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La felicidad

Esta llave, querido amigo, es la llave de la felicidad. Me fue entregada con un pescozón cariñoso y un dedo lleno de manchas cruzando los labios. Sí, comprendo su cara de sorpresa, pero entonces yo era apenas un niño, y aún no sabía que la sabiduría es un atributo añadido a al vejez para hacerla menos vergonzosa. Por eso pasé toda mi infancia con esta llave colgada aquí, en mi cuello donde la ve ahora y probándola en cuanta cerradura me salía al paso, buscando tras cada puerta la felicidad. Cerraduras físicas, claro, y más tarde, en el terrible viaje de la adolescencia, cerraduras metafísicas asaltadas en moteles de carretera entre el humo de las velas y las promesas de eternidad. Cuánta ingenuidad encerrada en una sola frase, siempre estaremos juntos.

Si esto fuese un cuento de Paulo Coello, le diría que un día, al salir de la ducha, vería una abertura en mi pecho, cerca del corazón, donde la llave encajaba perfectamente; porque la felicidad, esa es la clave, se encuentra en nuestro corazón, y no se precisa más llave para sacarla que nuestra propia voluntad.

Pero la verdad, amigo mío, es mucho más prosaica. Fue al morir aquella anciana cuando todos los hermanos emprendimos procesión hasta su casa, para poner en orden las cosas y, no nos engañemos, para ver que nos tocaba en el saqueo de Itaca. Fui entonces llamado, es la única expresión que me parece apropiada, hacía la salita de estar, como ella la llamaba, y allí estaba la cerradura metafísica, mi santo grial en forma de pequeño mueble de nogal.

Es curioso pero la llave de la felicidad no era otra cosa que la llave del mueble bar de mi abuelo.

Será mejor no sacar conclusiones…

¿Otra copa?

19 Comments

  • Ybris

    A menudo busca uno lo sublime por extrañas regiones.
    Pero la verdad es que a veces lo sublime se esconde en lo -pretendidamente- prosaico.
    Como la felicidad en un mueble bar.

    Excelente relato, amigo.
    Un abrazo

  • ReDGirL

    Será que la felicidad tanto como el olvido, se encuentran en el alcohol? jajaja/…

    Oye, excelente texto para no perder la costumbre.

    Pasaba por aquí…

  • inquilina

    Dale! otra copa, me apunto…la llave de la felicidad…yo tenia una de esas y la perdi en una esquina sordida de una ciudad oscura.
    Tu Inquilina

  • amandine

    tendemos al estoicismo, querido amigo…

    con tu llave y mi brújula podemos quedar a brindar por lo que somos con una sonrisa, siempre irónica ante la vida.

    😉

  • Beauséant

    Me parece bien chica triste siempre que lo sirvan en la antesala del dolor. Ya me encargo yo de avisar a Ybris para ver si buscamos la felicidad que, por desgracia, suele estar escondida en el fondo de una botella, pero lo importante es encontrarla Para, que voy a vomitar

    Muchas gracias ReDGirl es un placer tenerte por aquí, como siempre 😉

    Tranquila inquilina esas llaves son todas muy parecidas, y seguro que puedes encontrar un sustituto con facilidad..

    Me apunto amandine, pero seguro que a las dos copas la brújula apunta a donde no debe 😉

    Na, en mi caso lo de Coelho es pura envidia con haber escrito la mitad de libros ya me daría por satisfecho…

  • prazsky

    El guardián de las botellas de triste vida.

    Por los amigos ausentes, los amores perdidos, los viejos dioses y la estación de nieblas. Y qué cada uno de nosotros de al diablo su merecido.

    Genial texto, el estilo me recuerda a los mios. A ver si al final nos vamos a parecer.

  • la chica triste de la parada de autobús

    No sé por qué pero yo sigo sintiendo debilidad por ese otro bar, El Cielo, ya sabes, el de la música para bialar y los sillones de terciopelo 😉

  • Sherezade

    Creo que en mi colección de momentos, la mayoría de los más felices tienen algo de alcohol de por medio… no sé yo en que posición me deja eso 😉
    Lo cierto es que nos pasamos la vida buscando la felicidad entre música de violines y fuegos artificiales y al final se encuentra delante nuestra, sin enmascarar, en las cosas más pequeñas. Y regadas adecuadamente 😉

  • Beauséant

    Humm no sé prazsky, creo que es más bien el diablo el que no pone en nuestro sitio que al contrario, es un enemigo muy fuerte para poder hacerle frente para hacerle frente sólo con una vida…

    es normal, chica triste al fin y al cabo ese bar estaba antes en nuestras biografías, y ahí es un poco donde nos conocimos…

    claro Sherezade para ver la vida como algo plenamente feliz se necesitan grandes dosis de alcohol, o de cualquier otra droga. Escribir también cuenta como sustancia 😉

  • gwynette

    Pues, si..otra copa! 🙂
    ..y ese coñazo de llevar media vida una llave colgada al cuello esperando, vete tú a a saber qué!..pero podría ser que la iaia fuera más lista de lo que pensamos y te mantuviera en estado de alerta durante años pendiente de cualquier cerrojo, eso acaba convirtiéndose en más que un hoby, no?.. aunque finalmente, siempre nos demos de morros con la triste realidad

    A los buenos dias

  • Eloísa

    Eso, todo el mundo de juerga y nadie me avisa….¿La felicidad? Me la pongan en copa alta martini semiseco, dos aceitunas y unas gotas de angostura…en unos cuantos sorbos me la bebo, y cuando toque de nuevo en la ronda de la vida, pues otra copa…así a pequeños sorbos y ratitos. Aún y con todo, no creo que exista como tal, pero se nos da bien a todos el querer encontrarla.

  • llermo

    ¿y ese olor a madera viaja y lugar cerrado que te hizo viajar a otro lugar y otro tiempo al abrir el mueble bar con tan intensos recuerdos? ¿lo pones en el kit de la felicidad o eso no suma?

  • Lucía Angélica Folino

    No bebo para olvidar ni para darme una falsa sensación de felicidad.
    No tengo nada que merezca ser borrado ni nada de lo que me arrepienta. Soy feliz. Si me pagaran los que me robaron la llave sería muchooooooooooo más feliz, todavía.
    3+4: 7
    Bonito número.

  • Beauséant

    sospecho, más bien temo, gwynette, que la línea entre los hobbies y las paranoias es muuy muy delgada, y no sabría donde calificar lo de andar hurgando en cuanta cerradura te sale al paso.. Haces bien en desconfiar de las abuelas, son sabias, unas veces, y otras locas, pero siempre peligrosas…

    qué jodida la realidad verdad ¿pequeña tortuga?, espero que nadie venga a cerrarnos la fiesta por apología del alcoholismo.. El truco para no caer es hacer lo que dice Elo, en pequeños tragos pero sin dejar de hacerlo, con la misma constancia que los deportistas de élite.. ¿No te llego la invitación querida Elo??

    claro, llermo, la felicidad es todo lo que quieras meter en la mochila sin fondo del recuerdo. Al final da igual si es verdad o mentira, lo importante es como queda todo pasado el tiempo…

    Vaya, Lucía, eso si que es complicado, hacer el balance y que todo cuadre, sin vencedores ni vencidos, no es de extrañar que no quieras drogas de ningún tipo.. Humm ¿el siete no es un poco estirado?

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