leer,  mirar

Motel Berlín

Siempre nos encontrábamos en moteles de segunda anclados en territorios perdidos y con los exóticos nombres de aquellos matando el tiempolugares que nunca visitaríamos. El motel Berlín o el aérea Paradyso eran ya parte de nuestra particular geografía de encuentros furtivos, quizás huyendo de nosotros mismos.

Nos bebimos hasta el alma con la desesperación que se intuye al dar el último trago, el que te da la vida, unas veces y otras esa muerte en la que nos negábamos a creer, conjurándonos tras las falsas promesas de amor eterno susurradas en la penumbra de habitaciones sucias y días idénticos atrapados en la rutina del calendario.

La última vez te recuerdo recortado en la penumbra, subiéndote la bragueta con calma antes de volverte hacía mí con el tono azulado del luminoso anunciando al vacío baños con agua caliente. Tenías las palabras bailando en tu bonita sonrisa, pero sin atreverte a rasgar el silencio. Siento tu caricia, un beso en la frente detenido por mi mano intentando retenerte. Nunca nos prometimos nada, dijiste con el pomo de la puerta atrapado entre tus manos. Tenías razón.

Ahora sé que llegará, llegará el día en que no habrá rencor ni venganza en mi. Llegará… llegará ese día en que, llegados al final, hasta preferiremos que se haya acabado la magia que nos mantuvo unidos… y yo, fíjate lo que te digo, yo olvidaré con cierta facilidad que, horas antes de que el gallo del alba nos cantase, tú me negaste, como Pedro, por tres veces… Todo eso llegará… Es sólo que ahora, mientras deshojo las horas de un reloj que va muriendo, mientras pienso que el muy cabrón ya podría estar muerto, mientras sonrío… por caridad, claro… confieso que me duele un poco, un poco, no más, ver tus ojos manchados de tristeza al descubrir el miedo que tú aún ves en los mios…

11 Comments

  • koffee

    Llega el día de la indiferencia, el día en que hay que pincharse en el brazo para saber si sientes o padeces, el día en que a un palmo de distancia te muestra su espalda…… y no lo ves!.

  • Beauseant

    Brindo desde mi rincón por ese día, por ese, y por el del olvido definitivo, cuando ya no recuerdas ni lo que eres ni lo que fuiste, y ya todo da igual..

    brindemos, koffe, brindemos…

  • Isthar

    Mientras duele sólo se puede esperar, porque con la heruda abierta, sólo se puede sentir esa mezcla de rabia, tristeza, miedo y desesperación que da el sentirte roto por un flanco.

    Con el tiempo amigo, con el tiempo…

  • Stand by

    La tristeza no dura siempre. Ni el miedo. Ni el rencor. El olvido es la sustancia de la vida… Y pese a todo, pese a ti, pese a mi, dejemos que siga bailándonos la sonrisa en los labios.

  • Eloísa

    Decía yo hace veinte comentarios que efectivamente nada dura ( ni siquiera los supensos en matemáticas) por eso y hasta que llegue el día¡ Brindemos!. Por otra parte dicen que la paciencia en esta vida tiene su recompensa, todavía no lo he comprobado y la mía se agota por segundos, a pesar de eso consigo a diario una sonrisa en la cara¿Estupidez? ¿Inconsciencia? pudiera ser, quizá así se sufre menos…o se gana más.

    Pd- Juro por mi honor, que 10+10 suman 20..aunque ahora que lo pienso…¿alguien recuerda el número neperiano?

  • Me váis a perdonar...

    ¡No, no, no!
    ¡No!

    ¿Esperar?
    Se pueden esperar días, meses, años, incluso toda la vida. Incluso puede que ni siquiera una vida baste.
    No dejemos que esperando se nos pase la vida…

    Tenemos lo que hay ahora. Lo que sea que haya. ¡Lo que sea!.
    Quédate con lo bueno, y recuérdalo con amor.
    Quédate con lo malo, y aprende la lección.

    Brindo desde mi rincón por el presente. (El que sea).

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *