leer,  mirar

noche en el museo

Las estatuas vivían recluidas en aquel sótano del museo. Una sala de sonidos amortiguados y una luz artificial que daba a nuestros rostros un desagradable aspecto de peces en el acuario.

Tuve que hacer la foto guiándome un poco por la composición y dejando el enfoque en manos de la cámara que ha demostrado en demasiadas ocasiones que es bastante más precisa que todas mis dioptrías.

Mientras hacía la foto me pareció ver algo extraño en las estatuas, un elemento fuera de lugar. Intenté acercarme a ellas pero estaban cercadas por un cordel de terciopelo rojo. Recurrí entonces a la pantalla digital de la cámara y fue entonces cuando escuché un gritito ahogado a mis espaldas.

Me gire en la dirección del sonido y ahí estaba uno de los conserjes de la sala. Con su guardapolvos, una cara triste y el cuerpo pequeño y retorcido de un sátiro. Una especie de Dios Pan que se hubiese escapado de alguno de los tapices dedicados a su memoria. Memoria quizás no sea la palabra correcta, más bien a su escarnio porque, la verdad, nunca sale muy favorecido en ninguna parte.

Decidí ignorarle, amplié la foto de las estatuas en la cámara y ahí estaban, unas marcas de labios y mordiscos en nalgas y cuellos. Volví a levantar la vista y me fijé entonces en los ropajes y en las poses de las estatuas. Parecían mirarse entre ellas como si compartiesen un secreto, algunas ropas no estaban en la posición correcta y las poses eran demasiado forzadas, parecían haber sido sorprendidas en medio de una celebración… algo prohibido, secreto. Una especie de juego del escondite al que no había sido invitado, esa extraña familiaridad que muestran los objetos que no conocemos.

Contemple la sala con otros ojos. Las augustas figuras del pasado, los trasgos deformes que danzaban alegres alrededor de una fuente… todos parecían mirarme como a un intruso y con un especie de sonrisa burlona en los ojos.

Mire otra vez al conserje que seguía rígido en su sitio y no dejaba de perseguirme por toda la sala con sus ojos de batracio. Cuando nuestras miradas se cruzaron, elevó un dedo peludo hasta sus labios en el gesto universal del silencio. Algo a medio camino entre el ruego y la amenaza.

Quizás las noches en los museos no sean tan solitarias como había sospechado.

28 Comments

  • Gabiliante

    Pero entonces ¿descartamos al conserje por la sorpresa sl descubrir los estragos en las estatuas, o sólo era porque sus discípulos se han pasado sin él saberlo?
    Las estatuas ¿de qué eran? ¿No serían humanas paralizadas por un encantamiento?
    O eran de cera, y a la del primer plano le falta realmente un trozo de nalga?
    Muy buen referente el titulo
    Abrazoo

  • Joselu

    Mi primera observación como fotógrafo aficionado es la de la vida real de estas estatuas aparentemente inertes y sin vida. Una buena mirada fotográfica puede convertirlas en seres vivientes como es el caso, y el museo se hace así un lugar de rituales amorosos y éxtasis eróticos que los visitantes no son capaces de imaginar, salvo el fotógrafo que las descubre en su aparente inanidad y les dota de vida latente para descubrirnos a nosotros el gran secreto de las noches del museo.

  • Judit C.

    Yo siempre que veo estatuas imagino vida. Recuerdo que de pequeña escribí un cuento sobre el amor de una estatua con un humano en un jardín oscuro y abandonado. Perdí el cuento y no recuerdo el escrito pero siempre imagino historias a día de hoy.

  • Beauséant

    Muchas preguntas que quedarán sin respuesta, GABILIANTE, hace tiempo expuse otra teoría sobre el origen de esas estatutas, https://www.elartistadelalambre.net/nada-de-caballos/ , que podría enlazar con esta historia… Algunas de las posibilidades que comentas son un poco siniestras 🙂

    Me gusta esa idea, JOSELU, que las estatuas puedan tener su vida propia una vez que se cierran las puertasl del museo. Ahí todo el día, poniendo caras serias esperando a que nos vayamos todos para poder hacer sus orgías nocturnas 🙂

    Me habría gustado esa historia, JUDIT C., a mi me ocurre con pocas estatuas, pero es verdad que algunas, por la posición, por la temática, me recuerdan a personas reales que han quedado congeladas a punto de hacer algo. Es imposible no dejarse llevar por la imaginación en esos casos, es verdad.

