leer,  mirar

re-si-len-cia

No crecen árboles en las zonas batidas por el viento, es territorio de los arbustos que saben plegarse al viento y sus caprichos y también de las pequeñas plantas que viven a ras de tierra.

Los árboles no pueden hacerlo, son demasiado orgullosos. En cuanto asientan firmes los pies sobre el terreno sólo piensan en crecer hacia arriba. Siempre lo más alto posible buscando el sol, al encuentro con la tormenta que los tumbe o el rayo aniquilador.

Las sabinas son especiales. Son algo a medio camino entre un árbol y un arbusto. Cuando sienten el viento entre sus ramas se van adaptando, giran y se retuercen hasta deformarse y casi tocar el suelo con sus ramas. Viven cerca de los depredadores que ahora pueden llegar a los tiernos brotes pero lejos del viento. Se adaptan, sobreviven, nunca se quejan.

Resilencia. Es una palabra que oigo mucho últimamente, en especial en las reuniones de recursos humanos. Rara es la presentación sin su transparencia en la que no aparezca esa palabra brillando ella sola en medio de la pantalla como un reclamo para polillas despistadas.

¡Y cómo la pronuncian los oradores!, parecen convencidos de entregarte algo valioso sólo con invocarla. Las encías contraídas y casi dando una palmada en cada sílaba para que puedas grabarla en tu estúpida sesera: ¡re-si-len-cia!

Nietzsche nos explico que el cristianismo era una religión propia de esclavos. Ya sabes, no protestes, baja la cabeza, traga cualquier cosa que te pongan en el plato y serás feliz… en la otra vida, claro, en esta has venido a sufrir, ¿qué te creías, criatura?.

Resilencia me suena a eso, a religión 2.0 barnizada con la engañosa pátina de las pseudociencias. Adáptate, recílate, no te quejes, ¿crees que eres el único que sufres?

En resumen, que seáis como un árbol, no como un sabina… o al revés. Ni idea, yo no he venido a solucionaros nada, sólo soy una puñetera transparencia con una única palabra escrita en ella.

Repetid conmigo, re-si-len-cia

21 Comments

  • Cabrónidas

    Que gastemos resilencia debe ser la manera elegante de decir lo que dice siempre el poderoso: “Pasarás por el tubo por las buenas o por las malas”.

  • mag

    Es una palabra que no me gusta mucho en sí. Ya no me meto en el significado sino en el simple arbitraje de las letras. Parece que lleven un muro.
    Seamos lo que podamos ser. Un abedul o un sauce llorón porque la ley del embudo nos la tenemos que aprender sí o sí.
    Un beso enorme 😘😘😘

  • Frodo

    Es cierto, es una palabra que siempre se usó y se usa en recursos humanos por el tema de las reservas de puestos por enfermedades prolongadas. Y es totalmente cierto que se puso de moda en los medios de comunicación especialmente. Creo que esto se debe a los síntomas post covid.
    Me dejás pensando, hay otras palabras que parecen tomar un tono religioso y se repiten como un mantra…. ahora no se me ocurre, pero si prendo la TV un rato seguro aparecen

    Hermosas fotos

    Abrazos

  • beauseant

    Pero si lo dices así, CABRÓNIDAS, nos rebelamos cosa mala, ahora todo viene bien envuelto y empaquetado para que parezca otra cosa. Para que parezca, incluso, apetecible 🙂

    Pienso lo mismo, MAG, pensaba que le estaba tomando manía a la palabra, pero me alegra que haya más personas con el mismo problema. Es una palabra que me suena mal, a portazo, sí.

    Sinergia, asertividad, cognitivo, emponderamiento, emotilencia…. tengo para aburrir, FRODO, cada vez que las veo flotando en una página levanto las cejas hasta el techo y lanzo un suspiro de desesperación 🙂 Gracias por lo de las fotos, pretendían ser un escapismo entre tanto horror resilente y sinergizante :)…

  • evavill

    Me dan pena esos árboles, parecen sometidos a un terrible sufrimiento.
    En cuanto a la resiliencia, cuando repiten tanto un concepto o palabra termino por cogerle manía. Y con la famosa resiliencia me pasa eso, que ya me hartó.

  • Toro Salvaje

    Los de recursos humanos son esos vaqueros que vigilan al ganado para que no se desmande.
    Pronto habrá otras palabras para hipnotizar a la manada esclavizada.
    Yo propongo una: estupidiencia… sí, la obediencia de los estúpidos.

    Saludos.

  • Toro Salvaje

    Los de recursos humanos son esos vaqueros que vigilan al ganado para que no se desmande.
    Pronto habrá otras palabras para hipnotizar a la manada esclavizada.
    Yo propongo una: estupidiencia… sí, la obediencia de los estúpidos.

    Saludos.

  • tonYerik

    Sí, últimamente se escucha mucho, aunque me temo que la mitad de los que la pronuncian no saben, de verdad de la buena, que significa. Pero en fin. Yo ya no tengo que asistir a esas reuniones desde hace unos años y total cuando lo hacia como de costumbre mi cabeza estaba por lo general en busca de cualquier mosca imaginaria. ¡No se como pude durar tantos años sin que me echaran a puta calle!

    Salud.

  • laacantha

    “La resiliencia o entereza es la capacidad para adaptarse a las situaciones adversas con resultados positivos…” Así me lo ha confesado mi querida Wikipedia .
    He pensado mucho en plan del cristianismo y cualquier otra religión , aunque soy más de la filosofía del budismo .
    Mis conclusiones son así :
    No se puede juzgar el pasado (los tiempos del nacimiento de la dicha religión)de punto de vista del tiempo presente. En aquellos tiempos la religión estaba adaptada a las circunstaniás que habían y servía presisamente para aumentar la resiliencia de un ser humano.
    Otra cosa más , la religión ,en lo general ,es lo básico para que sobreviviera la Humanidad . Bueno, es mi opinión ,aunque soy atea (con ciertas condiciones)…jajajaj

    Lo de los árboles de tus fotos, son magestuosos y admirables. Viví una temporada en el Norte , más alla del Círculo Polar en tundra. Los árboles de ahi es un puro ejemplo de la resiliencia , tienen los troncos de 10 centímetros de altura y las ramas de 10 metros de longitud colocadas en el suelo y son exclusivamente abedules.
    Un abrazo.

  • Beauséant

    Muy felices no parecen, EVAVILL, tienes razón. En el fondo ellos no eligieron estar ahí, a merced del tiempo y de las inclemencias, al final nacemos con lo que nacemos y peleamos con lo que tenemos, no hay más alternativas. Al final todo se resume a que te tienes que aguantar con lo que te ha tocado, pero lo envolvemos en palabras grandilocuentes para que no suene feo y, claro, le acabas pillando manía a esas expresiones.

    Sospecho que esa es la misión final, TORO SALVAJE, cuidar las gallinas 🙂 además, las personas somos cada vez más un recurso, como la máquina de las fotocopias o una mesa. Algo que puedes usar y golpear hasta que se rompa y luego ya se buscará otra, total, somos reemplazables.

    Tampoco tengo yo muy claro su significado, TONYERIK, tanto es así que hasta la he escrito mal, me he comido una “i”, como alguien me ha recordado por privado 🙂 Yo en esas reuniones antes peleaba más, abría la boca, opinaba. Me he dado cuenta que no merece la pena, me pongo al final, sonrío beatificamente como un buda de escayola y hasta aplaudo al final con los ojos emocionados por la gran sabiduría de sus palabras. Cero problemas hasta la fecha 😉

    Creo que has dado un punto muy importante, LAACANTHA, en torno al que gira todo eso. Las circunstancias, por eso yo hablaba de Nietzsche, porque estamos hablando de religiones que intentaban dar algo de alivio en tiempos muy complicados e intentamos extrapolar esa mentalidad a nuestros días y, claro eso no funciona.
    Me ha encantado lo que has contado de la tundra, parece el territorio de tus mis sueños de joven, me gustaría mucho que contases algo más de aquello, debe ser un lugar duro pero maravilloso, ¿no?

