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despertar

El niño abre los ojos y descubre una calle desconocida del extrarradio. Abrir los ojos no es la acción exacta, pero es la que mejor explica el acto por el cual hace un instante estuviese a punto de dormirse en la cálida placidez de su dormitorio y ahora se encuentre aquí, en una calle de un polígono en esa hora difusa en que el alba comienza a ganar terreno pero las farolas aún no se han apagado del todo, como si tuviesen miedo del regreso de la oscuridad.

El niño mira alrededor y siente ganas de llorar, un millón de lágrimas nuevas y relucientes pugnando por surcar su rostro lleno de pecas. En su lugar ahoga un gemido y se muerde los labios con fuerza hasta dejarlos blancos, esta vez no, se repite, esta vez no voy a llorar y aprieta los puños para afianzar su promesa.

Entonces siente las manos húmedas y al bajar la vista descubre unas manos llenas de sangre. Otra vez no, murmura sintiendo que se ahoga y que un nudo se agarrota en su entrepierna. Unas ganas de orinar, de correr, de llorar… de todo a la vez.

El mundo se compone de capas que se agrupan sobre la aparentemente tranquila superficie del presente. Capas formadas por siglos de muertes, de rencores, de venganzas que ocultan la verdadera naturaleza del ser humano.

La mayoría de las personas tienen suerte: siempre vivirán en la superficie. Pero bajo esas capas habitan criaturas más viejas que el propio tiempo. Seres deformes que se alimentan del dolor, de todo el sufrimiento que son capaces de engendrar tras siglos de acechar a sus presas, de descubrir y alimentar con paciencia infinita sus debilidades, miedos y pesadillas.

Esas criaturas a veces salen a la superficie, se deslizan entre fétidas bolsas de gas atrapadas entre las capas. Encuentran las fisuras, las grietas en los corazones humanos y, cuando al fin las descubren, se quedan a vivir en ellos.

Pero eso es algo que el niño aún no ha descubierto. Es algo para lo que aún no tiene un nombre.

No quiere darse la vuelta porque sabe lo que encontrará. Lo mismo que otras veces: altares en honor al dios de la muerte, pequeñas vidas arrebatadas dibujando intrincadas figuras geométricas. No quiere darse la vuelta, pero lo hace para contemplar su obra.

La obra que ha hecho mientras tenía los ojos cerrados.

Tres liebres. Abiertas en canal, despedazadas, con sus órganos abriéndose impúdicos a la luz del día, tonos ocres y morados bajo la atenta mirada de un millón de moscas y de avispas que zumban excitadas. Hay un patrón, una intricada geometría que siempre sigue al colocar los cuerpos, algo que sólo tiene sentido cuando cierra los ojos.

Otra vez no, vuelve a murmurar, pero esta vez más tranquilo. Esta vez no llorará, decide, no saldrá corriendo en busca de esos dos hombres uniformados que le recogieron la última vez. Amables al principio, con golosinas y refrescos en las manos, luego hablando entre ellos, cuchicheos y miradas de incomprensión al contemplar su obra.

Y sus padres, lo peor de todo. Su madre casi muerta en vida, cientos de años sobre esos hombros tan frágiles, la mirada perdida, casi un fantasma con el rostro congelado en un mudo reproche. Su padre, pequeño y furioso como un dios menor, buscando una explicación, sintiéndose agraviado por cosas que nadie entendía.

No, esta vez no.

El niño mira alrededor. Sabe que hay un método en esa locura, una lógica interna. Las calles donde aparece al abrir los ojos son siempre cercanas al barrio, aquello que toma el control busca siempre en la zona del río, cruzando la autopista. Ese es su territorio de caza, se estremece el comprenderlo.

Mira hacia el este, donde el sol se despereza y parece burlarse de sus preocupaciones. Al fondo reconoce las chimeneas de la fabrica, un poco más lejos su casa, su dormitorio, más cálido y acogedor que nunca.

Se limpia con rabia las manos en los pantalones del pijama, se sorbe los mocos con ferocidad y empieza caminar en esa dirección.

A sus espaldas queda aquello en lo que se convertirá. Pero es pronto, es algo para lo que aún no tiene nombre.

