después del ruido

Con la llegada del calor, una bandada de urracas se ha adueñado del cielo sobre nuestras cabezas. Unos jirones de ceniza y ruido, violentas y extremadamente inteligentes. Nos vigilan sin descanso ni disimulo: si te asomas a la ventana, te clavan sus ojillos llenos de maldad; si sales a tirar la basura, se agrupan en las copas de los árboles y desgarran el aire con chillidos que componen un complejo código de avisos.
Si tuviera que elegir unos heraldos para anunciar el fin del mundo, serían sin duda las urracas.
He decidido intentar convivir con ellas, pero mis dos gatitas, uniendo fuerzas como siempre que se sienten amenazadas, se pasan horas retando con su felina presencia a los alados enemigos. Se turnan con precisión castrense: mientras una vigila desde la seguridad del suelo, la otra trepa a la chimenea, adopta una pose de gárgola y reta con la mirada a esa mancha borrosa de plumas en ebullición que se agita y grazna enfurecida al ver ocupado su territorio.
Han pasado los días. Yo agazapada en casa con una extraña sensación en el pecho. Mis gatitas, inmarcesibles patrullando las fronteras de su pequeño mundo. Las urracas, ahí arriba, trazando círculos en el cielo que llenan con su furia y su estruendo. He aprendido a distinguirlas. Ahora sé que siempre es la misma la que me observa durante el desayuno, la misma que me espera cuando salgo de casa.
También he aprendido a entenderlas. No como se entienden los animales, sino como se intuyen los símbolos. Porque eso es lo que son: un símbolo.
Las urracas no anuncian el fin del mundo. Lo recuerdan.
Lo señalan con cada chillido, lo dibujan con el trazo de sus vuelos en espiral y lo reflejan en el fondo de sus ojos, diminutos y brillantes como zafiros.
Mis gatas han dejado de desafiarlas. Ahora se quedan quietas, muy quietas, las observan inmóviles en la penumbra como si comprendieran que hay algo mucho más grande detrás de ese estrépito de alas.
Y yo también.
Cada día, cuando el sol cae, subo al tejado y aguanto la respiración hasta no ser más que silencio. Escucho el murmullo del viento, los últimos maullidos, los ecos de lo que nadie más parece oír.
Espero a que me enseñen lo que viene después del ruido.
Pronto, parecen decir. Muy pronto.

Related
Discover more from El artista del alambre
Subscribe to get the latest posts sent to your email.
21 Comments
Karen M. Paramio
Por estos lares tenemos más cornejas que urracas, pero su mensaje cuando la bandada se posa en un árbol o en un campo es el mismo: falta poco para que tú dejes de existir y nosotras nos apoderemos de todo.
Menos mal que hay gatos 😺
BDEB
Aquí se escuchan y se dejan ver, las palomas y las tórtolas y también tengo a los dos pequeños vigilantes observando que no se acerquen, aunque quizás estén más pendientes de los gatitos, principalmente la negrita que ladra a todo bicho viviente.
Me encanta la foto.
Toro Salvaje
Pronto… muy pronto…
El fin del mundo o el nuestro?
Los pájaros en general son libres de verdad, algunos tienen mala fama por aquello del mal agüero, a otros les ha tocado representar la paz, o la corona de Cristo y así todos tienen alguna función asignada por el colectivo de pajarracos humanos.
Menos mal que no lo saben y siguen volando libres.
Saludos.
evavill
Las urracas son de los animales más inteligentes que existen, creo que junto a los delfines, aunque de esto último no estoy muy segura.
Su lenguaje no suena muy bien y además son incordionas, pero listas lo son y mucho.
Mira, me has hecho recordar otra historia relacionada con una urraca.
Algún día llegará ese fin del mundo, o el de los humanos por lo menos, no sé si lo veremos.
Pregunta a las urracas la fecha prevista 🙂
Gabi C S
No sé te olvide volver a respirar, l llegará más pronto aún de lo que dicen las urracas.
Veo que tienes fijación con las urracas, y no sé si habrás visto ya ” los pajaros ” de hitchcock, como te recomende hace tiempo, porque si no la has visto, no es aún una fijación.
Aunque quizás si la ves, te induzca a dejar de respirar, y entonces sería peor el remedio que la enfermedad.
Bueno, a tu criterio, que no quiero responsabilidsdes
Abrazooo
Beauséant
Sospecho que mis gatitas, llegado el momento, Karen M. Paramio, no estarán de nuestro lado, y no será porque les falten mimos, no…
Muchas gracias, BDEB,la negrita sabe cosas, eso seguro… Es muy subjetivo, pero en las palomas o las tórtolas, no veo ese nivel de inteligencia de las urracas o los cuervos. Me parecen, no sé, más tontonas, dan menos miedo.
