historia, memoria,  leer,  mirar

los cuervos de la historia

Cuando vas acumulando calendarios a tus espaldas te aproximas a los libros de historia con casi tantas dudas como recelos. Te miran ansiosos, desean ser escuchados para darte su visión de los hechos – la única y verdadera- y, lo peor de todo, saben ser muy convincentes.

Eso, su fanática convicción, es lo que les convierte en unas criaturas tan peligrosas.

Otra cosa que aprendes al abrirlos es que es no conviene acercarse a ellos con las manos desnudas porque sus páginas rezuman sangre. Una sangre cobriza y vieja, casi negra, coagulada y pegajosa que lo impregna todo y de la que no te puedes desprender. Por ese motivo los libros de historia deben colocarse siempre en la parte de abajo de las estanterías, para evitar cubrir de sangre a las novelas de ficción. Lo sé, las novelas de ficción también están bañadas en sangre, es cierto, pero es una sangre de atrezzo que no deja rastro a su paso ni la extraña necesidad de enarbolar banderas con el pecho henchido cuando entras en ellas.

El Museo Británico, ¿una oda a la razón y el espíritu indomable de la humanidad ,o un monumento al expolio?

No sabría decirlo.

Si mis antepasados, escarbando en esa tierra ingrata y miserable sobre la que engendraban y enterraban a sus vástagos, hubiesen encontrado alguna de esas joyas que se desperdigan casi al azar por el museo no las habrían guardado en una vitrina. No, las habrían fundido para transmutarlas en algo que llevarse a la boca, o, historia verídica, habrían convertido un precioso capitel románico en la base de un abrevadero para el ganado porque, total, una piedra es una piedra y las vacas no entienden de arte.

Pero tampoco me gustan los salvadores, los que ven una “i” solitaria y corren prestos a ponerle todos los puntos encima. Ya sabéis, aquellos que deciden por ti y han concluido que eres imbécil y deben quitarte todos los objetos punzantes para evitar que te hagas daño. No expoliamos tu arte, evitamos que lo destroces con tu estupidez y codicia.

Es difícil saber quién tiene razón y tampoco tengo claro si de verdad es necesario saberlo. Al final sólo es un museo, un montón de objetos que intentan explicar esa extraña locura de un puñado de simios con ínfulas que un día descubrieron que tenían pulgares oponibles y levantaron orgullosos un hacha de sílex contra el cielo.

En el fondo no es tan importante. Apenas somos un chasquido de dedos en el cómputo global del universo, no hagáis caso a los libros de historia que os digan lo contrario. Ellos miden el tiempo en siglos, el universo lo hace en millones de años y esa diferencia lo es todo, porque las cosas van perdiendo importancia conforme aumenta la distancia. Es una especie de ley inmutable que rige nuestras vidas.

Nada más entrar al museo hay unas taquillas enormes y perfectamente delimitadas con números. Son gratuitas y en ellas podemos dejar todos los objetos pesados que llevemos con nosotros, en especial el más pesado de todos: nuestros prejuicios. Así, nos será posible disfrutar de la visita sin pensar demasiado…

¿Y el resto?, el resto es historia, claro.

Dejo por aquí, por si hay alguien interesado, las otras crónicas del viaje que han ido apareciendo por este sitio:

26 Comments

  • अनत्ता 光 心

    “Simios con ínfulas que un día descubrieron que tenían pulgares oponibles y levantaron orgullosos un hacha de sílex contra el cielo”… más o menos como los de “2001: Una odisea del espacio”, frente al misterioso monolito.
    “Ellos [los libros de historia] miden el tiempo en siglos, el universo lo hace en millones de años y esa diferencia lo es todo”. Tal cual, así es. No deberíamos perder de vista esa perspectiva.
    Sobre las visiones o relatos de la historia… pues suelen ser unidireccionales, interesadas, manipuladas (y manipuladoras), discutibles… un puro “make believe” como dicen los ingleses.
    Me llama la atención esa foto en color, qué bonita… parece una especie de ídolo (quizá un becerro), un cetro o amuleto quizá egipcio. ¿Sabes o recuerdas qué es, exactamente?
    Un abrazo.

