Estaciones
El verano del 86 fue raro… un escalofrío tomaba el ascensor y llegaba al piso mil de mi cabeza una noche sí y otra también. Elaboraba complicadas conjeturas con los posos del café y, cada vez que sonaba el teléfono, sentía tanto frío que llegué a pensar que terminaría agosto prostituyéndome para hacerme con el abrigo de un visón sintético.
Aquel verano, mientras escuchabas a Dylan en la terraza de casa y la luna se disponía a dar comienzo a su tránsito, yo me pintaba los labios con el carmín de mi madre y me tiraba a la calle y a todos los tipos que encontraba a mi paso.
Fue raro también el otoño… casi tanto como el invierno… Tras aquel año de desconcierto y lujuria, dios me castigó matando a todos los hombres guapos y ni tú ni yo hemos vuelto a ver nuestro nombre en la alineación del equipo campeón…. ”
13 Comments
Alvaro
Yo te veia desde el banquillo de suplentes, deseando que dejaras de regatear tan bien como lo hacias las miradas, caricias y apretones de los hombres, para que de una vez por todas, supieras a que saben los balones que nunca vuelven de las gradas.
Un saludo
Para,creo que voy a vomitar
Y lo peor es que no venden meteorólogos en ningún sitio.
Eloísa
(Con perdón) ¡¡¡¡Los cojones 33!!! No hacía falta que me lo recordaran 😛
En el fotograma
Experiencias, donde la venganza de dios llega, son como clausuras, adioses, finales…
isaaclore
En el año 86 yo me preparaba para salir huyendo a alguna parte. Mi vida comenzó a dividirse en etapas. Y nunca me interesó formar parte del equipo campeón…
Un abrazo.
AngelCaido
Pues yo andaba perdido, sin pasado y con el futuro pendiendo de un hilo de fina seda.
Unos enormes ojos azules abdujeron mi alma y subyugaron mi cuerpo, desde entonces no miro a los ojos de una mujer…
Zebedeo
¿Seguro que no estabas en el equipo campeón? ¿No estarías jugando otro campeonato? En el año 86 yo tenía tan sólo 194 años, aaay, que tiempos de juventud 🙂
ipathia
Así que el 86 se cubrió de gloria, ya veo!. En mi caso tardé en decidir si aquel año me partió la vida o me abrió una puerta a ella.
Jodido, eh?
Danelí
yo nací la primavera sureña del 86
(y siempre habrá memoria para los otoños, aunque el viento amenace con llevarse todo)
un besito
=*
Ybris
¡Veinte años atrás!
Me llega de entonces una secuencia de luces y sombras.
Algo de nostalgia y de deseo de olvidar.
Comencé entonces una experiencia didáctica en mi Colegio en que me encerré durante tres años con un grupo de 28 alumnos conflictivos desde los 11 años hasta los catorce. Les dí todas las clases de todas las asignaturas, sin texto, sin otra ayuda que el afán de descubrir.
Años terribles, día a día.
Cuando hoy me encuentro con alguno de aquellos alumnos -con más de treinta años ya- me alegro de haberlo hecho.
Gracias por tu visita y tus palabras.
Un abrazo.
Beauséant
¿en el 86?, creo que debió ser entonces cuando deje de intentar ser uno más y decidí levantar un poco más el muro que me separaba de la realidad, aún hoy no tengo muy claro si fué la mejor opción.. Espero Isacaclore que no sea tu caso… Si, Angel Caído me suenan esos ojos azuels, aunque no deje de mirar 😉
Gracias, Alvaro, creo que no era yo, sería alguna de las golfas que fumaban a escondidas en los baños…
Es cierto, para que voy a vomitar, todo son tocologos, pero casi no hay meterorologos, es un chiste malo, lo sé..
Lo siento Elo a veces necesitamos que nos recuerden las cosas, y para eso estamos 😉
Las venganzas de Dios, En el fotograma son siempre iguales, por eso hay que dejar de creer en ellos, no son mejores que nosotros…
Sólo 194 años Zebedeo, es la mejor edad para formar parte del equipo campeón, a no ser que todos esos años te hayan dado sabiduria..
Me alegro Danieli, los otoños se guardan mejor que los inviernos, los inviernos son más imprevisibles y jodidos de esconder en una caja…
Ybris, desde aquí te aplaudo, yo llevo en algo parecido desde hace algún tiempo, y cada día no dejo de pensar que es una pérdida de tiempo, me alegra saber que hay gente que es capaz de hacerlo sin bajar los brazos.
Qué va ipathia, o bueno si, pero es lo que tiene la vida, nunca sabes si lo malo al final es bueno, la vida es un cuadro sin boceto, cada pincelada no puede borrarse ni repetirse.. a veces te sale un Velzaquez y otro un Miró 😉
Carmen
Mirar hacia atras Beauseant y verse haciendo contorsiones y aspirando a todo, aunque despumes declinemos la mayoría de lo que se nos propone, me ha intrigado esta entrada, porque me ha vuelto hacia mi misma cuando estaba recién empezando con tantas tonterías en la cabeza que hoy casi muero de risa por tanta candidez, un abrazo feliz!
Beauséant
La ingenuidad no es mala, a veces creo que es incluso necesaria para levantarla como una bandera, para añadir un poco de picante a tanta grisura… a veces es bueno un poco de esa ingenuidad aún sabiendo que no llevará a parte alguna.. muchas gracias por rescatar entradas viejas, es extraño releerse tras tanto tiempo 😉