22 Comments

  • Cabrónidas

    La peor gente que nos podamos imaginar fueron niños en su día. En lo que se conviertan es siempre culpa y responsabilidad del entorno desde el primer minuto de vida. Y positivismo de campanario a parte, ya sabemos en qué clase de mundo vivimos. Casi nada.

  • Gabiliante

    Es el nacimiento del niñolobo. Bueno ya no es nacimiento, ya lleva varias incursiones. No creo que sea sonámbulo y ya; es slgo.mas, para cazar conejos hace falta skgo más.tiene toc de orden, por eso los coloca, y espiritu artístico, por eso los coloca haciendo figuras.
    Pronto lo llevarán sl siquiatra ¿ los niños van al siquiatra o al pediatra?
    No me atrevo a aventurar si el estado de la,madre es la causa o la consecuencia del estado del hijo.
    Abrazoo
    ¿ te has echado en brazos del relato fantástico?

  • Beauséant

    Una pizca de genética, un poco de buena (o mala) suerte y sí, el entorno, por encima de todo el cómo y el donde de nuestra infancia, así es, CABRÓNIDAS. El código postal donde te crías dice más de las personas que todo lo que te pueda contar.

    Cuando un niño dice que juega con algún animal, TONYERIK, me pongo siempre en lo peor…

    Hay psiquiatras infantiles, GABILIANTE, o eso me han contado 😉 Otra cosa es que sirvan de algo, los padres seguro que tendrán que ir. Por un lado es de admirar su sentido del arte, por otro asusta, porque ningún artista se queda en sus obras iniciales, siempre intenta hacer algo más grande y llamativo… Siempre me han gustado los relatos fantásticos y de ciencia ficción, es verdad que aparecen poco por aquí 😉

  • Anonymous

    Los niños sienten que no pueden entender a los mayores, salen, hacen maldades mientras la esperanza del niño busca encontrar la voz de quien lo ama, lo cuida, y le da amor, este escrito me recuerda muchas cosas, fuerte y bien escrito.
    Abrazo

  • María

    Dicen que durante los primeros siete años de nuestra vida se establecen los cimientos de lo que luego somos como adultos. No sé si decir que tu relato es dantesco, crudo, hiperrealista o todo a la vez. Todo niño debería tener el derecho a una infancia feliz garantizado por ley y cualquiera que malograra este derecho tendría que ser castigado con la pena más dura que exista. No hay niños malos o buenos, únicamente son el reflejo de lo que han vivido. Este pequeño tuyo, tiene en su mente, el mismo infierno en el que parece vive. Terrible! No sé si tu idea surgió a partir de la horripilante fotografía o al revés, sea como sea, si tu intención fue estremecernos de arriba a abajo ¡enhorabuena! Lo has conseguido ; )

    Un beso!

    PD
    Ojalá hubiera llorado…todo lo que quema dentro y no sale, mata.

  • Beauséant

    Quería intentar dar el punto de vista del niño, ANONYMOUS, porque, como dices, el universo de los mayores es incompresible para ellos. La mente de los niños sufre muchos cambios, se enfrenta a situaciones complicadas con las que no siempre saben lidiar ni tienen a quién recurrir… Muchas gracias.

    No recuerdo si fue antes la foto o el texto, MARÍA, muchas veces tengo fotos en el disco duro que miro de vez en cuando y, a veces, aparece la historia.
    Esas criaturas del texto, las que viven entre las grietas, saben encontrar el dolor en los niños, saben moldearlo hasta hacerse una madriguera en sus corazones… Siete años de vida, sí, ya parece que tu futuro ha sido escrito.. Todas las vidas deberían merecerse ser vividas, sin traumas ni dolores, por desgracia… en fin, ya sabes.
    Y sí las lágrimas limpian, se lo llevan todo, a veces incluso ahogan a esas criaturas de las grietas….
    Muchas gracias y un abrazo.

  • María

    No, no BEAU, no tiene su futuro escrito, tiene un presente que le dejará una huella muy marcada. De hecho lo que hace es taan terrible que asusta, pero aun así, que esa huella se haga indeleble o consiga sacar a todas las criaturas que se le han metido por las grietas, depende de si alguien le saca de ese infierno ya!.. tú puedes hacerlo, porfa hazlo ( seguro que tienes alguna foto mágica en tu disco duro que lo salvará, úsala rápidamente ; )

    Más besoos!!