  • Toro Salvaje

    En el British e estado tres veces creo… y la última ya sobraba.
    Es tan grande que es imposible asimilar todo.
    Y me pasa algo parecido en la mayoría de museos.
    Hay un momento en el que mi cerebro se pone en “piloto automático” y dedica el mismo interés a un cuadro de Renoir que al extintor rojo que hay en una esquina de la sala.
    Al final he aborrecido los museos.
    Me gusta más cualquier fenómeno natural que por ejemplo hacer cola para ver la piedra Rosetta… por cierto enjambres de japoneses la fotografiaban, incluso por partes, no sé si pretendían emular a Champollion…

    Saludos.

  • María

    Buuffff… cómo impresionan estas dos mega columnas a medida que deslizas el cursor sobre ellas y bajar las inmensas escaleras para llegar a comentarte, casi nos convierte en hormiguitas, impresionante! Siempre me ha encantado la historia y el arte, a un tris de estudiar eso, pero me fui por lo otro ; ) Nunca he tenido la sensación que los libros de historia me quisieran convencer de nada y puede que sí, en realidad todo lo que sabemos del pasado es porque nos lo han contado y los historiadores cuentan la película con sus simpatías y antipatías.. sobre todo en temas bélicos, de vencedores y vencidos ( he tenido que pasar la bayeta por la pantalla porque me chorreaba al leerte esto de … sangre cobriza y vieja, casi negra, coagulada y pegajosa que lo impregna todo.. solo le faltaba oler ; ) y bueno, como dice WHAT, todo es manipulable, de hecho, casi siempre ha sido así. Los museos son caja inmensas donde las potencias colonizadoras han ido guardando todos los tesoros que espoliaron a los pueblos colonizados, nadie lo ha hecho tanto como el British museum, sobre todo en Egipto, ellos dicen que para salvarlo de ser destruido, como tú, tampoco lo sé. Y sí, quizá cuando nos angustiamos tanto con lo que sucede en nuestro minúsculo presente, deberíamos relativizar un poco mirando hacia atrás y viendo cuantísimas cafradas se han hecho a lo largo de la historia y … aquí seguimos ; )

    Estupendo el paseo que nos has dado, además de la primera, meencanta la fotografía de la cúpula ; )
    Muchas gracias y muchos besos BEAU!!

  • Maia

    Decía mi maestra de historia que, dentro de la historia se fabrican héroes, porque la gente necesita creer en algo y en alguien; y sentirse afianzado al pasado, con todo y su parte importante de fantasía, que, a quién le importa que es real y que es inventado
    Todas las fotografías son estupendas, las columnas son impresionantes.

  • beauseant

    Gracias, अनत्ता 光 心, has pillado la referencia a la perfección con los simios 🙂 Pero quería hacerlos un poco más salvajes y evolucionados así que les planté un hacha de sílex… La historia es eso, la vida de los vencedores, su relato. Lo ocurrido con los perdedores no suele guardarse en ninguna parte… La fotografía en colo me llamó mucho la atención por lo delicada de la misma y el nivel de detalle, así que sí, guardé información sobre ella, pero aquí te lo explican mucho mejor: https://www.flickr.com/photos/rmunoz_yeti/39806321834 Una de las cosas curiosas es que estaba aplastada y eso fue lo otro que llamó mi atención. Me hizo darme cuenta sobre lo complicadas que deben ser las restauraciones, la delicadeza necesaria y el miedo que debe dar tener en tus manos una pieza única a la que debes devolver su estado original.

    Por una vez, TORO SALVAJE, no estoy (del todo) de acuerdo con lo que comentas. Los museos de ese tipo son demasiado grandes para intentar abarcarlos en su totalidad, eso es cierto, hay mucha gente, pues también… en mi caso decidí hacer uso de un guía y fui un día entre semana. Me perdí algunas cosas, seguro, pero creo que mereció mucho la pena. Al igual que cuando vamos a la naturaleza, muchas veces es mejor no ir a los sitios más llamativos y perderse por otras salas menos concurridas.

