leer,  mirar,  monkey business

Crisálidas

Cuando llegan estas fechas y el mercurio decide suicidarse en sus tubos de cristal mi mundo se llena de gente gris caminando por calles atestadas, niños en el parque patinando sobre superficies de plata, y miles de crisálidas refugiadas al fondo de los armarios esperando el momento de su revolución.

En la oficina los radiadores renquean y tosen intentando acercarnos algo del fuego primigenio tras despertar de un descanso geológico. Ella se pone montones absurdos de ropa y se pasea entre las mesas enfada, golpeando tuberías y frotándose las manos. Maldice al clima, a los dioses y, por encima de todo, a su jefe, que le ha prohibido el calefactor que escondía bajo la mesa tras dos descuidos que acabaron con los bomberos atravesando las puertas con sus hachas y toda su masculinidad.

Es pequeña, casi etérea, de esas personas que parecen estar siempre rumbo a un sitio distinto donde nadie se extrañe de su tristeza. Cuando se cansa de maldecir viene a mi sitio y me abraza buscando algo de calor. Esconde la cabeza bajo mis brazos y noto el olor a vegetación y madera podrida de su pelo mientras me dice que tiene frío, que siempre tiene frío y ya casi no puede recordar el calor del Verano. Entonces cierro la hoja de datos de la pantalla y busco todas las fotos que hice hace meses: niños, playas, el sol en lo alto… ella me lo agradece con un beso en la mejilla que es roto por una tos violenta que parece a punto de partirla en dos.

A veces ella te dice que nunca hace nada bueno, que el mundo será un gran lugar cuando gente como ella desaparezca, y entonces sientes que ya eres dueño de toda esa tristeza que no tiene nombre ni apellido, pero que aceptas desde ese instante como algo tuyo de lo que ya no te puedes desprender.

Y nunca sé que decir cuando la veo cada vez más pequeña, cuando viene los Lunes con el alma rota y los ojos escondidos en fosas abisales y noto su cuerpo temblar entre gente en mangas de camisa, o cuando su pulso es incapaz de acercarle un cigarrillo a los labios secos y partidos. Porque en el fondo estamos en esa difusa línea que nos permite preguntar por el fin de semana, compartir algún café o recordar el cumpleaños, pero no nos acerca lo suficiente para mostrar el flanco débil de nuestras vidas.

Y sólo tengo un puñado de fotos ondeando a modo de bandera para decirte que estoy aquí, a tu lado.

12 Comments

  • Ybris

    Pues a mí la palabra crisálida me sabe más al oro de su etimología que a frío o a tristeza ninguna.
    Será quizás porque, aparte de ser yo mismo más de invierno que de verano, apunta siempre a un estado más perfecto desde su quietud, que, como dices, espera el momento de su revolución.
    En la depresión del lunes no es poco ese rincón en que se comparten las preguntas sobre el fin de semana o un café o unos recuerdos…
    o unas fotos tan espléndidas como las tuyas.

    Un abrazo.

  • Lena

    Está tan bien descrito que me pareció estar allí.
    Bonito el tiempo que el otro le dedica, bonito el consuelo en fotos de sol, bonito no ser del todo invisible aún con crisálida…

    Abrazo, B.

  • la chica triste de la parada de autobús

    El cuarto párrafo me ha hecho pensar en El Gran Gatsby. No por nada en particular, por lo desolador de lo que dice, supongo. Me ha emocionado igual que ese párrafo del libro, enhorabuena. Y gracias.

  • laluz

    Regalo de inincalculable valor el que ofreces. Segura estoy que se lleva tanto color de la compañía por breve que ésta sea, como esa fantástica foto de la playa.

  • Ignis Fatuus

    Seguro que ella ya lo sabe. Los que tiemblan no suelen esconder la cabeza bajo el brazo de gente gris. Y hay abrazos que… non quentan nada! Genial, como casi siempre.
    Besos y lluvia y lluvia…

  • Beauseant

    Estamos de acuerdo, ybris crisálida es una palabra que me encanta, suena a futuro por hacer, a promesa de algo mejor que anda al caer. Es cierto que a veces basta con tener alguien que pregunte y, por un instante, le enseñes algo de tu vida, pero asusta pensar que casi todos los que te rodean son sólo eso, conocidos, casi casi invisibles, Lena, ese debería ser mi propósito para el nuevo año, intentar volver(me) un poco más visible y visibles a los demás 😉

    Las crisálidas no dan mucha guerra doctorvitamorte, saben cuidarse casi casi sin ayuda.. y gracias, claro.

    Fitgi, la chica triste de la parada de autobús mi escritor favorito (uno de ellos), nada menos… Tener un párrafo parecido a el es casi casi mi máxima aspiración.. Es uno de esos pocos escritores con encanto.

    Hay veces, Cosechadel66, que no queda más remedio que volar aún sabiendo que haremos daño, que dejaremos algún cadáver por el camino..

    Es bonito meter algo de luz al invierno, ¿verdad, laluz?

    La verdad, Ignis Fatuus es que asusta cobijarse bajo un manto de color gris, no lo había pensado.. gracias !!

  • koffee

    En determinados momentos nos reducimos a la mínima expresión… voy a tener que hacer acopio de fotos por ver si crezco de nuevo.

  • Marvel Girl

    La verdad es que hay mucha gente así por el mundo a la que no conocemos en presente pero imaginamos algo de su pasado por el matiz actual de su mirada. Lo importante es que siempre haya personas con las que contrr…

  • Beauséant

    quizás, koffe, no te ayuden a crecer, pero al menos puedes usarlo como una trinchera cuando vengan a buscarnos y nos sintamos rodeados virgi. Un pequeño rincón donde defendernos.

    una mirada, muchas veces, es suficiente para contar una historia, un pasado y un presente, cierto, Marvel Girl