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Laura

Es complicado. Por dónde empezar… Esta ciudad, antaño cuna de la más importante burguesía ilustrada del país era, paradojas de la vida, Jauja hace unos pocos años. A la sombra del Teatro de la Ópera y bajo una lluvia de confeti, banderas y bandas de música, el Ali Babá contemporáneo, es decir, el alcalde de la ciudad, eufórico, daba la bienvenida a los proyectos megalómanos de Francisco Romeu. Era el tiempo del café para todos, el todo vale y el entusiasmo desmesurado. España es el país donde se puede ganar más dinero a corto plazo de Europa y quizá del mundo. No sólo lo digo yo, decía el ministro de Economía del momento, lo dicen los asesores y expertos bursátiles. Cierto. Con trampa pero cierto. Nuestra pequeña metrópoli era la envidia del resto de ciudades, el máximo exponente del crecimiento, y Romeu, una especie de gurú en el mundo empresarial, al margen, claro, de cualquier consideración ética. Por aquellos días, el dinero, en muchos casos, público, se movía a velocidad de crucero como si se tratase de papel del monopoly y sin verse sometido a ningún tipo de fiscalización por institución alguna representativa del interés colectivo (puesto que de dinero público se trataba).

Años más tarde vendrían los recortes y el apriétense los cinturones y bájense los pantalones a las órdenes de la Unión Europea. Pero todo eso vino luego, y ustedes ya conocen, sin necesidad de que yo les cuente, el final de esa historia.

En cuanto a la que a mi me ocupa, hoy, diez años después, los escándalos por corrupción se suceden ininterrumpidamente y don Francisco, como le llaman los medios de comunicación, o Paquito el basuras, como le apodaron con sarcasmo los colegas, se sienta en el banquillo de los acusados, imputado por tal cantidad de presuntos delitos que tengo la sensación de estar manejando una bomba de relojería cada vez que abro la puerta del cuarto donde se almacenan los miles de folios del Caso Romeu y sus vertientes. Miles de folios que cuentan lo que se ha podido averiguar hasta ahora. Pero lo que realmente me da escalofríos es lo que no se ha hecho público. Todo lo invisible. Todo aquello por lo que ningún juez lo ha imputado. Todavía. Sus relaciones con la mafia. Esos tipos yugoslavos que conocí en su finca. Lo peor no es lo que cuentan los periódicos y los telediarios. Lo peor es lo que Romeu no cuenta, sus secretos, sus negocios por debajo de la mesa, las reuniones en su despacho cuando todos están en el comedor, con la copa y el puro. Lo peor, siempre, es lo que está detrás del telón.

Encontré estas pocas líneas entre un montón de facturas de Laura. Ella nunca hablaba de su trabajo. Es todo muy delicado, decía y entonces, me parecía normal, supongo. A veces yo solamente sabía lo que oía en las noticias o leía en algún periódico. Que se movía en el mundo del cemento, de la basura, de la corrupción. Que trataba con gente peligrosa, gente sin escrúpulos, gente con la mano demasiado rápida, demasiado suelta; acostumbrados a partir piernas y romper cabezas. Gente con un código de conducta distinto al del resto. Familiarizados con el dinero y el poder. En todas las noticias, siempre acababa saliendo a colación ese tal Francisco Romeu. Todo eso lo sabía o lo intuía pero, era su trabajo. Lo había repetido mil veces… “he trabajado mucho para llegar aquí”… Era lo único que decía cuando le reprochaba las horas, el agotamiento, el esfuerzo desmedido. De todo lo demás no hablaba nunca y a mi tampoco me apetecía preguntar. Nunca mencionó a ningún yugoslavo. Nunca dijo que tuviese miedo. Nunca lo dijo, ni siquiera cuando lo tenía y, tumbada a mi lado, se abrazaba fuerte a mí como un náufrago a una tabla.

