el gato negro

No voy a dejar que la tristeza me venza. Anoto la frase con mi mejor caligrafía llena de arabescos en una tarjeta color hueso, poniendo especial atención a la letra Z, una criatura peligrosa. Dejo la nota sobre la mesa, apoyada contra el frutero frente al que desayuno cada día.
Ahí descansa durante dos semanas. La miro cada día, y cada día asiento al leerla como si cada día leyese algo nuevo en ella. Luego, una mañana, la sostengo a contraluz, la hago danzar entre mis dedos y la rompo en cuatro pedazos, antes de salir a la calle a buscar respuestas en la brutalidad sin concesiones de la ciudad.
No hay que inventar nada, comprendo, todo ha sido escrito en sus adoquines, no queda ningún camino que no haya sido recorrido ya mil veces, ninguna historia que no haya sido ya contada hasta la extenuación. ¿En qué punto de esas historias me perdí?, ya no importa, nunca ha importado: la vida necesita de nuestra sumisión, no de nuestra comprensión.
Cierro la puerta de casa como el condenado que sabe que no podrá regresar y allí, en la escalera que desciende a la plaza, me encuentro con el gato negro. Me observa lleno de curiosidad, una criatura imperturbable, sin miedo y convencida de su lugar en el mundo. Nos quedamos quietos, desafiándonos con la mirada. No estoy seguro de si quiere bloquear mi camino, o si pretende que lo siga para mostrarme el mapa del laberinto en el que se enredan mis días y cuya salida no encuentro porque camino con los ojos pegados al suelo.
Se trata de un gato, concluyo, pueden ser las dos cosas al mismo tiempo… o ninguna de las dos.
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dónde estará el azul

22 Comments
BDEB
Parece que la primavera que debería de traer alegría, nos invade con tristeza, será este tiempo de locos que se asemeja más a un otoño. Me consta que tú te llevas bien con los gatos negros, yo creo que quiere que lo sigas o deshace el laberinto o quizás te quiere mostrar nuevos caminos.
Un fuerte abrazo querido Beauseant.
Natalia Doñate
Hermoso texto. Yo creo que busca bloquearte el camino. El gato sabe que las respuestas se encuentran adentro.
POETAS EN LA NOCHE
Una escena muy bonita y llena de significado, donde cada gesto parece encerrar una revelación. La vida nos habla en pequeños signos, en adoquines gastados y miradas felinas. Tal vez no haya respuestas definitivas, pero el viaje sigue siendo fascinante.
Un abrazo 🌷
Joiel
El gato tiene todas las respuestas. A veces las comparte, pero también sabe que de la duda nace el ingenio. El camino es ancho, largo, casi infinito.
Ali Reyes Hernández
“Una criatura convencida de cual es su lugar en el mundo”. Excelente definición de un gato, sea del color que sea.
Ojalá esto aparezca en comentarios
Beauséant
Ha llegado una primavera rara la que ha llegado, BDEB, pero, claro, tienes razón, la primavera llega sin pedir y punto, son las personas que la recibimos las que vemos una cosa u otra en función de nuestro estado de ánimo.
Seguiré al gato negro, pues, seguro que llegamos a algún lado, siempre se llega a alguna parte si se camina lo suficiente.
Me temo que es cierto, Natalia Doñate, las respuestas hay que buscarlas muy dentro, pero eso me da más miedo que los laberintos desconocidos, ¿qué pasa si no me gusta lo que encuentro?
Estoy de acuerdo por completo, POETAS EN LA NOCHE, las respuestas están siempre en el camino, porque es el camino lo que importa, lo que hacemos en ese recorrido, las personas que encontramos… al aprendizaje.
De la duda nace el ingenio, Joiel, cierto, de las dificultades las ganas de superarlas. Así funcionamos las personas, necesitamos una zancadilla de vez en cuando y nadie mejor que un gato para ponerlas, ¿verdad?
Es una cualidad que me encanta de ellos, Ali Reyes Hernández, los adoptan y ocupan la casa, están en la calle y es suya. Parece que han nacido para estar en el lugar exacto en el que se encuentran. Para alguien que siempre se siente fuera de lugar es algo envidiable.
Mónica Frau
Por más que sintamos que todo ya se ha escrito, no importa, sigamos garabateando para agudizar nuestros sentidos, como si fuésemos a estrenarlos por primera vez. Qué belleza de foto, por cierto. Un fuerte abrazo
Citu
Me gusto la historia del gatito. Los gatos son geniales. Te mando un beso.
Toro Salvaje
Podría firmar el tercer párrafo.
Es tal como dices.
Está todo hecho y dicho.
Con suerte algún día se puede repetir mal algo que nos rescate un rato de ese desierto de vida.
El otro día se me cruzó un gato negro… lo interpreté como un mal augurio… de momento nada ha empeorado pero es que es difícil empeorar cuando ya no esperas nada.