    Nada más ver esas columnas, MARÍA, supe que tenía que hacer algo con ellas. Al poner la cámara en vertical me dí cuenta que era imposible dar esa sensación de inmensidad, así que hice varias fotos en vertical que dan esa profundidad 🙂 De alguna forma los muesos son como los libros de historia, nos dan una visión parcial de lo hechos, la versión de los vencedores. En el museo, hablando con algunas personas, ten ponían ejemplos de la guerra de Irak y de los talibanes, que se han dedicado a destrozar monumentos milenarios y, de haber estado allí no se habrían perdido. Claro, tienen razón, pero no la tienen, es complicado explicarlo 😉
    También me pregunto que pasará con todo eso en otros mil años, quizás no existan, quizás a nadie le importe… sí, al final la distancia hace que todo sea relativo.

    Creo que tu profesora, MAIA, supo explicarte muy bien lo que era la historia y la forma correcta de acercarte a ella. No debe aceptarse como un salto de fe, y sus lecciones no son dogmas. Son una pieza más de un rompecabezas inmenso para el que nos faltan muchos datos. Si quieres conocer la historia es mejor no dar nada por sentado, así es. Imagina lo que dirían los libros de historia si la segunda guerra mundial hubiese tenido otro resultado, quiénes serían los héroes y quiénes los villanos…

  • José A. García

    Hay una escena de la película “Children of Men” en donde un personaje relato orgulloso lo que hicieron para rescatar el “David” de Miguel Ángel de una turba enfurecida y el personaje principal le dice algo así como “¿Y para qué sirve si en 50 años no quedará nadie para verlo?”.
    De una forma un tanta extraña, tu texto me llevó a ese momento, a mí mismo mirando esa escena y pensando que ya estaba todo perdido.
    Y me trajo a hoy para seguir pensando más o menos lo mismo.

    Saludos,
    J.

  • ton&erik

    Yo veo esos libros con mucho recelo para abrirlos y antes suelo mirar si el autor es de confianza que al final siempre suele cojear de alguna pierna y si no lo conozco siempre me queda la duda de con el cristal que ha mirado esa historia. En fin siempre acabo mosqueado, es que yo debo ser muy desconfiado. Al menos cuando uno va llegando a donde yo he llegado al menos la historia que me ha tocado como no necesito que me la cuenten es con la que me quedo.

    Y Sí… ¡EXPOLIO! Si hay algo en que sean verdaderos artífices es en eso.

  • Alfred

    Es un expolio en toda regla, otra cosa es que ya nos vaya bien y así podemos contemplar los tesoros ajenos cerca de casa.

  • Myriam

    La foto Nro. 1 y la 5ta a color, con excelentes. Te felicito.
    El texto es muy reflexivo y muy, muy tuyo. Y muy bueno.
    Personalmente, amor el British, ya lo sabes.
    Y quien sabe, como me gusta la sangre coagulada de la historia,
    quizás sea descendiente directo del Conde Drácula 🙂

    Besos

  • Myriam

    ¡¡Sí, claro que me encanta tu serie entera!!. Acabo de leer tu respuesta a mi comentario en Barajas- Heatrow y además, estoy leyendo las entradas que enlazaste y no había leído. (Gracias por pasarte por mis Tránsitos y por tu opinión). Qué suerte que las enlazaste. Besos

  • Cabrónidas

    Diría que una cosa no quita la otra. Puedes visitar la muestra de un expolio sin perjuicio para tu capacidad de admirarte. La Historia pasa por encima de nosotros siempre. También se visitan casi a diario lugares como el complejo Auschwitz​ y todos sabemos lo que pasó allí. Bueno, a lo mejor estamos engañados y los que niegan el Holocausto tienen razón.

  • Beauséant

    No recordaba esa escena, JOSÉ A. GARCÍA, pero creo que define a la perfección lo que pensaba al escribir esta entrada. Es como estar dentro de un barco que se hunde y nos estamos preocupando de salvar la vajilla de plata. Esa sensación de que ya esta todo perdido, que hagamos lo que hagamos ya será tarde para todo.

    Quizás lo mio sea peor, TON&ERIK, porque apenas leo algo que no sea ficción, porque, la verdad, al final creo que todo es ficción. Cada novela histórica es fruto de su momento y de la persona que lo escribió. Incluso la historia más antigua, la que ha tenido tiempo de reposar la sangre y bajar las banderas, sigue siendo sólo una de las versiones.

