ya no engañamos a nadie
Siempre he sabido que mi últimos días los pasaré en un asilo, solo, un poco tronado y siendo maltratado por robustas enfermeras con acento polaco. Y no hicieron falta adivinos ni sortílego alguno para armar semejante conclusión, es el espejo…
desaparecer
En cada ser humano mirando fijamente campos inmensos de cereal hay un escapista. Un primate con ínfulas que sueña y busca versiones alternativas de sí mismo lejos de la oficina, de los atascos y de los rituales pegajosos de esa…