Violin Concerto in F
Julio. 1988. En el salón suena un Adagio de Albinoni para adornar la trapisonda que tiene lugar en la cocina. Se ha roto un vaso. He oído el estallido de cristales contra el suelo. Sí. Dije estallido. También estallan las voces de los niños alborotando en el bulevar. Yo soy una niña. Pero no juego. O sí lo hago. Juego sola. Estoy sola en mi habitación en el verano del 88. Lo estuve antes y después. Dibujo. Monto legos. Y floto sobre los gritos que llegan desde todos los lados. Odio ese Adagio. Quiero que me guste. Quizá si me gustase dejarían de gritar-se y saldríamos a dar un paseo. Pero lo odio. No termina nunca. Y cuanto más lo odio, más empeora la situación… “VETEDEUNAPUTAVEZ” No. Me gusta. Juro que me gusta. Cruzo los dedos. No te vayas. Vámonos todos a volar el stuka del abuelo. Julio. 1988. Estoy escondida en el armario con una manta sobre la cabeza. Me horroriza la oscuridad. A veces también me asusta estar sola hablar sola jugar sola. El escalofrío de un portazo recorre las paredes. Cesa la música. Silencio. Me he mojado la ropa. Aprieto las rodillas contra el pecho. Se enfadarán más. Seguro. Cierro los ojos con todas mis fuerzas para que algún dios me conceda el deseo de convertir mi escondite en un Ju’87 y volar lejos. V o L a R. L e J o S.
21 Comments
Ángela
Me gusta lo de volar… ojalá muy lejos de todo aquello que nos corta las alas. Buen vuelo!!
Ybris
Tan estremecedor como bellamente escrito.
Se palpa la soledad de la niña sobre el extraño fondo del adagio y el odio que acecha en la cocina.
¿Por qué la niñez es tan a menudo algo tan terrible?
Un abrazo.
Alba y Alvaro
Y que el viento desbarate todo. Se lleve todo. Si vas contra el viento, todo queda atrás.
Besos desde el agua
gwynette
Me ha recorrido un escalofrío. Un abrazo cálido a la niña que un día fué …(me voy al armario con ella)
Cariños de alcachofa
Beauséant (2)
Lo sabemos, lo sabemos, el modelo de avión de la foto no es un Junker Ju 87 (stuka para los amigos), es un fokker dr, dos aparatos que no tienen nada que ver, excepto su diseño para matar gente de la forma más eficiente posible. El Ju es una pequeña joya de la segunda guerra mundial diseñada para el bombardeo en picado, mientras que el fokker era la montura donde hizo su leyenda el señor Richthofen (otra guerra, otras ideas, distantas personas, misma mierda).
Es extraño pensar que los Alemanes hiciesen estos aparatos porque, como todos sabemos gracias a películas y documentales, los Alemanes eran unos gordos inútiles comedores de salchichas, seguramente los copiaron de los Americanos….
Bauesénat (3.152)
¿Estallido?… me “suena”…
Montando legos,… ja!, éso sí que es bueno!!!
¡Pero lo de la música clásica!!!??. Éso es mucho mejor…
(A estos gatitos sigilosos no se les escapa nada…)
Me ha encantado 😉
ipathia
Fíjate que se me antoja que lo peor es que sonara la música; es triste que armonía y desequilibrio se únan en el mismo decorado y que además se pueda asociar toda la vida…; más todavía mojar las ropas por culpa de una situación que si los adultos tuviéramos más cabeza -o leyéramos antes este “olvidado”- no crearíamos jamás.
Olvidado eh?.
Beauséant
A veces, Angela, somos nosotros mismos los que nos cortamos las alas, y entonces estamos jodido porque no podemos huir de nosotros mismos…
La niñez puede ser terrible Ybris, pero no menos que la vida adulta cuando te obligan a crecer antes de tiempo, y tu sigues siendo una niña que quiere quedar en el armario con gwynette…
Cierto Beauséant cierto, supongo que eres uno de esos perfeccionistas 😉 pero bueno, la metáfora se entiende de todas formas ¿no?