    Y sí, quizás sea expolio, pero cómo escribía ahí arriba, ese expolio es verdad que ha salvado algunas de las obras de arte de su desaparición. ¿Eso lo hace justificable?, pues eso, que no lo sé. ALFRED parece que lo tiene más claro que yo, a mi aún me quedan dudas sobre ese tema .)

    Muchas gracias, MYRIAM, me ha gustado mucho de eso de muy tuyo, porque eso es que tengo algo parecido a un “estilo” y, la verdad, es lo más bonito que pueden decirte 🙂 En el fondo también me gusta esa sangre coagulada, pero, como croe que haces tu, me la tomo mas como una ficción con ciertos toques de realidad.
    Muchas gracias por pasarte por el resto de entradas, aún me quedan algunas pendientes 😉

    Gracias, CITU, un placer tenerte por aquí.. un abrazo enorme.

    Buen punto, CABRÓNIDAS, saber apreciar los grises de la vida. Las cosas que no son del todo buenas, pero que no dejas de hacer o admirar. También es verdad que hoy en día se pueden hacer réplicas perfectas sin necesidad de andar robando nada. De hecho en uno de los museos, creo que en el Victoria y Alberto, había una sala enorme con réplicas de figuras famosas que habçian hecho los estudiantes para aprender el oficio… o, conociendo a los británicos, para poder robar las originales y dar el cambiazo 🙂

  • Juvenal Nunes

    A história do homem, para quem não conhece, pode ser contada a partir de qualquer museu.
    Não vale a pena meter a cabeça na areia.
    Abraço amigo.
    Juvenal Nunes

  • magadeqamar

    Solo vengo a saludarte y decirte que vendré en breve a leerte porque sabes que me gusta cómo escribes. No tengo mucho tiempo últimamente mas añoro las lecturas.
    Un beso.

  • Doctor Krapp

    No me fastidies el tinglado que me llevó 5 años de carrera y estoy tatuado con historia desde crío hasta ahora.
    La verdad es que es poco reconfortante encontrarte con esa sucesión de punto suspensivos que los historiadores pretenden rellenar, en ocasiones con suma impericia. Es una sucesión de interrogantes que se rellena en el mejor de los casos con objetos y en el peor con documentos que tienen bastante menos valor que los objetos de ese arte del expolio que son los museos. El Británico el peor de ellos, sin duda.
    Magnífico texto
    Saludos

  • Fackel

    Sin duda, el British y otros son un negocio y propiedad resultado del expolio. Y a veces del expolio del expolio. Es un tema que me amarga. Y al que no veo solución. Van a devolver, si lo hacen, migajas.

  • laacantha

    Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia. – Aldous Huxley
    Sí, que hay una aglomeración de la gente en todos los museos y lugares históricos del mundo , sí, es lo que te agobia, pero … es exactamente en lo que pensaban los ilustres filósofos de los siglos pasados ,la masiva educación del pueblo. Pues, ya lo tenemos. Y ahora nos quejamos que son mucha gente que quiere ver, saber ,estudiar y viajar . ¡Vaya, un ser humano !
    Lo de expolio es una cosa muy complicada y delicada en plan de devolver. Aunque ,en lo general, no importa ( ¡ quizá ! ) donde esta el objeto , sino como lo cuidan , no lo tengo claro. Pero da pena por el pueblo al que robaron su riqueza. Buenisimo texto, gracias.

  • Beauséant

    Una reflexión muy precisa, Juvenal Nunes, tengo cierta tendencia a hacer eso mismo, a meter la cabeza en la arena 🙂 pero no tengo claro si la historia, la real, se encuentra en un museo… aunque, si lo pienso bien, ni tan siquiera tengo claro lo que es la historia “real”

    No tenemos planes de movernos de aquí en el corto plazo, magadeqamar, será un placer verte y que te encuentres cómoda por aquí…

    Has definido muy bien la figura de un historiador, Doctor Krapp, rellenar puntos suspensivos con los objetos que otros dejaron detrás. Creo que la mayoría lo hacen con buena fe, pero supongo que el notario también es humano, tiene sus sesgos, sus prejuicios… Me recuerda un poco a los paleontólogos que con un puñado de huesos te montan un animal entero y muchas se ha descubierto que le pusieron demasiada imaginación 🙂

    El tema más sangrante, el de partenon Atenas parecía a punto de resolverse, Fackel, pero parece que se ha vuelto a estancar. Los ingleses siguen creyéndose un imperio cuya opinión debe prevalecer y eso ha condicionado toda su historia y su visión del mundo… un tema complicado, sí.

