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La foto

Esa foto que tiene ahí es la que publicaron en todos los periódicos, cierto, pero se equivocaron en muchas cosas. Para empezar no eramos amigos ni estábamos juntos por otra cosa que el puro azar. Cuando uno piensa en un ejercito le vienen a la cabeza un montón de personas uniformes y uniformadas marchando ordenadas bajo la sombra de sus banderas y sus fanfarrias, pero allí, en el culo del mundo, sólo estábamos los restos de un montón de secciones, pelotones y escuadras. Diezmados todos ellos para mayor gloria de la patria, y retrocediendo mientras dejábamos un reguero de cadáveres hasta llegar al mar, donde ya no había escapatoria posible y decidimos plantar cara a lo que viniese. Allí no había ni ejercito ni gloria alguna, sólo las ganas de sobrevivir de un puñado de desgraciados acorralados contra aquella extensión de azul infinito.

Veo en su cara que le incomodan mis palabras, pero aunque sé que no las publicará se ha tomado tantas molestias en localizarme que quiero mostrarle la verdad. Apenas los conocía, así de sencillo. El del centro soy yo, o el yo de aquella época, a mi derecha estaba el teniente. No era su graduación, sólo era un chiste entre nosotros porque estaba sordo del izquierdo, un recuerdo de los primeros combates. En realidad era un caso de mala suerte porque debía ser evacuado, pero sólo pudieron sacar a los más graves, el resto tuvimos que elegir entre andar o matarnos antes de caer en manos del enemigo. Olvide lo que le hayan contado, yo estaba allí.

En la foto faltan otros muchos, al menos otros cuarenta o cincuenta, todos muertos, cólera, sífilis, inanición o simple desesperación, qué se yo. Vera, nos habíamos replegado tanto que dejamos atrás los pozos de agua, estaban a poco minutos de nuestra posición aunque daría lo mismo que estuviesen en el infierno. Perdimos muchos hombres y al final desistimos; sin agua, abandonados por nuestra patria y obligados a hacer cualquier cosa por sobrevivir. Y cuando digo cualquier cosa es eso, cualquier cosa. Pero no, nada de eso se ve en la foto que tiene ahí. En ella sólo estábamos nosotros, los vivos, porque los muertos no son nada patrióticos, en especial aquellos muertos convertidos en puro pellejo, llenos de mierda y de llagas purulentas repletas de moscas.

Con todo esto quiero decirle que no fuimos héroes pero si buenos soldados. Nos dijeron aquí lucháis y aquí os toca morir, y así lo hicimos. Nunca cedimos terreno cuando nos quedaba otra y siempre intentábamos inutilizar las piezas más grandes que no podíamos mover, que al final eran casi todas. No, no eramos héroes, un héroe es alguien que puede estar en otro sitio y aún así sigue adelante. A nosotros nos hubiese encantado rendirnos. ¿Acaso le extraña? Lo intentamos dos veces, al primer emisario nos lo devolvieron con un tiro en la cabeza y el siguiente nos lo dejaron con las tripas abiertas ante nuestros ojos. Nunca pensé que se pudiese tardar tanto en morir, al principio se mantenía en pie y luchaba por caminar sujetando todo aquella masa que salía de sus entrañas, luego se dejo caer enredado en ella y sólo le oímos llorar hasta el amanecer. Desde ese día todos guardamos una última bala para cuando llegase el momento. No hay forma sencilla de explicarlo, pero de alguna manera nos habíamos preparado para morir, estábamos en paz con nosotros mismos y ya no queríamos seguir viviendo. Esto le hará gracia, pero nos jodió cuando llego aquel buque de guerra barriendo con su artillería toda la playa dispuesto a salvarnos. Nos mirábamos extrañados sin entender que hacía allí, en medio de nuestro funeral. Extraño ¿verdad?