    Tendremos que colarnos una noche a escondidas, CITU, para terminar de descubrirlo 😉

  • Cabrónidas

    Sin duda, el conserje tenía los biorritmos del revés, que es lo que suele pasar cuando haces el turno de noche. Seguro que al mediodía parece otro tipo.;)

  • अनत्ता 光 心

    Es una entrada curiosa, enigmática, muy sugerente. Lo primero, que las estatuas me parecen increíblemente vívidas. Hermosos cuerpos y un buen culo, hablando claro. Lo encuentro un culo muy “clásico” muy del mundo heleno. Lo que aparece en él parece una muesca, más que nada. Esas mujeres parecen estar en una celebración o juego, es cierto. Algo misterioso e íntimo, donde los visitantes del museo son meros outsiders. O sea, que no se enteran de la misa la mitad, como sugieren tus comentaristas. Está claro que las estatuas despiertan pasiones y atracción. De ahí besos y demás. Curioso el tema del carmín… ¿simplemente para hacer visibles los besos, independientemente del género e identidad del autor/a?
    Candidato o sospechoso número uno, por supuesto ese conserje, el fauno desubicado. Quizá ejecuta sus funciones de vigilancia extralimitándose, en un exceso de celo. Y lo de “celo” quizá nunca mejor dicho. Quién sabe si piensa “son mías y solo mías” y aborrece o teme a los extraños visitantes.

  • MARÍA

    ¿Sabes lo que creo? Que en esa sala apartada del museo, al terminar la hora de visitas, justo cuando el último humano lo abandona, comienza la representación viviente de una escena de… “ el sueño de una noche de verano” …tus inmensas estatuas de mujeres de mármol, ese conserje fauno-sátiro…¿ no sería Puck? jaja esos besos misteriosos … seguro que en algún escondite secreto esperan acurrucados trasgos, haditas, ninfas y sátiros … todos deseando que te fueras, que les dejaras a solas… y sí, no lo dudes – Puck/dios del pan/fauno&conserje …¡sabe que lo sabes!… pero tb sabe que puede confiar en ti jajaja en cuanto te fuiste, ellas y ellos continuaron con la mágica fiesta que se montan cada noche, se pasan… se pasan mucho, ya se sabe lo que son las orgías shakespearianas y por eso les pilla el día… como les pilla!! desaliñados, haciendo equilibrios en sus composiciones y llenos de besos que solo el escrutinio de tu cámara ha podido descubrir…¡Ojalá tengas suerte y te inviten a su próxima fiesta! Seguro que les has caído bien ; ) Si al llegar a tu blog lo vemos todo desordenado, lleno de besos, carmín y encontramos tus letras y tus fotos desparramadas por el suelo…sabremos que has sido afortunado ; )

    Muchos besos!… me tiemblan las piernas ; )

  • Beauséant

    Suele pasar, es verdad, CABRÓNIDAS, la luz tampoco ayuda, ¿verdad? Con la iluminación precisa todos podemos parecer mucho peores de lo que somos…

    Vivimos tiempos complicados, TORO SALVAJE, en los actuales convendría analizar con mucho cuidado el consentimiento. Espero que sepa apagar las cámaras de seguridad por su bien.

    Las noches son largas y solitarias, TONYERIK, la imaginación vuela y el sueño no llega.

    Son de una belleza especial, अनत्ता 光 心, estoy de acuerdo con eso. No tienen nada que ver con el ideal de belleza que tenemos ahora y quizás por eso me llaman más la atención. El grupo de estatuas me pareció eso que comentas, que estaban en medio de un juego, algo privado que los espectadores sólo podríamos vislumbrar en una parte muy pequeña. El claro sospechoso no puede ser otro más que el conserje, quizás el fuese condenado a ser estatua y le hubiesen perdonado a cambio de vigilarlas.. pero también hay un punto siniestro que apuntas y en el que no había caído, ese giro de posesión, de exceso de celo que muchas veces tenemos con los objetos amados y que tan desgraciadamente suele acabar.

    Gracias, MUCHA DE LA TORRE, un abrazo y gracias por pasarte.

    Bien visto, MARÍA, aunque sea una referencia un poco ñoña puede ser un poco como la película de toy history pero en versión adulta. Todos esperando a que terminen los horarios de visita para poder salir del letargo y ser verdaderamente ellas con ese puck haciendo de maestro de ceremonias. Sí, estaría bien que te dejasen participar, lo que no tengo claro es si te dejarán salir de allí con ese secreto… Si ves que empiezo a faltar a mi cita semanal con el blog puedes empezar a preocuparte 😉

  • Mucha de la Torre

    DIEGO
    Nunca me imaginé que vos eras esto Tengo que reconocer que eres un campeón en las mentiras.
    Aunque siempre te presenti hombre. Que Dios te ayude Porque las palabras que usas conmigo en mi blog pueden matar a cualquiera Cuidate del cancer. Me persigno al salir de tu cueva

  • Mucha de la Torre

    diego11/28/2022
    Tesa, a mí también me dan pena esa Recomenzar y su mamporrero Mario Paz. Son unos enfermos. Pero hacen mucho daño con sus insultos y descalificaciones. Hay gente (cada vez menos) que los cree.

    Sé que ahora estás siendo objeto de una despiadada serie de insultos por parte de ese par de energúmenos. Y también sé que has intentado por todos los medios empatizar, ayudar y comprender a Mucha, eres muy buena gente. Pero ya ves que es inútil, ahí siguen con sus odios recalcitrantes. En fin, en este mundo tiene que haber de tó.

