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dónde estará el azul

Azul. El azul del cielo recortado en un perfecto diorama las dos cruces que aguardan severas junto al mar.

Dos cruces, anónimas, juntas, muy juntas, pero orientadas al infinito. Condenadas a rehuirse la mirada por toda la eternidad, juntas, muy juntas, con los brazos extendidos en un abrazo que nunca será. Juntas, muy juntas, unidas en la muerte como nunca lo estuvieron en la vida. La muerte, la que no entiende de promesas, que burla nuestra voluntad.

Dos cruces sin nombre, sin palabras ni adornos. A sus pies, aguarda el mar, esa silenciosa promesa azul de eternidad.

Azul, ¿dónde estará el azul que nos prometimos?

Azul, la infancia es azul, la felicidad es azul, nuestros sueños se tiñen de azul. Amarillo, el tiempo es amarillo, amarillo de las viejas fotografías, el color quebradizo del pergamino en que se escriben nuestras vidas. Amarillo el tiempo, amarillos nuestros huesos que aguardan la eternidad en un ataúd.

¿Donde estará el azul? El azul que nos prometimos.


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24 Comments

  • Toro Salvaje

    El azul fue mi color favorito durante muchos años: cielo, mar, ropa, sueños….
    Aún me sigue gustando pero ya no me queda bien.
    Ahora es el negro el color que mejor me sienta… el color del luto por todo lo que pudo ser y no fue.
    Esas dos cruces me han impactado.
    Toda la eternidad entre el azul del cielo y el mar y el negro de la noche eterna.
    Saludos.

  • Diego

    Dos cruces… ¿por qué una es más alta que la otra? Es lo que me sugiere tu espléndida fotografía. Y se me ocurren varias respuestas…

  • Gabi C S

    El azul es juventud y el amarillo decrepitud.
    Las líneas paralelas hacia donde miran la cruces se cruzan el el infinito decíamos en mates.
    Cuando salí de la operación de cataratas lo primero que note en la calle fue todo más azulado yenos amarillento. Era por los cristalinos nuevos. Artificiales pero nuevos.
    También podría ser un sviso a navegantes: aquí encontraréis la muerte.
    Abrazooo

  • tonYerik

    Me gusta a veces un azul intenso casi digital, no, no es mi color favorito pero es muy efectivo para según que… Suelo usarlo muchas veces. La “noche americana” a veces aunque esté obsoleta sigue cumpliendo si no pedimos peras al olmo. Y amarillo ya va llenándolo todo, aunque reconozco qu desde que me opere los ojos cuando me levanto por la mañana y me asomo al balcón predomina un azul extraño, creo que es mi cerebro que echa de menos el cromatismo natural que tenían mis ojos. Luego según avanza el día se va conformando y al fin no distingue tal cosa.
    Me imagino que en la foto al final las cruces o quien mire un buen rato terminará por imaginar el azul, que a un animal tan lógico a veces como en mi caso aunque amante del negro y los grises ficticios (por ejemplo en mis cómics superposición de blancos y negros para hacer creer al cerebro que ve grises verdaderos) y pasado un tiempo solo recordará el azul que a ratos se escapaba entre los nublados.
    Vana ilusión.

  • Eva

    El azul está, nunca se fue, continúa donde siempre estuvo. Le hemos echado paletadas de grises y negros, de rojos, de colores turbios y manchados que han perdido su pureza original. Pero sigue ahí, intacto. Falta saber encontrarlo.
    Hermosa foto, Beauseant, dos cruces que nunca se abrazarán, o dos cruces que miran juntas el mismo cielo.

  • Milena

    Si me preguntan por mi color favorito siempre diría que es el azul, y me gusta mezclarlo con verde que le da un sutil tono de calidez…
    Has escrito un texto muy poético, sobre no-colores, y sobre miradas.

  • BDEB

    Apasionada que soy del mar, mi color preferido es el azul y aunque esas cruces y tus letras, requieren esa fotografía en blanco y negro, estoy segura que a color es preciosa.
    Bonita imagen y bonitas letras.
    Un abrazo Beauseant.

