leer,  mirar

¿quién quieres ser hoy?

Ernesto en una selva de Colombia gritando: dispara, cobarde. Sólo vas a matar a un hombre. La puta honrada, la princesa que nunca quiso ser ninguna de las dos cosas. El zar suplicando por su vida en un bosque a las afueras de un lugar llamado Petrogrado. La mirada serena de mi padre. ¿Ese de ahí es Mozart?. Un soldado anónimo con el cuerpo lleno de metralla y envuelto en una bandera: miradme cantar himnos con mi boca llena de gusanos. La santa sin nariz a quien nadie escuchó renegar de su fe porque le habían cortado la lengua… El sátiro, la muerte, la doncella….

Todos llevamos una máscara, no podríamos vivir sin ella. No estamos preparados para contemplar la huidiza criatura que vive al otro lado del espejo.

Elige una máscara, vive con ella, nadie sospechará nada, en realidad a nadie le importará. Todos fingimos, todos decidimos creer en las máscaras. Lo hacemos para no matarnos entre nosotros, lo hacemos para no matarnos a nosotros mismos.

Da igual, no importa. A nadie le importa.


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17 Comments

  • अनत्ता å…‰ 心

    Ya sabes “mi” punto de vista, enfoque o acercamiento a toda esta cuestión, a lo que entendemos por “identidad individual y convencional” (tanto personal como social) o a ese “personaje psicológico”. Es tal como dices. Y digo “mi” o empleo la primera persona del singular porque solemos hacerlo para entendernos, por convencionalismos. En realidad si se profundiza más allá de este nivel que estás describiendo, se llega a vislumbrar, entender, descubrir y saber que lo que existe “en el fondo” es una inteligencia o conciencia absolutamente penetrante, profunda (valga la redundancia), si no queremos usar el adjetivo “despierto/a”. Inteligencia, capacidad de observación, atención, etc. Desnuda, simple, directa, experiencial. SI uno/a se aplica a esto, por ejemplo delante del espejo, y logra acallar el pensamiento o parloteo mental, entenderá y verá esto. Son necesarios entrenamiento, práctica, autenticidad, honestidad, mucha valentía… ¿cuánta gente está realmente dispuesta, a desmontar o deconstruir al ego? Porque conectado con esto y con lo que describes en el texto (“me”) surge la auténtica pregunta: ¿realmente hay alguien al otro lado del espejo, ahí, al fondo? Repito, si vamos más allá del ruidoso y molesto pensamiento, de esa imagen o personaje. Pero sucede lo que describe esta expresión tan graciosa: (muchísima) gente está encantada de haberse conocido, y no moverá ni un meñique por cambiar ni en pos de esa trascendencia. Bueno, esto no son verdades absolutas, pues todo este funcionamiento (egoico) produce también malestar, sufrimiento, alienación (obvios, mucho).
    ¿Recuerdas aquello de que todo está inevitable, íntimamente relacionado? Seguro que sí. Lo de la interrelación de todo lo que existe (interser). Pues mira, en la entrada de hoy del blog de Tao se habla de ese entendimiento/experiencia de ver la verdadera naturaleza de la mente (vacía, vacua) (tu criatura huidiza), que se denomina kensho. Y nos trae un poema alegórico. Va de identidades frente a los espejos:
    “Una abuela de ojos soñolientos
    se encuentra a sí misma en un espejo viejo.
    ve claramente una cara,
    pero no se le parece en absoluto.
    Es una pena. Con la cabeza confusa,
    ¡trata de reconocer su propio reflejo!”
    Es verdad, “nadie sospechará nada”. Es lo habitual, lo socialmente impuesto y aceptado (si queremos o nos dejamos, pues en el fondo tenemos la capacidad de discernir e investigar). Pero es eso… me pregunto qué verdadero valor tiene ese “personaje”, algo absolutamente construido. De nuevo, nuestra verdadera identidad es algo desnudo y simple, si le quitamos las incontables capas de cebolla que hemos ido o se van añadiendo.
    Muy bueno también, ja ja ja “lo hacemos para no matarnos a nosotros mismos”. Remite directamente a aquel experimento de Harvard y ese titular irónico e ilustrativo: “¡No me soporto a mí mismo!”. De nuevo tenemos al espejo y a esa autenticidad/valor de mirarte directamente, sin mediación del pensamiento y de todo lo que (te) crees ser. ¿Sabes qué pasa? Que la inmensa mayoría de personas (me incluyo, pero dinámicamente trabajo para cambiarlo) tiene miedo de ese salto al vacío, de esa cualidad no dual de la inteligencia que hace que ¡bum! estalle la burbuja, la ilusión de esa identidad construida. Y esa cualidad no es algo “excepcional” o místico, sino algo profundo y real, pero que estamos rehuyendo. Quien quiera entender entenderá… quien no, seguirá dando vueltas a lo mismo, al mismo nivel, cual hámster en la rueda (el samsara budista, en el fondo).
    Un abrazo… de un fantasma, quizá. Corpóreo e incorpóreo, at the same time.
    Lo de las máscaras y las identidades… un clásico y una gran verdad.
    Las fotos, increíbles. ¿Carnaval veneciano?