María
Impresionante la fotografía! bajas sobre el negro y… te caes rodando por las escaleras junto a ese gatito, q tienes razón , jo! son imperturbables. Cómo imponen si dominio! Pero no, por favor …no puedes haber roto esa tarjeta …No podemos dejar q nos venza la tristeza …un día, un ratito, momentos …vale, pero no tirarnos en sus brazos , no rendirnos , eso jamás! y sí, naturalmente q todos los caminos han sido recorridos y los pobres adoquines acumulan todas las pisadas del mundo pero .. qué importa eso, si ni tu pie, ni el mío los han pisado, ellos han visto pasar los años , los siglos ahí , tirados en el suelo inertes, nosotros tenemos q vivirlos , no vale renunciar a este derecho q se nos ha concedido , sería imperdonable ! de hacerlo la siguiente reencarnación nos castigan y volvemos en modo pedrusco .. tú verás lo q haces : ) Un beso BEAU!
Alfred Comerma Prat
Buena foto!
Simplemente con su mirada, inquiere que haces tú, ocupando su espacio e intentando apropiártelo con la foto.
Saludos.
Milena
Tienes razón, Beauséant, la vida necesita de nuestra sumisión, rendición…
Este precioso gato negro te está esperando,
la fotografía es magnifica, e inspiradora 🙂
Beauséant
Hay cierta belleza, y un punto de locura, en esa manía de repetir siempre los mismos pasos, Mónica Frau, cada paso recorre el mismo camino, pero siempre encontramos algo diferente, siempre parece la primera vez, es cierto.
Los gatos pueden hacernos mejores personas, Citu, sólo hay que entenderlos.
Cuando no esperas nada, Toro Salvaje, es cuando eres realmente libre, libre de pedir, libre de dar, puedes volver a los mismos lugares y hacerlo con el corazón más ligero, sin deudas.
Me gustaría saber qué piensa un gato negro cuando se cruza con un humano, lo mismo también piensan que traemos mala suerte.. y algo de razón tendrían.
Romper esa tarjeta es un símbolo, María, de qué, bueno, eso ya depende 🙂 Puede ser una liberación, dejar de esperar cosas y salir a buscarlas, o la asunción de un derrota.. las respuestas las tiene el gato negro.
No lo había pensado como un derecho, es una buena forma de verlo, casi, casi, una obligación moral. Hay que aceptar la vida como viene, con sumisión, pero el hacerlo con tristeza quizás es algo que quede en nuestras manos. Incluso en ciertas tristezas hay bellezas de la misma forma que hay cosas nuevas en los caminos recorridos. Cuando voy a la montaña, muchas veces repito las rutas, son diferentes momentos, diferentes estaciones y estados de ánimo, son siempre rutas diferentes.
Yo quería reencarnarme en gato negro, ¿dónde se piden los papeles para eso?
Y, encima, Alfred Comerma Prat, hice la foto sin permiso. En breve me veo una carta del abogado felino reclamando sus derechos 😉
Muchas gracias, Milena, la sumisión siempre parece algo malo, pero no deja de ser una forma de fluir, de dejarse llevar. No tenemos fuerzas para librar todas las batallas, es mejor centrarse en las pocas que podemos presentar y asumir el resto, ¿no te parece?
laacantha
…”la vida necesita de nuestra sumisión, no de nuestra comprensión” me encantó la frase. Seguro que los gatos callejeros piensan lo mismo de nosotros cuando nos cruzamos en la calle…un mal augurio . Un texto fino y elegante. Un abrazo.
kasioles
Yo con los gatos me gusta guardar distancias, ten mucho cuidado que no te salte, te dé en el hombre y casi te tire como me ha pasado a mí con un gato negro que me encontré en lo alto de las escaleras de mi casa cuando intentaba subirlas y la luz del portal se había fundido.
Muchas veces en la vida es difícil saber qué camino debemos seguir y si para colmo el que tenemos delante es oscuro y con abrojos….
Suerte, amigo mío, te la deseo de corazón.
Cariños
kasioles
frodorockblog
Gran foto, gran.
Entre la foto y el final del texto “las dos cosas al mismo tiempo… o ninguna de las dos” creo que conquistarás al amigo Carlos, que traeré por aquí ya mismo.
Abrazos, Beau!
Neuriwoman
Me encantan los gatos negros, sobre todo los de tus fotografías, con esas miradas tan penetrantes. Como este, que a pesar de la distancia, se le ven esos ojitos como luceros. Quién sabe lo que quiere decirte con esa mirada 👀 yo por si acaso no le seguiría, vaya a ser el gato de Schrödinger y terminéis los dos encerrados en su cajita. Siempre es mejor andar perdido. Un abrazo
Cabrónidas
Probablemente ya lo habré dicho otras veces, pero no hay nada como el color negro en el pelaje de un animal. O pluma. 🙂
Etienne
Los gatos son sabios en su naturaleza. No lo intuyen ni lo sospechan, lo saben. Así que tienes que hacerles caso, y caricias si tienes suerte de acercarte lo suficiente.
