una nube negra
Los optimistas sueñan siempre con que tienen todo el tiempo del mundo para llevar a cabo sus sueños, por eso nunca tienen prisa por empezarlos.
Las personas tristes caminan atrapadas en la eterna pregunta de cómo sería mi vida si no fuese mi vida. Creen, no sin grandes dosis de ingenuidad, que lo tuvieron todo para ser lo que nunca fueron y si fracasaron en el empeño siempre fue por circunstancias ajenas a ellos.
Son personas que viven con una eterna nube negra anunciando tormenta sobre sus cabezas. Viven sus vidas, pelean por pequeñas escapatorias y cuando menos se lo esperan quedan atrapadas en medio de una tristeza sin fondo que les atenaza y les impide levantarse por la mañana dispuestas a fingir que todo es normal.
Al final todo se reduce a eso, a lograr fingir que todo es normal.
A dibujar con dos dedos la señal de la victoria justo en el momento en que te lleva el huracán.
15 Comments
virgi
Ahí, mientras vuelan, es cuando son más felices.
Besooooooooooossssss
María del Rosario
Sí, eso es lo más normal casi para todos, los sueños tejidos de otros, sueños robados, al final la vida se escapa por la corriente de los sueños no logrados, muy buen tema.
Abrazo
María
jaja me vas a permitir que te lleve la contraria, los que describes en primer lugar no son optimistas, son indolentes y apáticos… un positivo ( no me gusta la palabra optimista q suele asociarse a desbecerrado inconsciente) es diligente siempre, más tratándose de sueños, se plantea pros y contras y decide recrearse en lo bueno, su sueño 😉 Los segundos tampoco son el prototipo de tristes, si acaso existencialistas dubitativos jaja y sí, los del tercer párrafo sí que son los tristes agónicos de libro, estos pobres sí que sufren lo que no está escrito, pero me temo que ni a unos ni a otros les consuela si se sienten mal fingir q todo es normal … la anormalidad asumida proporciona más bienestar que fingir lo que sea que se finja 😉 … ¿te das cuenta? yo no estructuro nada y te suelto con todo el morro lo primero que se me ocurre… si tu me soportas estate seguro que yo con mucho más motivo a ti q sabes escribir y yo no jajaja …
Las nubes ….
Mmmm las nubes y esa gaviota son .. un sueño de fotografías!
Mil gracias y muchos besos … tristillo sonriente 😉
PD
Ah! y la imagen de alguien haciendo la V d victoria con los dedos mientras se lo lleva el huracán es jaja… muy explícita !!!!
Toro Salvaje
Los cementerios están llenos de optimistas con las cuencas de los ojos desorbitadas…
No entienden lo que les ha pasado.
Saludos.
Stand by
Como si te acabasen de regalar un juguete. Haz con él lo que quieras. Es tuyo. Es tu vida. Vívela como te parezca. Si quieres parecer un gilipollas descerebrado supurando optimismo por los cuatro costados… avanti. Si quieres ser uno de esos tipos taciturnos que todo lo ven a través de un tamiz gris oscuro casi negro… dale! Tú sabrás lo que estás haciendo. Otra cosa es lo que nos parezca a los demás que, por cierto, casi siempre nos va a parecer mal una cosa u otra. Pero tú, dale, querido, dale… haz con este juguete lo que te parezca.
kadannek
Este asunto me llevaría a escribir casi un “testamento” extenso, en base a experiencias y observaciones personales, sumado a investigaciones y eventos de otros. Así que trataré de no extenderme, en un tema que a veces me inquieta, otras me hace sentir compasión y empatia, pero también rabia. Todos hemos estado tristes, todos sabemos lo que es la tristeza y cómo nos hace sentir, la diferencia o el punto crucial radica en la forma en que cada individuo reacciona ante ella, qué tan apasionado, dominado o ligado se deje estar ante el sentimiento. El hecho de querer o no superarla, el hecho de tratar o no de superarla. Hay estados y niveles, hay situaciones químicas y hormonales, hay casos que llegan a ser clínicos y van más allá de un simple pesimismo por una mal racha o por patrones autoimpuestos o impuestos por otros. Pero no me referiré a los casos clínicos, porque esos son serios y necesitan más comprensión de la esperada. Más bien quiero hacer referencia a quienes adoptan la postura de una víctima, pues son los únicos creadores de sus circunstancias, pero no aceptan esa realidad. Por el contrario, culpabilizan al resto y esto me encoleriza como no tienes idea. Lucho por no juzgarles, lucho por no criticarles, pero he llegado a un punto en que me sobrepasan. Por más ayuda que intentes darles, por más tiempo, cariño y consejo, simplemente no quieren ser salvados, pues es más cómodo quedarse en el mismo lugar de siempre, siendo unos niños heridos y asustados en su interior, con una mente de adolescentes incomprendidos y de adultos irresponsables. Lo que detesto es cuando entran a ese juego de manipulaciones y chantajes emocionales… No hay nada más injusto e insano para una relación que eso. Y también el que se pone en el “rol de salvador” no les deja madurar. Lo que hago en la actualidad es quedarme cerca del risco simbólico, o cerca del pozo en donde estas personas se hunden, con mi mano lista y dispuesta por si desean tomarla, ya sea para flotar un poco o para levantarse por completo.
