leer,  mirar

actos fútiles

Traigo de vuelta una tanda de fotos que quedaron pendientes en la anterior entrada y que he terminado de organizar ahora. No es una tarea sencilla, tengo todas las fotos clasificadas, ordenadas y dispersas en múltiples copias de seguridad que he ido dejando por el mundo virtual. Eso es sencillo, el problema no es guardarlas, el problema es asimilar toda la información que consumimos y, peor aún, la que generamos cada vez que pulsamos el botón de la cámara, opinamos en algún lado o compartimos cualquier cosa.

Es algo a lo que aún no he encontrado solución. Lo tenemos todo a nuestro alcance, pero sólo podemos abarcar una pequeña parte de ese todo con nuestros limitados cerebros y nuestras efímeras existencias.

Considero ese empeño en conservar con tanto cuidado las fotografías como un acto de una futilidad entrañable. El día que me muera, mira que me cuesta escribir la dichosa frase, ese disco duro acabará en algún vertedero de algún país que no sabría ni situar en el mapa. Y lo mismo con este sitio, cuando deje de pagar las facturas no habrá piedad: el nombre se lo quedará cualquier compañía de esas que localizan dominios libres y lo llenará de virus y promesas de señoritas con mucho escote y pocas preguntas.

Las fotografías que saco en papel, los textos que voy agrupando en libros, todas esas libretas que acumulo… todo al vertedero del tiempo y del olvido.

Qué puñetero desperdicio de energía.

Si tanto me preocupaba la inmortalidad, soy consciente de ello, debería haber tomado mejores fotos, o escribir algo que mereciese la pena… o tener hijos, que es la forma habitual en que las personas compran tickets para su inmortalidad.

Creo que ya es tarde para todo eso.

Sin embargo, no he dejado de creer que todos esos actos fútiles son los que a la larga mejor nos definen, los únicos que de verdad cuentan cuando llega el momento de presentar el balance.

Mi abuelo pasó toda la vida defendiendo los muros de fincas abandonadas sin ningún valor que nadie quería ni regaladas. El invierno, los animales, el simple cansancio tiraba las rocas y abría huecos en aquel muro levantado al aire, sin cementos ni artificios (pura magia, si me preguntan). Y al día siguiente ahí estaba mi abuelo, a los pies de mi cama y haciéndome sentir culpable hasta que arrancaba el tractor y nos pasábamos toda una mañana levantando muros contra la derrota definitiva.

Mi abuelo señalaba una piedra y el lugar exacto donde debería ir. No fallaba nunca, las piedras encajaban como predestinadas, como si al inicio de sus geológicas existencias hubiesen sido una sola y ahora, gracias a la nigromancia de mi abuelo, volviesen a estar juntas para compartir otra eternidad.

Cuando tardaba mucho en colocarlas o no interpretaba bien sus gestos, mi abuelo empezaba a darme voces en un dialecto que yo apenas entendía y que salía acompañado de su boca por un chorro de saliva. Siempre tuvo ese mal humor propio de la familia que, a la larga, nos ha impedido ser felices con nada de lo que hacemos.

Aunque lo cierto, o al menos así quiero recordarlo, es que al poner la última piedra, al ver el hueco cerrado por fin, mi abuelo sonreía pletórico con su boca desdentada (la dentadura buena la guardaba para los domingos) y por un momento parecíamos, por fin y por un breve instante, felices ante algo tan sencillo.

En eso nos hemos convertido los varones de esta familia, un puñado de adultos disfuncionales abrazados a breves instantes de felicidad.

Ya no queda nada de aquellos muros, ni de mi abuelo, ni de todas las personas que, generación tras generación, defendieron aquellos muros del olvido. Pero al ver cualquier muro de piedra seca vuelvo a recordar todo aquello con la misma intensidad de las primeras veces.

Quizás en eso consista la inmortalidad.