  • Beauséant

    Esas dos cruces, Toro Salvaje, parecen condenadas a mirar al mar para toda la eternidad.. quizás no sea el peor castigo. El negro es el color de las cosas que perdimos, tienes razón, una forma de recordarlas, quizás sea inevitable que la vida nos vuelva de ese color.

    Siempre hay clases, Diego, tanto en la vida como en la muerte, tienes razón. Aunque en este caso concreto creo que es un problema de la perspectiva, ¿no te parece?

    Me fascinaba eso de que las líneas rectas se cruzaban en el infinito, Gabi C S, ese infinito me parecía un lugar mágico donde todo era posible. Me gustaría ver el mundo azul, aunque fuese un azul artificial, qué más da, ¿verdad?

    Los rituales interiores, Joiel, no requieren exuberancia, es verdad. Todo lo que hacemos porque nos importa puede ser pequeñito, es cuando queremos demostrar algo cuando lo hacemos más grande, más recargado más.. todo.

    Ese era un poco el truco de la foto, tonYerik, quería hablar del azul y encerrarlo en una fotografía en blanco y negro. De esa forma, cuando veamos la foto, de inmediato, pensaremos en el azul, el del mar, el del cielo, pero cada persona tiene su propio azul, el azul que recordamos. Nunca vemos dos colores de la misma forma, tu azul no tiene nada que ver con mi azul. Quizás no sean tus ojos, quizás sea el mundo que ha perdido algo de su color, quizás llegará un momento en que no habrá azul, sólo quedará ese recuerdo… Vana ilusión, cierto, al final todo es una vana ilusión.

    A base de mezclarlos, Eva, los colores pierden su tono original, a base de usarlos para teñir banderas, ideologías y demás, hemos perdido su sentido original, tienes razón. Pero la pureza sigue ahí, en algún lado, toca separar los colores, tener paciencia y, de paso, no perder la esperanza… muchas gracias, me alegra que te haya gustado.

    Esa es la magia de los colores, Milena, tienes un azul frío, y sólo necesitas un poco de verde para que se vuelva cálido. He robado los colores a la foto para que cada uno ponga el suyo, en tu caso, el azul del cielo tendría un tono dorado.

    Estuve dudando un buen rato sobre eso, BDEB, sobre si dejarla en blanco y negro o en color. Al final, equivocadamente o no, decidí hurtar los colores, optar por un blanco y negro y que cada persona que vea la foto interprete los que quiera. Como bien dices, el texto pedía una cosa, la foto otra y, bueno, espero que entre las dos cosas haya logrado algo 😉 A mi el mar me gusta en cualquier formato, eso sí.

    No queda más remedio, Cabronidas, aunque sea un pequeña mentira, debemos mirar al futuro con algo de esperanza, lo contrario nos impediría seguir adelante, y hay algo en nuestros genes que nos hace ir siempre adelante.

  • Maia

    Caminaba nocturna por el malecón, tan negra la noche; y entre las luces que alumbraban tenue, ví pasar a un hombre, se sentía desolado; y lloraba, apenas emitía sonidos, el mar estaba violento, golpeaba con fuerza las rocas; y había esas banderas rojas, lo ví saltar los barrotes y caminar por las peligrosas rocas, llamé a los guardas y llegaron a tiempo, lo llevaron en ambulancia, se sentía devastado. Meses después volví al mismo sitio y ya había una cruz.
    Me llevaste a esa noche oscura y el día siguiente, de un azul tan intenso.

