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Te agradeceré que no llores cuando llegue el final. Sé que no fui suficiente… a veces es imposible deshacerse de viejos vestidos; pero… qué te voy a contar a ti que andabas siempre enredado en la flor marchita de tu ojal.
Podríamos quedar en algún bar, a las 4 de la madrugada, por ejemplo, cuando ya es imposible recuperar el dominio de los relojes, y entre las luces de colores y un par de copas, celebrar los conflictos ajenos, que siempre será más divertido que celebrar los propios. Después podemos echar una partida de billar, tú, como siempre, con el taco más largo. Aunque esta vez no, querido… en nuestra despedida, no. Ya advertí al camarero.. si he de perder, por favor, llamad a los bomberos…

11 Comments

  • migue

    Si uno se quema y el otro no puede o no debe llorar.. es normal que alguien termine por llamar a los bomberos.

    No se si son las horas, que ya es tarde, o las consecuencias del alocado fin de semana en las pocas neuronas que me quedan, pero creo que no entendí del todo el post.

    Igual mañana..

  • Alvaro

    Yo tampoco he sido suficiente. Nunca lo fui. Ni siquiera para mi mismo. Y he probado diferentes varas de medir. ¿Los bomberos? O la funeraria.

    Saludos desde el agua

  • dsd

    Lo peor de los finales es pensar que no se ha sido suficiente. Es curioso cuán definitivo puede resultar ese sentimiento.

    Un saludo.

  • obdulia

    Pero te vas a tragar el taco de billar?… Es que lo de llamar a los bomberos me parece exagerado, claro que de la consunción a la ignición… pero no, ni hablar: antes de tirarme al tren me tiro al maquinista!.

  • AngelCaido

    Recien salido del infierno te envio un saludo y voto por perdernos entre las luces de colores y por supuesto será un placer perder contigo jugando al billar

  • Cabezota sin remedio, corazón enorme

    No pude evitar llorar. Pero tampoco quise. Aún soy persona. Perderte es una tragedia para llorarla a gusto. ¿Acaso crees que habrá otra como tú?. Es curioso como pasas tu existencia autodestruyéndote. El mundo es feliz porque tú naciste. La gloria se la llevará otro, pero esos 5 minutos contigo fueron suficientes.

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