  • María

    A tu pregunta : La de siempre ; )
    Y al margen del fondo, q nuestro querido WHAT ha exprimido como a un limón, a ti te toca disfrutar de su jugo; ) El glosario de máscaras que has hecho !se las trae! y no es para menos, con la infinidad de rosotros impresionantes de tu imagen( parece la pared del castillo de los horrores ; )… Desde el Che al zar, con la mordaz crítica al fanatismo religioso y al bélico …
    Para convivir, tienes razón, todos debemos funcionar en modo cívico, pero sinceramente, más allá de eso, creo que vivir eternamente tras una máscara, además de agotador, debe ser desquiciante y a las que como a mi, se nos escapa todo jaja además muy frustrante. Recuerdo que con 14 años me empeñé en salir de nazarena ( no te rías, pero es verdad ; ) el caso es q mi capirote en lugar de ir derecho iba hacia delante como el cuerno de un unicorcnio, me salían los rizos por todas partes, la túnica me quedaba enorme y la arrastraba y encima, como no veía un pimiento, me iba tropezando tooodo el rato, total! q ni tapada completamente, podía dejar de ser absolutamente reconocible. Obviamente no me dejaron desfilar nunca más, ni yo tuve interés; ) Todo esto para decirte que salvo en mi trabajo -ahí más que máscara, llevo armadura- jamás llevo máscara, para lo bueno y lo malo , lo que hay, es lo que hay. Me estoy acordando de un tema de Serrat que me encanta, dice: “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio” ; )

    Un beso y por cierto, sí que importa, a los que importas ; )

  • Beauséant

    La clave, अनत्ता å…‰ 心, de todo el problema la veo justo en esta frase que comentas: “Son necesarios entrenamiento, práctica, autenticidad, honestidad, mucha valentía… ¿cuánta gente está realmente dispuesta, a desmontar o deconstruir al ego?” Los griegos pusieron mucho empeño en convencernos de la necesidad del conócete a ti mismo.. pero, qué ocurre si después de tanto esfuerzo en conocerte, de tan escarbar, de tanto indagar, ¿resulta que no te gusta lo que has encontrado? La mujer del poema posiblemente no se reconozca porque por dentro se sigue sintiendo joven y el puñetero espejo se empeña en devolver su verdadera edad. Podemos creernos unos ganadores y el espejo recordarnos todas y cada una de nuestras miserias. Los espejos son criaturas peligrosas, deberían venir con un montón de pegatinas de precaución y sólo para personal autorizado.

    Sé que no estarás de acuerdo conmigo, pero llevo ya tiempo pensando que es mejor no indagar demasiado. Encontrar una versión de nuestras vidas y nuestra historia que nos de cierta comodidad y hacer oídos sordos a todas las cosas que no acaban de cuadrar con esa versión.

    Las fotos son de un museo de Londres, sospecho que se encontraron (saquearon) un buen puñado de estatuas incompletas de muchas iglesias y, al no saber que hacer con ellas, decidieron hacer una bonita composición. Genera un efecto muy interesante, mucho más que cuando se miran por separado.

