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RTS

La privatización del espacio público bajo la forma de los automóviles sigue deteriorando las dimensiones de vecindad y de comuniad que definen a las metropolis. Los planes viarios, los “parques” industriales y los centros comerciales se unen para desintegrar la comunidad y para banalizar las regiones. Cualquier sitio termina siendo igual que cualquier otro. La comunidad se convierte en un artículo de consumo, en una aldea comercial, narcotizada y bajo constante vigilancia. De ese modo, el deseo de vivir una vida comunitaria se satisface de otra forma, por medio de los espectáculos que nos venden de manera artificial. Son “calles” o “plazas” de telenovela que imitan las zonas que el cemento y el capitalismo están destruyendo. En ese contexto, las calles verdaderas se hacen estériles. Son sitios por donde pasar, no donde vivir. Sólo existen como vías de tránsito a otra parte, a través de un escaparate, de una valla publicitaria o de un tanque de petróleo.

Recuperemos las calles de Londres. Citado en NoLogo, de Naomi Klein.

14 Comments

  • Adolfo-Denavegantes

    Pues yo discrepo, creo que precisamente ahora hay una apuesta clara por hacer de la calle un amplio hall, lúdico y festivo. No olvidemos que además nuestra climatología invita a hacer de la calle un patio de recreo. Las calles y plazas cada vez más abiertas a la creatividad y a la comunicación. Así lo veo yo, y además en términos globales. Saluditos.

  • virgi

    Afortunadamente, ya hay muchos lugares que va siendo al revés.
    Pero cuando ocurre lo de la foto, suele ser la imagen de la propia sociedad.

    Besos

  • Fran

    La recuperación de los espacios públicos dependen de quienes nos dirigen, así como también depende de nosotros apropiarnos de manera correcta de estos espacios 🙂
    Saludos!
    Fran

  • Vanessa

    Si triunfan las calles o plazas de telenovela es porque todos acabamos yendo.
    Pero conozco calles estériles q tienen su encanto, a veces hay q pararse y no verlas siempre como vías de tránsito.

  • Beauseant

    El lugar donde vivo Adolfo-Denavegantes es un poco extraño. A veces hacen políticas que intentan devolvernos la calle con proyectos de plazas que son sólo hormigón sin sombras ni bancos. Pienso que algo de culpa debe ser nuestra, como dice virgi
    Lo extraño Ybris es que para hacer esa calle han tenido que pasar generaciones de personas que vieron ese paisaje y no sólo no lo arreglaron sino que contribuyeron a crearlo y hacerlo más grande. Exactamente eso Cosechadel66 un reflejo de nosotros mismos.
    Esa es la tesis que defiende el libro, Fran. Si el centro comercial ha sustituido a la calle como lugar de reunión, entonces debemos usar esos centros como lugar para manifestarse.
    Reconozco Vanessa que sigo ese tipo de calles y por eso saco fotos.
    Me temo doctorvitamorte que los peatones de esa foto sólo ejercen de tales cuando caminan un puñado de pasos hasta sus vehículos.

  • FILOABPUERTO

    Me da terror y nostalgia,terror de que ese ambiente “artificial y prefabricado” se vaya extendiendo como lo hace, Nostalgia de la auténtica realidad, de que esta “virtualidad” se imponga y acabe asfixiándola ¡esperemos, siempre esperemos que no sea así!

    Saluditos
    Merce

  • Beauseant

    Hay cantidad de pueblos con ese aspecto Jordi M. Novas, han tenido que adaptarse a una nueva economía, y han crecido demasiado rápido, tardarán mucho tiempo en encontrar el punto intermedio. Por supuesto no tiene porque acabar así, FILOABPUERTO, pero es más sencillo que así sea, me temo.

  • AveAbe

    La sociedad del espectáculo -el de la banalidad y la miseria, depende- se apodera de las calles, de las casas, del ser humano… ¿Fomentar la comunicación, la creatividad? Creo que quien crea eso, tendría que tener en cuenta que es igual que un anuncio publicitario; no estaría muy seguro de que eso fuera “crear”.
    Y decir que se tiene que tener en cuenta a los humanos que construyeron eso, vuestra casa,etc. ¿Quién son esos, te lo has preguntado? Y más,¿quién lo mandó construir, sobre qué modelo, qué soberanía, qué función?

  • Beauseant

    Al final, AveAbe, si vamos tirando del hilo todo lo que hacemos o, incluso, pesamos, parece estar sostenido sobre cosas absurdas que asumimos por el peso de la costumbre y la historia, sin medios, ni capacidad para cuestionarlas.

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