, proyectados hacia afuera, en el falso mundo de los espejos, miramos en la dirección equivocada y la niebla sigue ahí. Saben que la sabiduría arcana estaría a nuestro simplemente girando nuestra mirada hacia el interior, pero no hemos aprendido y la niebla permanece…

  • ConejoOdiaGuordpres

    No sé si me expliqué bien, “las coloradas” de Yucatán son precisamente salinas, he ido varias veces a verlas y pensé que tanto su relato como su imagen se había inspirado en ellas haha. Y puede llamarme “conejo” si quiere.

  • María

    Tan precioso este atardecer, como tu historia y aún más precioso este final tuyo en el q hasta me ha parecido vislumbrar esperanza ¿es así BEAU? ¿No me confundo? Engáñane y dime q sí: ) En realidad la historia me ha parecido una mágica versión del mito de la caverna en la q quiero entenderte q aunque sus padres viven vidas miserables , sus hijos de piel oscura, quizá tiznados por la ceniza del volcán de La Palma ( vi estas salinas teñidas de negro tras la erupción 🙂 Disfrutarán de una vida mejor q la de sus padres, lejos de esa tierra, pero todo lo q nace fruto del amor y la esperanza está impregnado de esa película protectora que los preserva y les guia hasta ese nuevo mundo más allá de las montañas donde esos hombres que los acogen aún lo son y por eso tratan de tú a tú a los dioses, ya no les temen, porque saben q ellos tienen su misma naturaleza : ) Un beso diosecito !

  • Beauséant

    Quise dejar la historia ahí, Mónica Frau, sin dar más detalles de si lo lograrán o no. El camino es duro, casi imposible, pero siempre hay algunos que lo logran.

    Me gusta esa visión, Eva, esa necesidad de “vernos”, pero vernos de verdad, no en los espejos de otros, no en los reflejos de las redes sociales, vernos como somos realmente.. nos cuesta tanto, ¿verdad?

    Mil gracias, Citu, un abrazo

    Te explicaste perfectamente, Conejo, el que andaba en otras cosas era yo, mis disculpas. No tengo claro con qué confundí tu comentario, creo que pensaba en un lago que adquiría ese tono rosado al atardecer por unas algas, o algo así que leí hace tiempo. Lo he buscado en google, y es exactamente eso. Muchas gracias!!

    Ese balance nunca sale, Toro Salvaje, las cuentas de una vida, a un lado los logros, al otro las pequeñas y grandes derrotas, nunca termina de cuadrar. Dejamos demasiadas deudas sin pagar, es mejor no hacer cuentas, simplemente vivir.

    Como decían en Johnny Guitar, “miénteme y dime que me quieres“, María 😉 Hay esperanza, claro, en cada historia inconclusa hay esperanza, por eso la dejé ahí, colgando del alero. En los hijos siempre hay esperanza, todos los padres sueñan, y se sacrifican para que sea así, para que sus hijos puedan recorrer los caminos que a ellos les estuvieron vedados. De ellos será el futuro, crecerán sin dioses y sin miedos, aprenderán de la naturaleza y saldrán al mundo.. el tiempo dirá si han logrado ser mejores o si volverán sobre los pasos de los viejos errores pero, mientras eso ocurre, hay esperanza.

    Me encanta lo bien que localizas todas las fotos, es como tener un atlas.. Cuando la demencia llamé a mi puerta hablaré contigo para que me recuerdes todos esos lugares, ¿te parece?

    Un abrazo

  • elrefugiodelasceta

    Gracias a ti sé que lso espejos son portales a otras dimensiones. Los tuyos son maravillosos, así rosa, como el algodón de azúcar. No hay nada que me guste más que imaginar que más allá de los portales existe una realidad diferente. Esta es perfecta, perfecta para lo que hemos venido a hacer.

  • Beauséant

    Los espejos son siempre portales, a otras dimensiones, al pasado o al futuro. Crecemos y lo olvidamos, pero cuando un niño se mira al espejo, elrefugiodelasceta, ve la persona en que se convertirá.

    Eso me gusta, milena, dar rienda suelta, nos constreñimos demasiado a lo que somos y nos olvidamos de lo que queremos ser.