¿Te imaginas, Toro Salvaje?, los pobres pájaros con funciones asignadas por los humanos como si fuesen oficinistas.. Menos mal que no saben nada de los humanos 🙂 El fin del mundo, o el nuestro. Supongo que no importa, al menos a la humanidad no le importará porque van unidos. Entiendo que el mundo seguirá girando sin nuestra presencia, y en unos cuántos millones de vuelta volverá a empezarlo todo de nuevo, ¿quién nos dice que somos los primeros?
He leído sobre el tema, evavill, y no parecen ponerse muy de acuerdo sobre si hace falta un lenguaje para ser inteligentes, si tienen un lenguaje, si… pero, para mi, sí, son inteligentes. Las urracas, los cuervos, los delfines, incluso los elefantes, chimpacés.. para mi tienen ese algo que va más allá del estimulo respuesta. Los cuervos, por ejemplo, juegan con el entorno, interactuan con los humanos intercambiado cosas.. las urracas de mi barrio se organizan para saquear las papeleras, unas vigilan otras sacan la comida fuera. Para mi eso es inteligencia, ¿no?
El problema es que, inteligentes o no, no tienen calendario, eso seguro, así que, cuando pregunto por la fecha, sólo obtengo respuestas vagas, cuando la luna gire sobre sí misma, al tercer día de lluvia tras las grandes lluvias… Mis gatas creo que sí lo saben, pero callan, las muy malvadas.
A veces me olvido de respirar, Gabi C S, paso días con el corazón encogido, con ese algo en el pecho.. y resulta eso, que me había olvidado de respirar…
Sí, ví la película, creo que tras uno de tus comentarios. Con pocos efectos, siendo todo muy burdo, logra generar un ambiente y una tensión que es raro ver en películas actuales que son todo un despliegue de medios.. Ya me fascinaban los pájaros antes, así que imagina ahora 🙂
Un abrazo
Miquel Cartisano
Las urracas, como todo córvido, es sumamente inteligente. Puede convivir con humanos y animales sin problema alguno.
Salut
Kansas
Si tienen un don, es que son muy pacientes, saben esperar… Me encantan estas fotos 🙂
tYe
Por aquí si que las tenemos, primas de las chovas que se ven más normalmente por el cielo aunque las palomas se están encargando de vez en cuando de echarlas. Pero sobre todo en la carretera se las ve mucho ya que suele habermas bichos accidentados en el firme.
A mi me caen bien pero claro es que cualquier córvido suele ser bastante elegante.
Y puestos a pensar mal no se yo si esos mininos son todos muy de confianza, a mi me gustan por lo que tienen de salvajes aunque vayan disfrazados.
Y conste que tuve un gato montés muy cariñoso, “conmigo”.
ConejoOdiaGuordpres
Al principio eran solo urracas (bonitas, me gustan las aves)… ahora sólo falta que una lleve una túnica y empiece a tocar la trompeta del Apocalipsis desde la antena del tejado. Mis respetos a las gatas (no de esas no; las ferales, las felinas), únicas barreras entre la civilización marica y el fin del mundo alado… Que no se metan con mis zanatitos.
Beauséant
Y, mira que es complicado convivir con los humanos, Miquel Cartisano, ¿verdad?
Hablamos de las gatitas o de las urracas, Kansas.. las dos, sospecho, son criaturas zen a su manera.
Sí, tYe, por mi zona andan siempre pegadas a la carretera, esperando para ver si alguien atropella “comida”. Es un juego peligroso, claro, a veces comen, otras veces te conviertes en comida. Son criaturas salvajes, es verdad, pero ese salvajismo que es libertad, ¿verdad? A mi no me caen mal, pero sospecho que son responsables de que hayan desaparecido tantos gorriones y eso me apena mucho, la verdad…
Has usado correctamente el término, no es tu gato, simplemente pasan tiempo “contigo” 😉
Mis gatitas fueron ferales, pero ya cumplieron con su duro servicio y ahora se han convertido en unas señoritas, ConejoOdiaGuordpres, no sé si, llegado el caso, me defenderían… He buscado fotos del zanato, es una maravilla alada con esa cola tan enorme….
Mónica Frau
Se levantarán ellos contra nuestras miserias, contra la estupidez que nos caracteriza?
