la tortuga y la liebre
La liebre era necia y orgullosa, la tortuga sabia y paciente. Todos hemos escuchado esa historia, fábulas es el nombre que reciben. Historias con alguna moralina escondida en su interior: no te salgas del camino, obedece a tus mayores, piensa en el mañana.
Representan una forma de llevarnos por el camino correcto sin que sea demasiado evidente que nos están vendiendo su versión de los hechos, lo que nuestros mayores consideraron sagrado y correcto. Algún día aquellos que nos contaron esas historias nos decepcionarán de manera definitiva, algún día morirán y nosotros, sin apenas ser conscientes, replicaremos como un virus esas enseñanzas que nunca llegamos a cuestionarnos.
Pero lo cierto es que la historia la escriben los vencedores con la sangre de los vencidos y eso es algo que las fábulas nunca nos contarán. ¿De verdad quieres ser recordado?, haz que te odien, ¿quieres ser inmortal?, deja el mundo en llamas a tus espaldas.
No puedes ser el favorito de Dios pero sí puedes hacer que se aprenda tu nombre.
Nadie sabe lo que ocurrió exactamente aquel día en el bosque. Todos los que hablan de aquello dicen estar en posesión de la verdad, pero si juntamos todas las piezas nunca obtendremos la realidad, sólo cientos, miles de reflejos distorsionados. Quizás si uniésemos todos con paciencia, si encontrásemos la forma de cada hueco, hallaríamos la verdad. Pero nunca lo haremos, nadie quiere saber la verdad, sólo buscarla.
En las madrigueras de los bosques, ocultos entre las sombras de los abedules se cuentan historias de viejos rituales llenos de sangre. Si quieres el valor de tu enemigo, arráncale el corazón, si quieres su visión, hazte un collar con sus ojos.
Nadie hace caso a esas historias, son viejas como el propio tiempo pero se siguen contando como si fuesen reales y los animales más jóvenes tiemblan y se esconden al fondo de sus madrigueras al escucharlas. Narraciones que hablan de una magia olvidada, la que estaba en todas las cosas antes del tiempo de los hombres cuando el bosque de abedules en el que viven era un único y solitario árbol tanteando con sus jóvenes raíces un mundo desconocido.
La tortuga ganó, eso es todo lo que sabemos. Eso y que unos días más tarde la liebre apareció masacrada justo en la línea de meta y que nadie volvió a retar a la tortuga a ninguna carrera.
17 Comments
Artur Rh
Un final estremecedor y desconocido, sin duda !. Siempre hay más de una visión de los mismo hechos…. como dice la cita “Todo es según el color del cristal con que se mira”. Tu història da para reflexionar. Saludos !. 🙂
Toro Salvaje
Los muertos no escriben su versión de los hechos.
Y claro…
A poco que profundices en cualquier tema histórico te das cuenta de que es casi imposible saber la realidad de lo que ocurrió. Puedes saber el resultado final pero está tan contaminado que no es más que un hecho burdo y sin pulir.
Por ejemplo la segunda guerra mundial explicada por los rusos es bastante distinta a la versión que hemos aprendido en occidente… y así todo….
Qué mal perder el de la tortuga eh…
Y luego a manipularnos.
Saludos.
Beauséant
Eso es otra, Artur Rh, que las historias cambian según quien sea el vencedor y según las vivencias personales de cada una de las personas involucradas en la historia.. imposible conocerlo todo.
Algunos dirán, Toro Salvaje, que la tortuga sólo defendía lo que era suyo, ya ves… el ejemplo de la segunda guerra mundial es perfecto para ilustrar esta historia. Hollywood logró crear una versión única de los hechos que habría parecido una tontería nada más acabar la guerra. Hasta hasta con los mapas del mundo, según el país del que seas aprendes a verlos en una posición u otra, tú país siempre en el centro de todo, claro 😉
Cabrónidas
Hubo un pintor francés que dijo algo así como que la verdad existe; lo que se inventa es la mentira. Y sabemos por qué. Bueno, aún habrá quien crea en las versiones oficiales de lo que sea.
José A. García
Excelente historia. En cada arte hay una mafia detrás que sostiene a quien mejor la disimula. La libre claramente no sabría hacerlo tan bien como la tortuga.
Saludos,
J.
Milena
La leyenda de la Verdad: érase alguien que quería encontrar la Verdad a toda costa, le habían contado que la Verdad vivía en una cueva arriba en la montaña… después de un viaje complicado, fatigoso y muchos contratiempos, logró encontrar aquella cueva con un personaje dentro -la Verdad-, andrajoso y muy desagradable… se llevó una buena decepción… el caso es que a la salida de la cueva se quedó un rato admirando el paisaje… ¡un paisaje realmente extraordinario, inspirador, diferente a todo lo observado hasta entonces!
Gabiliante
La tortuga tenía mejor gabinete de prensa y propaganda (tanto para difundir como para ocultar, o mas bien tergiversar)
La “verdad” de la fábula de Milena, también fue víctima de la tortuga, pero solo la mando al exilio (mucho cuidado Con las tortugas)
Saludos
beauseant
Las versiones oficiales nos ayudan a no tener que pensar, CABRÓNIDAS, es como copiar de un examen sin tener que interpretar lo que se copia 🙂 La frase es muy buena, pero me deja con muchas dudas 🙂
Así es, JOSÉ A. GARCÍA, necesitas crear una historia y un puñado de palmeros que la aplaudan como si fuese cierta. A partir de ahí ya puedes montar una religión, un partido político o un movimiento artístico.
