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los caballo-hombre

Mi leyenda irlandesa preferida es la que cuenta la historia sobre las personas que se convierten en caballos salvajes cuando la luna tiñe de plata el mar.

Y ya, esa es toda la historia. No es un relato de terror, no hay sangre goteando en un espejo, ni fantasmas del pasado que se revuelven en tumbas anónimas para señalar con dedo acusador a su asesino.

Sólo eso: personas que en las noches de luna llena se convierten en caballos. Salen a los inmensos prados, corcovean sobre la tierra y son felices con una felicidad sencilla que no necesita nada para sostenerse.

A veces compiten entre ellos para ver quién llega más lejos sin desfallecer, se revuelcan dichosos sobre el barro fresco y, cuando exhaustos paran a descansar, se aparean entre relinchos y una gran confusión de patas, de crines, de dientes enormes y bocas ansiosas que parecen no poder ser saciadas.

Al amanecer despiertan desnudos, de regreso a sus cuerpos humanos y cubiertos por las gotas de azogue del rocío de la mañana. No recuerdan gran cosa de la noche anterior, pero queda enterrado en lo más profundo de sus pechos una sensación nostálgica de felicidad perdida.

Entonces vuelven a sus hogares, se visten ropas limpias en silencio y salen de sus casas sin despedirse para entrar en trabajos de autómatas sintiendo que han perdido algo, algo muy valioso de los que sólo les queda el recuerdo que arde como una herida que no termina de cicatrizar.

A veces se encuentran de nuevo en los ascensores, o se cruzan en los pasillos de los centros comerciales. No pueden reconocerse en su forma humana, pero una mirada, o quizás un olor a heno y tierra, algo, lo que sea, les hace detenerse y cruzar sus miradas durante un mágico instante. Sienten aletear ese algo cerca, muy cerca, al alcance del paso que nunca darán.

Su imperfecto olfato humano, las cremas y los afeites que cubren nuestros cuerpos hacen imposible llegar más lejos. Sienten el impulso feroz de desnudarse y correr por los pasillos mientras son perseguidos por los guardias de seguridad del supermercado. Correr y correr sin descanso, correr y correr hasta perder el aliento, correr y correr lejos del centro comercial, lejos de sus vidas, de sus familias, de esas ropas que son sumisión y condena. Lejos de la corbata que ahoga, del sujetador que oprime lo que debería ser libre, de los calcetines y zapatos que les alejan irremediablemente del suelo.

Su forma humana se acaba convirtiendo en una prisión de la que anhelan escapar. Son los carceleros de su destino.

Y ya, esa es la historia de los caballo-hombre. Al menos así me la contaron unos ojos tristes que nadaban solitarios en una taza de café. La mirada perdida del tipo no me contaba la historia, la contaba para sí mismo. De vez en cuando miraba por la ventana y casi lo sentía suspirar a la espera de la próxima luna llena.

No son vidas fáciles las suyas, se han alejado demasiado del camino marcado. Sus vidas les llevarán lejos de la sociedad a la que pertenecen y suyas serán la incomprensión y las dudas. Pero al menos ellos conocen una libertad vedada para el resto de las personas que nunca saldremos en las noches de luna llena a correr desnudos por los verdes prados.

25 Comments

  • Mento

    Pues como te decía… prefiero el instante de una carrera… a una vida entera donde no me pueda mostrar tal cual soy.

  • Toro Salvaje

    Qué leyenda!!!
    Es magnífica!!!

    Me hace pensar en cómo hemos acabado… en esta maraña de normas, presiones, desencantos… vidas aprisionadas caminando hacia su desaparición.

    Nada tan hermoso como correr, retozar y disfrutar de la naturaleza.

    En cambio: cemento, contaminación, esclavismo mental… un horror.

    Demoledor. Todo.

  • laacantha

    Y si un monje tibetano leera tu texto , te dejaría el comentario ” Tranquilo/a, todo esta por dentro, nada por fuera”.
    Bueno, para el monje tibetano es fácil soltar esas sentencias , el no lleva corbata, no trabaja, no tiene familia, ni amante, tampoco suegra y cuñados, es libre de día y de noche, con luna y sin ella.
    ¿Nos mata , nos roba la felicidad la civilización , las circunstancias? ¿Quien es responsable por nuestra felicidad y libertad? …yo que sé.
    Un abrazo enorme.

  • Beauséant

    Tienes una gran capacidad para sintetizar cuestiones complejas, MENTO, 🙂 Así es, cabalguemos pues 😉


    En algún momento lo estropeamos todo, TORO SALVAJE, queríamos comodidad, queríamos no tener que preocuparnos por la supervivencia y lo llevamos todo demasiado lejos. Al final hemos acabado en un cárcel de la que somos los carceleros, los jueces y los prisioneros… Muchas gracias 🙂


    Estoy de acuerdo, DIEGO JAMBRINA, debería ser nuestra máxima aspiración en vez de andar mirando catálogos del IKEA.


    Así es. Es fácil opinar de algo, LAACANTHA, cuando te encuentras fuera de ese algo. Desde fuera es fácil comprobar que el sistema que hemos montado no va a ningún lado ni nos hará felices. Una vez dentro es casi imposible salirse porque la educación recibida, por los miedos, las presiones… Al final inviertes tanto tiempo en hacer que el sistema siga girando que no te atreves a romperlo, simplemente haces que siga girando.

    ¿quién es el responsable?, me temo que la respuesta la tenemos al otro lado del espejo.

  • Ángeles

    La leyenda de los hombres-caballo me ha parecido una versión lírica de la del hombre-lobo. Y la interpretación que haces de ella (o que hizo el hombre melancólico que te la contó) es tan sugerente que no tengo ninguna duda de que es verdad.
    Creo en los hombres-caballo como nunca he creído en los hombres-lobo.

    Un saludo!

    PD: fíjate, la historia es tan maravillosa que nos hemos olvidado de la foto, que es tan mágica que no parece real 🙂

  • Milena

    Magnífica fotografía, hace soñar con la leyenda, gracias Beauséant.
    (Muy mal me he informado, ahora veo claramente que la próxima luna llena será el 23 de mayo…)

  • Beauséant

    Era un poco la idea, Ángeles, nunca he sentido mucha simpatía por la historia de los hombres lobo,siempre me ha parecido un poco de folletín victoriano. En cambio, los caballos no quieren nada, sólo ser eso, caballos. Es una pena que algo tan sencillo les suponga tantas dificultades. Me alegra haberte sumado al culto, en breve veremos películas y series, confía en mi 😉 Muchas gracias por tus palabras.

    Aún tenemos tiempos, Milena, para prepararnos.. cerca de donde vivo hay una hípica llena de caballos, el día 23 iré para allí a liberarlos todos en homenaje a su día, ¿te parece?

  • María

    ¡Es que la felicidad no necesita nada para sostenerse BEAU! Tu preciosa leyenda podemos hacerla realidad, aunque no nos volvamos caballos. No hace falta nada más que querer disfrutar de lo que nos rodea olvidándonos de todo lo demás, tal cual hacen ellos. Ya, ya sé que nosotros tenemos instalado dentro ese artefacto dañino, llamado cerebro. Es verdad ; ) Quizá tendremos que aprender a dominarlo y no dejar que nos domine él, llenándonos de miedos, angustias y preocupaciones casi siempre a futuro o en pasado. Colocándonos en estado de alerta ante cualquier situación que se escape a nuestro control. Quizá tengamos que aprender de una vez que vivimos sumidos en la incertidumbre constante, aceptarlo y dejar de pelearnos con ello. Así no tenemos que volver a disfrazarnos de humanos o si lo hacemos, porque ir a cuerpo gentil por la vida no queda bien, seguir siendo caballos libres por dentro, sólo ahí podemos serlo de verdad y en cuanto nos dejen… trotar libres por los prados… corcovando ¡ qué bonita palabra ¡ o estirando el cuello como espigas… No es necesario vivir atrapados muriéndonos de angustia dentro de nuestros disfraces de humanos, tal cual tan estupendamente has descrito ¡para nada! A mi el sujetador no me molesta, pero los zapatos ¡ una barbaridad ¡ los tiro siempre según llego a casa ; ) .. al menos en nuestras casas podemos ir como nos de la gana, no todo es tan malo.. a los caballos los espolean, les dan con la fusta, les ponen herraduras .. no, tu leyenda es preciosa y los caballos también, pero prefiero seguir siendo humana, sólo me faltaba que me pusieran herraduras ; ) Meeencantan las noches cuajadas de estrellas de verano como la de tu preciosa fotografía! Mil gracias por la imagen, la leyenda y el resto, un beso!

  • tonYerik

    Hace demasiados años ya que miro la luna a solas. Y ademas en vertical. Sin embargo yo, tambíen miro, aunque infructuosamente a traves del ventanal.

  • अनत्ता 光 心

    Preciosa la historia o la leyenda. Efectivamente, da para muchísimas reflexiones sobre el ser humano.
    Has escrito un gran texto.
    Somos humanos, para bien y para mal.
    Take a walk on the wild side. Take a ride on the wild side.
    Somos entonces centauros y centauras.
    Somos el bestiario completo. Sin embargo, no somos solamente bestias. Aparte de los aspectos negativos (odio, violencia, oscuridad, maldad… ) también hay en nosotros Amor, Luz y Compasión.
    Mi creencia es que cada ser humano es un proyecto. Venimos aquí a perfeccionarnos, a pulirnos, a purificarnos, a sanar, a aprender, a crecer, a liberarnos, a adquirir sabiduría, a entender que nuestra esencia es esa parte luminosa. A hacer limpieza de toda nuestra negatividad, sea dolor, miedo o cualquier tipo de emociones aflictivas. Y vendremos las veces que haga falta, incontables. Los demás que piensen lo que quieran. Yo lo tengo más que claro.
    Me dejo muchos más verbos en ese descomunal trabajo que tenemos. Uno es aceptar. Otro, muy en sintonía con tu texto, es integrar. Integrar toda esa animalidad y ansias de libertad. No añoraríamos o desearíamos tanto esa libertad si en el fondo no sintiéramos que es nuestra verdadera naturaleza, que la hemos perdido y queremos recuperarla. Siempre es ese viaje interior, en última instancia.
    Namaste.

  • अनत्ता 光 心

    El texto me ha hecho pensar en otra cosa. Busca el vídeo “Chemtrails Over The Country Club” de Lana Del Rey. Maravillosa canción y fantástico vídeo. Si lo ves entenderás la razón. Aunque digas renegar un poco de los hombres lobo, quizá esto no te defraude porque son mujeres loba… la transformación y la libertad.
    Ah, le dediqué una entrada en el blog musical, porque la canción me dejó extasiado.

  • gabiliante

    El narrador debe comprender que el regalo de esas noches, no puede ser permanente o perdería su magia. la continuidad lo mata todo.
    El caballo corriendo desbocado sin jinete es la más alta representación de la libertad y felicidad, de las que sólo se puede disfrutar un ratito. Lo de los hombres lobo, no me parece lo mismo; representa más bien una condena, es inevitable. El lobo es un animal malo ( no nos obedece); eso se infiere de sus historias y peliculas ( sin duda en breve las retocarán o prohibiran.
    El caballo desbocado es un despliegue inigualable de fuerza y libertad, de nobleza, de bondad, incapaz de traición, poco cerebral, poco listo, poco astuto, poco taimado; en definitiva poco preparado para la supervivencia fuera de su utilidad. Pero para eso estamos los hombres al final de la noche
    Abrazoo

  • Cabrónidas

    Qué mala suerte han tenido los animales, que tienen que vivir en el mismo mundo que nosotros. En nuestro mundo donde son amaestrados, disecados, exterminados, enjaulados…

  • Beauséant

    Es cierto, MARÍA, no hace falta convertirse en caballos, nada tan radical. Es más sencillo que todo eso, pequeños cambios, diminutos pasos, deternos en esas pequeñas cosas que el ritmo de nuestras vidas no nos dejan apreciar. Todo ello, dices bien, necesita de un mecanismo de control de nuestros cerebros, un interruptor que nos permita bajarle las revoluciones. El cerebro es un pequeño dictador que, en aras de nuestro bien, a veces se vuelve un manipulador sin escrúpulos que necesita tenerlo todo bajo control. Y, ya ves, la vida se escapa a nuestro control cada día, a cada hora, en cada decisión que tomamos.