21 Comments

  • evavill

    Lo inútil tiene su utilidad. Sin esos actos inútiles que nos dan algo de felicidad la vida sería un asco. Así que lo inútil es muy importante.
    ¿Que no nos van a recordar? Bueno, eso qué más da.
    Nos vale ahora y a lo mejor le sirve a alguien más.
    Yo no veo que tus fotos se puedan mejorar mucho más. No tengo ni idea de fotografía pero sentido estético sí que tengo un poco y son bellísimas.

  • whatgoesaround

    Lo has descrito muy bien: todo tiende a la desaparición. Como dijiste en otro post, tirándoselo a los morros a Newton, “todo se va a la mierda” (la entropía del universo). Por esa misma razón busco la trascendencia. Pero no en las formas, o con los métodos o las acciones que estás describiendo. La vida y la identidad individuales son totalmente contingentes, transitorias, finitas, limitadas. Está la manida frase de “mirar dentro de uno mismo”. Estoy de acuerdo y añadiría “más profundamente, mucho más”. Pero creo que es más preciso decir “mirar hacia uno mismo abriendo la perspectiva”. Una expansión o ampliación (en ese sentido progresa esa profundidad). Usando un símil fotográfico, abriendo el diafragma.
    ¿De verdad te preocupa la inmortalidad? Siento decirlo, pero con todos los respetos la veo una preocupación absolutamente absurda. Por otro lado creo que todos/as dejamos huella de nuestro paso por aquí, en mayor o menor medida. ¿Que nos recuerden las generaciones posteriores? No le veo tanta importancia a eso. ¿Los seres queridos, familiares, amigos, conocidos, amores.. ? Entonces tiene un poco más de sentido, pero aun así ese recuerdo también está condenado a desaparecer o debilitarse. De todas formas estás dejando tu obra, aquí en el blog con escritos, con fotos, con libros… ya es mucho más que muchos mortales, cosa que debería darte cierta tranquilidad o consuelo, que no la verdadera inmortalidad.
    Veo que sigue tu obsesión con “hacer aún mejores fotos”. Y dale que te pego. Y perdona, no te piques por eso. Lo respeto pero tampoco lo entiendo. Tus fotos ya son magníficas, como las de esta entrada. Preciosas, son verdaderas postales. ¿Qué tal si te quitas un poco de autoexigencia y te relajas en este sentido?
    Es cierto que existe futilidad en la mayoría de nuestros actos. Soy muy consciente, quizá mucho más aún en lo que colgamos en el mundo virtual. No pocas veces me cruza por la mente cuando escribo una entrada “¿y en el fondo para qué cojones me molesto?”.
    Muy buena entrada, y quiero despedirme recalcando esto: busco la trascendencia. Nada que ver con la forma en que tú lo has expuesto. Ya ves.

  • Beauséant

    Gracias, MUCHA DE LA TORRE, me alegra el día que te haya gustado…

    Lo inútil tiene su utilidad, EVAVILL, no hay forma de decirlo mejor 🙂 estoy en una etapa en la que doy demasiadas vueltas a eso de que te recuerden y quizás sea una tontería… Lo de las fotos no lo digo por falsa modestia, les tengo un cariño inmenso a las fotos que hago, pero no, no son grandes fotos, eso lo tengo muy claro. Intento que cada día sean un poco mejores, eso sí, y a veces lo logro.

    Gracias, WHATGOESAROUND, por darme en el cogote cuando me paso de intensidad 🙂 A lo de mirarse en el interior, añadiría hacerlo, además, con sinceridad. A veces miramos en el interior, vemos lo que hay y cerramos la puerta con cuidado y nos alejamos de puntillas para no despertar cosas que preferimos dejar en el olvido. Y eso no vale, claro, si hacemos eso alimentamos ese tipo de comportamientos que se ven mucho en las redes sociales donde todos parecen felices y completos hasta que los conoces en persona.

    Mi problema, en general, es que mi forma de moverme, de hacer cosas, es rebajar las que ya he hecho, hacerlas de menos. Siempre me comparo con los que tengo por encima y esa es una forma estupenda de mejorar… y de agobiarse 🙂

    Al final creo que tienes razón, debemos centrarnos en las cosas pequeñas, las que tenemos en el día a día e intentar que sean más bonitas, más agradables.. pero no perfectas, nunca serán perfectas, mejor asumirlo

    Algunas duran más o tras duran menos… pero nada se queda, sí CABRÓNIDAS. Todo lo que hoy asumimos y damos por sentado mañana puede ser puro olvido…

  • Gabiliante

    Ese disco duro, lo heredara alguien, cuabdo te compres otro mas grande, y harà :”seleccionar todo”, “eliminar”. ¿Ha dolido?
    Todo lo que hCemos no es para que perdure, es para que nos reconforte cuando lo hemos hecho y cuando lo hemos terminado. Si perdurara, cuanto querrias que perdurará: ¿un siglo, una eternidad? Dos?. Todo acaba en un agujero negro.
    No me he enterado demasiado de lo wue hacia tu sbuelo, poner mojones para delimitar lindes de terrenos? Tu abuelo tambien era un srtista.
    Saludos.
    Ah, la gente solo quiere aparentar ser feliz para no dar pena? A veces las vosas son sencillas
    Saludosd

  • José Luis

    Puede que la única inmortalidad sean los recuerdos. Tanto que avanza, muchas veces, para mal, la humanidad, no puede lograr esa inmortalidad deseada, pero las fotos son también recuerdos, aunque esos, pocas veces,los desenpolvamos, y si bien los discos duros irán a la basura, cuando hacemos las fotos es una satisfacción.
    Los seres humanos, parece ser, que queremos atrapar los momentos, porque es lo único que tenemos.
    Muy buena entrada y buenas fotos también.
    Saludos.

  • Toro Salvaje

    No te esfuerces.
    Muchos no te entenderán nunca.
    Yo creo que este sentimiento de lo perecedero y de lo inútil de tanto esfuerzo para que todo desaparezca solo lo puede entender gente con un alto grado de sensibilidad emocional.
    Es inútil intentar que la mayoría de la gente lo empatice porque no les cabe en la cabeza y ya está.
    Yo ya he tirado la toalla en ese sentido.
    Las fotos son magníficas.
    Y lo que explicas también.
    Me has hecho pensar en mi abuelo, en otros familiares, tan poderosos que me parecían y de ellos no queda nada.
    Quedan en mi cabeza algunos recuerdos que morirán conmigo y todo eso desaparecerá como si jamás hubiera existido.
    Todo esto a la mayoría de la gente no le importa porque no les afecta, nacen, comen, se reproducen y mueren y si puede ser fingen o posturean, nada más.
    Es así de simple y penoso.

    Vuelvo a reiterar que esas son magníficas.
    Te felicito por ellas.

    Saludos.

  • Manela Fernández

    Yo también pienso muchas veces como tú, un día todas mis fotografías, mis libros, mis cosas se tirarán sin contemplación. Pero luego digo ¿y? A mí me habrán servido mientras yo esté aquí, porque uno también es de lo que se rodea no solo de quien se rodea. Y así vamos pasando la vida.
    Por cierto, yo, por mucho que hago copias de seguridad, sigo perdiéndolo todo. ¡Qué desastre!
    SAludos.

  • g2-9d3975ab223ff8fabd0ef73cba9ce5bdtonYerik

    Mira que te entiendo. Pero yo les dejare todos esos discos duros a mis dos niñas y que ellas hagan con ellos lo que quieran. En cuanto a lo de tu abuelo, más de una mañana en mis paseos me suelo cruzar con alguno de ellos. Pero es algo bastante agradable pararse un rato y escucharles o a veces indicarles que algunas de sus ovejas andan por la parte de arriba o abajo de según que calleja. Y muros, muchos ademas yo vivo en un berrocal.