Me pregunto por qué le cuento todo esto. No, no intente engañarme, no tiene nada que ver con la entrevista, sé que no la publicará. Estoy viejo pero no ciego y sé que la cinta en la que grababa esta conversación se paró hace un buen rato. No, no importa, déjela en su sitio, quizás sea mejor así. No me grabe si no quiere, pero déjeme que siga hablando, son demasiados años de silencio y ahora, tanto tiempo después, oigo de nuevo los tambores de guerra. El enemigo implacable , nuestra civilización en peligro y todo eso. Exactamente igual que antes, el orgullo de la patria requiere nuestro sacrificio. Usted es joven y no lo recuerda, por eso debe saber la verdad de esa foto. Debe saber lo que le espera y cual es el precio que le harán pagar por creer en ella.

11 Comments

  • Tumulario

    Y que será ahora de toda esa gente que va al cementerio pensando encontrar al heroe y no se dan cuenta que solo ven al muerto.

    Un abrzao esde el túmulo

  • Ybris

    Malditas guerras.
    Quienes las viven son los únicos que saben mirar las fotos.
    Los únicos que las entienden.

    Espléndido, como siempre, amigo.

    Un abrazo.

  • koffee

    Terriblemente bueno, no he leído otra descripción tan explícita de uan guerra. No creo que se puedan curar esos recuerdos.
    Un besote!.

  • Beauséant

    uff chicatriste de vaya coñazo me ha soltado el tipo este, o uff de … de.. hum, no sé, de lo que sea 🙂

    Eso pasa a veces, Cosechadel66 tu cuerpo se adapta y sigue adelante, pero tus ojos se quedan clavados en el pasado y ya no ves nada sin ver ese pasado…

    A veces Tumulario nos inventamos esos héroes para tener una especie de guía, pero si estudias sus vidas, muchas veces, verás que sólo eran supervivientes.

    Esa es la clave Ybris explicar algo sin haberlo vivido es algo casi imposible y, espero, que algunas cosas no las sepamos explicar nunca 😉

    Muchas gracias Koffee como le digo a Ybris, mejor que eso siga siendo ficción en mi (nuestras) cabeza

  • Ele de Lauk

    Excluyendo los últimos párrafos, parece un relato triste pero ajustado de la guerra de las Malvinas
    ( Falkland ahora , si…), como si hubieras estado alli .

    Un lagrimón.

  • la chica triste de la parada de autobús

    Por supuesto que no de coñazo. Uff de qué certero el texto, qué dolorosamente real, qué duro… y qué chulo a pesar de todo.

  • Gwynette

    Si, si, banderas, patria, honor..y una mierda!. He xisto a los hombres de Apocalyse Now, pero pueden ser los de nuestra guerra civil.
    Dicen mis parientes que un familiar nuestro fue de los de “quinta del biberón” con 18 años recién cumplidos, lo mataron en la batalla del Ebro. Cuendo miras a un chico de 18 años, sólo ves acné y feromonas exaltadas. Pero los mandaron al frente.

    Muy bien escrito, muy real. Y si, que creo que entre tanta destrucción con el cerebro tan lleno de muertes les sorpendiera que los rescataran de “su funeral”. -muy buena esta descripción, resumen de la rencdición interior- O_O

    Besitos

  • Bluma

    “No fuimos héroes pero sí buenos soldados”

    Me encanta esta frase fuera de contexto. Y el contexto de esta frase me encanta también.

    Gracias,
    mua

    por cierto, si no has pasao por mi casa te digo que te hice caso, que le di una oportunidad al invierno…y que me pegó la gripe.

  • Beauséant

    Las Malvinas, Marruecos, Stalingrado (sin playa).. al final Ele de Lauk es siempre la misma guerra… Por suerte creo que niguno de nosotros nos ha tocado mirarla de frente, como mucho de lado 😉

    Ah, vale la chica triste de la parada de autobús entonces no borramos tu comentario 🙂

    Gracias Gwynette.. Yo creo que ese es el problema, que si te meten en algo así y sales vivo ya no eres el mismo, tu cerebro no puede asimilar eso y seguir, luego, como si nada hubiese pasado.. Incluso los vivos salen un poco muertos de todo aquello…

    ¿A veces los confundimos verdad Bluma? Es más fácil eso que andar dando explicaciones, supongo.

    Lo del invierno, lo siento, pero me alegra que tu vuelta. Habrá que hacerte una visita, pero no me pegues nada 😉

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