    Muchas gracias, अनत्ता 光 心, esta vez sí fue buscada, comprobé la hora de la puesta de sol y el lugar y allí estaba, con el trípode, la cámara y un montón de filtros que no utilicé, pero que me dieron mucho apoyo moral 😉

  • María

    jaja pues ¡ claro que te quiero! cómo no hacerlo si siempre me haces feliz..; ) Al pobre Johnny Guitar en esa escena se lo comía con patatas Joan Crawford.. menuda tigresa, esa mujer siempre me dio miedo.. y sí, ocurra lo que ocurra jamás podemos perder la esperanza, creo que es el motor del mundo, no el amor..el amor es el carburador ; ) Ese faro con la salina a los pies es muy reconocible. En realidad soy el despiste con patas pero es verdad que recuerdo muy bien las imágenes en conjunto, nunca en detalle.. Creo que muchas de tus fotografías las reconocería en cualquier parte, sobre todo las que tienen cielos, es tu sello inconfundible.. Pero no, me temo que no podré hacerte de atlas jaja pero si me pierdo al doblar una esquina jaja además, seguro que tu mente se mantiene lucida más tiempo que la mía.. la mía se desgasta el doble que la media de tanto como centrifuga ; ) Un beso BEAU!

  • frodorockblog

    Impecable la poesía y belleza que hay entus letras y en tus fotos. Me sigue sorprendiendo, no como novedad, sino por el nivel.
    Veo tus post en instagram y me quedo mirando… y mirando…

    Abrazos admirados, una vez más.

  • Fackel

    Beau, me gusta este tipo de relatos donde pones la mirada o en tiempos primitivos de la humanidad o en primitivos actuales. Me has recordado unos relatos que escribí en el blog sobre una cuentacuentos africana, Baobab, allá por marzo 2020, no sé si con el título de Cuentos indómitos o de Baobab. La escritura -como la lectura- está para trasladarnos al pasado, vivir otras vidas y fantasear con lo que nos apetezca. Me gustó mucho, lo he saboreado.

  • Beauséant

    Joan Crawford nunca me pareció humana, María, parecía estar un par de pasos por encima de la humanidad, normal que el pobre Johnny no supiese donde meterse 🙂 Me gusta mucho eso del amor como carburador, una piececita fundamental en el motor, pero sólo una más.

    La fuerza centrifuga te hará olvidar cosas, pero hará algo aún mejor: las mezclará. En unos años confundirás los lugares visitados con los soñados, las cosas que te dijeron con las que nunca se pronunciaron.. a mi eso me parece bonito, crearse un universo paralelo a modo de refugio. Espero que me hagas un hueco 😉

    Creo que yo también tengo memoria para las fotos, quizás más bien para las anécdotas, puedo no recordar una ciudad, pero sí una cafetería donde vi un niño con un globo, las fotos, sí, recuerdo las fotos que hice, pero también las que no hice, ¿puede ser?

    A mi me sigue pareciendo un pequeño milagro el que haya gente por aquí, frodorockblog,. Y los milagros no intentan explicarse porque se estropean. No sabes cuánto agradezco tus empujones en la dirección correcta 😉

    Muchas gracias, Fackel, crecí leyendo a escritores que narraban maravillosas aventuras y, en la mayoría de los casos, no se movieron de su escritorio. Para mi eso no es un engaño, es la fuerza de la palabra, es lo que dices, el contar historias, historias que te ayudan a vivir otras vidas, a visitar otros lugares… y todo sin moverte de casa y sin necesidad de convertirte en otra persona. Pura magia, sí.

  • Alí Reyes

    Guauu… al fin puedo comentar. Bueno, te decía que eso de ver el espejo de la salina como un portal dimensional está muy bien y es poético. Pero hay profundidades en tu escrito que no logro descifrar.
    En otro orden, en Venezuela existen unas salinas naturales llamadas Las Cumaraguas donde todo es rojo. una verdadera belleza.

  • Cora

    Un relato muy trabajado, en cada detalle, contigo viajamos en los escritos nos adentras
    y eso dice mucho, así la fotografía es una delicia

    Feliz dia, muchos besitos

    Cora

  • Beauséant

    Me alegra que hayas podido entrar, Alí Reyes, nunca tengo claro si funciona todo bien por más pruebas que hago. El texto, sí, te entiendo, era más largo al principio, explicaba más cosas, pero no me resulta cómodo escribir algo demasiado largo, me acabo perdiendo. No sabía que las salinas podían ser tan bonitas, he buscado fotos de la tuya y me han parecido espectaculares, infinitas, preciosas…

    Quién sabe, así es, tonYerik, quién sabe. Un niño es un proyecto sin construir, infinitas posibilidades que el azar, la educación y el entorno van configurando sin piedad.. quién sabe.

    Mil gracias, Cora, eso es lo que intento siempre, que la fotografía y el texto vayan de la mano, se complementen, se ayuden a superar sus carencias. Gracias.

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