    Salud

  • Jo

    me hiciste recordar mucho eso de elegir la soledad, los paisajes y algún sitio de la naturaleza como paraje para atrapar una parte de ti o un recuerdo. hoy creo que podría inclusive apoyarme en la teoría de pandemias que lo catastrófico de algunos momentos los hemos dejado en una foto. pienso también que los fotógrafos de algún modo son emocionalmente distantes no por mala leche sino porque es asi que eligen poder desarrollarse mejor, tener una visión particular del mundo.
    hay una fotógrafa que me hiciste acordarme de ella mientras te leí.
    se llamaba Vivián Meier. curiosamente en ese cúmulo de nieve, sitios abandonados … y la relación con la fotografía es que me hizo pensar más aún en ella. ella retrataba la soledad
    además de que se dedicó años a estudiar sobre iluminación y todo lo relacionado con la fotografía….

    tuvo una colección enorme de periódicos y fotografías que ella guardó. no sé a l mejor la conoces o a lo mejor puedes encontrar algo y verás porque me refiero a ella.

    🙂 amé todo
    las fotografias
    los paisajes
    el color de las fotografías y los paisajes
    el post

    maravilloso.

  • José A. García

    Es imposible verlo y abarcarlo todo, quien lo propone sólo habla de ilusiones, quien no lo intenta es tachado de perdedor, pero es el único que conoce sus límites.
    Cada una de estas imágenes te quita el aliento.

    Saludos,
    J.

  • beauseant

    Auch, GABILIANTE, sí ha dolido sí 🙂 pero tienes razón, gracias por el memento mori… No, no eran mojones, muros de piedra seca, unos muros que se hacen colocando piedras que se sujetan sin cemento ni nada, busca en internet, hay verdaderas obras de arte 😉

    Así es, JOSÉ LUIS, atrapar momentos, me gusta esa frase. A eso se reduce casi todo lo que hacemos, a intentar atraparlos, a veces incluso repetirlos aunque sea sin éxito. Las fotos son exactamente eso, momentos atrapados, cuando vuelves a verlas, vuelven esos momentos

    Gracias, TORO SALVAJE, por usar lo de sensibilidad emocional, suelen emplear otras palabras cuando digo estas cosas, o cuando las decía, ahora sóo las escribo.
    En el pueblo de mi padre había gente que era poderosa, gente con casas inmensas que acumularon tierras y riquezas. Hoy esas familias se han desperdigado, las casas, levantadas con tanto esfuerzo son muros caídos… Para mi siempre ha sido una lección sobre la vida. Cada vez que volvía al pueblo, tras muchos años, encontraba menos casas y menos gente…
    A mi siempre me ha dado que pensar, pero eso de pensar tampoco me ha hecho una persona muy feliz, no sé, quizás sea mejor hacer lo contrario..
    Muchas gracias.

    Justo eso es lo que estoy intentando aprender, MANELA FERNÁNDEZ, lo de que me importen a mi y punto.. no lo de las copias de seguridad, que las hago como un acto de fe, pero que nunca tengo claro si llegado el momento servirán de algo 🙂

    Me ha gustado tu ritmo de vida, NOCTAMBIA, el del comentario y el de los textos que te leo. Parece una vida pausada pero llena de momentos. Es una buena forma de afrontar las cosas.

    En mi caso, JO, la fotografía ha sido una manera de esconderme de ciertas cosas porque, en eso tienes razón, cuando haces una fotografía, dejas de alguna manera de participar, marcas una distnacia. Para mi es una forma de reflexionar, de ver las cosas… Vivián Meier es un ejemplo perfecto de eso que mencionas, estuvo toda una vida haciendo fotos, con trabajos que nada tenían que ver, sin enseñar sus fotos pero en el fondo queriendo enseñarlas.. sí, es una fotográfa que conozco bien, muchas gracias por traerla de vuelta a mi memoria. Creo que a ella le hubiese gustado poder tener un blog, poder darse a conocer sin tener que enseñar demasiado… Muchas gracias por tus palabras.

    Es verdad, JOSÉ A. GARCÍA, pero creo que esos son los perdedores que me gustan, los que salieron a por algo más grande que ellos mismos y se dejaron todo el camino. Lo resumes bien, ellos conocen sus limites 🙂

  • Luz

    Yo creo que todo tiene sentido, que nada desaparece sino ante nosotros y que la creación constante es el todo, que está más allá de nuestra comprensión.
    Si no fuera así porqué lo hacemos.

    Una montaña, una simple montaña está hecha por miles y miles de millones de poblaciones bacterianas, que fueron creando y variando apoyadas unas sobre otras.

