leer,  mirar,  otra vida

días de tormenta

Pasaron los días de la tormenta y no dejaron nada a su paso. Nada excepto la certeza de saber que vendrán nuevas tormentas y cada vez tendré menos con lo que poder afrontarlas.

Lo que aprendemos de los tropiezos y de nuestros errores no es nada, no existe. Tal sabiduría nos la inventamos para no parecer púgiles torpes incapaces de devolverle un golpe a la vida.

El poeta que vende sus letras en la calle a cambio de una moneda me ha dado un poema especial. Sólo para ti, me dice con una sonrisa tan triste que no podía ser otra cosa que sincera. Al abrirlo me ha parecido igual que otros muchos de los que ofrece a todo el mundo, quizás ninguno seamos tan especiales como nos empeñamos en creer. Aún así he guardado el frágil papelito cerca de mi pecho y he salido a unas calles que vuelven a darme el mismo miedo que en los primeros días en esta ciudad extraña que ya había logrado sentir como mía.

Todo aquello que creemos poseer no es más que un préstamo que algún día nos tocará devolver. La vieja y tenue luz que no termina de convertirse en algo real.

Dirijo mis pasos cansados y empiezo a comprenderlo… el frágil papelito, los pasos cansados, la luz tenue, todo parece escaparse entre mis manos sin dejarme nada a lo que poder aferrarme.

Sin darme cuenta veo la mole inmensa de la catedral recortada como un animal varado entre la niebla del río. Hay días empeñados en convertirse en metáfora, pienso mientras comienzo a rodear la imponente fachada llena de arcos y santos de caras largas.

Las últimas lluvias han dejado al descubierto un antiguo camposanto en los jardines y por un módico precio el guardián de la puerta te cuela entre los tablones de la obra y te permite ver los huesos amontonados en completo desorden antes de su traslado.

Nada de fotos, te dice muy serio antes de regresar a su puesto. Yo, aún más serio, le hago la señal de la cruz e intento tapar el bulto sospechoso de mi cámara. El cancerbero, como todos los allí enterrados a la sombra de Dios, no quiere saber la verdad, sólo busca una mentira agradable de creer, alguien que le prometa que todo saldrá bien.

Los esqueletos allí apiñados no parecen demasiado tristes, quizás demasiado solitarios. Murieron y después pasaron una eternidad juntos antes de volver a la luz, pero cada muerte fue única, una experiencia que no puede ser compartida . Supongo que todos morimos igual que nacemos, en completa soledad.

Los días de la tormenta pasarán, estoy convencido de ello, y no habré aprendido nada.

No me pidáis más mentiras. Como mucho os puedo conjurar un puñado metáforas.

16 Comments

  • Toro Salvaje

    Hoy tus palabras me reconfortan… sí… porque me siento menos solo sabiendo que alguien ve lo que yo veo también.
    No he aprendido nada… lleno de heridas y cicatrices y no aprendo… camino ciego hacia el esqueleto que seré escribiendo poemas que a duras penas me permiten respirar este aire viciado.

  • Alma

    Si de algo estoy segura, es que morimos como nacemos: solos… El tema es lo que pasa en el medio, en ese tiempo al que llamamos “vida”. Hay quienes se empeñan en transcurrirla de tal modo que ya están muertos, antes qye la fría dama veng por ellos; pero paradójicamente son los mismos que dan cátedra de cómo vivir… No sé si hay realmente algo que aprender… tal vez todo, o tal vez nada… lo importante, creo, es sentir y lograr la serenidad con lo hecho…

    Cuando te leo mi mente vuela… y podría estar aquí horas filosofando… me gusta… besos.

    P.D.: He leído lo de las fotos de mi Alfa Romeo y la nueva Fiat500 pero no sabría cómo hacer para hacértelas ver…

  • Paloma

    Es verdad, estamos aquí de prestado y todo, todo, lo tenemos que ir devolviendo. Pero a mí eso no me inquieta, al revés, me da cierta paz.
    Hace que me preocupe un poco menos. Todo es frágil y fugaz y se acaba. Pues me relajo, si total, para lo que va a servir agobiarse…eso sí lo he ido aprendiendo por el camino.
    También es verdad que algunos días se me olvida 😉

  • Beauséant

    Me vino la idea hace unos días, Toro Salvaje, pese a los golpes, los que das y los que recibes, las ideas y las venidas… parece como si siempre estuviese en el mismo punto y con la misma cara de pura estupefacción esperando a verlas venir. Quizás la actitud correcta sea la de Paloma, si las cosas no tienen remedio, si no dependen de uno, bueno, mejor no darle muchas vueltas, sentarse y esperar a que todo pase o todo venga o todo acabe, lo que ocurra primero.

