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Planeando el fin del mundo

Imagina una enfermedad sin nombre ni apellido. Imagina el mal avanzando inexorable por tu cuerpo borrando todo rastro de su presencia. Imagina miles, millones de personas enfermas sin saberlo porque la enfermedad les impide saber de su enfermedad. Atrapados sin poder imaginar que hubo una época sin el dolor lacerante en los huesos, y sin vómitos cubiertos de sangre cada mañana al despertar.

Lee, revisa los periódicos, el de ayer, el de hoy, el de mañana… Cuenta, cuenta los muertos desplomados en medio de la calle sin motivo. Mira todas esas fotos, ves algo extraño ¿verdad? Observa el margen izquierdo de esta foto, o la parada del autobús de esta otra. Ahora lo ves, el niño rubio que ríe indiferente a las bolsas amarillas con forma de personas tumbadas en la acera. Es el mismo niño en todas las fotos… Veo en tu rostro que al final lo has entendido. Distintas ciudades, distintos países y siempre el mismo niño: rubio, eterno, y con una sonrisa inmutable pintada en el rostro.

No olvides esa cara, graba cada línea, mira sus ojos, recuerdalos. Mañana cuando los veas camino del trabajo sabrás que es el final.


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16 Comments

  • Miriam G.

    Llego hasta aquí desde el planeta imaginario de txe, como Alicia cayendo por la madriguera del conejo. Y me encuentro con un viejo conocido, creo, no estoy segura.

    Buen texto.

    Un beso, Miriam G.

  • Wanda

    No estoy segura de haberlo entendido pero me has dejado alucinada con este texto. Creo que lo voy a releer de nuevo, el niño ese me parece muy repelente.

  • Elena -sin h-

    Por qué todos los niños de este calibre son siempre niños y son siempre rubios?
    Al menos durante un instante sabrás que ha llegado el final, que para bien o para mal, es tu último paso y puedes decidir si echar a correr, inútilmente, o sonreír al dichoso niño rubio.

  • gwynette

    Joder!..ha hecho que me entre un canguelo hacia los niños rubios que ya empiezo a aborrecer..que haces con nosotros, almas de buena fe?..jajajajaja 🙂

    Besitos

  • Doctor Durden

    Realmente, este relato da mucho juego. Personalmente, pienso que ese niño es el mismísimo egoísmo del ser humano. Noto su presencia desde hace mucho tiempo. Espero el día que lo vea frente a mí.

  • El Antiguo Niño del Caleidoscopio

    Me ha gustado, y como dice Doctor Durden, da mucho juego. ¿Egoísmo? Puede ser, no descarto nada en este mundo. Mi impresión es que siempre detrás de esas sonrisas con cierto rictus inquietante existe la decepción, la desidia y creédme, es así. Los mejores peores momentos que recuerdo empezaron con una bonita sonrisa. Si hubiera atisbado un rayo de pureza en ellas descartaría a las demás en el acto.

  • Beauséant

    Internet no es tan grande Miriam G. , en especial cuando no quieres huir.. Cuidado, eso si, con las madrigueras, no hay forma de saber lo que esconden..

    No es repelente Wanda sólo tiene un trabajo de mierda, e intenta hacerlo sin perder la sonrisa, o algo así.

    Tengo guardada mi mejor sonrisa, Elena -sin h- , para cuando eso ocurra.. Es una pena no haberte consultado, decididamente habría quedado mejor con una niña morena de ojos oscuros, aunque se habría parecido demasiado a algunos fantasmas, quizás mejor dejarlo como esta..

    Es una lástima Ybris que nadie se moleste en anunciar los finales con toques de trompeta y cielos abriéndose, de esta forma no hay forma de prepararse, ya sabes, despedir a la familia, quemar un banco…

    Espero Eme que el cabrón del niño no te haya leído, son unas buenas palabras para pronunciar antes de ultimar un sacrificio.. Me temo que es cierto, por mucho que se adorne el morir siempre tiene algo de desesperación…

    Jop Nepomuk , la sola comparación ha hecho que el bueno de Edgar se haya dado un cabezazo con la tapa del ataúd, pero gracias 😉

    A mi no me mires, gwynette , bueno, un poco si, la verdad es que los niños rubios me han dado siempre un poco de mal rollo. No sé te miran y parecen estar viendo detrás de ti o, peor aún, dentro…

    ¿Y que harás entonces Doctor Durden ? me temo que el ese virus hace tiempo que incuba dentro de nuestras corazones, y no haremos nada por extirparlo porque seríua coo arrancarnos el corazón. No podemos fiarnos de nadie Alter Ego.. Oye, te presto el relato para que lo estires al gusto 😉

    Habla bajo bowie , creo que nos ha seguido…

    Vaya, El Antiguo Niño del Caleidoscopio , esto se va pareciendo a un reunión de viejos conocidos… Jodido cuando alguien te mira y se sonríe sin motivo ¿verdad?

    Lo extraño Enrique es que creo que ese mismo miedo a veces nos hace ser un poco mejores.. Nos obliga a esforzarnos, a no bajar los brazos…

    En absoluto ipathia aquí sólo vamos apartando la mierda para buscar las margaritas creciendo al fondo.. danos un poco de tiempo, carajo 🙂

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