    Gracias a ti, laacantha, la frase de Huxley es perfecta para estos tiempos, ¿verdad? Guerras, crisis.. volviendo siempre a la casilla de salida y prometiendo, esta vez, hacerlo bien. No tengo muy claro si todos los visitantes a los muesos estamos allí por sed de cultura o por marcar una casilla en la lista de diez cosas que hacer en tal sitio. En ese museo había un poco de ambas cosas, así que podría ser peor 🙂 En lo que comentas al final creo que se encuentra la clave de todo el asunto, si lo cuidan, cierto, pero, ¿quién decide eso?, ¿qué entendemos por cuidar? Y, si vamos hasta el final, ¿qué pasa si no lo quiero cuidar?, ¿me lo puedes quitar?… Son preguntas que, según a quien escuches, puedes responder de una manera o la contraria… por eso mi reflexión final, ver el museo y dejar las preguntas complicadas para después. Un abrazo.

  • alessandrinimaria

    La historia siempre hay que desconfiar, y otras quizás tengan la verdad agregada de lo que paso, pero en realidad, nada es verdad, ni mentira, en fin, sigamos leyendo la historia. Aquí no ha pasado nada.
    Abrazo

  • beauseant

    Es un poco frívolo por mi parte, ALESSANDRINIMARIA, pero así es un poco como leo la historia. Como una novela con sus buenos y sus malos, sus giros de guión imposibles y en el que nada es lo que parece…. Así he logrado reconciliarme un poco con ella.

  • Anonymous

    Muy de acuerdo contigo en muchas cosas, pero en desacuerdo con otras. Me encantan los museos: el Louvre, el Prado, el British y el Orsay son mis favoritos (en ese orden, creo). Cada vez que ocurre una desgracia a un monumento me duele. Pero a veces me pregunto de dónde viene ese afán por acumular objetos y creo porque es una forma de intentar retener el tiempo y las épocas. Y para mí algo de otra época tiene mucho de especial.

    Antes creía tanto en la Historia que me licencié en ello. Y descubrí que salí de la carrera sin saber nada. Un profesor me dijo que en la carrera aprendería poco, pero sabría lo más importante: dónde y cómo buscar.

    Hay una gran verdad en el comienzo de tu entrada: cuando acumulas calendarios te aproximas a los libros de historia con dudas. Últimamente he descubierto muchas mentiras en ellos. Dicen que la Historia la escriben los vencedores, muy cierto. Pero hay formas de encontrar también ecos de los vencidos. A todos se les olvida que la Historia es una Ciencia, sí, una Ciencia Social, pero una Ciencia. Por tanto, deberíamos buscar la forma de ser lo más exactos posibles. Lamentablemente, cada uno “cuenta la feria como le va”.

  • Beauséant

    Me alegra que haya partes de desacuerdo, ANONYMOUS, hasta yo las tengo en esta entrada que, en realidad, no era más que colección de dudas. Es lo de acumular calendarios, en vez de tener una brújula que señala siempre el norte, lo correcto, lo incorrecto, lo que tienes es una balanza en la que vas poniendo cosas.. al final la balanza se acaba inclinando para un lado u otro, pero siempre parece dudar un poco al hacerlo. Es cierto eso que dices, las voces de los vencidos, a veces es un murmullo, otras es un eco, pero es un ejercicio casi obligatorio al tomar cualquier historia el preguntarse por el otro lado.. incluso aunque el otro lado sean seres horribles, seguro que tuvieron sus motivaciones, sus dudas y deseos… en cualquier caso nos valdría, al menos, para esa otra frase tan manida de no repetir los errores del pasado…

    Quizás sea lo único bueno de ir acumulando calendarios, se pierde el fervor, las decisiones rápidas sin pensar….

    Un saludo

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