ciudad mentira
Volver allí era una derrota en sí misma, así de sencillo. Sin espacio para atajos ni excusas: las quemó todas el día que juro no volver a pisar ese rincón casi abandonado del mundo.
Los autobuses son latas desvencijadas de aluminio decoradas con carteles gastados de gente feliz y el nombre de la compañía sostenido en lo alto con orgullosas letras mayúsculas. Siempre realizan la parada en el alto que domina la ciudad, pero nunca llegan a entrar en ella. Parecen tener miedo de verse atrapados en las callejuelas de lo que otrora fue el orgullo de la nación, convertida ahora en un puñado de restos industriales agonizando a la intemperie. Sus fábricas, tiendas y restaurantes no son más que caparazones de tortugas extintas recubiertos de la sucia patina que da el tiempo y el dinero al escaparse a toda velocidad.
Ciudad dormitorio, ciudad cementerio, ciudad lupanar.. ciudad mentira.
Ella observa desde las alturas los edificios blanqueados ordenados en calles simétricas y numeradas, y piensa en una lápida esperando la inscripción de cien mil almas.
Cien mil una, murmura con una sonrisa forzada mientras recoge las maletas y comienza el camino de descenso.
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10 Comments
Ybris
Terrible volver a una ciudad mentira.
Terrible inscribirse en las lápidas de una ciudad cementerio.
Pero lo escribes tan bien que ese terrible soplo casi se convierte en una suave brisa de nostálgica tibieza.
Un abrazo.
Athe
Bueno espero que tenga segunda parte…
Besos
Salomé
Es genial. Pero eso ya lo sabías.
😉
Vanessa
No es malo volver a rincones abandonados. Tal vez la segunda vez encuentre cosas q no vio la primera vez.
Besos!
Hoba W
Terrible cuando esa ciudad cementerio nos habita..
virgi
Qu el descenso le sea leve.
Quizá conoce bien el camino.
Beauseant
Creo, Ybris, que de alguna forma todos volvemos a esos sitios donde juramos no volver, y creo que cuando lo hacemos nos damos cuenta que, quizás, no estábamos en lo cierto al escapar. Lo dice Vanessa, podemos encontrar cosas nuevas en las que no nos habíamos fijado…
No lo tengo claro, Athe, me cuesta horrores enlazar más de un folio 😉
Gracias Salomé, guardaré el piropo que seguro nos vendrá bien.
A veces Hoba W, no sólo nos habita, a veces incluso la alimentamos sin darnos cuenta.
Sospecho Virgi que podría hacerlo con los ojos cerrdos.
Tristancio
Qué jodido eso de los regresos… sobre todo cuando es “con la frente marchita…”
(Muy bueno)
Saludos.-
Adolfo-Denavegantes
¿Y que es verdad?.
Beauseant
Es complicado, Tristancio sacar la dignidad en esos momentos..
La verdad, Adolfo-Denavegantes, supongo que depende de a quien se le pregunte, pero, claro, entonces ya no es La Verdad, es una verdad…