    La historia tiene esa otra parte que comentas, claro, las herraduras, las fustas. Es como el anverso de la libertad que, de alguna manera siempre tiene un precio. Los humanos te protegerán y te darán de comer, a cambio tendrás que obedecerles… Pasa lo mismo con las personas, ¿no te parece? Pagamos un precio por vivir en una sociedad, tenemos que dejar de lado ciertos desesos buscando esa especie de bien común. El problema es que ya no sabemos vivir fuera de esa sociedad y cada vez nos piden más a cambio de su permanencia. Saben que no tenemos alternativa.

    Al menos nos quedan las noches con estrellas… hasta que las privaticen 😉

    Un abrazo


    Muchas gracias, अनत्ता 光 心, me alegra que te haya gustado la historia 🙂 Venimos con la obligación, la misión casi sagrada, de intentar ser mejores, de pulir ese proyecto imperfecto que somos hasta lograr sacar algo de brillo entre todas las cosas negativas. No siempre lo conseguimos, es más, sospecho que casi nadie lo logra, pero al menos ese camino debería mejorarnos, acercarnos un poco a ese ideal. Entonces, ¿por qué lo estropeamos? Señalas alguna de las causas, aceptar, integrar.. añadiría un respetar. Parece que el precio de nuestra comodidad ha sido ir perdiendo esa parte tan importante.

    Me gusta Lana del Rey, es de esas cantantes que parece tener un universo propio. Cada canción es una sorpresa porque nunca sabes lo que tiene en la cabeza y eso es algo que me gusta en las personas 🙂 He visto el vídeo y, sí, encaja de una forma muy sutil con el texto… No estoy trastornada ni soy infeliz, sólo soy salvaje. Esa frase me parece que lo resume todo a la perfección, a veces confundimos eso, ¿verdad? Las personas libres con trastornos mentales, eso dice mucho de nuestra sociedad 🙂

    Voy a buscar la entrada de la que hablas… Gracias


    En vertical, en horizontal, TONYERIK, la luna siempre merece la pena contemplarse… quizás sea mejor en compañía, pero rara vez eso depende de lo que queramos.


    Has puesto un gran contrapunto a mi historia, GABILIANTE, algo en lo que, para ser sinceros, he preferido no entrar al escribirla. La libertad, sí, pero un ratito.. Me encanta, porque es totalmente cierto. A veces pienso que no sabríamos que hacer si nos diesen la libertad completa. Ya sabes, el pájaro que encuentra la puerta de la jaula abierta y, con gran cautela, la cierra antes de que el humano se dé cuenta 🙂 El caballo no está preparado para sobrevivir allí afuera, nos hemos encargado de que así sea. Y, para que lo tenga claro, le hemos dado una cómoda cuadra con heno para que sepa que lo mejor que puede hacer es regresar a ella y que deje de pensar tonterías.


    Pues sí, CABRÓNIDAS, los animales domésticos podemos pensar que quizás han aceptado nuestras reglas a cambio de lo que hablaba antes, comodidad, seguridad… Pero los animales salvajes no han aceptado nada, se lo hemos impuesto con toda la brutalidad de la que somos capaces de engendrar. Les hemos reducido su habitat, los hemos usado para divertirnos y los hemos exterminado simplemente porque nos molestaban. Y a cambio de nada… Poco nos pasa.

  • अनत्ता 光 心

    Entre esos verbos relacionados con ese camino de realización personal (pero transpersonal) tenemos otro fundamental: amar.
    No quiero sonar (aunque sonaré) a predicador, líder religioso ni gurú espiritual. Olvida, olvidemos ahora por completo todo líder y toda religión. Simplemente digo: el amor es el camino. Amar, aceptar, integrar… también todas esas verdades y hechos que nos resultan dolorosos o incómodos, que no queremos mirar de frente. La comprensión, la observación calmada sin intervención de la vocecita interior (o sea, la meditación) son el camino interior.
    Relacionado con todo eso está el término “metanoia”: las personas entienden la necesidad de todo este crecimiento espiritual cuando están preparadas y no antes. Incluso rechazan toda ayuda o consejo. EL REFUGIO DEL ASCETA reflexionaba sobre esto en una preciosa y corta entrada.
    Otra opción, naturalmente, es olvidarse de lo interior (lo veo difícil) y adoptar una vida en la que podamos dar rienda suelta a esa ansia de libertad. Otra de las lecturas del texto, cómo no, es cómo el ser humano, con el “avance” (¿?) o progreso de la civilización se ha ido metiendo en grandes ciudades, cárceles de cemento donde perdemos el contacto con la naturaleza, esa comunión que sí tiene un caballo o un humano afortunado.
    Lana Del Rey tiene un talento descomunal. Exacto, veo que has captado el mensaje a la perfección, ese verso: “No estoy trastornada ni soy infeliz, sólo soy salvaje”.
    Y dices después: “Las personas libres con trastornos mentales, eso dice mucho de nuestra sociedad”. Así es. Encaja bastante con ese arcano o carta del tarot del loco. El que “no se integra”, el inadapatado socialmente, el bicho raro (siempre me he sentido bastante así). Incluso “el genio”.
    Olvida todo gurú… pero no olvides que las verdades yacen en nuestro interior, no necesitamos ir detrás de nadie más.
    Namaste.

  • Citu

    Me gusto el relato el hombre se ha vuelto esclavo de scoiedad y en cierto modo se desumaninzado. Te manod un beso.

  • Beauséant

    No es poca cosa esa, DIEGO, una noche de libertad de cada 28… casi que es más de lo que pueden decir muchos humanos, ¿verdad?


    Entiendo el uso que haces del verbo amar, अनत्ता 光 心, en ese contexto. Es algo más grande, es casi una marea, que abarca muchos más conceptos e ideas. Casi todo el mundo restringue el amar a cosas muy concretas, lo usan incluso con un poco de vergüenza, pero es algo que deberíamos tener mucho más presente en lo que hagamos. Más que a predicador, el uso del verbo amar, nos hace parecer “cursis”, y no debería ser así pero, bueno, pues eso que dices al final, las ciudades-cárcel que hemos construido, la educación impartida. Es casi imposible plantear otra forma de hacer las cosas cuando no has conocido otra cosa… Es un poco la caverna de Platón, ¿no?

    Los locos, claro, a ellos siempre les hemos dejado evadirse sin consecuencias.. bueno, no sin consecuencias, en realidad ellos también pagaron caro el salirse del camino. Ellos, los bufones de los cuadros de velázquez, seguro que tenían la maldición de los caballo-hombre.


    Así es, CITU, todo lo que hemos construido en pos de la humanidad nos ha ido quitando un poco de esa humanidad. Bien visto.


    Vampiros liofilizados, muy buen concepto, MIQUEL CARTISANO, me los he imaginado en bolsitas al vacío esperando para su consumo 🙂 Muchas gracias por compartir mi visión.

  • अनत्ता 光 心

    -Otra vez las misteriosas letras gigantes, ja ja…
    -Sabía que hay (porque me compraré) jalea real liofilizada, por ejemplo, pero no vampiros liofilizados…
    -La “vergüenza”… sí. Tocas aquí un tema importante: el que parezca que esté mal visto mostrar nuestra vulnerabilidad, nuestra sensibilidad, nuestros defectos, nuestra buena fe…

  • Beauséant

    Creo que tengo localizado el problema de las letras gigantes :), अनत्ता 光 心, ahora sólo tengo que saber solucionarlo, o vivir con ello, que siempre es una opcion 🙂

    Escribí de ese tema de la vergüenza mientras levantaba la mano de la culpabilidad. Vengo de una familia que demostramos poco los sentimientos y, al final, eso acaba por hacer una coraza.. Debería cambiarlo, claro….

  • Frodo

    Buena historia, se me había pasado esta entrada, llego desde la reciente publicada.
    Quedé impactado con la foto! Tremenda! Un lujo de cielo del hemisferio norte (que solo vi una vez, durante diez días) estrellado.

    Podría ilustrar esta entrada la canción de los Stones “Wild Horses” o la película “Caballos Salvajes” con Héctor Alterio, Leo Sbaraglia, cecilia Dopazo…

    Abrazos

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