Diego
En la zona donde estoy yo ahora, las urracas han sido sustituidas por los rabilargos, más agresivos, pero menos impertinentes y entrometidos que sus primas las urracas. De momento parecen ignorar a los humanos, hasta cierto punto. En cualquier caso, echo de menos a las urracas, siempre me han gustado las golfas y los golfos 😊
Cabrónidas
Nunca me ha gustado esa expresión que dice “menudo pájaro está hecho”, cuando resulta que son mejores que nosotros hasta durmiendo.
Maria
Efectivamente, hay que aprender a entenderlas. Cuando pienso en los pájaros me doy cuenta de la libertad.
Me encantan las imágenes.
Un abrazo.
Beauséant
Son criaturas pacientes, Mónica Frau, quizás esperen a que la humanidad termine de suicidarse para hacer un poco de limpieza y hacer como si nunca hubiésemos existido.
Unas golfas, Diego, sí, es una palabra que les pega mucho, es verdad. Son como esos chulos que veía en los billares, siempre chamuyando, pidiendo cosas, haciendo promesas, algunos hasta resultaban entrañables.
Volcamos nuestros defectos en los animales, Cabrónidas, quizás sea una forma de sentirnos un poco menos miserables, ¿no? Como si todos nuestros defectos fuesen una constante, universal y, por tanto, inevitable.
Llevan una vida dura, Maria, con el calor mueren muchos, el alimento no siempre es fácil de conseguir y tiene demasiada mala leche para andar mendigando comida a los humanos… pero sí, son libres, totalmente libres. A veces me pregunto si aceptaría esa libertad o estaría mejor en la jaula con el bebedero y el comedero lleno… intuyo la respuesta, sí.
Alí Reyes
Interesante la relación de ustedes con las urracas. Yo creo que, mientras no se constituyan en una plaga para ti y tus gatas, debes aceptarlas y punto. al fin y al cabo, no está de más que alguien o algo, nos recuerde que nuestro mundo es finito.
Vengo de leer algunos de tus post anteriores. Cuando tengas tiempo dale un vistazo.
Y en cuanto a lo que me escribiste en mi entrada de Los elegidos. Me parece buenísimo el hecho de que , sin ver nada de la serie, solo leyendo ese post, reaccionaste como lo hiciste. En efecto, sin ánimo procelitista, porque creo que eres una agnóstica por convicción, sería bueno que le echaras un vistazo a la serie… no está de más darle una vuelta al cubo para examinar la espiritualidad desde otra vista que no sea la de la iglesia organizada. Luego me cuentas.
Beauséant
Las gatas son domésticas, Alí Reyes, ven el mundo desde la comodidad pero, llegado el caso, no tengo claro qué bando elegirían.. Nuestro mundo es finito, así es, y sin embargo nos comportamos como si los recursos no lo fuesen, como si fuese posible crecer sin límites. Es absurdo, nadie quiere parar, nadie quiere plantearse lo que estamos haciendo,
Muchas gracias por darte una vuelta por las entradas anteriores. Me gusta encontrarme con comentarios en entradas antiguas porque así vuelvo a ellas, las releo y, si ha pasado muchos años, a veces ni me reconozco.
Intentaré animarme con la serie entonces… Aunque suene a broma, veo mi falta de fe como una especie de enfermedad, como si faltase el olfato, o la empatía o algo así. Porque, en serio, me gustaría tenerla, creo que debe ser maravilloso envuelto en una fe inquebrantable. Muchas gracias!!
Laacantha
En Rusia urraca se asocia con una mujer chismosa y habladora , ( la mujer que habla mucho y rapido la llaman “urraca”) . A urracas les gustan las cosas que brillan y las roban , por ello los llaman tambien “urraca -ladrona” Lo de augurios urraca no sirve para nada en la cultura rusa … lista ,chismosa , alegre y ya esta. Le adora todo el mundo.
Entonces que estes tranquila y no esperes de ellos nada malo, pero guarda bien las cosas que brillan, pueden robar, son muy atrevidos. Un abrazo.
Beauséant
Por aquí, Laacantha, es algo similar, cotorras para las mujeres muy chismosas, urraca para cuando son mayores y parecen que ya han dejado de tener una función social… nada que ver con las urracas reales, ¿verdad? Tan descaradas, tan llenas de vida y, sí, les encantan las cosas que brillan, es verdad, por suerte llevo encima pocas cosas de esas 😉
Joiel
Observan, llegan a conclusiones, deciden, sentencian, aguardan el momento. Y, a su manera, lanzan los dados. Me fascina cómo las unas y las otras juegan un juego que parece muy serio para su entera diversión.