    Tu obra es extraordinaria, tus fotos son una maravilla. Todo un cúmulo de creación que se irá posando sobre otras. Partículas y partículas que son el sentido fundamental del universo.

    Todo lo que has escrito, solo aquí, una enorne reflexión de lo aparentemente fútil, un escenario donde todo desaparece, es lo que se va dejando para lo que sigue, no está en nosotros encontrar el por qué sino el hacerlo.

  • whatgoesaround

    Hola.
    Vuelvo a pasar por aquí. Verás… he pensado dos o tres veces en escribir esto y me decido finalmente a ello. No quiero que algo que existe dentro de mí, con respecto a ti (pensamientos, impresiones, sensaciones, sentimientos) quede oculto e ignorado, sobre todo por ti. Así que allá va.
    Creo que en buena medida el que se pasó de intensidad (usando tus palabras) no fuiste (solamente) tú, sino principalmente yo. Entré a saco con mi comentario, sin contemplaciones, y probablemente pecando de insensible, contundente, radical e inflexible. Entré, como se dice, como un elefante en una cacharrería. No es que ahora piense distinto a lo que escribí (pienso básicamente igual), sino que quizá el quid está en las formas y también en añadir matices. Porque me expresé, pero quedó algo recortado y puede aclararse bastante más.
    Sí que te entiendo, aunque pudiera haber parecido que no. Entiendo tu “tristeza”, tu preocupación y tus esfuerzos por perpetuarte y perpetuar tu obra. No quiero, y en verdad creo que no soy así, hacer gala de una insensibilidad emocional, usando las palabras de Toro. Lo entiendo entre otras muchas cosas porque una de las cosas que más me duelen en esta vida, y ya no hablo de facetas creativas, es ver cómo vuela el tiempo, los años, la vida entera, y todo se va irremisiblemente por el desagüe de la desaparición y el olvido (en buena medida), por el sumidero de la entropía. Me duele mucho, siempre lo he llevado mal. Tengo ya 57 años y daría lo que fuera no ya por tener 30, sino 40. La vida es un abrir y cerrar de ojos. Así que (creo) que te entiendo. Te diría y te digo que tus esfuerzos, aunque fútiles, no son ni inútiles ni absurdos (son cosas diferentes). De hecho estás haciendo un esfuerzo notable, encomiable, bastante impresionante, por perpetuarte, difundir tu obra, etc. ¿No es así? Yo creo que sí. Te veo en redes sociales, como Instagram, incluso en esa de 500PX (ni puta idea de que existiera), etc. Escribes aquí, publicas libros, sacas fotos. ¿Qué más podrías hacer? Haces mucho, muchísimo, como ya te dije (más que la media de los mortales, seguro). Así que debes valorar todo eso, sentirte y estar satisfecha (¿o satisfecho?; después de dudas te percibo de nuevo como fémina). Debes incluso estar agradecida, verlo en positivo, ver el vaso como medio lleno y no medio vacío. Joder, has llenado mucho el vaso, bastante. Qué pasará en un futuro con el blog, escritos y libros nadie lo sabe. No puedes anticipar. Así que valora, agradece, sopesa en positivo; te lo digo humilde y honestamente.
    Pero al mismo tiempo que entiendo todo ese afán, la preocupación y la ocupación, lo veo como algo “ridículo”, en el sentido de que buscar la inmortalidad es como darse cabezazos contra una pared. Vas a morir y desaparecer, como yo y como todo quisqui. De hecho es más fútil la preocupación (psicológica) de este tema que la ocupación (los esfuerzos creativos y divulgativos). Don’t you see it?
    Piensa que incluso los grandes personajes y artistas de la historia, aunque se perpetúen y perduren, aunque obtengan una inmortalidad simbólica, en realidad cada vez que los recordamos u homenajeamos lo estamos haciendo dentro de un contexto que fluye constantemente, y que es la vida en los tiempos presentes. Incluso ese recuerdo a Shakespeare o a Churchill queda enmarcado en un fluir imparable. Entonces, fluyamos y no nos aferremos a nada. Actitud taoísta y zen.
    Es así, hay que aceptarlo. Por eso te dije que no entendía tu preocupación por la inmortalidad, porque es algo que no tiene remedio. Y repito que bastante haces ya. También conviene hacer la reflexión de que hace unas décadas no existía internet ni el mundo virtual, con todas estas infinitas herramientas, plataformas y posibilidades de difundir, compartir, perpetuarse, darse a conocer, etc. Es prodigioso y en este sentido maravilloso. Como tú misma dices, todo al alcance de un clic.