    El problema, CABRÓNIDAS, es que el de ayer también querrá ser el de anteayer, y el de anteayer el de antes de anteayer y… en fin, ya me entiendes.

    Y, ¿quién es la de siempre?, MARÍA, la de antes de algún punto de inflexión concreto, la que era inocente, la que volvieron sabia de repente a base de decepciones, ¿quién? Me gusta lo de funcionar en modo cívico, una capa de civilización que ponemos por encima al simio violento y territorial para intentar evolucionar un poquito, pero que al menor problema sale de vuelta con toda su violencia.

    A pesar de lo escrito tengo un problema para llevar máscaras y es un poco lo que dices, no miento bien, me ha pasado siempre. Por eso suelo decir la verdad porque tarde o temprano cometo un error y me descubro. Mentir es demasiado agotador, supongo que lo importante es creer tus propias mentiras, si lo logras, eres invencible.

    Y gracias, importarte me ha hecho importante.. un abrazo

  • Gabiliante

    Cada vez es más difícil mantener las mentiras o ñas figuraciones o las falsas cualidades; sobre todo cuando cada vez cuesta más acordarte de cómo se llama el que está hablando contigo ( hablo de los no muy habituales no estoy tan mal).
    Creo que es una colección porwue son de la misma escala más o menos. Son muy pequeñas psra ser mascsras, pero sirve para apoyar el discurso.
    Abrazo

  • kasioles

    Reconozco que el ser humano es cambiante, los intereses, los deseos o la misma forma de pensar no es igual en una edad que en otra, queramos o no, para bien o para mal, la experiencia nos va marcando, de ahí radica el que sea muy difícil conocerse a uno mismo, es más, según nuestro estado de ánimo o la problemática que tengamos en el entorno, puede que no reaccionemos de la misma forma ante situaciones iguales o muy similares.
    Confieso que soy un poco rebelde, pues casi siempre reacciono con autenticidad desde mi punto de vista (nadie está en posesión de una verdad absoluta), mi conciencia no me deja darle jabón a nadie si es que se merece llamarle feo.
    Tu entrada es para un largo coloquio y se presta a reflexionar largo y tendido.
    Ha sido un placer volver a visitarte.
    Cariños.
    Kasioles

  • laacantha

    Me gustó la frase de BEAUSÉANT” : Los griegos pusieron mucho empeño en convencernos de la necesidad del conócete a ti mismo.. pero, qué ocurre si después de tanto esfuerzo en conocerte, de tan escarbar, de tanto indagar,¿resulta que no te gusta lo que has encontrado? …”
    Yo, en particular , dudo mucho si se puede conocer a si mismo a pesar de tu buena voluntad y mucho empeño ,tampoco te aydaría mucho el psicoanalisis aunque lo hubiera hecho el mismísimo Sigmund Freud. Si fuera posible conocer a si mismo,la Humanidad ya estaría perfecta e ideal a lo largo de los milenios de su existencia. La idea de nuestra existencia es “lucha y unidad de los opuestos” .Es decir que tenemos lo malo y lo bueno que nos mueve ( es para siempre) y no hay escapatoria. Pues , por ello existen las religiones, las filosofias, ,los Dioses , la educación , la sociedad… para guiarnos, para saber que máscara tienes que llevar. Y no siempre nos sale bien, no somos perfectos..
    Un abrazo.

  • Cora

    Impactante tu entrada, mas esas fotografías que en sus tonos asemejan
    dolor y a veces incluso una búsqueda, diría que hasta terror,
    cuantas máscaras y que pocas caras, quizás es todo como una protección
    para salvarse del mundo, me gustó esta parte… aun en todo..

    “Todos llevamos una máscara, no podríamos vivir sin ella. No estamos preparados para contemplar la huidiza criatura que vive al otro lado del espejo”

    Un abrazo y muy feliz día.

    Cora

  • evavill

    El teatro del mundo donde todos representamos un papel, no siempre elegido. No me gusta fingir lo que no soy y no suelo hacerlo. Pero la máscara es útil para esconderse y que te dejen en paz.