    Por las erratas no te preocupes, ya he tenido yo la mía escribiendo mal la palabra que da nombre al texto, qué desastre 🙂

  • Alfred Comerma Prat

    Los pastores del rebaño, son los encargados de que no se nos ocurra creernos que somos algo.
    Lo de la palabra en cuestión la había oído infinidad de veces y eso que llevo años fuera del mundo laboral.

  • Krudo

    Entendí una idea distinta, tengo 2 años que cambié mi vida de la ciudad de México a un pueblo de menos de 5 mil habitantes, dejé el escritorio y el tránsito bestial por la tranquilidad y trabajar en una huerta de mangos, hace poco recordé esa palabra que tanto nos decían en la universidad, resiliencia, madre mía suena tan mal esa palabra que no debería de existir, deberíamos de ser libres como las aves, como los árboles, como la naturaleza.

    Te dejo un abrazo echando raíces firmes.

  • María

    Eso está hecho, repito contigo la palabra RESILECIA.

    Sí que es verdad que es una palabra que se repite constante, y la verdad es un poco fea, suena algo rara.

    Pero mira lo que acabo de leer en Google: “En psicología, capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente, etc.

    “la resiliencia potencia la felicidad”.

    Un placer leerte, siempre me haces reflexionar. Por cierto, me parecen impresionantes las fotos.

    Besos.

  • Beauséant

    De creernos algo, ALFRED COMERMA PRAT y, además, de que siempre pensemos que tenemos mucho que perder. Da igual que sea un trabajo precario, una casa diminuta… lo que sea, lo importante es que creamos firmemente en este sistema.

    Es verdad, KRUDO, me habías contando alguna vez lo de la plantación de mangos y me pareció una historia maravillosa. No creo que allí nadie use esas palabras, el trabajo cerca de la tierra creo que es más honesto, no necesita esas palabras para definirse, para hacer que alguien se sienta especial.

    Gracias, MUCHA DE LA TORRE, espero que te encuentres bien.

    Suena a rara, MARÍA, suena a falsa, a algo bonito pero hueco en su interior sin ningún contenido. Una palabra hecha para no contar nada, para venderte una mentira. Muchas gracias por tus palabras, me gusta reflexionar y compartir, aprendo mucho con vuestros comentarios. Es un placer poder hacerlo, de verdad que me siento una persona afortunada.

  • Neogeminis

    Adaptarse, eso es lo que dicen. No siempre se puede y muchas veces es injusto. No siempre es un buen consejo. A veces es una manera de decir “hay que resignarse” y aguantarse lo que venga. Como todo, es bueno y aconsejable en ciertas circunstancias y en determinado contexto. No siempre. Un abrazo

  • Beauséant

    Es extraño, JOSÉ A. GARCÍA, pero a veces lo de resistirse al aprendizaje me parece hasta algo necesario …

    Así es, NEOGEMINIS, a veces es simplemente injusto, te ponen en una situación en la que no puedes elegir y de la que te hacen sentir culpable. Es una forma de desplazar la responsabilidad, de cargar sobre tus hombros una carga que nunca deberían haberte dado.

  • Gabiliante

    Tengo una tendencia a ignorar todo lo que no aprendí de joven y las palabras, mas aun. Yo no la habia oido hasta que la dilo el presidente. Entiendo que viene a ser como el “ajoyagua” de los optimistas. Psra mis entendederas es la sucesora de sinergia, y otras que no se me ocurren, que pareces muy culto y muy actualizado cuando las pronuncias

  • Beauséant

    Me imagino, GABILIANTE, al presidente con todos sus ministros, chambelanes y pelotas varios intentando encontrar una forma de decirnos que viene la lluvia y que busques un paraguas y te aguantes sin que sonase muy feo… Y entonces, entre un suspiro de alivio, alguien rebuscó y rebuscó hasta regresar con esa maldita palabra 🙂 Cuántas más cultas son las palabras peores son las intenciones, pasa lo mismo con las banderas y su tamaño…

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *