leer,  mirar,  otra vida

Madriz de noche

Madriz de noche
¿Dónde has dicho que era?. Aquí a la derecha, el número 36. Levanto la cabeza hacía el número que reluce en medio de la noche. Ah, si, ya lo veo. Bueno, pues hemos llegado ¿No?. Si, muchas gracias. Antes no me importaba mucho venir sola, pero mi barrio cada día esta peor. Ella apoyada en una esquina del portal, yo en el otro. En medio un abismo de escalones; nos miramos en la distancia y nos sentimos cómodos lanzando palabras. No importa, tampoco me he desviado mucho. En fin, nos vemos mañana. Desciendo un escalón rumbo a la noche, pero me detengo al ver la duda trazando una expresión extraña en su cara. Si, bueno, llegaré tarde, pero ya os buscaré. Perfecto, pues nos vemos. Desciendo otro escalón, ya casi toco la acera, pero ella no se decide a buscar refugio en el portal. Oye. ¿Si?. Nada, dejalo. Recupero un escalón. No, dime. Vas a pensar que estoy loca. Parece sonreír. Eso ya lo pienso desde hace mucho. ¿Te gustaría subir? Lo dice casi sin querer, y la veo mirar al suelo avergonzada. ¿Qué? Es la única expresión que encuentro. Se sienta en el suelo y lentamente veo desmoronarse toda esa madurez que tan cara hemos pagado, ya sólo es una niña. No, no estoy hablando de sexo. Mierda, vas a pensar que soy una zorra o una calienta. Joder, no se como explicarme. Decido romper el abismo que nos separa y me siento a su lado, casi tan cerca como para oler su aliento y ver unas lágrimas que no se deciden a dar el salto hacía el vacío. Venga, tranquila, empecemos de nuevo. Veras. Me mira. Mierda, preferiría estar muerta a tener que amanecer de nueva sola en esa habitación.

Madrid de noche es una fiera de ojos rasgados que habita en los rincones oscuros de nuestro corazón. Una bestia sin alma que nos sigue y acecha tras cada paso solitario para recordarnos lo cerca que planeamos del absurdo, lo lejos que estamos de tocar el cielo con nuestras manos.

Pasos solitarios que nos guían a calles sin salida; manos vacías, crispadas buscando impotentes las armas y estandartes con las que nuestros antepasados cosecharon derrota tras derrota. Componiendo nuestras mejores sonrisas mientras camuflamos nuestra soledad en independencia, danzando como polillas suicidas alrededor de una bombilla que nos ciega tanto como nos guía. Juntando palabras al azar en un scrabble demente con el que formar esas gran poesía, esa que hablaba del amor, la guerra y las palabras nunca dichas.

Y alguien desde el otro lado del mundo nos pregunta a gritos si se ve ya la tierra prometida. Nosotros decimos que si, si nos sentimos profetas. O no, si nos vence la abrumadora realidad.

Sé que cuando me despierte me dirás que todo ha sido un sueño, que nunca amaneciste en mis brazos ni de tus labios salió nunca un te quiero.

Pero ya nada importa, la luz del alba, incapaz de mentir, nos vuelve a convertir en seres deformes e imperfectos y alguien, quizás Dios, escribe con trazos gruesos de escolar aplicado la palabra fin en el horizonte, poniendo fin a nuestra función.

Aplaudid, por favor.

23 Comments

  • Beauséant

    Alguien me pidió que recuperase este texto del pasado, y así lo he hecho. El problema es que mi pequeño ego me ha susurrado al oído que el yo de ahora escribe mucho mejor que el yo de entonces, y me ha impulsado a cambiar algunos trozos intermedios para, es una teoría, dar un poco más de ritmo al texto…

    También, claro, he quitado la dedicatoria final porque, me he dicho, esa persona es de un pasado que ya no volverá y jamás leerá esta nueva versión. En algún rincón de mi memoria queda la sospecha de que me aterra la posibilidad de recordar aquello que tanto he luchado por olvidar..

    Ustedes ya entienden.

  • la chica triste de la parada de autobús

    Beauséant nunca escribió mal, aunque admitimos que trate de mejorar, si eso es posible.
    Precioso texto. Saludos vacacionales (por poco ya).

  • Ybris

    No había leído el primero. Me alegro de que lo hayas repetido.
    Hay relatos que impactan no por la exactitud de lo que cuentan sino por el contacto con esos sentimientos de soledad que a veces nos quejan.
    Y es que no es la noche de Madriz, es la noche nuestra.
    Y no es sexo, no: es no querer amanecer a solas.
    Siempre te leo con enorme placer. Hoy, además, con una honda sensación de encontrar caminos ya surcados. Surcados por tus letras, surcados por nuestros propios caminos.

    Un abrazo.

  • Gwynette

    Que mala cosa es la soledad. Hay que aprender a domesticarla como si fuese una fiera que puede atacarnos desprevenidos en cualquier esquina.
    Hay días de doma imposible…
    Entiendo que te duela este texto, me duele a mi…:-)

    Besitos

  • bambola

    en fin, que se va hacer, esto es casi eterno, los solos de ayer acompañados y los solos de hoy, solos…..

    Y ami que me gusta despertarme sola cada vez mas…

  • irene

    Me parece un texto digno de aplaudo. Triste, muy triste, pero real, aunque sea imaginario.
    Tienes razón, demasiadas veces disfrazamos la soledad de independencia, y lo peor es que cuando queremos dar marcha atrás, es demasiado tarde, la costumbre la ha hecho crónica.
    Besos.

  • Beauséant

    hacemos lo que podemos, pero sería bien poco sin nadie ahí, milana 🙂

    en el fondo la chica triste de la parada de autobús todos intentamos mejorar, otra cosa es lograrlo.. Ya me explicarás eso de las vacaciones que me has dado envidia.

    Ni más ni menos koffee los supervivientes nunca hacemos arqueología con los sentimientos, los enterramos sin más…

    Esa sensación es común Ybris en el fondo las personas somos muy parecidas y todo aquello que hemos vivido como algo único es un camino recorrido por otros muchos. Lo bueno es poder compartirlo y contarlo y, así, sentirnos un poco menos solos. Eso en el caso Gwynette de que no hayamos aprendido a domesticarla, como es mi caso. Aunque eso si, me paso un poco lo que a bambola te acostumbras a ella, a que tus pasos no tengan eco y que los sonidos de la casa hablen sólo para ti, te acostumbras, pero asusta un poco ¿no?

    La belleza y mucho me temo csrce que la muerte.. Por eso ambas cosas nos sorprenden tanto cuando aparecen.

    Me alegra ser de ayuda gaia56

    No recuerdo quien irene pero alguien dijo que envejecer es hacer un pacto honrado con la soledad..

    Creo que si Tristancio, la solead no tiene GPS ni entiende de mapas ¿no?

  • tumulario

    Has conseguido hacer llorar mi alma y hacía mucho tiempo que eso no pasaba.
    Me has recordado un libro leido hace tiempo (El cielo sobre Madrid de Julio Llamazares).

    Lo dije hace tiempo pero tus perlas siguen marcando mi camino.

    Un abrazo desde este, cada vez mas oscuro, tumulo

  • Bluma

    Madrid está debajo de Madrid.
    Madrid no se acaba nunca.
    Madrid se repite. Te promete. Te obliga a cumplir sus promesas.
    Es de las que te regala los primeros tiros. De las que no te cobra la primera copa. De las que cabe en un abrazo.
    Madrid te deja con tus ganas aunque al final siempre pierdas.
    “No llegarás a ningún sitio”, te susurra… Y acierta:
    Puedes ir tan lejos que los inviernos seguirán empezando en la Gran Vía.
    Tanta luz y tanto frío.
    Madrid te persigue en cualquier sitio.

    Ahora está-aquí-sinmigo,
    y no me deja dormir.

    (Buenas noches artista, permítame usté las licencias pseudoincomprensibles y toda la contradicción… intentaba decirle que sí, que Madrí se parece a noches en portales y camas, y que gracias por escribrirlo (y descubrirlo) tan bien. Muuuua)

  • ReD

    Difícil cosa dosificar la soledad,
    “Nosotros decimos que si, si nos sentimos profetas. O no, si nos vence la abrumadora realidad.”

    Y qué si brincamos de una cuerda a otra de un momento a otro, a distancia se distorciona lo que de primera mano se quiso olvidar.

    Gracias por el texto… ES doloroso.

  • pandora

    muchas noches, muchos lugares son testigos de la soledad que nos ronda, quizá sea lo más fácil de ver, una persona sola…. quizá sea más difícil encontrar a la persona que estando rodeada de multitud, sigue estando sola….no?¿?

    un beso, pandora.

  • Beauséant

    A mi me pasa algo parecido enrique entiendo más de restas que de sumas…

    Creo que nunca he leído nada de Julio Llamazares tumulario pero me han hablado bien de sus libros.. tendremos que tenerle en cuenta para la siguiente (casi me gustaba más el cielo sobre Madrid)…

    Te entiendo Marvel Girl yo me he enamorado gracias a las fotos de todos los sitios en los que nunca he estado.

    La tristeza y los perdedores Tristancio siempre tienen cierto atractivo…

    Siempre se acaba volviendo a madrid, decía un amigo mio Bluma.. Igual que a escribir (me alegra verte de nuevo)…

    Posicionarse a una distancia ReD es la mejor forma de escapar de los problemas, de verlos con menos miedo.. Pero no siempre funciona.

    Los platero pandora cantaban aquello de las multitudes crean muchos solitarios.. ¿O era 091?.. Puedes estar rodeada de gente, tu teléfono no dejar de sonar y, aún con todo y con eso, llegar a casa y sentir el enorme peso de la soledad como una losa en tu cabeza…

  • mon von

    …y esta vez me ha dolido un pedacito, un pedacito que siempre tiembla de miedo porque ya no puede decir que necesita despertar con alguien, que como por ahí comentan se ha acostumbrado a la soledad, que se ha acostumbrado a los boletos para uno y a los cometarios de extraños,

    saludos

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