  • Beauséant

    Quizás no haya mucha diferencia, Alfred, una opción te la encuentras, la otra la buscas, pero el destino viene a ser el mismo.

    No creo que las fotografías o las palabras puedan salvarnos, MARÍA, ya no. Pero si ayudan a explicarnos, a encontrar pequeñas luces en medio de la oscuridad… y eso ya es mucho, ¿no te parece?
    Un abrazo.

  • diego

    Yo de niño era sonámbulo. Muchas noches, al volver de sus farras, mis padres me encontraban sentado en el recibidor de la casa, esperándolos. Tu texto me lleva a preguntarme: ¿por qué los niños tienen pesadillas, teniendo tan pocas experiencias? Quizás sus sueños se mueven en la dimensión espacio-tiempo y trepen, por esas grietas que mencionas, hasta su tierno cerebro.

  • Nino Ortea

    Hola, Beauséant:
    Enhorabuena por este texto contundente y consistente. Ha sido todo un viaje emocional el leerlo; y me espera uno más intenso durante su relectura.
    Me ha venido a la mente el arranque de “La conjura de Catilina”, de Cayo Salustio, texto que me impresionó mucho al tenerlo que traducir.
    Gracias por compartir este relato, Beauséant.

  • Frodo

    He conocido el caso de un tipo ya grandes que cuando niño había hecho cosas de lo peor, y, entre que el entorno no ayudaba y que tenían alguna enfermedad de base, se formó un cóctel explosivo.
    Le diagnosticaron algún tipo de esquizofrenia. Pero nunca supe bien, lo internaron ya con 50 años y nunca lo volví a ver.

    En fin, todo muy triste, pero muy bien relatado Beau.
    Las fotos, cómo siempre, también una maravilla.

    Abrazos

  • Beauséant

    Tu comentario, DIEGO, me ha hecho pensar en una de esas extrañas coincidencias que, de vez en cuando, nos regala la vida. Es un texto de Banville, mi escritor de cabecera, y justo hablaba de eso que comentas, te dejo con él: ¿Cómo podemos vivir de mayores habiendo sido pequeños? Qué valientes son los niños, piensa: se enfrentan con temor, pero también con intrepidez, al mundo que les hemos construido, como soldaditos que marcharán a la batalla sabiendo que morirán o que, si sobreviven, no volverán a ser quienes era. No nos los merecemos y están atados a nosotros.

    Muchas gracias, NINO ORTEA, es uno de esos textos que cuesta escribirlos pero tienen algo de catárticos al terminarlos. No sabía que te dedicabas al noble arte de traducir, si te sirve de algo, siempre que leo un libro extranjero busco al traductor y le doy las gracias mentalmente. Un buen traductor es la diferencia entre que un texto te apasiones o no te diga nada, así que gracias 😉

    Conocí un caso parecido, acabó destrozando con un hacha la puerta del pueblo de unos familiares. Padres mayores, incapaces de lidiar con ese monstruo desconocido que a veces se apoderaba de su hijo. Bien cuando tomaba la medicación, pero las voces, ay las voces, le decían que no la tomase… los servicios sociales desaparecidos… un infierno en vida, para él, los vecinos y sus padres… Quién sabe cuando empezó a escribirse su historia, ¿verdad? Quizás siendo niño… gracias por lo de las fotos, no tenía claro cómo serían acogidas.