Qué Bauesénat se nos escapan muchas cosas, pero los buenos gatos saben posar como si de verdad no les importase…
supongo que la música puede ser cruel, ipathia, porque no entiende de nuestro momento, sólo de los suyos.. por eso en mi colección de discos sólo encontrarás música triste 🙂
*AntagoniSta*
La réplica (derecho de), genera una interactuación que es, la que, en realidad rescato como genialidad (o no). Lo digo, por mis comentarios en sus últimos 3 post. Pregunto, ¿ por algo en particular?.
De nada y saludos.
Cabezota sin remedio, corazón enorme
Demasiado triste. Espero que no sea autobiográfico.
peregrina
Te encontré en la casa de E sabaté y me asomé. No sabes cuánto me alegro, pues has expuesto prolija y emotivamente el mundo interior del personaje. Yo odiaba el ballet, pero quién se lo explicaba a mi madre. Muy intimista. Un abrazo.
Beauséant
Cierto Antagonista, el poder tener una charla es quizás lo mejor de estos sitios, la pena es que muchas veces no hay tiempo de sentarse con calma para decir las cosas como uno quiere, recurramos mientras al tan español arte del todo llega 😉
Bueno cabezota, en cada historia, en cada frase, por muy irreales que puedan ser, siempre dejamos algo de nosotros, algún retazo de lo que fue nuestro pasado, y quizás sea nuestro futuro…
A veces, peregrina, con la excusa de buscar los mejor para nosotros acabamos siendo cómplices de la vida de nuestros padres.. no se puede luchar contra ello, es una maldición.
Eloísa
Albinoni siempre fue muy suyo, pero su Adagio es terriblemente hermoso, aunque lo relacionemos con ciertos momentos…que no se pueden olvidar tan fácilmente. A pesar de la tristeza, yo sigo escuchándolo…debe de ser el masoquismo trascendental que me acompaña…o la inconsciencia 😉
la pequeña tortuga
Me ha recordado a un fragmento de El Resplandor (el libro, no la peli), el niño aterrorizado, la misma expresión de los sentimientos….Estremecedor.
Para,que voy a vomitar
Yo creo que todos alguna vez (en mayor o menos medida) hemos sido armario y hemos cobijado en nuestro interior esas niña que desea volar.
AngelCaido
De tener que volar, prefiero hacerlo en algo que no me traiga recuerdos tan horribles, aunque estos tan solo sean recuerdos aprendidos. Aprendidos de vidas pasadas que otros vivieron y murieron con la esperanza de que algo mejorara en el futuro.
Yo volaría en un Spitfire y si, por desgracia, un día nos cruzáramos no tendría otra opción que derribarte. Ya sabes, la fuerza de la costumbre…
Beauséant (2)
Eso es lo de siempre Elo querida, escuchamos música triste porque estamos tristes, o estamos tristes porque escuchamos esa música…
Es cierto, pequeña tortuga, esa parte del libro esta muy bien descrita, casi puedes sentir lo que siente el pequeñajo, entran ganas de salir corriendo o de buscar ese armario interior del que habla para que voy a vomitar…
Por supuesto AngelCaido, habría que batirse, aunque creo que tendrías ventaja 🙂 De todas formas matarse en el aire cara a cara tiene un no sé qué que lo hace más noble que morir en el barro sin saber de donde a venido la bala fatal.
kasandra
En julio del 88 yo hice algo tremendamente estúpido.
Brisa
Quizás no podamos cambiar la historia, pero por suerte podemos aprender de ella y cambiar nuestra manera de vivirla o experimentarla. Me han dado unas enormes ganas de llamar a esa niña y abrirle mis brazos en un abrazo. Un abrazo
Beauséant
Debe ser terrible, kasandra, tener buena memoria… yo sólo la tengo para aquello que me gustaría olvidar…
Esa es la esperanzan que nos queda siempre, Brisa, el poder aprender de lo que fuímos para poder construir lo que seremos…
botas de agua
yo los recuerdo gritando, también, no había música. Sólo mi padre decir “delante de L no discutamos” y mi madre “no nos entiende” (o fue al revés?) esa fue la última vez. Tiempo después, un día en que mi madre se enfadó mucho, yo, que no tendría más de 3 años le pregunté: ¿a mí también me vas a echar como a papá?
Gracias por tan hermoso post. Recordar duele y cura. Es algo contradictorio pero real.