    De alguna forma, Alma, este texto enlaza un poco con este otro, https://www.elartistadelalambre.net/un-millon-de-muertos/, que habla de lo que comentas… En el fondo es cierto, nos empeñamos en ver la vida como un viaje que tiene que ir, de manera obligatoria, desde el punto A al punto B y, bueno, al final todo sólo es un viaje. Mucha gente ha invertido mucho y quieren que sea más de lo que es pero no lo es… Me gusta verte filosofar, escribo estas cosas como desahogo y cómo forma de ver otros puntos de vista, otras ideas… ayuda.

    Lo de las fotos, tienes razón, no sé si en tu sitio las puedes subir y pasarme el enlace. No quiero complicarte la vida, lo siento 🙁

  • Carmen

    Coincido mucho,aunque a veces intente autoengañarme.
    Las fotografías son brutales!
    Yo hoy también he hecho alguna q otra foto clandestina.
    ; )

    Bss

  • .+**+.Kadannek.+**+.

    La fotografías son geniales, me encantan y combinan perfectamente con el texto.
    Antes, en el pasado, pude tener esa clase de pensamiento, un poco más crudo y sórdido.. Se me hace curioso cómo en la adolescencia todo me parecía tan serio y solemne, y hoy en día, me siento mejor siendo flexible y casual hasta cierto punto.
    Me aburre cuando las personas dicen que la vida es frágil, efímera, dura, difícil y oscura. Para mí esos sólo son mandatos socio-culturales que a la larga sólo te restan libertad. Te dan el estúpido “para qué si después me voy a morir”. La vida es tal cual como tiene que ser, vivimos el tiempo justo, con la densidad precisa para cada uno, sólo depende de nosotros el cómo queremos sentirnos con eso. Estamos acostumbrados a pensamientos y sensaciones demasiado derrotistas, y no digo que no sea justificable o comprensible, porque lo es; a todos nos tocan eventos que nos impresionan, que nos debilitan o que nos fortalecen, pero hay que abrir un poquito más los ojos y no perdernos el aprendizaje y la vida misma. Puede ser que “estemos de paso” y eso está bien; en la existencia universal hay que tener experiencias variadas para ser un alma exquisita y nutrida.
    Gran escrito, buena reflexión.

  • Mento

    A veces creo que ese es el principal problema… que somos púgiles enfrentando la vida. Cuando la vida es un privilegio de instantes que no se pueden recuperar.
    Yo siempre pido lo mismo… ya sea a Dios, al cosmos, a la vida o a lo que cada cual quiera poner detrás. Siempre pido la capacidad de experimentar el instante sin miedo, poder vivirlo y desgranar cada segundo que dure, ya sea experimentando felicidad o sintiendo todo el peso de la fragilidad humana. Los suicidas supervivientes terminamos por saber valorar algo mejor el complicado arte de vivir. Yo siempre lo comparo con ir sobre mi tabla dentro de un bucle que ni te has atrevido a soñar y entonces una de dos: o sales de él como la puta reina de las olas y todos hablaran de ello… o revolcada ego y cuerpo, jejeje. Pero mientras estás ahí manteniendo el tipo… DIOS… la vida es un chute de adrenalina constante si la sabes vivir instante a instante. Aunque algunos lleguen destrozando por dentro.
    Saludos.

  • alessandrinimariamaria

    Nada más podemos aprender, ya lo tenemos claro porque nacemos con ello, lo que sucede es que no podemos recordar por esas cosas de la vida, pareciera que debemos plantearnos que los tiempos se van adelantado a nuestra sabiduría, me encanto leerte.
    Abrazo

  • Ángeles

    “Hay días empeñados en convertirse en metáfora”, qué bueno.
    Y no, mentiras no, pero metáforas, sí, todas las que puedas.

    Las dos historias, la del poeta callejero y la del cementerio inesperado y tu incursión en él me parecen preciosas, pero esta última además me ha fascinado. Creo que ahí tienes un relato y un protagonista -el vigilante- de primera.

    Las fotos me encantan, y siempre he pensado que los esqueletos se ríen de algo, ellos que ya saben.