  • अनत्ता 光 心

    Tremendo. Todo, las fotos y el relato. La verdad es que lo leí en cuanto lo publicaste, pero no supe muy bien qué decir ni aún hoy me apetece demasiado. Pero sí, pensé unas cuantas cosas, pese a este relato tan denso, macabro, oscuro, retorcido, diabólico… (durante unos minutos intenté atinar con los adjetivos adecuados).
    Pues vaya joyita el niño. Se me hizo obvio después de unos minutos que una buena lectura era “un aprendiz de monstruo”. Un aprendiz de asesino psicópata, de Hannibal Lecter. Quizá hablamos aquí de profundos trastornos psiquiátricos, quizá de otras cosas, incluso otros planos de la realidad, como insinúas.
    Impactante lo de “la verdadera naturaleza del ser humano”. Todo este párrafo…
    “Capas formadas por siglos de muertes, de rencores, de venganzas que ocultan la verdadera naturaleza del ser humano. La mayoría de las personas tienen suerte: siempre vivirán en la superficie. Pero bajo esas capas habitan criaturas más viejas que el propio tiempo. Seres deformes que se alimentan del dolor, de todo el sufrimiento que son capaces de engendrar tras siglos de acechar a sus presas, de descubrir y alimentar con paciencia infinita sus debilidades, miedos y pesadillas”.
    De nuevo no supe qué pensar. No me agradó en absoluto y me cuestiono si esto es en verdad una batalla entre la oscuridad y la luz, entre el bien y el mal. Incluso a nivel de blogs, de expresión en la blogosfera de todo este tipo de realidades y de visiones del mundo, de las personas, de la existencia, etc.
    También me cuestiono si es un mero ejercicio literario o creativo o si va más allá, pues nunca acabo de tener clara cuál es tu visión del mundo y el ser humano, pero a fuerza de repetirte se trasluce, para mí, una versión más bien tirando a negra, negativa, terrible… las peores facetas del ser humano, ese “lobo para el hombre”… vamos, que da miedo. Sea como sea, estás en tu pleno derecho, faltaría más. No tengo por qué estar ejerciendo hasta el cansancio (más ajeno que propio 😀) de aprendiz de Buda o de santo o de ser de luz que deslumbra. Suena gracioso, ¿no? Bueno, cada loco con su tema y pelillos a la mar.
    Va, voy a cenar y después te cuento algo que pensé y que pensaba guardarme. Creo que te resultará curioso…

  • Beauséant

    Tuve muchas dudas sobre si publicarlo, अनत्ता 光 心, igual que no fue fácil escribirlo supuse que no sería fácil de leer. Luego recordé que no vivo de los likes ni de las visitas y que era una historia que quería contar… Una especie de ejercicio literario, un poco lo que comentas, si el monstruo nace o se hace, si hay algo que hace click en las cabezas o es algo que nos corroe poco a poco desde pequeños…

    Mi visión de la humanidad, me ha hecho gracia eso de a fuerza de repetirme porque es cierto, repito demasiadas cosas, no es tan negra como el texto, pero tampoco es muy buena. Me muevo en una ambigüedad porque quiero seguir pensando que, por mucha oscuridad que exista, de vez en cuando se ven puntitos de luz que sirven de guía… No sé si una visión budista me ayudaría a mejorarla. A veces creo que la visión budista es mirar las cosas por encima, aceptarlas sin cabrearse ni cuestionarlas demasiado, planear por encima de ellas digamos… y tampoco sé si quiero hacer eso, me quiero seguir cabreando aunque me repita demasiado. Al menos en el blog, en la vida real soy un perfecto ejemplo de lo que consideramos una persona perfectamente cuerda (si supieran)

    Cuenta, cuenta, no te guardes nada que tenemos espacio de sobra en los comentarios 😉