  • Beauséant

    Tienen algo de magia, ¿verdad, JUVENAL NUNES? para mi siempre será un misterio cómo pueden convertir un trozo de piedra en algo tan vivo…

    No tengo muy claro lo que ha pasado, MUCHA DE LA TORRE, pero creo que este no debería ser el lugar para aclarar las cosas… no me gusta borrar comentarios así que no convirtamos esto en lo que no es, ¿sí?

  • Anonymous

    Claramente un ferviente admirador de estatuas se divierte besando, y mordiendo solo por esa fantasía de algunas personas, o simplemente el fantasma que las ronda, me encanto, las fotos muy bellas.
    Abrazo

  • Diego

    Una cosa es evidente, Beauséant: las estatuas parecían disfrutar con sus orgías nocturnas. Me gustaría poder hablar con el conserje para que me comentase, con criterio gastronómico, las diferencias de sabores, texturas y olores entre las nalgas y cuellos que trajinaba cada noche.

  • Krudo

    Sabes, siento que las estatuas tienen vida propia, desde niño creí que eran personas reales que se quedaron en el pasado… Ahorita de adulto se que no es así pero cuando veo una estatua digo que muchos somos como ellos, un encuentro con el pasado.

    Te dejo un abrazo, jugando a las estatuas de marfil…

  • Mucha de la Torre

    1- La Madre Que Parió Al Pato Negro
    2- Maleficios
    3- El artista del alambre
    4 EL PINO DE LA SIMA
    5-La mujer de negro
    Todos estos blogs estan escritos por el mismo Hombre DIEGO

  • Mucha de la Torre

    He podido apreciar que las personas que hablan mal de las demás como Diego tienen algo sin resolver. Necesitan bajar de nivel al otro para sentirse menos mediocres, menos frustrados, menos solos, menos incapaces. Al no poder levantar su propio nivel, necesitan imperiosamente bajar el de los demás.
    No es casualidad que las personas plenas, satisfechas emocionalmente, contentas con lo que le toca en suerte (que no necesariamente es una gran situación, sino la que a ellos les satisface) no hablan nunca de los demás, se centran más que nada en hablar de otras cosas.
    Hacer que alguien se vea miserable es una necesidad del criticón de que su propia miseria no se note mucho.

  • Beauséant

    Gracias, ANONYMOUS, me gusta hacer fotos a esas estatuas. Por algún motivo en las fotografías salen mejor que en la realidad… casi que puedo entender esa pulsión.

    Muchas gracias, ANGELES, un placer compartirlo…

    No había caído en esa dimensión, DIEGO, parece claro que, en función de la antigüedad, el tipo de material o el periodo artístico, deben tener diferentes texturas y sabores.. tiene todo el sentido del mundo. La próxima vez que vea al conserje tengo que hablar con él.

    Pienso algo parecido, KRUDO, y aunque sepa que no es cierto me gusta pensar que nos siguen con la mirada. A veces me vuelvo deprisa para intentar sorprenderlas, pero hasta ahora no lo he logrado… un abrazo.

    Con todo el cariño te lo digo, MUCHA DE LA TORRE, creo que tienes un problema sin resolver y desde luego este no es el sitio para hacerlo. No me gusta borrar comentarios, pero por favor no sigas por ese camino, no entiendo casi nada de lo que intentas decir.

  • quepasakendall

    Diego La Sima de la Montaña.Me has lastimado con esos blogs mucho
    No vos sino Diego
    Pero Diego sos vos,
    Diego La Sima de la Montaña
    Te cuento tuve una amiga que la vejaron .El tipo era el culpable y las mujeres votaron a favor de él
    Aquí sucede lo mismo.
    Eres un buen escritor.
    “Diego
    El hombre de los cinco blogs.”

  • María

    Siento muchísimo que tu precioso museo se te haya llenado de trasgos, como en sueño de una noche de verano, Puck ha hechizado a quien no debía y por eso no pueden irse. Al final todo termina bien, aquí tb , un poquito de paciencia y verás como sí. Sé que la tienes. Buen finde!

  • Frodo

    ¡Hola Beau!
    Qué bonitas fotos sacas. Te cuento un pequeño secreto: muchas de las caras que pinto primero las he visto en esculturas, me encanta tomar una foto de alguna cara latina o griega o lo que sea hecha escultura y a partir de ahí copiar su expresión, luces, sombras. Y luego le agrego mi toque personal (donde lo arruino ajajajaj)
    Gran relato también, como siempre: excelente combinación

    Abrazos

  • Beauséant

    Muy sutil y muy buena la referencia, MARÍA 🙂 No pasa nada, cómo bien dices, los trasgos se acaban aburriendo de incordiar, tampoco quiero ponerme a intentar expulsarlos porque seguro que se vuelven más molestos, ¿verdad?

    Gracias por compartir ese pequeño secreto, FRODO, y además lo entiendo, esas expresiones, esas caras, parecen atemporales. Dentro de otros mil año seguro que siguen siendo nuestro ideal de belleza. Quién sabe, lo mismo alguien se basa en tus creaciones 😉

    Para mi siempre ha sido magia, JUVENAL NUNES, convertir un trozo de piedra inerte en algo tan vivo no puede ser otra cosa… Un abrazo.

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