  • mucha

    Que bueno el texto!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    Te entiendo que si no aprendiste
    y que no interese aprender..
    .Perfecto
    Yo he aprendido a estar entera, jamás quisiera volver a ser mitad de nada
    . No me embarro mas los pies con bosta…No vale la pena..
    Un deleite estar aqui con Uds

  • Beauséant

    Es inevitable, Carmen, basta que te digan que no hagas fotos para que comience un picorcillo en el dedo de disparar, ¿verdad?

    Muchas gracias, .+**+.KADANNEK.+**+., en esta ocasión llegaron primero las fotos y luego vino el texto. Ya habrás notado, seguro, que a veces pesa más la parte literaria que la, digamos, biográfica.

    Es cierto que hace años lo veía todo de una forma más trágica, todo me abrumaba y me bloqueaba… con el tiempo he ido aprendiendo un poco a engañarme, a pensar que, bueno, que dentro de lo poco que podemos hacer el quedarse parados a verlas venir nunca es una buena opción. Pero, en el fondo, sigo pensando que es eso, un poco engañarse porque lo cierto es que la vida siempre me parecerá demasiado corta, tardamos mucho en aprender las cosas y cuando las aprendemos no sirve para nada porque llegan nuevas circunstancias y toca ponerse a remar otra vez… el protagonista del texto quizás lo lleve todo un poco más lejos de lo recomendable, pero una parte de razón creo que lleva 😉

    Muchas gracias por tu reflexión y por disentir con elegancia, como siempre te digo, se aprende mucho.

    Me ha encantado tu explicación, Mento, creo que has explicado un poco lo que yo estaba comentando antes, ¿no? Que debemos ser capaces de engañarnos un poco, lo justo para que las cosas no nos abrumen en exceso, para saber ver el lado bueno, incluso divertido de los golpes recibidos. Nunca me he subido en un tabla, siempre he valorado mucho mi integridad física, pero lo has descrito a la perfección.

    No lo había visto así, ALESSANDRINIMARIAMARIA, pero lo de los tiempos se van adelantado a nuestra sabiduría es una reflexión que da mucho juego.

    Necesitaba un cierre para el texto, ÁNGELES, y me pareció que esa era una metáfora, la del vigilante, como esa gente que intenta negar las cosas malas de la vida y siempre te hablan de las cosas buenas como si viviesen atrapados en una novela de Coelho 😉 tomo nota para traerlos de vuelta 😉

    Claro que los esqueletos se ríen, pero para cuando entendamos el chiste será demasiado tarde.

    Así es, MUCHA, nos empeñamos en aprender todo el rato y, a veces, simplemente no queremos aprender. Las lecciones, cuando uno las necesite y las desee… estar entera o en trocitos, pero con ganas de pelear.

  • Adriana Alba

    …Todo aquello que creemos poseer no es más que un préstamo que algún día nos tocará devolver…

    Ni más ni menos, somos administradores temporarios.

    Me encantó pasar por tu casa.
    Abrazos.

  • Beauséant

    Puede sonar un poco pesimista, pero no era la intención, creo que saber eso ayuda a verlo todo de una manera un poco relativa. Estamos de paso y la huella que dejamos es muy leve, mejor no tomarse nada muy a la tremenda…
    Muchas gracias 😉

  • Manuela Fernández

    Ver la vida como algo que acaba, que nada de lo que tenemos es nuestro, que no vamos a aprender nada… no digo que no sea cierto pero podemos darle la vuelta y pensar que precisamente es eso lo que la hace especial, que tengamos que vivir el instante, que por efímera la vivamos con intensidad. Si hay que elegir entre el pesimismo y el optimismo, elijamos la opción más alegre. Total, nos va a dar lo mismo.

  • Jo

    parece casualidad. desde el 9 de abril… a la fecha se ha ido muriendo gente de mi circulo cercano, modos distintos y circunstancias pero mi conclusión sigue siendo la misma.
    todo es breve aquí y a veces, nos complicamos demasiado pudiendo disfrutar,…

  • Beauséant

    Si hay que elegir entre el pesimismo y el optimismo, elijamos la opción más alegre. Total, nos va a dar lo mismo.. esa es, MANUELA FERNÁNDEZ, una buena elección, el problema es que, bueno, no soy de esas personas expertas en elegir las opciones lógicas 😉

    Complicarse la vida, Jo, es mi forma de afrontar las cosas 🙂 vamos llenado el calendario de fechas tristes y muchas veces pesan demasiado…

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