    Está el tema de esa fuerte autoexigencia creativa que luces. Ese inconformismo, esa valoración a todas luces insuficiente que haces de tu obra, tus cualidades, tu talento. Ahí también entré a saco. Tú misma lo aclaras varias veces y dices que te comparas a otros que supuestamente son mejores y lo hacen mejor. Ya te lo dije, me parece un poco insano, y nada positivo, que andes con la paranoia de que debes hacer mejores fotos y escribir mejores textos. Autosuperación sí, es envidiable y necesaria. Pero sin pasarse ni fustigarse, y eso me parece que es lo que haces muchas veces. Por lo que vengo leyendo me parece o intuyo que has crecido en un ambiente familiar con mucha dureza y exigencia, con mucha competitividad o al menos tú con algo de complejo de inferioridad o de culpabilidad por no estar a la altura de otros o de lo exigido. También haber crecido en un área rural y en un pueblo muy pequeño, un microcosmos enfermizo y asfixiante donde pocos se atrevían a volar y huir (tema recurrente en unos cuantos relatos). Una sociedad llena de terribles secretos, conductas inmorales, hipocresía, mentiras, monstruos escondidos, etc. ¿Me equivoco?
    Quiero decirte también que no me creo en posesión de la verdad absoluta. Ni un ser superior a los demás, o portador o mensajero de unas verdades superiores. En relación a mi forma de ver, entender y sentir la vida, el ser humano, la existencia en general. O sea, en mi visión digamos espiritualista o pretendidamente trascendente (de ciencia-ficción 😀). Veo las cosas de determinada manera, pero ni espero ni pretendo que los demás lo sientan o vean igual. Hace mucho tiempo que asumo esto. Ya somos mayorcitos y allá cada cual con su forma de pensar y vivir. No pretendo convencer ni adoctrinar. Me cuesta, porque muchas veces imagino o intuyo cierto rechazo por parte de la gente, o incomprensión. He tenido una vida y unas experiencias, y también unas influencias (ideológicas, filosóficas, espirituales, lo admito) que me han llevado a ser como soy. Sería eterno desgranar y detallar esto. Esto no quiere decir que sea un puto fanático en ningún sentido. O sea, tampoco me voy a poner a insistir en plan palizas sobre determinados temas. Solo quería aclarar esto. Sí que te diría una cosa, en relación a esto. Puesto que entiendo que de la mente y del propio pensamiento emanan tantísimas cosas que hacen que seamos como somos (porque no solo cuentan las experiencias, la realidad “exterior”, sino después cómo lo encajamos y procesamos, cómo lo explicamos), te digo que me parece que le das demasiadas vueltas al coco, que eres demasiado negativa o ceniza en tu visión de las cosas. Sí, ya sé que ni el ser humano ni la vida son de color de rosa. Pero creo que ennegreces demasiado las tintas. Y cuando uno empieza a destilar un discurso oscuro, decepcionado, nihilista, de derrota, cada vez se lo va creyendo más y más. Es lo que he dicho: la manera en que expliquemos y veamos el mundo y la realidad acaba determinándonos y haciendo que seamos como somos. Porque uno es lo que come y también lo que piensa. Etcétera.
    Y te he leído. Te he leído mucho estos días y estoy absolutamente maravillado. Pese a esa visión algo negroide y escéptica, que no acabo de compartir pero puedo entender, creo que tus textos son magníficos, al igual que tus fotos. Tu obra, en conjunto, es admirable y bastante impresionante. Joder, deduzco por un comentario que hiciste que ahora llevarías unos quince años publicando entradas. Es muchísimo. Has trabajado mucho. Por eso te decía que lo valores, por más que no se perpetuará por siempre.
    He leído el relato del niño con ese tarro de sueños que se encuentra en una playa con esa carpa negra que absorbe la luz, y el personaje siniestro que le quiere arrebatar la inocencia. He leído el del especialista en seguridad informática que vende su alma y recibe sobres de tipos entrajados con oscuros secretos (impresionante). He leído el de la flor que recuerda el sexo femenino (muy cierto, hace tiempo que sé eso) y el cura escandalizado (brutal, genial relato). He leído el de la madre que da una bolsa con los recuerdos y el hijo quiere tirar pero no se atreve (el peluche cubierto de musgo, pedazo de foto). ¿Sigo o no hace falta? Ostras, es impresionante todo lo que escribes y lo bien que escribes. Y no solo eso. También todos los comentarios que te deja la gente son absolutamente increíbles, preciosos, enriquecedores.
    Así que te he descubierto, Beauséant, te he descubierto. Y no sabes lo inmensamente feliz que estoy por ello. Y te quiero dar las gracias por toda tu obra, por tu impresionante trabajo, por tus ingentes esfuerzos. Esfuerzos que pueden ser fútiles, pero no inútiles ni absurdos.
    Esto, todo esto es lo que no quería dejarme en el tintero. Debías saberlo y por eso lo he soltado.