Lo bueno de todo es que tiene solución, aunque a veces no sea de nuestro agrado. Y siempre está dentro: de un artículo de diario, de un libro abierto al azar, de una conversación sin sentido, de una ducha caliente o de un café en una terraza a la vera de un río sin nombre.
carlos
Hola, Beauséant. Me encantaron tu sitio, textos e imágenes. Tu pista me la dieron primero Frodo y luego María, y por supuesto que te sigo de aquí en más. Pero mi idea, además, es pedirte si por favor me permitís publicar este relato, “El gato negro”, en mi Gaterío. Amo tanto como vos a los gatos y les dedico una entrada cada tres o cuatro días a los personajes y personalidades de las artes, la cultura, la actualidad, la filosofía, la ciencia o el deporte (junto a sus respectivos gatos, claro está) para luego al final de cada mes publicar cada una de estas entradas (para que allí queden en la web) en una Bolsa de Gatos que ya llega casi a 1250 entradas. Bueno, la idea es solicitarte permiso pero también si pudieras hacerme llegar a través del mail una fotografía (puede ser incluso desenfocada) o dibujo o pintura tuya con tu gato o gatos, ya que así vengo haciendo con todos lo que subo con mi mayor respeto a la “sección gatuna” de mi blog.
Te mando un abrazo y quedo a la espera de tu respuesta. Hasta pronto.
Beauséant
¿te imaginas, laacantha?, un gato negro cruzando de acera porque ha visto un humano delante 🙂 Creo que perdemos mucho tiempo intentando explicar la vida, y sería más productiva simplemente eso, aceptarla como viene.
Son impredecibles, eso es verdad, kasioles. Cuando has tratado mucho con ellos vas intuyendo, mal que bien, por dónde pueden salir, pero no siempre es posible. Hay un mecanismo que hace click en su cabeza y les hace saltar 🙂 Los caminos de la vida son siempre complicados porque siempre nos parece mejor lo que no hicimos. Pero no hay forma de saberlo, en realidad no hay caminos buenos ni malos.
Le hacemos hueco sin problema, frodorockblog, al fondo siempre hay sitio, ahí es donde nos quedamos los habituales hablando de gatos 😉
Hay días que creo vivir en esa caja, Neuriwoman, sin tener muy claro si estoy a un lado de la vida o al contrario. Días que pasan sin mucho sentido, quizás le doy demasiada importancia a lo que hacemos con el tiempo, es algo demasiado preciado y parece que se nos escapa, ¿no te parece? El gato, por el contrario, parecía tenerlo todo muy claro. Puede ser un mentiroso redomado, como todos los gatos o….
Pura elegancia, Cabrónidas, pero, como bien sabes, hay que saber vestirlo, a mi el negro me queda horrible 😉
Sabías palabras las tuyas, Etienne, como dictadas por un gato negro 😉 La vida nos ofrece muchas soluciones en el día a día, pequeñas puertas, grandes ventanas por las que poder escapar. Quién sabe, lo mismo hasta nos envía un gato negro para que nos ayude a encontrar un poco de orden en todo ese caos sin sentido.
Un enorme placer tenerte por aquí, carlos, siempre me da alegría ver nuevas caras y, más aún, si ha sido abducido por la magia gatuna 🙂 La entrada es tuya si la quieres y para lo que la quieras, foto incluida. Aquí no hay un orden fijo, pero de vez en cuando aparecen historias gatunas, https://www.elartistadelalambre.net/tag/michos/ , muchas son reales y, otras muchas, son porque los gatos dan una forma perfecta de explicar el mundo, ¿no te parece? El mundo visto a través de los ojos de un gato siempre me resulta sorprendente. Por eso paso tantas horas observándolos.. Voy a dar una vuelta por tu sitio para empaparme, gracias
Lo de la otra foto es complicado, todos los textos gatunos que aparcen por aquí, han sido escritos por el gato Octavio, https://www.elartistadelalambre.net/el-gato-octavio/ por si le quieres dar un lugar en tu sección.
Un abrazo.
Diego
¡Fotón!
La letra Z es en efecto peligrosa. Tan llena de aristas, tan pinchuda…
Los gatos negros siempre han sido símbolo de mal augurio. Al revés que la paloma, símbolo de la paz; quien así la definió no conocía la agresividad, la suciedad y la mala leche de este pájaro. Pobre gato negro, pobre serpiente, pobre sapo, animales secularmente despreciados por biblias y cuentos, cuando son mucho más apacibles y pacíficos que la paloma.
Yo seguiría al gato negro, es posible que te descubra rincones insospechados donde haya más luces que sombras.