Reconozco que nunca quise saber, que es cierto que sentía cierta envidia hacia su trabajo o hacia la dedicación que tenía hacia él. Yo sólo quería tenerla a mi lado. Me bastaba con eso. Cómo iba a querer que hablásemos de ese rival que tantas horas la tenía apartada de mi lado; de ese tirano que algunos días la hacía llegar a casa con la cara descompuesta, fingiendo una sonrisa que tardaría horas en poder esbozar de verdad. Me importaba una mierda su puto trabajo

No la imagino escribiendo un diario de manera que, no sé bien qué es esto. Quizá necesitaba ordenar algunas ideas, dejar constancia de algo. Un testamento vital o el relato de una vida, con sus contradicciones y sus problemas. Desahogarse, tal vez. Describir para ella misma las cloacas a las que descendió un día, por necesidad o por ambición, qué se yo… Relatar el submundo que se oculta detrás de muchos escenarios con entrega de premios al empresario del año. Señalar con el dedo las pruebas del delito, los culpables de los crímenes. Desmarcarse de la mentira contando la verdad. Tratándose de Laura, quién sabe. Si fuese un poco vanidoso, hasta podría pensar que lo escribió para mi, para que yo algún día lo encontrase, para que pudiese entenderla un poco mejor. O para que la aceptase simplemente. Como un puente, tal vez, que tiendes hacia el otro para evitarle los pasos en falso, para brindarle un camino seguro, un campo de certezas.

Sin embargo, Laura, aquel día me quedé esperando. Esperándote en un terreno minado de conjeturas y de preguntas que nunca me vas a responder. No he encontrado respuestas en todas estas cosas que has dejado escritas, Laura. No las he encontrado. Así que… tú dirás, querida… Tú dirás qué quieres que haga con la historia de nuestras vidas… A mí, cada canción me sigue devolviendo a ella.

to be continued… or not

9 Comments

  • Brisa

    Es cierto… todo parece muy complicado, tanto que en este momento no se muy bien por donde empezar…Suerte que continuará.

    Un abrazo sin dudas.

  • virgi

    Y lo que nos queda por descubrir.
    Pero el amor, a pesar de la corrupción, las mafias, los recortes, la crisis, el amor, no por favor, el amor, no.

    Besos besos

  • favole

    Pues espero que sí tenga una continuación, porque lleva camino de ser una gran historia, a mí me ha enganchado desde el principio la verdad…y me encantaría saber más de ese mundo secreto de Laura, ese mundo de basura y cemente.
    Magnífica entrada, me quito el sombrero!!!
    Un abrazo inmenso!!!

  • Beauseant

    Quizás, Brisa nunca sepamos por donde caminar, por eso debemos ir haciendo el camino, paso a paso, pero sin dar nunca el último paso…

    Es un reducto pequeño, Virgi, demasiado pequeño para intentar meter tantas cosas en el, me temo….

    Hay historias que nacen para ser grandes y otras para quedarse en suspenso, ellas tienen vida propia y no hay forma de saberlo, favole

    Es un gran punto de partida, Lydia, no me cabe ninguna duda…

  • Joan Skinner

    ‘Compartimos Ilusiones’ esa es la campaña que la asociación de mujeres Amuaxa acaba de poner en marcha. Se trata de un conjunto de iniciativas con el fin de satisfacer las necesidades o resolver problemas a las familias que este año celebran la comunión de sus hijas o hijos. De esta forma, el colectivo pondrá a disposicion de las familias que así lo necesiten vestidos, chaquetas, pantalones, camisas y complementos para ese dia “los cuales nos prestan, ceden o regalan otras familias”, señalan en nota de prensa.

  • María

    Te he leído a primera y la segunda parte… me quedo con la primera .. me quedo esperando contigo a LAURA ( si me lo permites 😉 .. la segunda parte es la crónica de una mordida anunciada … de un soborno, de uno de los mucho muchísimos que se han producido con total impunidad en este país…

    Que no tarde mucho en volver LAURA … cuando te lea va a dejarte sin respiración con el beso que te va a dar 😉

    Yo uno chiquitín … acercamos las manos al bidón para calentarnos mientras vuelve 😉

  • Beauseant

    Gracias castigadora 🙂

    Mi vida se ha llenado de muchas Lauras y de muchas canciones, María, así que sí, mejor me haces un hueco y nos vamos calentando las manos 😉

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