Me ha gustado mucho esa historia, MILENA, me has dejado un rato pensando en ella. La verdad tiene un aspecto desagradable pero nos ayuda a entender el mundo… esa ha sido mi conclusión final, no sé si la tuya también 😉
Hace muchos años me dejaron al cuidado de una tortuga, GABILIANTE, desde es día no me he vuelto a fiar de ninguna 😉 En general no me suelo fiar mucho de los que tienen buena prensa en las fábulas oficiales….
Maman Boheme
Yo me quedé con la fotografía en el fondo de la retina…es una imagen triste y desoladora.
Hay muertes que no importan. Como no importa cuánto mientas para llegar donde quieres si te respaldan unos cuantos como tú. La verdad de la mentira o viceversa es una línea delgada que favorece al que menos escrúpulos tiene. Es el mundo en el que vivimos por desgracia.
Un abrazo 🥰
Luz
La foto es impresionante, creo que son esas que quedan retenidas para siempre.
Y con respecto a la fábula, como todas es una pena que utilicen animales que nada tienen que ver con las conductas humanas. Y tu relato desde esta perspectiva, la humana, representa para mí el eterno dilema…
El final es devastador, como el de todos los vencidos.
Luz
Por cierto, qué raro lo que dices de la tortuga Gabiliante. Yo tengo una de tierra bastante grande, Juanita, la llamo y al rato, largo rato, aparece; es adorable, saca la cabeza, se deja dar besos.
Y también hay liebres que suelen aparecer con sus crías. Y son tan bonitas.
Myriam
¡Tan cierto…. y escalofriante! Y tantas mentiras se dicen en esos relatos que no cuestionamos y aparentan ser inofensivos. Ni hablar de las mentiras que se dicen en la Historia oficial.
Vuelvo al mundo bloguero luego de esta ausencia por motivos personales y familiares.
Así que me verás por aquí con la asiduidad de siempre. Beso grande.
(He estado muy ocupada, pero cada vez que estoy con los 2 gatos de mi hija y nietas, me acuerdo de ti).
Beauséant
La falta de escrúpulos, MAMAN BOHEME, es algo que siempre me ha superado. Nos pisamos entre nosotros por tan poca cosa que me hace perder la fe en nuestra raza. Y así se escribe la historia, sí, con un loco apoyado por otros cuatro locos que convierten en verdad cualquier cosa.
Los vencidos nunca quedan bien en las fotos, LUZ, por eso los apartan rápido de los libros de historia para que no molesten. Lo de la tortuga, no sabría decirte, supongo que como las personas, los animales son víctimas de su genética, de su entorno y de su pasado… el comportamiento que tenemos es una mezcla de todo eso y no siempre sale algo bueno.
Me alegra verte de nuevo por aquí, MYRIAM, y me alegra que tu ausencia haya sido por una buena causa. Cuestionarse las cosas, incluso con las que estamos de acuerdo (sobre todo con las que estamos de acuerdo), debería ser una obligación, pero nos cuesta, nos cuesta mucho.
Ángeles
Qué buena vuelta de tuerca a la clásica fábula.
¿Cuántas tortugas y cuántas liebres habrá repartidas por la historia, y cuánto maniqueísmo?
Ses
Justo estoy explicando la fábula, los cuentos, los mitos y las leyendas en clase. No sé yo si contar otra versión, ya creen que soy algo gore cuando lo cuento.
Frodo
Muy buen texto, impecable. Imposible no coincidir en todo lo que dices.
Creo que hay dos afluentes a analizar. Por un lado la realidad ineludible de que la historia la escriben los vencedores con la sangre de los vencidos. Por otro lado, que esa misma historia puede ser interpretada desde diferentes aristas, así, lo que parece una enseñanza o moralina en un único sentido, se da vuelta (como ejemplo recuerdo aquel relato de Cortázar sobre el Minotauro)
Abrazo
Beauséant
Imposible saberlo, Ángeles, aunque hay pistas en los libros de historia, cuando veas a un gran prohombre de la patria que lo dió todo por su país, sospecha un poco 😉
Si lo piensas bien, SES, todos los cuentos infantiles y las fábulas, en sus versiones originales, eran así, un poco gores, ¿no? Se trata de dar miedo de que antes de hacer algo de la lista prohibida te lo pienses bien. No te vayas con desconocidos, no aceptes regalos a cambio de cosas, obedece a tus mayores… Es el mismo concepto que las religiones si lo piensas bien.
Gracias, FRODO, así es, para mi la conclusión, un poco triste, de todo esto es que no podemos fiarnos de nada, ni tan siquiera de las cosas de las que estamos seguros “porque siempre han sido así” o porque las dices alguien a quien tenemos en alta estima. El problema es que cuando empiezas a dudar de todo puedes acabar volviéndote un poco loco y pensando que la tierra es plana… No recuerdo el relato de Cortázar, creo que lo he leído porque creo haber leído casi todo de ese hombre… ahora lo busco, así ya tengo tarea para esta tarde 😉