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El último Febrero

Y así comenzaba el último Febrero de los años noventa, con Pearl Jam en la radio impulsando sin gracia los limpias espantados ante un nuevo diluvio. A mi lado mama descabeza sin piedad un cigarro tras otro contra el cenicero, mientras mira al frente con ojos de animal acorralado y golpea sin ritmo sus bonitos dedos sobre el volante. Sé que ha estado bebiendo otra vez, como siempre que su vida toma forma de calle sin salida…

Ellos me dijeron que he borrado todos los recuerdos de mi mente porque fue una experiencia traumática que enterrar en el sucio cajón de la desmemoria. Quizás sea cierto, no me gusta hablar de ello. Cuando dejas de pensar en algo siempre acaba desapareciendo, al menos en apariencia. Los viejos recuerdos, los fantasmas en blanco y negro de la memoria, saben esperar a que cierre los ojos para volver a mostrarme a mi padre plantado ante el coche, gritando mudo bajo la lluvia, y a mi madre saliendo del coche con un portazo y una maldición entre los labios.

Y a poco que siga con los ojos cerrados y me esfuerce en recordar, casi puedo oír los dos disparos secos rasgando la lluvia del último Febrero de los años noventa.

– ¿El último Febrero no era una canción de Quique González?. – Ni idea, paso de cantautores atormentados…

14 Comments

  • Alvaro

    Logras que esos disparos me duelan. No es un dolor grande, desde luego. Ni un dolor desconocido. A lo mejor es que el sonido logra abrir viejas (o no tan viejas) heridas.

    Un saludo.

  • Alter Ego

    Pues si, los recuerdos son miserables, se esconden agazapados entre los momentos de alegria y esperan la minima oportunidad para asaltarte con toda su violencia. Lo bueno es abrir los ojos y saber que todavia no te han cazado del todo. Abrazo Gratis
    P.D. Haces bien en no escuchar a cantautores atormentados, aunque Lapido no es un compositor muy optimista que digamos

  • Eloísa

    Guardar los fantasamas es una pérdida de tiempo, ya que hacen contigo lo que les da la real gana. Yo suelo irme con los míos de picos pardos, lo mismo un día se pierden y dejan de “alegrarme” la vida un poquito

  • obdulia

    En el fondo la memoria es selectiva y a la vez agradecida. Preocupante me parece, pues no sé ya si la pierdo o poco bueno hay por recordar. Así que me voy de picos pardos con Elo. Si alguien se apunta…

  • Sherezade

    Esas cosas siempre se desarman en febrero. Quizás sé porque no tenemos tiempo de recoger las maletas y huir, que la primavera acecha y es imposible que no termine pellizcándonos los omoplatos.

  • la chica triste de la parada de autobús

    “Cuando dejas de pensar en algo siempre acaba desapareciendo, al menos en apariencia”… en eso confío estos días… aunque sin la coletilla final.

    Seguiremos soñando con lunas llenas.

    Un abrazo.

  • Beauséant

    Las viejas heridas, Alvaro, necesitan muy poco para abrirse y mucho tiempo, demasiado para cerrrase…

    Ya sabes, Danieli, los tipos duros no bailan, aunque bajo una buena lluvia siempre se puede hacer una excepción…

    Alter Ego, hombre, nos gusta pensar que Lapido no es pesimista, es de un realismo duro y desencantado.. Y sí, yo escucho a Quique, yo era el de la pregunta, y la de la respuesta es una encantadora criatura fanática de Bisbal y compañí, nadie es perfecto, y ella desde luego que no 😉 Ah, Llermo, lo de Silvio Rodriguez aún me cuesta, e gustan las letras me falla el decorado..

    Huy Elo, no creo que yo que los fantasmas sean tan fáciles de perder, pero es bunea excusa para pasarlo bien con ellos, me apunto pues, y de paso le presto alguno a Obdulia …

    Sherezade, tienes razón, Febrero es un mes jodido tienes a la espalda el jodido invierno que te recuerda todo lo malo, y delante la primavera, que te recuerda que tienes la jodida obligación de ser feliz…

    Hey Chica triste, algún día escribiré algo que te haga sonreír, te doy mi palabra, que la verdad, no vale nada..

    La lluvia Lola, siempre la lluvia, es una metáfora perfecta para muchas cosas, incluso para los que no sabemos escribir…

  • Ybris

    Lucha inútil contra ciertos reduerdos.
    Mientras no podamos evitar cerrar los ojos…
    Claro que sin ellos nunca seríamos lo que somos.

    Un abrazo.

  • la chica triste de la parada de autobús

    … si me has hecho sonreir muchas veces….

    Pero te tomo la palabra 😉
    (¿Ves? Ahora estoy sonriendo)

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