  • Beauséant

    Creo que hace tiempo, LUZ, escribí que no creía en las victorias, creo en las peleas, y creo que esa es un poco tu conclusión. Haces las cosas, las peleas con todo lo que tienes porque sientes que debes hacerlo, que no te sentirás bien hasta que hayas vaciado… es algo que intento hacer, me cuesta ponerme con las cosas, pero cuando lo hago sé que lo haré lo mejor que pueda y que cuando crea que pueda hacerlas un poco mejor, volveré a intentarlo de nuevo…

    Supongo que esa filosofía, como apunta WHATGOESAROUND, puede acabar siendo un poco autodestructiva. Muchas gracias, por cierto, por tus palabras y tus comentarios tan trabajados. He tenido una semana un poco rara, ni tan siquiera la calificaría de mala, una de esas semanas que sientes que no has parado de hacer cosas y nada ha salido como debería. Una semana que ahora se va acabando y sólo deja mucho cansancio y ninguna respuesta.
    Te escribo ahora, con una gata sentada en el regazo, creo que me dará una contractura, y pienso que quizás tampoco haya sido una mala semana 😉

    En ningún momento me pareció mal el primer comentario, ni mucho menos, de verdad que lo agradecí. A veces escribo cosas que se van un poco al extremo y es bueno que alguien recoja la cuerda y te traiga de vuelta. A veces crees que te encuentras en un callejón sin salida y hace falta alguien que te de en el hombro y te diga que no, que siempre puedes volver por donde has entrada. En realidad no existen callejones sin salida, lo que pasa que a veces la salida es la entrada…

    Es un poco lo que comentas, el terror al paso del tiempo, a esos calendarios que van pasando y no nos dan ni el más mínimo derecho a la replica. No tengo ninguna formación espiritual, mis padres me dieron la que ellos heredaron, pero nunca creyeron en ella. Así que he ido un poco a ciegas, formando mi propio sistema de valores. Creo que si tuviese que optar por una sería algo parecido al budismo, digo creo porque cualquiera sabe. Pero sí, creo que las cosas deben fluir, que a veces nos empeñamos en mover el volante, en encontrar la ruta correcta y no hace falta, a veces lo mejor es dejar que las cosas vayan a su ritmo y a su lugar.