  • María

    Ayer te escribí un comentario enorme, cuando iba a darle al enter, el móvil lo borró, me quedé mirando como una boba y pensé, ni era lo q debía escribir, ni el momento de hacerlo : ) ..El azul es el color del universo, el azul índigo concretamente, por eso mi blog es de ese color…y luego azul en general es todo lo inmenso e inabarcable , el cielo, el mar , el agua… El texto es muy bonito y lleno de poesía , pero no creo q nadie puede arrebatar lo q ni es tangible, ni pertenece a nadie, sólo podemos sentirlo y sentir, mi querido BEAU, es algo intimo y personal q tampoco depende de nadie más q de cada uno. Nunca me ha gustado el color amarillo, no sé por qué y mira q me gusta el sol y sabes qué más? Esta vez sé perfectamente dónde has fotografiado estas dos cruces q no pueden abrazarse mirando al mar y has dejado a oscuras ( da igual, sigue siendo preciosa la fotografía : ) … un lugar increíble en la ruta de los faros de a costa da Morte , son las cruces del cabo Roncudo , donde los valerosos hombres y mujeres de Corme se cuelgan de las rocas a coger los mejores percebes de Galicia, ahí los rompientes de las olas son tan fuertes q desarrollan más músculo q en ninguna otra parte y esas cruces son en recuerdo de todos los percebeiros y marineros q se ha tragado el mar ( no es tan dramático como lo q nos cuenta MAIA, pero igual de trágico )
    yyy ..La siguiente vez q vengas a Galicia avísame por favor , parece q vives aquí y nunca te he visto ..prometido ? Un beso BEAU!

  • Beauséant

    En la retina, José A. García, en la memoria, supongo, no sabría decirte. La vida nos abre un sumidero en el centro del pecho y por ahí se nos marcha todo…

    Eso es muy bonito, Alfred Comerma Prat, me habría gustado añadirlo al texto, gracias.

    Ahora la historia tiene un origen, Maia, en el fondo no escapamos de nuestro destino, lo postergamos, damos bocanadas de aire, pero aquello a lo que estamos destinados, nos acaba encontrando y golpenado con toda su fuerza.

    Vaya, María, lo siento, me encantan tus comentarios largos 🙂
    El azul me dice todo eso que te dice a ti y es, además, el color que asocio con la aventura. Ya sabes, las personas que crecimos con Julio Verne sabemos que ponerse ante un cielo inmenso o un mar es el inicio de una aventura que, por suerte, siempre tenía un final feliz, o más o menos feliz.

    Hice un poco de trampa con la fotografía, primero al robar el color y, segundo, por cambiar la realidad. Como bien apuntas esas dos cruces es un recordatorio de lo duro que es el mar, de lo dificil que es sacarle nada de sus entrañas sin permiso. Dos cruces sencillas, como sencillas fueron las vidas que se perdieron allí, sin ornamentos, sin leyendas, cualquiera que pase conoce la historia… En mi caso, al igual que Maia, nos hemos tirado un poco por otros derroteros, igual de trágicos.

    Ya me gustaría vivir allí, estaría todo el día con la cámara cartografiando cada metro cuadrado de aquella zona, en cada estación, en cada hora, es un lugar diferente que cuenta diferentes historias. No voy lo que me gustaría, pero es verdad que, cuando lo hago, dejo agotada a la pobre cámara.. tengo en la libreta esperando para terminar una historia sobre los faros y otra sobre… bueno, sobre los faros también…

    Muchas gracias por el comentario, quizás no ha sido tan largo como me gustaría pero me gustan igulamente 😉

  • Etienne

    Alguna vez el azul pudo haber tenido mi preferencia, aunque no duró mucho. De todas maneras tiene su glamour, hay cosas lindas de ese color, hay emociones que con ese color se identifican, la ropa de ese color y todos sus tonos me quedan casi te diría que pintadas.
    El mar tiene su propio color, su propia fuerza y aunque predominan tonos azules, lo preferimos turquesa.

  • María

    Cómo me has engañado jajaja Pocas veces te he dicho algo tan con convencida, me hubiera dejado cortar una mano , es q es exacto ese paraje a las cruces de Roncudo, a tu imagen, hasta me parece ver la silueta de Laxe al otro lado del mar, q es otra punta con otro faro q se ve en frente. Fíjate, para q veas q has fabricado un lugar exacto a uno q ya existe : )
    https://www.galiciamaxica.eu/galicia/faro-y-punta-roncudo/?amp
    Incluso así de oscuro , gris plomizo casi negro como tu fotografía es más parecido aún a la realidad . Azul brillante, como se ve en las fotografías del enlace q te dejo, sólo lo he visto una vez ..en fin, snif ! : )

  • beauseant

    Muchas gracias, अनत्ता 光 心, debería haber quedado un poco mejor, estuve un rato allí, no encontraba el encuadre ni el cielo, se puso a llover.. en fin, lo de siempre, pero me alegra que te haya gustado.