  • Beauséant

    Como escribí un poco antes, GABILIANTE, creo que el truco es lograr creerte tus propias mentiras. Hay gente que me fascina por esa habilidad que tienen, cuentan una historia, en la que estaba presente, y parece que cuentan otra cosa totalmente diferente… Creo que no es una colección, me parece que eran cabezas de estatuas de iglesias de varios sitios que, aunque no lo creamos, en aquella época ya se hacían un poco en cadena, así que por eso creo que son de tamaños parecidos… y sí, es un poco forzado lo de que sean máscaras, pero ya me entiendes 😉

    El mentir, TONYERIK, el acabar en una pared, siendo una cosa y la contraria????

    Lo que apuntas de la edad es una gran verdad, KASIOLES. Yo me he ido suavizando, soy menos radical porque he comprendido lo fácil que es pensar una cosa u otra en función del lado de la verja que te encuentres. Más que conocerse creo que el truco es saber perdonarse, decir, vale, soy un poco idiota, pero tampoco es para tanto… Otra cosa de la edad es lo que dices, que ganas sinceridad, que te apetece menos el andar mintiendo o pintando las cosas de otros colores.

    La educación, la sociedad, todas esas cosas, LAACANTHA, son las que se encargan de darnos una pátina de civilización, las que impiden que saquemos los cuchillos al primer contratiempo. Siempre defiendo la civilización porque en tiempos más oscuros creo que no habría sobrevivido mucho, lo mío no es altura de miras, es simple supervivencia 🙂 El problema es que esa educación, esa sociedad, nos obligan muchas veces a trazar una línea. A un lado los míos, los buenos, al otro lado los malos, los que nos quieren llevar a la barbarie… a los humanos nos encantan las líneas, nos trazan una en el suelo y enseguida nos posicionamos a un lado o al contrario.

    Muchas gracias, CORA, la pared era muy extraña. Aunque estaba mucho mejor iluminada y en color, en cuanto hice la foto supe que quería hacer surgir las caras de la oscuridad… en cierto modo eso son nuestras máscaras, la cara que mostramos al mundo.

    No había pensado en esa función de las máscaras, EVAVILL, la de lograr que te dejen en paz. Me he dado cuenta que tengo una máscara trabajo que me pongo sin darme cuenta para parecer una persona equilibrada y profesional y que nadie ande indagando lo ocurre debajo.. por suerte nunca vienen por aquí a leerme, porque ahí adiós máscara 😉

  • Manuela

    ¿Y si alguien no llevase máscara? Si alguien fuese a cara descubierta. Quizás lo difícil sea eso, saber quién la lleva y quién no.
    SAludos.

  • Toro Salvaje

    Justo hoy he escrito un minipoema en relación a todos los que habitamos este cuerpo desde el que te escribo.
    No sé si lo publicaré…
    Hoy lo hubiera hecho, pero y el que seré mañana?
    Querrá publicarlo?
    Quién soy hoy?
    Quién fui hace un tiempo?
    Quién seré?
    Es que no lo sé… ya no me quedan máscaras para tantos que somos dentro de este cuerpo.

    Saludos.

  • Beauséant

    Es una buena pregunta, MANUELA, pero sospecho que correríamos a buscar piedras para acabar con semejante anomalía… Tenemos mentalidad de rebaño, no soportamos que alguien se salga.

    Qué programa tan raro era la bola de cristal, ¿verdad?, DOCTOR KRAPP, máscaras y enigmas, eso eso, has encontrado la banda sonora perfecta para esta entrada.

    Es fácil perder la cuenta, TORO SALVAJE, tantas máscaras como personas, como situaciones, como instantes.. hoy somos una cosa, mañana otra, no importa, a nadie le importa… aún así me gustaría leer ese poema 😉

  • Alma Baires

    “(…), lo hacemos para no matarnos a nosotros mismos, (…)” …no sabes cuánto me haya dejado pensando tu entrada y esta frase… gracias.

    Te leo, siempre, aunque no comente. Un beso.

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