    Me gustaría poder explicar todo lo que ha significado tu comentario, pero no puedo, te lo agradezco mucho, de verdad, es sin duda lo más bonito que me han dicho en todos los años que llevo por aquí y seguramente más. Cuando te expones a escribir, a enseñar las fotos, de alguna forma descubres una parte íntima, da igual que no salgas en las fotos o no escribas sobre tu vida, te expones, te expones mucho. Me considero una persona muy afortunada, nunca he tenido ningún problema con nadie, a veces me llevan la contraria, a veces se ríen un poco de mi, otras conmigo, y creo que eso es bueno…

    Siempre he pensado que si lograba llegar a alguien, llegar de verdad, entonces todo esto habrá merecido la pena. Todo esto sigue teniendo sentido… así que gracias, de alguna forma me has hecho un poco inmortal 😉

  • Krudo

    Un gusto enorme leerte siempre, como lo he dicho en ocasiones anteriores me pones a pensar en muchas veces sobre la vida, quizás de eso se trate la inmortalidad, en eso que dejas y la gente te recuerda. Vaya también me encanta como la gente “de antes” tenía ciertos comportamientos qué seguían religiosamente, por ejemplo guardar las cosas “buenas” para los domingos, a mí abuela materna no le gustaba verme con barba decía que “me veía muy viejo” así que cuando venía de vacaciones me afeitaba y desde hace 12 años que falleció tengo la costumbre de quitarme la barba una vez al mes.

    Te dejo un abrazo de esos que hacen que brotan los recuerdos.

  • laacantha

    Te he descubierto, te he descubierto, te he descubierto….y a mi me gustas mucho, repito lo mismo que has dicho WHATGOESAROUND. Lo único que él te perciba como fémina yo, lo contrario, estoy segurísima de que eres un hombre…jajaja … perdón, una broma para descargar la atmósfera de los comentarios tan serios e inmortales.
    Soy de ciencias y abordo el problema de inmortalidad del punto de vista puro y duro científico. Ya sabemos que el Universo ,es decir todo lo que existe ,es la cierta cantidad de energía la que no desaparece sino se transforma . ¡Y ya esta!
    Todos nuestros pensamientos, pasiones , sensaciones es igual energía que no desaparece nunca jamas sino se transmite a un otro ser humano o quiza a un animal, de ello no estoy segura. De que estoy segura es que nada de mi desaparecerá. ¡ Nunca, jamas ! Cada uno de nosotros esta formado de la energía de nuestros antepasados y eso es la inmortalidad. A mi me encanta leerte y esa sensación mía es energía que ya se fue al Universo para que alguien -al azar- la cogiera , un abrazo fuerte.

  • Beauséant

    La generación de mis padres, KRUDO, llegaba hasta tener habitaciones para las ocasiones especiales. Pisos pequeños, en los que la gente vivía hacinada y te encontrabas con un comedor impoluto que se usaba sólo cuando venía gente de visita, era una cosa de locos, te lo juro. Y, es verdad, cuando quedamos con ciertas personas que nos han visto crecer siempre intentamos dar nuestra mejor versión, ¿verdad? No queremos que piensen que estamos mal o que pasa algo… Gracias por tus palabras.

    Vaya, LAACANTHA, me dejas sin saber que decir, es un placer poder compartir cosas y llegar a alguien, creo que al final se reduce a eso, a intentar llegar a alguien, saber que al otro lado del teclado existen otras personas con las que compartir ciertas historias, ciertas preocupaciones que no sabes en que cajón meter. La mayoría de ellas, simplemente, no puedes compartirlas con la gente cercana, te da miedo que te hagan daño, que no lo entiendan o, peor, que lo entiendan todo al revés… Me ha gustado mucho tu teoría de la energía, es una forma bonita de verlo, ya lo creo. Un pequeño poso, unas miguitas de pan en un universo enorme pero que ahí están, presentes de alguna forma…

    Como os digo siempre, o no lo digo mucho, pero lo pienso, sois lo mejor este lugar. No os merezco.

  • Silvie

    Esas fotos son magníficas, he sentido el frío de la nieve y el calorcito que se atisba en la luz.
    Y me ha encantado tu historia, yo amo los muros de piedra seca, aún quedan algunos por aquí, con huecos como la dentadura de tu abuelo.
    Beso***

  • Beauséant

    Los muros se llenan de huecos, como la memoria, como las dentaduras… nada resiste el paso de tiempo y sólo dejaremos tras nosotros ese puñado de actos fútiles…. un abrazo y gracias

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