    Pues algo es algo, evavill, ¿verdad? las cosas bonitas tampoco tienen que andar justificándose todo el rato.

    La verdad, Etienne, es que siempre hablo del mar como azul y, tienes razón, tiene muchos colores y, lo mismo, ni el azul es el que predomina. Pasa un poco con la corteza de los árboles, que siempre pensamos que es marrón, pero en el fondo son otros tonos. Cada color nos trae algo, una emoción, es verdad, pueden cambiar nuestro estado de ánimo.

    No, María, ahora si que te he liado, perdona, que mal me explico 🙂 Clavaste el sitio, la ubicación exacta, mejor que el GPS de montaña que llevaba 🙂 Mi frase, “Hice un poco de trampa con la fotografía, primero al robar el color y, segundo, por cambiar la realidad. ” me refería a que había cambiado no su ubicación física, sino la historia detrás de esas cruces. Es decir, el sitio es el que dices, su historia es la que dices y yo, pues cambié la historia.

    Me impresionó mucho la zona, es un lugar que conecta con alguna parte de mi interior, no sabría explicarlo. Es llegar allí y sentir que estoy en el lugar correcto. Hacía mal tiempo, muy poca gente, complicado hacer fotos y, aún así, no quería estar en otro lugar.

    Es más, tengo una foto idéntica a esa que enlazas, pero idéntica, idéntica, no soy muy original por lo que veo 🙂 Tengo que decirle a la libretita que se ponga al día con las historias pendientes.

    Un abrazo y perdona por el lío. Un abrazo

  • Neuriwoman

    Magnificó encuadre al igual que el texto que lo acompaña, hace que se te empañe el alma anticipando más una tragedia que otra cosa. Me gusta ese azul ausente, quizás, imaginado si en aquella zona saliera algún día el sol. También me recordaste un post que escribí hace tiempo sobre la Tritanopía, que consiste en la falta de receptores que permiten identificar las longitudes de onda cortas correspondientes al color azul. El azul y el verde se confunden, los amarillos se pueden ver afectados y distinguirse o verse de manera similar a los rojos. Y sobre los rojos, así es como los griegos veían el mar. En La Odisea de Homero, el mar es descrito como color vino oscuro, mas no azul o ni siquiera verde. El lingüista William Gladstone descubrió en 1858 que esa no era la única descripción extraña del color. ¿Serían tritanopicos? Los griegos no conocían ni el azul del mar ni del cielo porque sencillamente ese color no existía, mejor dicho esa palabra. Los colores son solo etiquetas y la del azul es de las más modernas. Abrazos.

  • alessandrinimaria

    Hola amiga, no sé, no puedo dejarte comentarios
    decime como hacer para leerte y comentar.
    Abrazo

  • Beauséant

    Qué aporte más interesante, Neuriwoman, me has dado mucha información por procesar. Los griegos fueron hijos del mar, sentían que era su segunda patria, cuando Jenofonte y sus 10.000 llegaron al mar gritaron thálassa como si hubiesen llegado a casa… Es extraño la cantidad de cosas que damos por sentadas y sólo las sentimos nosotros, para mi el color azul es una cosa muy concreta y seguro que el tono exacto en el que pasa de una cosa a otra sólo es mio. Incluso, claro, a lo largo de los siglos hemos podido cambiar las células receptoras del color, de ver mejor los verdes de la naturaleza a ver o ignorar otros… Es muy interesante el tema, gracias 🙂

    Lo siento mucho, alessandrinimaria, lo de los comentarios aveces se complica, claro, tampoco puedo dejarlos sin ningún control porque se llena de SPAM. Al menos el de ahora ha llegado a su destino 🙂

    Muchas gracias, Citu, lo guardaré 😉

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