  • अनत्ता 光 心

    Te cuento… hace unos años me dio muy fuerte por todo el tema del misterio, cosas inexplicables, enigmas… una serie de cuestiones como civilizaciones pasadas y desaparecidas, extraterrestres, OVNIS, ufología, crop circles, teorías de la conspiración diversas (que hay muchas) como gobiernos en la sombra… la lista es larga. Leía y escuchaba vídeos de una serie de divulgadores, entre los más conocidos Vicente Fuentes (canal Ufópolis), David Parcerisa y otros que ahora mismo no recuerdo. Uno de los temas estrella de estas teorías y divulgadores es el de los reptilianos. No sé si nunca te has acercado a todo este mundo y si has leído algo sobre los reptilianos. Está claro que todos estos temas son absolutamente negados y desprestigiados por investigadores e instituciones “serias”, científicos, etc., aduciendo que no guardan ninguna lógica ni rigor científico o histórico. Hay mucha tela que cortar aquí, como todo lo que nos ocultan gobiernos, también a día de hoy, y cuestiones como todo lo que deben saber y tener clasificado el ejército USA y la CIA, la NSA y otras, sin ir más lejos. Me fui alejando de ese mundo y enfriando.
    Parcerisa es quizá el que más defendía la tesis de los reptilianos, pero no el único ni mucho menos. Según él, los reptilianos serían seres de una civilización extraterrestre antiquísima y avanzadísima que no solo habrían intervenido en la historia humana, sino que habrían creado al ser humano con ingeniería genética al cruzarse ellos mismos con homínidos terrestres. La mitología sumeria, por ejemplo… los dioses Enki y Enlil serían seres reptilianos que habrían creado al hombre. Tenemos todo el mito de Adán y Eva, y es que no son pocos los investigadores e historiadores que sostienen que toda la Biblia y el mito de la creación es una copia burda del judeocristianismo de la mitología sumeria. El caso es que según estos autores los reptilianos siguen aquí y dominan el mundo infiltrados en las instituciones más poderosas y otras en la sombra… el famoso tema también de los Iluminati. Y los reptilianos están escondidos bajo tierra a grandes profundidades (pues la Tierra es hueca, otro de los temas estrella) o mejor dicho está repleta de infinitos túneles, cavernas, etc. Puede parecer de pirados todo esto, pero te aseguro que cuando te metes es muy interesante y puede engancharte, ja ja. Lo que nos interesa es que Parcerisa no se ha cansado de repetir que los reptilianos, llegados del espacio hace millones de años y creadores de la especie humana, se alimentan de las emociones negativas humanas, principalmente el sufrimiento, el dolor y el miedo. Dominan todas esas energías sutiles, densas y oscuras que son precisamente las que tienen atrapado al ser humano en su lado oscuro y no permiten que evolucione, con una historia plagada de guerras, dolor, muerte, violencia… ¿Ves la enorme similitud con lo que has escrito? Parcerisa te daría unas palmaditas en la espalda, pues es justo lo que sostiene. Inevitable que me acordara del tema. Cuando hablas de capas y profundidades no sé si lo haces en sentido figurado o literal.
    Si miramos un poco más allá, tenga razón o no Parcerisa (de entrada puede chocar, pero después empiezas a cuestionarlo y preguntarte qué podría haber de cierto) también están las teorías que hablan de seres más densos, oscuros, apegados al dolor y el sufrimiento, tal como apuntas. Inframundos, niveles de la realidad o mundos más densos… eso es lo que sostiene el budismo en su parte más mitológica y también el hinduismo. Ambos nos hablan de innumerables demonios y seres maléficos, también las tradiciones del Tibet, etc. No seré quien niegue o rebata esta visión de la existencia, pues que estemos en este plano no impide que existan muchos otros, tanto más densos u oscuros como más elevados y “celestiales” (el budismo también habla de esto, “asambleas de Budas”, Tierras Puras y muchas otras cosas). Es la parte de las religiones que denomino “más folclórica”, pero quién sabe, me considero un ignorante de tales cuestiones. De alguna manera planteas o revisitas en tu relato el tema de las posesiones diabólicas, o al menos seres densos y malignos que necesitan chupar de las energías vitales (cual vampiros, cual reptilianos) y que muchos sostienen y creen que son reales, también en el cristianismo, y que pueden infiltrarse, poseernos. Quién sabe. Tema interesante que también conecta con la literatura fantástica y de terror.
    Pues ya te lo he contado. Saludos.

  • Beauséant

    Guau, अनत्ता 光 心, me encanta, y mucho, lo que me has contado, encaja tan a la perfección con el texto que casi me asusta. Casi dan ganas de hacer una especie de continuación, el niño podría acabar siendo presidente de una gran compañía y, con la ayuda de reptilianos acabar dominando el mundo… ¿Alguien ha dicho Elon Musk?

    Perdona si me lo tomo más por el lado literario que otra cosa porque, la verdad, nunca he seguido mucho esos temas. Hace muchos años si que leí algo sobre esos temas, las pirámides de Egipto, los Mayas y todo eso, pero nunca pasé de eso, de interpretarlo desde el punto de vista literario, como una especie de metáfora o algo así.

    Quizás te parezca una persona un poco cínica, te pido disculpas si es así. Si tuviese que definir de alguna forma mi posición frente al mundo, más que cínica, sería solipsista. Creo que nuestra mente, nuestros sentidos, nos engañan para darnos una visión del mundo que podamos utilizar en el día a día sin volvernos muy locos. Nuestros ojos nos enseñan un mundo, y los ojos de un ratón de campo dan otro mundo totalmente diferente…. Igual la mirada de un esquizofrenico, de un deprimido… mismo mundo, pero mundos diferentes. fuera de nuestras mentes, de lo que interpretamos, pues hay muy pocas seguridades… Pero, vaya, me he equivocado muchas veces y, desde luego, no tengo grandes conocimientos sobre nada, así que.. Lo que hablas de varios planos, lo que ahora se viene llamando multiversos u universos alternativos, reconozco que tiene más atractivo. Me gustaría pensar que hay yo en algún lado que tiene publicados cientos de libros y es conocido por todo el mundo 😉

    Muchas gracias por tus comentarios, es un placer, en estos tiempos de darle al like y salir corriendo, encontrar algo tan argumentado.

  • अनत्ता 光 心

    Cuando tardaste un poco en contestar empecé a pensar si en realidad no serías también un/a reptiliano, y que habías huido por patas al verte desenmascarado. No descarto tal posibilidad.
    Es curioso… el preguntarse cómo has fraguado toda esa visión de que pueden haber seres más densos, oscuros, que se retuercen en el dolor, el miedo y las emociones negativas… y en la posibilidad de esos otros planos de la realidad asociados. De dónde te viene esto, cómo ha surgido, etc. Quizá eres un reptiliano y ni lo sospechas. Quizá algún reptiliano se ha infiltrado en tus sueños y te lo ha comunicado. O quizá son meramente influencias literarias (terror, ocultismo, lo sobrenatural… ) o culturales.
    Ains, me debe quedar un poso de aficionado al misterio. Por cierto, a esos divulgadores se les suele llamar magufos (o sea, charlatanes sin criterio, vendedores de humo) y a lo que divulgan magufadas…
    Lo he dicho medio en broma lo de reptiliano, y por otro lado no te veo como una persona cínica. Entiendo tu ambigüedad y tus dudas.
    Dos últimos apuntes sobre los reptilianos…
    1. Parcerisa da su particular versión afinando y llamándoles Annunakis, que es una adaptación en el fondo de la mitología sumeria, como ya apunté (Los anunnakis​ (antigua transcripción acadia por el sumerio Anunna, que significa “Hijos de Anu”)​ son un grupo de deidades sumerias y acadias identificadas en los textos con los anunnas y los igigis, dioses menores).
    2. Otra forma de enfocarlo es que estos seres ancestrales, manifestados en la historia, culturas, religiones, mitologías… se muestran en general como reptiles (cabeza alargada y una particular morfología) y también como serpientes. Y esto de las serpientes es sumamente interesante, pues es una figura/criatura que aparece en muchísimas mitologías, con enorme poder y simbolismo. Basta con buscar en internet. Y da que pensar, a menos que todo se limite a una imaginación desbordada…

  • Beauséant

    ¿Te imaginas, अनत्ता 光 心, que después de leer tu comentario cierro el sitio y desaparezco de internet porque has descubierto mi identidad real? Habría sido muy gracioso, pero la verdad es que he tardado en contestar porque la vida real, esa que tiene su calendario y sus relojes llenos de alarmas, a veces me pide que le dedique más tiempo 🙂

    Me gusta que hayas usado la palabra magufo, es una palabra, mezcla de mago y pufo, que me encanta y sí, se puede aplicar a muchas de esas teorías extrañas, conspiranoicas, que nos rodean. Desde el punto de vista de la ficción tengo que reconocer que me gustan mucho. Me encanta como enlazan las cosas, de formas tan creativas. ¿te has leído el péndulo de Focault? cada vez que leo o escucho esas teorías me acuerdo mucho de ese libro.

    Aunque, tengo que reconocerlo, hasta mi lado cínico reconoce que estamos rodeados de cosas muy extrañas. Las imágenes del Dios Anubis, las pirámides aztecas, algunos oopart que no acaban de encajar muy bien en nuestra realidad… Pero, claro, me he criado con Verne y Sherlock Holmes, para mi todo debe tener una explicación racional.

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