Beauséant
Al menos lo parecen, Virgi, desde ahí arriba no tienen que andar dando cuentas a nadie…
La vida se escapa, efectivamente, María del Rosario, y cuando queremos ponernos a hacer cuentas muchas veces es demasiado tarde. Es una pena que la vida no sea como esos juegos de ordenador donde puedes repetir la partida las veces que haga falta.
Muchas gracias, María, para no estructurar nada te ha quedado todo muy claro 🙂 La verdad es que no he conocido mucha gente de esa que comentas. Es decir, en nuestras cabezas todos nos sentimos muy racionales y muy inteligentes en nuestras decisiones, pero creo que la mayoría somos un desastre, y las pocas veces que acertamos es casi siempre de casualidad. Al final, al hacernos mayores, creo que nos limitamos a correr espantados con los brazos adelantados.. Me gustaban esas gaviotas ahí en lo alto, parecían querer decirnos algo, pero claro, el mensaje depende que emiten depende de si eres del primer tipo o del segundo 🙂
La vida te atropella, Toro Salvaje, y cuando te despiertan ya te han hecho la autopsia 🙂
Qué diablos, Stand by, todita la razón. Si al final nadie sabe que hacer con su vida, quiénes somos nosotros para hacer caso o para que nos hagan caso. Lo importante, claro, es luego no buscar culpables.
Me he leído el texto un par de veces, kadannek, y me he visto reflejado en muchas de esas partes. Me he pasado muchos años de mi vida intentando salvar a gente de cosas de las que no querían ser salvadas y he comprendido que es absurdo. Hay gente que simplemente disfruta viendo a los barcos hundidos y sueñan con viajar en ellos. Son, como dices, casos patológicos, y cuando intentas ayudar, o lo que crees que es ayudar, te pueden acabar arrastrando con ellos. Al final todo depende de la implicación que tengas con esa persona, hay casos que no puede dejar pasar como si nada. Ya ves, mi terapia es escribir sobre las cosas aunque no llegue a entenderlas del todo…
mucha
Genial corto claro y bueno
Isaac
Y todo ello se ha creado primero en la mente y en los pensamientos de cada cual…. Dueños de nuestro destino, creadores….No debemos olvidarlo
Paz&Gracia
Isaac
Beauséant
Gracias, mucha, también sabemos hacer textos cortos, hacemos uno grande y nos quedamos con la parte del medio 🙂
Yo, Isaac, sólo recuerdo aquello que pagaría por olvidar …
Brisa
A veces nos instalamos en lo cómodo. Los optimistas (esa extraña secta a la que pertenezco 🙂 ) La tristeza. Al final solo son emociones, estados, ¿Elegidos? No siempre son elegidos, pero sí que es cierto que a veces la zona de confort, puede llegar a convertirse en una trampa, si pasamos demasiado tiempo sin movernos, una emoción, aunque sea negativa acaba convirtiéndose en algo normal aunque lo tengamos que fingir o al revés.
No se puede salvar a nadie que no quiera ser salvado, porque puede, como bien decís acabar hundiéndote a ti, solo eso estar atentos por si la otra persona decide dar un paso adelante.
Expresas bello hasta lo más triste ¿Cómo lo haces? 🙂
Mucha
jajaja comico intenso fuerte
eres bueno
Athe
A veces esas nubes se ciernen tan cerca que aún sin llover sobre nosotros sentimos alfileres, en nuestra piel, de punta.
A veces las contemplamos y hasta soplamos , con fuerza y hasta insolencia, para ver si se retiran unos centímetros y dejan que la claridad haga acto de presencia.
A veces, no…siempre… Lo esencial es que quien esté bajo el aguacero deje y haga por moverse o que le muevan… Porque sin eso la nube se encadenada a su esencia.
La esencia …no cambia
Llueve sobre nostalgias
Un abrazo a tu LuZ
Beauséant
Creo que no, Brisa, que no son elegidos, pero sí es verdad que a veces nos metemos demasiado en ellos y no dejamos espacio para otras cosas, en eso te doy toda la razón 😉 Y sí, a veces lo ves desde fuera, pero es mejor esperar una señal, un brazo tendido al que agarrar para tirar de el…
Algunos, ya ves, nos gusta analizar las cosas tristes, a veces tienen algo de belleza en su interior 😉
Me gusta cuando conviertes los textos en poesías, Athe, me he visto soplando esas puñeteras nubes… a veces hace falta más de una persona para que lo hagan, las puñeteras.
Umma1
¿No hay gente que lleva una vida en armonía a sus deseos?
Algunos, que no son idiotas por cierto, conocen buenos momentos.
Hay quien ha sido a puesto a las puertas de la muerte, que la ha visto muy de cerca y, en ese momento dónde sólo cabe la sinceridad, lo vivido les ha bastado para justificar el viaje.
En cuanto a los optimistas, dice de ellos la RAE: “Que propende a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable” ( nada de descerebrados). ¿Es más inteligente, su contrapartida? Yo no lo sé. quizás sea más prestigioso.